INSTITUTO INTERAMERICANO DE COOPERACIÓN PARA LA
AGRICULTURA
El Instituto Interamericano de Cooperación para la
Agricultura (IICA) –cuya sede se encuentra en San José, Costa Rica- es el
organismo especializado en agricultura de la Organización de Estados
Americanos (OEA).
Fue fundado el 7 de octubre de 1942, cuando el Consejo
Directivo de la Unión Panamericana –organismo antecesor de la OEA-
aprobó su creación, estatuto y reglamentos.
El IICA está conformado hoy por 34 países miembros y 18
en carácter de observadores. Su Director General es el doctor Chelston W.D.
Brathwaite, quien asumió el cargo en enero de 2002.
Las máximas instancias del IICA son la Junta
Interamericana de Agricultura (JIA), que integran los 34 países miembros, y
el Comité Ejecutivo, compuesto por delegados de 12 de ellos, que trabajan
en estrecha coordinación con la Dirección General.
Puede definirse la misión principal del IICA como la de
brindar apoyo a los países que lo integran en su búsqueda del progreso y
la prosperidad hemisférica por medio de la organización del sector rural,
la promoción de la seguridad alimentaria y el desarrollo de un sector
agropecuario competitivo.
El IICA concentra su acción en las siguientes áreas
estratégicas:
-
Comercio y desarrollo de los agronegocios
-
Tecnología e innovación
-
Sanidad agropecuaria e inocuidad de los alimentos
-
Desarrollo rural sostenible
-
Información y comunicaciones
-
Educación y capacitación
Entre las iniciativas apoyadas por el IICA en Uruguay
figuran la formación de recursos humanos en el marco de la nueva ruralidad;
el apoyo a la acción de los gobiernos departamentales; la conformación de
una mesa de alimentos artesanales; la elaboración del Directorio de
expertos agropecuarios y rurales del país y la concientización de la
importancia estratégica del agro para el Uruguay.
El Instituto está presente en Uruguay desde enero de
1952 y renueva su compromiso con el desarrollo agropecuario y rural del
país desde su nueva sede, inaugurada hoy en el Edificio MERCOSUR.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE BATLLE,
EN EL EDIFICIO DEL MERCOSUR DURANTE LA INAUGURACIÓN DE LA NUEVA SEDE DEL
IICA EN URUGUAY
25/03/2004
PRESIDENTE BALLE: Señor ex Ministro de Ganadería,
querido y estimado amigo Gonzalo González, señoras y señores. Todos han
dicho lo importante que resulta esta reunión hoy acá. Al IICA estamos
vinculados desde hace mucho tiempo, algunos porque como tenemos ya bastante
edad, yo creo que ya tenía hasta barba y casi nietos cuando conocí a la
gente del IICA, a la que estaba ligado el amigo Gonzalo González por
situaciones familiares, en la vieja Área Demostrativa de San Ramón, donde
empezamos a aprender a criar gallinas, y que yo recorría no por motivos
gallináceos sino por motivos electorales. Pero, había buenas cosas para
conseguir un voto y comer un pollo. El IICA ha estado siempre vinculado a
nosotros y a toda América, y nosotros estamos muy contentos de que esté
acá, en esta casa que se construyó en 1910, sin BID, sin Baring Brothers,
sin Banco Mundial, sin nada, en tiempos en que estas naciones -en aquel
tiempo lideradas todos nosotros por el desarrollo argentino- teníamos a
principios del siglo XX una capacidad de ahorro que nos permitía hacer este
tipo de inversiones con recursos propios, lo que le permitió a América
realmente transformarse en una zona de gran prosperidad y gran progreso, y
de notoria justicia social, hasta que los acontecimientos posteriores a la
Segunda Guerra Mundial, bueno, nos aislaron del mundo y quedamos entonces
muy fuera de los mercados, sin poder estar presentes con aquello en lo que
somos realmente más eficientes o tan eficientes como el mejor.
Hoy se ha dado un cambio formidable en el mundo, ¿no?,
se ha dado un cambio formidable.
Algunas veces yo llegué a cometer así una especie de
boutade, dirían los franceses, diciendo hace algunos años que si América
desaparecía como la Atlántida, la noticia quizá apareciera en algún
diario de provincia europeo. No éramos centrales a la vida del mundo en
nada. En los últimos tres años el mundo ha incorporado a sus mercados 100
millones de toneladas de soja, más que los Estados Unidos, por primera vez,
y todo los días es más. Lo cual significa que el amigo Malthus de pronto
tenía bastante, si no razón empataba, lo cual significa que América haya
pasado a ser un país en esta materia central, absolutamente central.
Y las economías de nuestros países viven hacia el
exterior, no viven hacia adentro. Ninguno de nosotros va a ser próspero ni
rico porque vendamos más entre nosotros, ninguno. Nosotros tenemos que
duplicar lo que vendemos, Argentina lo mismo, Bolivia lo mismo, Brasil lo
mismo. Y, por tanto, no es hacia adentro es hacia fuera, y es hacia afuera
desde los productos primarios y su transformación tecnológica y su valor
agregado. Por tanto, el esfuerzo del conocimiento científico incorporado a
la producción es central. Y no creo que haya ningún otro sector en
América que esté tan abierto y tan dispuesto a incorporar la ciencia en el
punto más avanzado de ella en cada instante, que otro que no sea el
productor rural y el productor agropecuario en general de éste continente.
Es decir, que hoy estamos en un momento realmente
histórico. Esto no es una de esas cosas que los políticos decimos cuando
vendemos participar de alguna cosa, siempre creemos que es histórico porque
de esa manera podemos hasta entrar en la supuesta historia.
Pero no, esto es así. Porque es la primera vez que
América le pone al mundo a su disposición más de cien millones de
toneladas de soja, además de girasol, y además de maíz, y además de
carne, y además de fruta, y además de todo. Y este MERCOSUR, éste
MERCOSUR ampliado, es el pulmón principal de toda esta cosa. Con un
Paraguay produciendo casi cinco millones de toneladas, una Bolivia cerca de
dos millones, lo que significa entrever un cambio en la vida de esas
naciones, una integración al mundo de una manera que está mucho más allá
de la discusión de cuotas, de la discusión de aranceles y de la discusión
de otra cosa que no sea la necesidad de contar con lo que producimos.
Por tanto, éstas reuniones que ustedes están
celebrando, en éste momento en que se inaugura ésta organización en su
sede aquí, es central para la vida de este continente, y pienso que las
cosas que podemos hacer entre todos nosotros para estar presentes afuera,
son fundamentales.
El 62 por ciento de las carnes que exporta al Uruguay va
al NAFTA, el cuero va a Alemania, los textiles van a Italia y la leche a
México. Quiere decir que salvo en arroz que va al Brasil, lo demás va al
mundo. Pasa lo mismo en la Argentina, pasa lo mismo en Brasil, pasa lo mismo
en Bolivia, en todos lados. Y esto nos muestra que si tenemos una unidad,
una unidad política, una unidad sanitaria, una unidad científica y un
apoyo de los organismos internacionales que manejan éstos elementos, vamos
a estar en condiciones de cada día de darles a nuestros pueblos un destino
más seguro, de más igualdad, de más justicia y de más posibilidades en
la vida.
Señor director, que el IICA esté como siempre entre
nosotros ayudando, es central para éstos objetivos. Le agradezco su
presencia acá, el esfuerzo que han hecho de incorporarse a ésta casa, que
es una casa, una casa de América.
Muchas gracias, señor director.
PALABRAS DEL MINISTRO DE GANADERÍA, AGRICULTURA Y PESCA,
MARTÍN AGUIRREZABALA, EN LA NUEVA SEDE DEL IICA EN EL EDIFICIO MERCOSUR
25/03/2004
MINISTRO AGUIRREZABALA: Es un gran placer para mí tener
a toda esta gente acá. Voy a tratar de ser breve, porque estoy seguro que
deben estar pasando más calor del que tenían previsto, pero creo que no se
puede pasar por éste momento sin detenerse en algunos simbolismos que tiene
ésta reunión.
Primero, tenemos tres eventos conjuntamente armados en
torno a éste día. La inauguración de la nueva sede del IICA, que es de
alguna forma la renovación de un compromiso de seguir adelante construyendo
una agricultura competitiva, y una agricultura útil para la sociedad.
La existencia de la reunión de Ministros del CAS, donde
le doy la bienvenida a todos mis colegas del MERCOSUR, más Bolivia y Chile,
que es un hito muy importante en la integración regional y es un hito muy
importante en la consolidación de esa integración regional, para resolver
los problemas que nos son comunes. Es decir, renovando de alguna manera el
compromiso de afrontar los problemas de nuestros pueblos en conjunto, para
tener un futuro mejor.
Y finalmente la reunión de ECAS, integrando a todos los
representantes del IICA de la región, para discutir la agenda regional. No
escapa a ninguno de nosotros que la región tiene particularidades
relevantes. Es uno de los principales productores de alimentos del mundo, va
a seguirlo siendo y va a ser aún más un proveedor de alimentos de alta
calidad para todo el mundo, y en ese proceso, el proceso de incorporación
de conocimiento a toda la cadena agroalimentaria es un elemento fundamental;
y en ese proceso la participación del IICA y la especificación de la
función del IICA, el foco o focalización de la actividad del IICA es un
elemento primordial, para hacer más eficiente la labor de ésta gran
institución de la región.
Por lo tanto, creo que ésta inauguración, en éste
ámbito, está cargada de un fuerte simbolismo. Está cargado de un fuerte
simbolismo en cuanto a puente entre la historia y el futuro. Esta cargada de
fuerte simbolismo en cuanto a la hermandad de nuestros pueblos y la
necesidad de fortalecer esa hermandad, para acometer los desafíos que la
historia nos impone. Y está cargada de simbolismo, porque en éste
edificio, que es la sede del MERCOSUR, estamos instalando de alguna manera
la sede de IICA en Uruguay, y seguramente también -y por tener la
Secretaría Técnico Administrativa del CAS, es también la sede de todos
nosotros, es la sede de todos ustedes.
Esto realmente es un gran espaldarazo a la labor del
IICA, que tiene en el Uruguay un representante de primera línea, donde casi
siempre -o siempre- que se plantea algo, por el solo hecho de plantearlo,
por lo menos el setenta por ciento está hecho; en el cual confiamos mucho y
creemos que podemos construir todavía una mucho mayor fortaleza.
Las instituciones multinacionales, en éste caso
regionales, tienen que cumplir roles específicos. Tenemos que lograr entre
los Ministros darle un rol apropiado al momento histórico que vivimos y de
acuerdo a las características y a las capacidades que tienen las
instituciones. Ese es nuestro desafío. Yo creo que vale el momento y la
instancia de inaugurar ésta nueva sede, para renovar ese compromiso, para
fortalecerlo y para asumir entonces el desafío que la historia nos impone
de cara al futuro.
Sean todos bienvenidos, ésta es su casa, ésta es
nuestra casa, y disfrutemos de éste momento; y ojalá que éstas próximas
reuniones sean de alto provecho, para nosotros y para nuestros pueblos que
son los destinatarios de nuestro trabajo.
Muchas gracias.