"A los uruguayos no nos han gustado nunca
expresiones remarcadas de simpatía o antipatía provenienten de terceros
estados", dijo el Canciller Opertti, respecto a la reunión
Vázquez-Kirchner.
DECLARACIONES A LA PRENSA DEL MINISTRO DE RELACIONES
EXTERIORES, DIDIER OPERTTI, TRAS EL ACUERDO PRESIDENCIAL EN EL EDIFICIO
LIBERTAD
04/05/2004
PERIODISTA: Canciller, ¿a su criterio la Argentina
violó el derecho de no injerencia en nuestro país, dando dos días
feriados a los uruguayos que viven allí para votar en nuestras próximas
elecciones?
MINISTRO OPERTTI: Cada gobierno en el ámbito de sus
competencias puede disponer aquello que su propio orden jurídico le
atribuye; siendo una facultad del Poder Ejecutivo argentino hacerlo, creemos
que esa decisión es una decisión que puede tomar.
Desde el punto de vista del alcance de la decisión,
bueno, seguramente se parte del supuesto de que va haber muchos ciudadanos
uruguayos que van a venir a participar en las elecciones próximas. Yo
pienso que este episodio uno no lo puede ver aisladamente, tiene que
contextualizarlo. La decisión del feriado abarcará a ciudadanos de
distintas tendencias políticas, naturalmente, y todos por lo tanto se
beneficiarán de ello. Es quizás el marco general que muestra de manera
bastante gráfica, bastante elocuente, una aproximación mayor que la
aproximación estándar que puede haber en este tipo de actividades.
Los uruguayos tenemos que resolver nuestros temas
electorales, y los vamos a resolver, como lo hemos hecho siempre con
libertad de conciencia, con libertad de espíritu, con libertades
ciudadanas. En realidad a los uruguayos no nos ha gustado nunca, en el
desarrollo de nuestra historia, expresiones remarcadas de simpatía o de
antipatía proveniente de terceros estados.
Este tema me parece a mí que no es un tema como para
exagerarlo, no es un tema como para convertirlo en una situación compleja,
o en una indicación expresa de malestar, o de desagrado. Simplemente,
reflexionar en voz alta si le hace bien o no, a las relaciones bilaterales
argentino-uruguayo, o uruguayo-argentinas, actividades que aparecen un poco
signadas por una suerte de valor agregado a esa simpatía o amistad, en un
momento precisamente en que hay un proceso electoral en curso. Entonces,
estos temas despiertan sensibilidad, y me pregunto si estas conductas ayudan
a construir una sólida relación, o son el producto simplemente de una
reacción circunstancial; porque yo recuerdo que también hace algún tiempo
hubo expresiones parecidas respecto del Presidente de la Rúa, y luego se
fueron apagando en el transcurso del tiempo.
Yo creo en las relaciones entre los Estados, entre los
gobiernos, sólidamente edificadas, sólidamente montadas, y por lo tanto
apelo a esa continuidad que es la continuidad natural entre Argentina y
Uruguay en sus relaciones. Y yo trabajo para ello, y seguiré trabajando
para ello.
PERIODISTA: ¿Qué respuestas encuentra a todas esas
preguntas que usted se formula?
MINISTRO OPERTTI: ¿Qué respuesta yo me encuentro?
PERIODISTA: Sí.
MINISTRO OPERTTI: Bueno, naturalmente, que en este tema
como en otros temas se parte de una reflexión y la reflexión misma lleva
consigo una preocupación que he exteriorizado del modo que antes expresé.
PERIODISTA: ¿Y qué piensa de que si, bueno, si el
Encuentro Progresista – Frente Amplio asume la Presidencia, eventualmente,
se restablezcan las relaciones con Cuba?
MINISTRO OPERTTI: También será una decisión del
gobierno, del nuevo gobierno. Yo no puedo en este momento asumir como una
hipótesis demostrada esa situación que usted menciona. Pero entiendo que,
para restablecer las relaciones diplomáticas, naturalmente deberían darse
en relaciones entre estados, en políticas que tienen mucho que ver con la
continuidad de esas políticas, hechos nuevos que justificaren de alguna
manera una decisión de esa índole. Pero eso lo apreciará en su momento el
gobierno de turno.
PERIODISTA: Pero, en su momento usted no estuvo muy de
acuerdo de romper las relaciones con Cuba, Opertti.
MINISTRO OPERTTI: Lo apreciará en su momento el gobierno
de turno. Perdón, yo no estoy hablando de eso en este momento, señorita.
Estoy hablando de otros temas, no estoy hablando de un episodio acaecido
hace ya mucho tiempo.
PERIODISTA: Por eso, ¿pero está mal o está bien que se
restablezcan?
MINISTRO OPERTTI: Mire, yo creo que la situación de Cuba
muestra a las claras, de modo categórico, que se ha ido produciendo una
suerte yo diría de lenguaje, de dureza, por parte del comandante Castro,
que ha determinado que otros países que tradicionalmente han tenido con
Cuba una relación muy estrecha hoy día la estén revisando. De manera que
me parece que si algo se podría colegir de esta situación, algo se podría
inferir, es que nuestra reacción fue una reacción propia de las
circunstancias en que se produjeron los hechos; y luego algunos hechos
posteriores, como estos de hace pocas horas, marcan que no ha habido un
cambio cualitativo en Cuba como para legitimar una modificación de la
decisión. Usted dice el gobierno restablecerá relaciones; bueno, yo no lo
sé.
PERIODISTA: Eso está anunciado.
MINISTRO OPERTTI: Primero tienen que ser gobierno, ¿no
es verdad? Y luego hacerlo. Y luego, lo segundo, es que tendrán que evaluar
qué cambio se ha producido en la situación, porque estos actos no son
producto de un capricho o de una decisión tomada mientras se toma un café.
PERIODISTA: Canciller, ¿el gobierno siente algún tipo
de aislamiento a nivel regional?
MINISTRO OPERTTI: Absolutamente, ninguno. Pero esa
pregunta yo le diría que es como regar después que ha llovido, ¿vio?
Agarrar una regadera y ponerse a regar después que ha llovido; sería un
buen ejercicio para los abdominales, en todo caso, pero no un ejercicio
lógico. Fíjese, que el Uruguay tiene una relación fluida, clara,
categórica, con los vecinos y con todos los países. Yo vengo de estar en
Santiago, vengo de estar reunido en Rivera a nivel regional con brasileños
y uruguayos, inaugurando el Centro de Estudios Judiciales en la zona; vengo
de tener un encuentro con una importante parte de la población de Santa
Ana, representativa, para poner en funcionamiento este convenio que hemos
establecido del ciudadano binacional fronterizo. Tenemos con los países
extraordinarias relaciones. Es decir, hablar de aislamiento es casi como
hacerse el harakiri; o es como dicen los costarricenses, ponerle espuelas a
la vida.