15/06/04
    
    BATLLE ABOGÓ POR LIBERALIZACIÓN COMERCIAL
    
    El Presidente de la República, Jorge Batlle, destacó
    una vez más la necesidad de profundizar y concretar las negociaciones con
    la Unión Europea, considerando que la mayor dificultad es que hace 40 años
    que vivimos de una cuota de 6 mil toneladas, y esa es la discrecionalidad
    mayor, dijo.
    
    
 
    
    DECLARACIONES A LA PRENSA DEL PRESIDENTE DE LA
    REPÚBLICA, JORGE BATLLE, TRAS RETORNAR DEL BRASIL
    15/06/2004
    PRESIDENTE BATLLE: Muy buenas noches. De regreso de la
    reunión de UNCTAD, que celebraba sus 40 años de existencia, y de la que
    participamos de la reunión plenaria, puesto que la reunión había
    comenzado ya anteriormente y prosigue, y dentro de ella y aparte de ella,
    naturalmente, la delegación uruguaya conjuntamente con otras delegaciones
    se reunía en forma permanente con los delegados de la Comunidad Europea,
    para continuar considerando los posibles acuerdos entre Europa, la
    Comunidad, y el MERCOSUR.
    Con respecto a la reunión de UNCTAD, básicamente más
    allá de la intervención que le cupo al Uruguay, en donde señalamos los
    logros que inicialmente UNCTAD alcanzó, sobre todo en el establecimiento
    del sistema general de preferencias, así como los precios, las listas,
    digamos, las líneas, las bandas de precios sobre los commodities, hace de
    esto muchos años.
    Recalcamos la necesidad de volver a darle un impulso a
    esta organización que, durante los años que mediaron hasta la décima
    conferencia de Bangkok, no había tenido mucha relevancia su actividad,
    procurando fundamentalmente utilizarla como un medio de negociación entre
    los países en vías de desarrollo, lo que se ha dado en llamar "la
    negociación Sur-Sur".
    El Uruguay particularmente hizo énfasis de la situación
    de un conjunto de países que están considerados como, de entre aquellos
    países en desarrollo, pero de extrema pobreza, y particularmente los
    países africanos en donde estamos presentes integrando las Misiones de Paz
    de Naciones Unidas. Considerando además, como los resaltamos en el
    discurso, de que esas Misiones de Paz al tiempo que son necesarias para
    ello, para establecer la paz o restablecer la paz, para auspiciar formas de
    reinstitucionalización de la vida democrática de esos países, a nuestro
    juicio no van a alcanzar sus objetivos si los que intervienen a nombre de
    Naciones Unidas, o a otras naciones que intervengan a nombre de Naciones
    Unidas, no cuentan con los medios para restablecer la infraestructura
    destruida, en el caso de que los países hayan vivido guerras muy duras, y
    ayudar al restablecimiento del circuito económico interno.
    Resaltamos una vez más lo que hemos visto en el Congo y
    lo que notoriamente ustedes han escuchado de mí en más de una oportunidad.
    Reiterando, por otra parte, nuestra advertencia con
    respecto a Haití, puesto que la Misión de Haití es una Misión que
    comprenderá los países del MERCOSUR, Brasil, Argentina, Chile y Uruguay;
    sobre nosotros recaerá pues la responsabilidad no solamente de alcanzar la
    paz, asegurarla, sino contribuir a restablecer la institucionalidad y
    fundamentalmente en el caso de Haití contribuir a restablecer el
    funcionamiento social, el funcionamiento económico general, el
    funcionamiento institucional, y por ello resaltamos la necesidad de que esto
    supusiera por parte de los países desarrollados una ayuda central a
    aquellos que vamos a participar en estas misiones.
    Con ese objetivo, mantuvimos una reunión más tarde con
    el Secretario General de Naciones Unidas, el señor Kofi Annan, a quien le
    reiteramos nuestras preocupaciones; le manifestamos nuestra decisión de
    continuar colaborando con Naciones Unidas, al mismo tiempo, nuestra
    convicción de que estos pensamientos debían ser trasmitidos a quienes
    siendo más responsables que nosotros, como integrantes del Consejo de
    Seguridad en su carácter de países permanentes, u otros países de gran
    representatividad económica dentro de la Organización de Naciones Unidas,
    tienen que tomar conciencia de esta realidad para poder hacer que las tareas
    de Naciones Unidas sean exitosas, no solamente en su objetivo de alcanzar la
    paz, sino fundamentalmente de reestructurar la vida de los países afectados
    por guerras o por disturbios recurrentes como en el caso de Haití.
    Entiendo que el Secretario General de Naciones Unidas
    comparte nuestro punto de vista, y nos afirmó que estaría buscando la
    manera de poder reunirnos con los países desarrollados en oportunidades en
    que él tenga posibilidades de hacer esta reunión, para expresar nuestros
    deseos de que las misiones de paz no sean solamente y únicamente misiones
    de paz, sino misiones de paz y reconstrucción de las sociedades afectadas a
    tal grado, que solamente con la paz no vamos a conseguir éxito en nuestras
    tareas.
    Con posterioridad, nos encontramos como estaba previsto
    con el presidente Lula. Nuestro primer tema fue reiterarle a él lo que
    habíamos ya conversado por la mañana con él, lo que habíamos dicho en la
    Conferencia, lo que le reiteramos al Secretario General Kofi Annan, por el
    hecho de que luego de que yo me reiterase de la entrevista el propio
    Presidente Lula iba a tener un encuentro con el Secretario de Naciones
    Unidas. Dado que, además, Brasil ha sido designado como el líder de la
    Misión en cuanto a que asume en representación de Naciones Unidas esa
    condición, y que somos por primera vez, los países de América del Sur,
    que vamos a intervenir en un país de América del Sur, asumiendo nosotros
    la total responsabilidad de lo que allí va a suceder, nuestro planteo fue
    muy claro de que era absolutamente necesario de que los que participáramos
    tuviéramos una reunión previa entre nosotros, para plantear las cosas
    adecuadamente ante quien corresponde en Naciones Unidas.
    Puedo decir que el Presidente del Brasil participó de
    nuestro punto de vista, cosa que ya habíamos conversado con él por la
    mañana antes de comenzar la reunión del plenario.
    Con posterioridad tuvimos algunas -digamos- cambios de
    ideas con el canciller Amorím sobre las negociaciones con la Comunidad
    Europea. Hasta ahora las negociaciones han sido por supuesto difíciles,
    difíciles porque se manejan dos conceptos diferentes. La Comunidad
    Económica Europea, en el área agrícola, la Comunidad Europea en el área
    agrícola maneja el concepto de cuotas y en las distintas áreas maneja el
    concepto de actividades; o sea, servicios o compras gubernamentales u otro
    tipo de actividades de carácter general. Nosotros, que estamos muy de
    acuerdo en buscar un entendimiento, el más rápido posible antes del mes de
    octubre, le dijimos a los delegados brasileros que tanto ellos como nosotros
    -pese a que nosotros tenemos muy poco para ofrecer porque el mercado nuestro
    es mínimo- tenemos que tratar de igualar las condiciones bajos las cuales
    se están dando las conversaciones entre las partes. Las cuotas son hasta
    ahora los mecanismos únicos posibles a los que hemos accedido para ingresar
    a esos mercados, y las cifras que se están manejando de cuotas nos parecen
    -desde nuestro punto de vista, o por lo menos desde mi punto de vista- que
    no son las adecuadas y las que la Comunidad Europea puede poner arriba de la
    mesa.
    No estoy hablando únicamente de carnes, estoy hablando
    de arroz, estoy hablando de lácteos, cuando se habla de arroz, se ha
    hablado hasta ahora de cuarenta mil toneladas, para todos los que
    participamos de la negociación; piensen ustedes que el Uruguay solo produce
    un millón doscientas mil, y cuando se habla de productos lácteos se habla
    de veinte mil toneladas para repartir entre cuatro países, eso y la nada es
    lo mismo.
    Finalmente, hablamos con el Presidente Lula -dado que él
    se ha manifestado permanentemente interesado en todo lo que tiene que ver
    con la infraestructura común de estas naciones- de lo que ha nuestro juicio
    es imprescindible desde el punto de vista de la generación eléctrica en el
    área. Ustedes conocen las dificultades que hemos tenido y entendemos que
    uno de los mecanismos para resolver esas dificultades radica en establecer
    una unión de una línea de alta tensión de 500 mega, para 500 mega, entre
    Salto Grande y Garabí, ambos puntos sobre el río Uruguay. La línea
    cruzaría los departamentos de Salto y de Artigas, entraría en Río Grande
    Do Sul y correría por tanto hasta Garabí; son 400 kilómetros, el costo
    son 80 millones de dólares. El objetivo sería incorporar al circuito 1.000
    mega, 500 la República Argentina y 500 el Uruguay.
    Encontramos la mejor disposición del gobierno de Brasil;
    el Presidente de la República, el señor Lula, nos manifestó que le
    podíamos ya indicar al Ministro de Industrias que se conectara con la
    Ministro de Energía brasileña, cosa que ha venido haciendo a propósito de
    los contratos de suministro de energía eléctrica, puntualmente sobre este
    tema. Y nosotros vamos a estar inmediatamente de llegar a Montevideo, en el
    día de mañana, tomando contacto con nuestra delegación en CTM y,
    naturalmente, con las organizaciones argentinas similares y la
    representación argentina en CTM.
    Esta es una obra que se puede realizar a partir de su
    inicio en un año, y que nos asegura un entronque con las líneas de alta
    tensión del sistema energético brasileño que tiene la inmensa ventaja de
    estar conectado con distintas áreas de su enorme país, con potencialidades
    hidráulicas muy, muy importantes ubicadas en distintas regiones y no todas
    igualmente afectadas como en el caso nuestro por ejemplo hoy que hace tiempo
    que no llueve en el Norte ni en Rió Grande do Sul y por tanto no tenemos la
    reserva de agua suficiente para poder utilizar a pleno las represas del
    sistema río Negro o de Salto.
    También conversamos con el Presidente de Bolivia, a
    propósito del gas. El Presidente de Bolivia nos manifestó que, además de
    estar ya incorporando gas a la línea de transporte existente que viene
    desde Tarija, están lanzados ya a construir una transportadora de gas para
    el Norte argentino, que concluiría conectando con los mecanismos de
    transporte de gas hacia Buenos Aires. Y están hablando no de los cuatro
    millones de metros cúbicos día cuando esto esté concluido, sino de una
    cantidad que puede estar no menos de cinco veces por encima de esa cifra. Y,
    por supuesto, vamos a estar en condiciones de negociar con Bolivia la compra
    de gas.
    Es decir, que los objetivos de Uruguay para ordenar su
    matriz energética es la conexión de la línea de alta con Garabí y el
    suministro de gas desde Bolivia para agregarle a los suministros que
    seguiremos recibiendo de la República Argentina.
    Creo que fue una buena reunión, contó con una
    participación muy numerosa de delegados de todos los países, de Ministros
    de Comercio de todos los países. Tuvimos, pues, la oportunidad de
    plantearle también al gobierno del Brasil, estando allí presentes con
    nosotros nuestro candidato a próximo Director de la OMC, el embajador
    Carlos Pérez del Castillo. Naturalmente, hicimos lo que debíamos
    formalmente hacer y lo que se estila en estos casos, presentar oficialmente
    nuestra candidatura ante el gobierno del Brasil, que es el primer gobierno
    de América ante el cual el Uruguay, de América del Sur, ante el cual el
    Uruguay ha hecho esta presentación.
    También estuvimos en contacto con otros Ministros de
    Comercio, los miembros de la delegación, el embajador del Uruguay y por
    supuesto el canciller Opertti que nos ha acompañado en todas estas cosas y
    que llegará el día jueves después de participar en los trabajos que se
    están realizando en la reunión de la UNCTAD.
    Muchas gracias, a sus órdenes.
    
    PERIODISTA: El Comisionado de la Unión Europea apostado
    aquí mencionó que había por parte del MERCOSUR algunas dificultades en
    cuanto a la institucionalidad, se refería a que de repente había
    decisiones que tal vez eran un poco discrecionales y que tal vez eso podría
    eventualmente estar trabando un poco las negociaciones.
    
    PRESIDENTE BATLLE: Usted sabe que las dificultades
    existen, y existen de ambas partes. La mayor dificultad es que hace 40 años
    que vivimos de una cuota de 6 mil toneladas, esa es la discrecionalidad
    mayor. A la orden, muchas gracias.