02/03/04

LO QUE TENEMOS QUE CUIDAR ES EL RUMBO

El Presidente Batlle exhortó a mantener "este rumbo que nos permitió salir de la crisis, meter 67 mil empleos en el año que terminó", agregando que el 2004 va a tener un record de exportaciones, porque el agro solo va a pasar los dos mil millones de dólares, "y eso quiere decir que es el camino que el Uruguay tiene que seguir los próximos diez, o veinte años; siempre con la trasformación agraria al frente".

ENTREVISTA AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE BATLLE, EN SUPLEMENTO AGROPECUARIO DE CX4 RADIO RURAL
01/03/2004

RODRÍGUEZ: Seguimos con este Suplemento Agropecuario y tenemos una linda discusión acá entre amigos. Doctor Jorge Batlle, señor Presidente de la República, un placer de tenerlo por Suplemento Agropecuario.

PRESIDENTE BATLLE: El gusto es mío en venir en esta oportunidad, hoy, 1° de marzo, cuatro años han transcurrido desde que un 1° de marzo llegamos a ésta la mayor posición que puede tener un ciudadano en el país, haber sido elegido libremente por el pueblo, para poder cumplir así los mandados institucionales y constitucionales, y poder también tener la enorme tranquilidad de saber que en este año electoral, que es un año central de la vida del Uruguay, el país se apresta a hacer una elección normal, en paz. Y, además de aprestarse a hacer una elección normal y en paz, todos sabemos que no hay otra cosa que vaya a suceder en este país, que va a haber una elección, va a haber un nuevo gobierno, todo el mundo va a atenerse y a respetar, como siempre lo ha hecho, los resultados electorales, y los partidos y los ciudadanos colectiva e individualmente van a estar en condiciones de, como siempre lo han hecho, expresarse libremente en todos sus puntos de vista, en todas sus opiniones.

O sea, que yo creo que habiendo pasado el Uruguay la crisis yo diría terminal que el Uruguay tuvo, una crisis que fue financieramente la crisis más importante en sus últimos 130, 140 años. Yo creo que el Uruguay tenía una situación de compromiso de la magnitud de la actual cuando era una sociedad muy débil allá por mediados del siglo XIX; nunca más el Uruguay tuvo una crisis de la magnitud de la que tuvo el Uruguay. Una crisis financiera y una crisis fundamentalmente pecuaria porque se juntó la aftosa, que nos costó más de 800 millones de dólares de pérdidas directas, por cese de exportaciones, por cese de trabajo, por pérdida de mercados, por los tiempos en los cuales los frigoríficos no pudieron trabajar, por los tiempos en los cuales los productores no pudieron saber cuál iba a ser el destino de su producción y qué precios iban a recibir y que sabían que cuando comenzaran a reiniciar su actividad iban a tener que enviar sus productos a los mercados que pagan menos; donde tuvieron una pérdida tan tremenda que el precio por kilo en centésimos, en centavos de dólar, bajó a cincuenta y pico de centavos, y recién ahora está alcanzando los precios que debían haber sido los precios normales.

O sea, todo eso el país lo enfrentó y lo superó. No ha habido ninguna otra crisis en el Uruguay de esta magnitud, de esta profundidad. Y yo aprovecho estas circunstancias de hablar hoy, el 1° de marzo, de estas cosas que nos tuvieron a todos los uruguayos en vilo durante dos años, y a cada uno de nosotros, y a mí todos los días y todas las noches durante dos años, sin saber si al día siguiente íbamos a poder repechar; sin saber si al día siguiente siquiera el Uruguay iba a poder enfrentar sus compromisos mínimos y elementales, que eso fue lo que en el Uruguay se discutió durante esos dos años, se vivió durante esos dos años, se sintió durante esos dos años. Yo quiero decir, como Presidente y como ciudadano que ha visto desde adentro y desde cerca toda esa tremenda circunstancia, que todo esto tuvo la salida que tuvo gracias, en primer lugar, al pueblo del Uruguay. Cuando usted mira procesos parecidos, ni siquiera de la profundidad que hemos tenido nosotros en cuanto a la situación financiera, externa, cuando usted mira procesos parecidos ocurridos en otros países en América o fuera del continente, se encuentra que en esos procesos cayeron las instituciones, prácticamente en casi todos cayeron las instituciones, y en el Uruguay eso no ocurrió. Y si no cayeron las instituciones en el Uruguay fue fundamentalmente porque hubo en el pueblo del Uruguay, en los partidos políticos del Uruguay, una conciencia clara de dónde estaba el origen de nuestros problemas; la gente los asumió y se dispuso a enfrenarlos.

Creo que el gobierno hizo lo que tenía que hacer, hizo lo suyo. El gobierno hizo lo que era su obligación, decirle que no a quien tenía que decirle que no cuando se nos planteó la disyuntiva de tener que ir a una situación similar a la situación argentina, el gobierno dijo "nones", de ninguna manera. Y luego el gobierno pudo tener amigos, si no hubiéramos tenido la solidaridad y la ayuda por 15 días del gobierno de los Estados Unidos que nos prestó 1.500 millones de dólares, no estaba yo conversando con ustedes acá. Vamos a ser realistas, y a darle a las cosas su real medida. Yo estoy sentado aquí por la conducta del pueblo del Uruguay, por la conducta de los partidos políticos del Uruguay, porque el gobierno tomó las medidas que tenía que tomar, aunque ellas fueron sin ninguna duda muy impopulares, y el gobierno sabía que eran impopulares, pero sentía que lo tenía que hacer, y por la ayuda que el gobierno tuvo del exterior. Y eso es lo que nos permitió entonces superar la situación. Lo que nos permitió en el mes de mayo del 2003, todavía no estaba terminada la crisis que había empezado el 24 de abril del 2001 y ya estábamos a dos años de crisis, con una desocupación que nunca el país había conocido del 20%, formal, no hablo de lo informal que es mucho más. Eso fue lo que nos permitió, esa conducta, obtener la confianza de todos los tenedores locales y extranjeros de los bonos que nos habilitaron el cambio voluntario de la deuda. Cosa que el otro día el Ministro Alfie, que fue el operador de toda esa operación durante todos los años, el que iba todos los días y se sentaba y discutía y hablaba, y con el lápiz y con el papel, lo que determinó que al Ministro Alfie lo fueran a invitar, lo vinieran a invitar desde Londres para decirle "mire, venga y explíquenos en Oxford ante los profesores de economía cómo fue que el Uruguay hizo lo que hizo". Y eso es lo que los uruguayos tenemos que tomar conciencia de eso, porque eso que el Uruguay superó, que como hoy quedó atrás parecería que algunos de nosotros no nos advertimos lo que pasamos, la naturaleza de la tormenta siniestra que se abatió sobre nosotros, porque era siniestro el hecho de la ferocidad del ataque que había recibido el país con la aftosa primero y con la situación financiera de los bancos que quebraron después, fundamentalmente el Comercial y el Galicia que arrastraron a los demás bancos y que inclusive hasta dañaron al propio Banco de la República; eso como por suerte a veces cuando uno tiene una herida y luego la herida le duele cuando le provocan o se le produce esa herida, pero luego la herida sana y el ser humano se olvidó del dolor. Parecería que como hemos dejado ese tiempo atrás no nos hemos dado cuenta todavía del furor de aquella tormenta y de la importancia para la historia del Uruguay, de la enorme importancia para la historia del Uruguay, que ha tenido el hecho histórico de haber podido enfrentar y superar esa crisis tremenda.

Y eso sí que es un asunto que como Presidente de la República y como ser humano, más que como Presidente de la República, le debo decir que ese es para mí el honor más grande que he tenido como Presidente, el haber podido estar en ese ojo de la tormenta y haber cumplido con las obligaciones que nos permitieron llevar adelante las soluciones que hoy nos permiten estar conversando acá de las cosas que el país pudo hacer y de las que está viviendo.

Así que para mí haber aceptado, Bimbo, su permanente invitación a venir y hacerlo el día de hoy tenía este significado, venir acá hoy el 1° de marzo, no es cualquier día, no es cualquier lunes que vengo, vengo el lunes 1° de marzo cuando hemos cumplido cuatro años de gobierno, para recordar hoy con alegría y con tranquilidad de espíritu lo que fueron dos años de zozobra permanente para el Uruguay.

RODRÍGUEZ: ¿Una pausa, Doctor?

PRESIDENTE BATLLE: Cómo no; por suerte, por suerte una pausa, Bimbo, por suerte una pausa.

RODRÍGUEZ: Porque después vamos a hablar, doctor, de cuánto significado, cuánto ha significado la producción de nuestra tierra, porque por ahí están los vinos moviéndose; medallas por acá, la venta de los vinos, embarques de productos de granja, la carne, la lana, y la tierra sigue produciendo.

PRESIDENTE BATLLE: Ya hablaremos de eso.

RODRÍGUEZ: Seguimos con este Suplemento Agropecuario. El Presidente estaba haciendo una descripción a nivel macro político económico de lo que se ha enfrentado el país en los últimos tiempos. Y yo inclusive estaba mirando un cable de la Agencia AP, que fue trasmitido al exterior, que da un perfil en cuatro líneas de lo que ha sido o que ha sido el marco que ha tenido la gestión del Presidente Batlle. Textualmente dice: " Una crisis económica que se arrastra desde 1999 y recién ahora parece estar en recuperación; epidemia de fiebre aftosa que causaron estragos en el ganado bovino y la pérdida de exportaciones, y un terremoto financiero en Uruguay con caída de bancos, rodearon la gestión de Batlle, del tradicional Partido Colorado", dice textualmente el cable de la Agencia AP que fue transmitido hoy precisamente, doctor Jorge Batlle.

PRESIDENTE BATLLE: Vea, yo le voy a decir una cosa, a veces alguna gente amiga me dice "che, a usted le ha tocado cosas muy difíciles y por tanto ha tenido usted mucha mala suerte en su período de gobierno". Y yo digo que no, que no es así. Yo creo que no me ha tocado mala suerte ni buena suerte. Yo lo que creo es lo siguiente, yo creo que los países se ven cuando el viento está del lado de la puerta; los pueblos, los sistemas políticos, los sistemas democráticos, se evalúan la capacidad de respuesta de los seres humanos que integran una sociedad en todos sus estamentos, se evalúan cuando el viento se pone del lado de la puerta, no cuando la cosa es fácil. Usted a los amigos de verdad cuándo los conoce, cuando está en la mala; cuando a usted le va bien, todo el mundo es amigo, todo el mundo lo palmea, todo el mundo se le acerca. Cuando a usted le va mal cruzan la calle cuando lo ven venir. Bueno, yo creo que los amigos se ven en esas circunstancias, y los pueblos se ven en esas circunstancias, y los sistemas democráticos se ven en esa circunstancias. Y eso ha demostrado cabalmente la fuerza que tiene ese sentimiento en el Uruguay.

Yo no dudo de que el grupo de gente que trabajó en el Uruguay, en donde trabajaron la gente que ustedes conocen del gobierno y otra gente más que no tienen tanto, no hay tanto conocimiento popular de ellos como personas que han estado fuera del país, y alguna gente que nos ayudó. Por ejemplo, se ha hablado de un señor llamado William Mac Donald que nos ayudó y, bueno, yo voy a decir la historia de ese señor. Yo lo conocí acá cuando era un muchacho, en una época también yo fui un muchacho, ¿no?; él era secretario de tercera de la embajada americana acá, Billy Mac Donald. Lo conocí y me hice amigo, y seguí siendo amigo de él durante toda la vida, y él hizo una vida privada porque se fue del servicio diplomático americano y entró a trabajar en distintas cosas. Un día yo fui a su casa en Chicago, en aquella época ya era jovencito, era presidente del primer banco de Chicago, el First National Bank of Chicago y además era director de un festival de música; y un buen día cuando se armó todo este lío espantoso me lo encontré de presidente de la Reserva Federal de Nueva York, el segundo después de Greenspan. Imagínese lo que fue ese individuo que quería al Uruguay, que lo sigue queriendo, poniéndose la camiseta y ayudando.

Yo recuerdo, y nunca podré olvidar, el día que me invitó y me dijo "¿podés venir un día a Nueva York?" Y le digo sí, sí, puedo ir; estábamos en la discusión si podíamos cambiar la deuda. Me dijo " yo tengo una cena preparada para recibirte"; cuando llegué a la cena, en la cena estaban todos los banqueros más importantes de Nueva York que eran los banqueros que representaban los bancos más importantes del mundo. En donde los individuos naturalmente que no me preguntaron cómo era la situación económica del Uruguay, la sabían mucho mejor que yo; simplemente me "semblantearon", querían saber si estaban mirando a un Presidente que les decía las cosas mirándolos a los ojos con la verdad, que estaba dispuesto a dar la pelea y cumplir, o simplemente era un Presidente que no iba a mostrar esa capacidad de pelear por las cosas del país.

Yo recuerdo perfectamente cuando me retiré, habían tres ciudadanos que representaban los bancos más grandes del Japón, estaban ahí en fila, con esa jerarquización que tienen los japoneses, me dijeron "saludo", me hicieron una reverencia y me anunciaron que Japón iba a acompañar el canje de la deuda. Y, bueno, eso se hizo en esa reunión, por ese amigo. Entonces, yo digo, el Uruguay generó amistad de la gente que lo conoció siempre al Uruguay, generó respeto. Esto no es un asunto que haya generado este gobierno, lo generó el Uruguay a lo largo de toda su existencia, de los últimos 100 años, la gente que vino, ¿eh? El otro día, usted vio ese señor indio, Tata, que tiene acá en la Zona Franca de la América, una organización de software muy importante, que tiene una cantidad de gente que está trabajando y que está empleada allí; y él vino, él es el empresario más grande de la India, maneja 300 mil personas en 92 empresas. Bueno, llegó a la casa de gobierno, allá en Suárez, y me dice "¿usted sabe una cosa?"´ Le digo no; "mi padre me dijo siempre a mi, cuando yo era joven, que yo tenía que venir al Uruguay y conocer el Uruguay". ¿Cómo -le digo- su padre y por qué le dijo? "Ah, porque mi padre estuvo por acá en 1948". Cómo, le digo, espere, espere, vamos despacito por las piedras, ¿estuvo en el 48 y qué estuvo haciendo acá en el 48 su padre? "Ah, mire, mi padre era un hombre que estaba funcionando allí en la Organización Internacional de Trabajo, y acá hubo una conferencia mundial en 1948 de la OIT, y él participó junto al Director ; y le digo David Morse, y me dijo "sí, ¿usted lo conoció? Y dije, por supuesto, en esa época el Presidente de la República era mi padre y yo trabajaba en la Secretaría del señor David Morse, que me invitó a mi para ir a trabajar con él a Ginebra y mi padre no me dejó ir porque dijo que yo tenía que estudiar. Así que estábamos trabajando junto con su padre, yo no sabía que era su padre y él tampoco sabía quién era yo, por supuesto.

Y ese individuo que vino acá al Uruguay, que dejó de hacer cosas y se vino desde la India al Uruguay, vino porque su padre en 1948 le dijo "tenés que conocer el Uruguay". Quiere decir que esto es lo que el Uruguay ha construido a lo largo de tantos años y tantos años; nosotros la única cosa que hicimos fue, en un momento de dificultad, poner todo nuestro empeño, tener la buena fortuna en tener buenos amigos, tener la ayuda del Subsecretario de Finanzas de los Estados Unidos, el señor Taylor, tener un apoyo muy fuerte de los países del G- 7, haber hablado con el señor Khöler en más de una oportunidad, y fundamentalmente también vieron nuestra decidida actitud de llevarle a los banqueros internacionales del Banco Comercial nuestra más clara decisión de seguirles todos los juicios habidos y por haber, porque así se lo dije yo personalmente al señor Muldford en enero de 2002 cuando me llamó para decirme que ellos abandonaban sus obligaciones con el Banco Comercial; y yo le dije que el gobierno del Uruguay iba a hacer lo imprescindible en su vida para ponerlo preso. Y, bueno, es eso, ¿vio? Es eso, esas cosas que hay que hacer y que no hay que ir boconeando, que uno tiene que hacerlas porque es su obligación y chau. Y eso es lo que ha hecho el Uruguay. Por eso, la victoria no es del Gobierno, la victoria es de todos los uruguayos.

RODRÍGUEZ: ¿Y si aterrizamos al agro, doctor? Ahora todo está en otro marco general.

PRESIDENTE BATLLE: Bueno, vamos a aterrizar al agro porque yo sigo, ustedes me conocen así que yo acá no vengo a improvisar mi vinculación con el agro, me requete conocen. Nosotros hemos podido hacer algunas cosas que me parecían que eran fundamentales. Yo siempre lo recuerdo, alguna vez lo he recordado acá. En el año 1963/64, yo acompañé al Ministro de Ganadería de la época, don Wilson Ferreira Aldunate, con el hoy senador García Costa, con Julio Lacarte Muró, a negociar carne a Inglaterra. Por aquélla época los precios eran nominalmente hablando mucho más altos que los precios de hoy; o sea, se vendía la tonelada de carne a un precio mayor que el que se vende hoy la tonelada, con aquellos dólares contra estos dólares. O sea que desde 1963 a la fecha, los productores han venido viendo como sus precios iban siempre para atrás. Desde 1963 a la fecha, el Uruguay tuvo regímenes fiscales, regímenes impositivos, en donde por la vía de las retracciones, por la vía de los cambios múltiples y por otras vías que luego se fueron suprimiendo; se terminaron los cambios múltiples pero se manejaron detracciones, el agro siempre estuvo contribuyendo enormemente a los recursos del erario nacional. Luego, se le sumó a eso un progresivo cierre de mercados, al punto que en un tiempo hubo en que nosotros para vender las cosas nuestras teníamos que hacer arreglos con Egipto, o Grecia, o con España, que no eran mercados naturales, como no lo son hoy, y encima luego vinieron los respectivos y diferentes atrasos cambiaron que generaron un clima de endeudamiento y una situación real de endeudamiento creciente, con precios además muy bajos en mercados muy cerrados. Así que teníamos endeudamiento, atraso cambiario, altos impuestos, mercados cerrados y precios bajos. O sea, ahí sí por 20 años seguidos. O sea, los siete males, ¿no es verdad? Todo junto. Bueno, yo creo que las condiciones se han podido dar de manera de, en primer lugar, terminar con el atraso cambiario. En segundo lugar, de haber hecho un esfuerzo serio y sólido en favor de resolver problemas del endeudamiento por distintos medios y por distintos mecanismos, en donde siempre lo que tratamos de hacer fueron soluciones de carácter administrativo y amigables, para no aparecer con leyes, violando contratos que nos hubieran traído enormes dificultades para hacer las negociaciones internacionales posteriores.

Hemos ido haciendo cosas. Yo recién lo escuchaba a Aguirrezabala. Hemos ido haciendo cosas con el arroz, con la leche, vamos a emitir ahora el último proyecto de ley sobre estas cosas, va a ser el que tiene que ver con la granja, ese sector que necesita hoy por hoy más ayuda, porque la granja -saco aparte la uva y saco aparte la fruta- que es la zanahoria, lo verde y todo lo demás, no tiene otro mercado que el mercado local, y como la producción hoy la gente está en condiciones de producir muchísimo más por su conocimiento tecnológico, por la semilla nueva, por los insumos que hay a su alcance, el mercado interno es muy chico. Por tanto, usted lo ve, cuando usted se va, cuando estuvimos juntos allí en el kilómetro 50 de la Ruta 1 y se encuentra con aquella máquina feroz para cosechar tomate, con aquel tipo que plantó 70 hectáreas de tomate, usted se da cuenta -y pasa por Pando y le recomiendo que si no ha ido vaya, y ve en los galpones de Montefrío, hoy están adaptados con una bandera italiana en los galpones, y la maquinaria infernal que hay instalada atrás para procesar el tomate- usted se da cuenta que al igual que en otros mercados, la granja lo que padece es de la falta de mercados.

El mercado de la granja es el mercado exportador en contraestación, por eso estuvimos en Italia, en Ferrara, con toda esta gente que está trabajando tanto en el zapallo como en el tomate, como en la cebolla. Acabamos de exportar, nosotros participamos con una pequeñita exportación de cebolla de nuestra parte, unos pocos cajones, de cebolla a Italia. O sea que han podido hacerse mecanismos muy exitosos para el mejoramiento del endeudamiento, y aún cuando hay siempre cosas que no se han podido resolver, también hemos hecho un esfuerzo muy grande por bajar la presión fiscal. La presión fiscal en el agro ha quedado reducida a una mínima expresión. Inclusive, las cifras de OPYPA publicadas recientemente hablan claramente de que tanto los impuestos a la tierra, como el Impuesto a la Renta, el IRA, y el IMEBA, todo prácticamente suma un porcentaje pero muy bajo de la presión fiscal sobre el agro, al punto que de impuestos a la tierra directos, de aportes patronales al BPS, hay 6.200.000, y de contribución inmobiliaria 21.800.000. Eso es todo cuanto hay de impuestos a la tierra: 28.000.000. Y de Impuesto a la Renta hay 28.100.000, el IRA es 1.500.000, y el IMEBA y adicionales 26, 0. Esos son los impuestos directos sobre la renta sobre la tierra y después están los impuestos indirectos, los que pagamos todos los uruguayos de combustibles; lo que pagamos de detracciones es 0,5 y después está a favor la devolución de impuestos que son casi 20.000.000 de dólares.

Creo que en eso se ha producido una evolución de la presión fiscal, que entre 1998 y el 2003, ha bajado del 12% del PBI a menos del 6%, está en el 5% del PBI la presión fiscal sobre el agro. O sea, ha bajado de una manera, a mi juicio, necesaria, formidable, y es por eso que el Poder Ejecutivo entiende que no se pueden -por eso está con ese proyecto de ley- el Poder Ejecutivo entiende que no se pueden fijar retenciones si no es por ley, para no caer en la tentación ningún gobierno de lo que pasa en la Argentina, que está mal. O sea, el Uruguay con la modificación cambiaria que tuvo, que fue muy importante, no eliminó ningún reintegro a la exportación para todos los sectores agroindustriales, ni tampoco puso ninguna retención en la relación del valor dólar con el valor de la mercadería.

Todas esas cosas son cosas que el Uruguay hizo. Después hay otras que no son fruto del gobierno, ¿no es verdad?; que son los precios. Los precios son positivos, pero son positivos porque en algunos casos hemos trabajado para que los mercados se abrieran.

Para que tenga usted una idea de eso, Bimbo, le voy a decir dos números: en el año 2003 el total de productos cárnicos exportados -ovinos, bovinos y equinos, menudencias, todo lo que usted quiera- sumaron 383 millones de dólares, siendo que la exportación a los Estados Unidos y Canadá empezó a mitad del año. Cuando usted mira el volumen comprado por los Estados Unidos en los últimos seis meses del año es mayor que el volumen comprado por cualquier otro país en 12 meses. En cinco meses Estados Unidos se transformó en el mayor comprador de carne del Uruguay.

Ahora, si usted después mira enero de 2004, se encuentra con que en enero de 2004 Uruguay vendió 50 millones de dólares de carne. Si usted lo multiplica por 12, son 600 millones de dólares contra 383. Y cuando usted mira cómo le vende la carne a los Estados Unidos, usted se encuentra con que la cuota de 20.000 toneladas el país la está usando para los productos de menos valor, porque es la que no paga impuesto, y la carne de mayor valor, que es la que paga impuesto, igual entra al mercado americano pese al impuesto.

RODRÍGUEZ: Doctor, ¿cuánto más le va quedando?

PRESIDENTE BATLLE: Y, lo que usted quiera, yo por mí me puedo quedar hasta mañana. Yo lo que digo es que eso es lo que nosotros tenemos que ver como algo que está produciendo un cambio feroz en el Uruguay. Mire, perdóneme, en el litoral no va a haber más novillos. Por tanto, para tener la misma cantidad de carne, y calidad de carne, como los precios han empezado realmente a acercarse a lo que van a tener que ser, y recién ahora la gente va a poder empezar a hacer mejoras en los campos naturales, para poder en esos campos naturales buenos del Uruguay aumentar la oferta de pasto, de comida, y con ello trasladar las invernadas, que tradicionalmente estaban en los buenos campos arables del litoral, trasladarlas a otras áreas del país. Y usted lo ve, cuando usted ve la ubicación de los mejoramientos extensivos en el Uruguay usted se encuentra con que el departamento en el centro, los departamentos que porcentualmente sobre su superficie tienen el mayor porcentaje de campos mejorados son Florida y Durazno; 18 % de su superficie Florida, 11% de su superficie Durazno, 4% Flores. Lo cual quiere decir que no había mejoramiento sencillamente porque la gente sentía de que los precios y los costos no le cerraban; más la deuda, más toda la situación, más el tipo de cambio, no le cerraba para hacer ese mejoramiento. Pero ahora sí. Y si usted ve que hace tres años en Uruguay se plantaron 10 mil hectáreas de soja, y este año se han plantado 240 mil hectáreas de soja, usted esta advirtiendo la evolución formidable que se está produciendo en la base de la producción nacional con la participación de una cantidad de gente que ha venido del exterior, con conocimientos y con fuerza, y que nos está desafiando y que por tanto nos está ayudando a mirarnos para adentro y a decir "pero si estos locos lo hacen, y lo hacen de esta manera"; y entonces para arrendarle a usted le arriendan a usted la melga, nadie le arrienda más el potrero, le arrienda es la melga, y para medir la melga en vez de triangular -como teníamos que hacer antes- vienen con el aparatito en el auto del GPS, ¿vio?; y miden con el aparatito en la mano, que tiene un tamañito menor que el del teléfono celular. Eso es lo que está determinando que se esté produciendo una formidable transformación en el agro en el Uruguay.

Y nosotros lo que tenemos que cuidar es el rumbo. Si este rumbo nos permitió salir de la crisis, meter 67 mil empleos en el año que terminó, y seguir por este camino, y vamos a llegar a este año a tener un record de exportaciones porque el agro solo va a pasar los 2 mil millones de dólares, eso quiere decir que es el camino que el Uruguay tiene que seguir los próximos diez, o veinte años. Siempre con la trasformación agraria al frente, siempre.

Porque, y termino, don Bimbo, para no mortificar más a sus oyentes, porque este mundo lo va a mandar en los próximos 20 años Asia. Asia es la que va a mandar en el mundo; hoy la China compra más petróleo que el Japón, y en el mundo lo que se precisa es proteína vegetal, para darle de comer a los miles de millones de personas que crece en el Asia, como demanda. Porque los chinos todos los días viven mejor, y China se ha trasformado en un país que aplica todas esas criticadas teorías neoliberales, ¿vio? Capitalismo, inversión extranjera, tecnología, mercados abiertos. Vamos arriba, China ahora nos abrió para carne en pie, para carne, para madera. ¿Por qué? Porque es una sociedad que se va a comer todo lo que esta disponible y más, y por eso América del Sur por primera vez en la historia en los últimos dos años produce más soja que los Estados Unidos, y el mundo se la papo. Lo cual quiere decir que esa es una demanda que va a continuar, y al continuar esa demanda la gente que no está plantando va a plantar, la gente que no ha podido tener valores adecuados para mejorar va a mejorar; por eso que los campos del litoral han subido de precio, por eso es que la gente cuela hasta el pequeño rinconcito, para poner... Usted va a Canelones, a cualquier lugar hoy de Canelones, y se encuentra que no hay canario que en un rinconcito no tenga una vaca y unos terneros, porque la gente siente el cambio, y esto es lo que hay que cuidar, Bimbo, y naturalmente hay que cuidar también sus preocupaciones.

Porque, por suerte, en Sauce el otro día fue Stirling, cambió el comisario de Sauce, porque había un tal Acosta que nos estaba robando a todos, ¿vio? Así que yo también estoy en contra de los que roban caballos, de los que roban yeguas, de los que roban novillos, y de los que se robaron hasta un camión, de noche, cargado de vino, ¿vio?

RODRÍGUEZ: Gran problema.

PRESIDENTE BATLLE: Ese es un problema que sería muy grave, muy grave, si nosotros no tuviéramos un país que esta en condiciones de producir y mejorar; lo que pasa que la gente no está robando para comer, está robando para llevar a los carnicero de por ahí, o para venderlo debajo del árbol, y eso es lo que nosotros tenernos que vigilar fuertemente porque la seguridad también está allí. Y por eso le digo de mi experiencia concreta, la de Sauce; esta mañana fui allí, ¿vio?, esta mañana fui a ver unos novillos que tengo en un potrerito de 25 hectáreas, está tan empastado que tiene 45 novillos de invernada, como una tabla; eso en Canelones no se veía, pero ahora se ve por suerte, y eso es lo que tenemos que hacer y ustedes tiene que seguir acá peleando por el agro, y yo viniendo de vuelta cuando cumpla un año más y sea un productor.

RODRÍGUEZ: Si, pero cuando cumpla un años más usted se va.

PRESIDENTE BATLLE: ¿A dónde?

RODRÍGUEZ: Pero el año que viene...

PRESIDENTE BATLLE: ¿Pero me voy de dónde? ¿Me voy del Uruguay? No, me quedo, pero me quedo como productor, querido, me van a dar un laburito acá, para que yo venga con ustedes a cinchar, porque esto es lo que va hacer -este precio- es lo que va hacer que la gente le eche el lotus rincón al cristalino, y que Durazno que tiene ese altísimo porcentaje dentro de todos los departamentos en vez de tener el 11 % en tierras mejoradas tenga el 20, o el 30; el día que el Uruguay tenga ese porcentaje en tierras mejoradas, sabe cómo, somos Gardel.

RODRÍGUEZ: Mire, doctor, por ahí esta el doctor Sosa que lamentablemente le quitamos el tiempo.

PRESIDENTE BATLLE: Y, bueno, es una vez por año; me perdona el doctor Sosa, le pido disculpas.

RODRÍGUEZ: No, no, escúcheme, y anda Jaume por ahí.

PRESIDENTE BATLLE: Jaume es otro ídolo.

RODRÍGUEZ: Bueno, qué pasa, que él y el doctor Sosa van a empezar un ciclo de charlas acá en Suplemento Agropecuario, para... doctor Sosa si puede venir que se arrime.

PRESIDENTE BATLLE: Mire que la responsabilidad de que vaya la copa para los vaqueros la tiene Marcelo, no la tengo yo.

RODRÍGUEZ: Exactamente. El doctor Sosa, y con el doctor Algorta.

PRESIDENTE BATLLE: ¡Hola, doctor! ¿Cómo está, cómo anda doctor?

ALGORTA: ¿Cómo anda, Presidente?

RODRÍGUEZ: Bueno, ellos van a comenzar un ciclo de charlas, para tener un mayor procreo en materia ovina y bobina. Mejorar los campos, realizar la majada, revisar los rodeos de vacunos. ¿Y don Jaume está por ahí?

PRESIDENTE BATLLE: Sabe una cosa, Bimbo, también le voy a decir a usted, al doctor Jaume y a todos, porque los productores que nos están escuchando del otro lado esto lo saben de memoria, estaban tan embromados con el valor de la lana, con el valor de la oveja, que llegó a valer menos que una gallina, y estaban tan endeudados con un atraso cambiario tan espantoso que la gente no podía levantarse con ánimo a trabajar, hoy la gente tiene otro ánimo, Bimbo. Hoy saben que no hay atraso cambiario, no tienen una presión fiscal, saben que están todo los mercados disponibles, saben que el país no ha puesto retenciones ni detracciones y que no las va a poner el Gobierno y que ha mandado una ley para nadie la pueda poner si no es con una mayoría parlamentaría especial, y eso a la gente le da seguridad para trabajar. Y este país, vuelvo a decirle, Bimbo, usted va a ver lo que es el resultado de la exportación de este año, la exportación de este año va a ser un record, y el agro solo va a vender y exportar más que todo el Uruguay el año pasado.

Mire, yo esos números los tengo en la cabeza todos los días. En el año 2003 exportamos casi 2 mil 200 millones, bastante más que en el 2002, y un poquito más que en el 2001, siendo que en la mitad del 2003 no teníamos los acuerdos con el Fondo, no teníamos los acuerdos con los tenedores de bonos, y tampoco teníamos los acuerdos con los mercados.

El 2004 el agro va a estar seguramente 400 o 500 millones por encima de lo que facturó el año pasado. Las cosechas son buenas, por suerte vino buena lluvia en un momento en que se precisaba en los cultivos de verano, por lo menos en el litoral hasta Río Negro; el arroz está fantástico en calidad, y en el Irán se hicieron acuerdos muy buenos me acaba de contar esta mañana tanto -Hola Jaume, ¿cómo le va?- me contó esta mañana Ricardo Ferres, y el Ministro, que había hecho acuerdos muy buenos con el Irán; podemos inclusive acercarle otro tipo de productos, los iraníes son grandes importadores de soja, de productos de soja, nosotros tenemos que empezar a pensar en tener centros que transformen el poroto de soja en oleaginoso, para exportar oleaginoso y no seguir exportando poroto; inclusive la gente que está en Nueva Palmira está pensando también es eso.

O sea, yo creo que el país está en condiciones de hacer que el agro en poco tiempo, dadas las condiciones generales que se mantienen y que se van a mantener fundamentalmente por el Asia, a donde nos vamos a ir en julio a la India, a tener un crecimiento sostenido.