Tras una investigación conjunta de la DGI y Aduanas,
se descubrió a un grupo de despachantes de aduanas que posibilitaban
defraudación tributaria, causando una estafa millonaria contra el Estado.
Los cuatro socios de una firma de despachantes de Aduana
-entre ellos la Directora principal y un contador- y dos
funcionarias fueron procesados con prisión por operaciones fraudulentas que
significaron una defraudación millonaria contra el Estado, en el marco de
un procedimiento conjunto de la Dirección General Impositiva (DGI) y la
Dirección Nacional de Aduanas (DNA).
La detención y posterior procesamiento se logró luego
de cuatro años de investigación, mediante la herramienta de análisis de
riesgo.
A través de este grupo, 38 empresas importantes del
país evadían impuestos, falsificaban documentos públicos, realizaban
contrabandos y crearon una asociación para delinquir, según informó el
Director Nacional de Aduanas, Nilo Pérez, en conferencia de prensa esta
tarde.
"Hay un caso de tres millones y medio, el otro caso
dos millones y medio, y hay otros que estamos analizando que obviamente
llegan a cifras mucho mayores", dijo Pérez, respecto a las empresas
involucradas, que son consideradas medianas, grandes y muy grandes.
Explicó que en la mayoría de los casos se trataba de
productos para introducir al mercado nacional y por eso que le importa no
sólo a Aduanas sino también a la DGI, en tanto se evadieron tributos
internos; pero también hubo casos de productos de exportación.
"Era una organización delictiva sin ningún lugar a
dudas, muy afirmada, muy afianzada y que actuaba con muchísima
impunidad", dijo.
"Estamos hablando de un caso de cuello blanco; no
han sido pequeños empresarios, sino grandes defraudadores, grandes
empresarios para estafar al Estado, y de esa forma estafar a los
ciudadanos", dijo Pérez.
"Cabe consignar que la Justicia ciertamente actuó
de forma muy eficaz y también eficiente, al igual que la Fiscalía. Habían
tipificado el delito de penitenciaria, estos son delitos que no son
excarcelables, y que además tienen un mínimo de dos años de pena, dos
años de penitenciaria. Se tipificó asociación para delinquir,
contrabando, falsificación de documento público, falsificación
ideológica de documento privado y de certificados", explicó.
El procedimiento se realizó mediante "el análisis
de información que se intercambió la DNA y la DGI, y también información
de otras fuentes, otras instituciones estatales, del sector privado,
instituciones de países vecinos, etcétera. Mediante todos estos elementos
determinamos niveles de riesgo, y eso nos lleva a constituir un análisis
que nos han permitido determinar estas maniobras", dijo.
Consideró además importante destacar que "ésto
entre otras cosas se debe a la actuación de funcionarios honestos con los
que contamos en la Aduana y en la DGI".
"Evadir lleva muy poco tiempo, es muy fácil;
reconstruir esa película desde afuera, para los funcionarios nos lleva
muchísimo tiempo, porque no solo alcanza con entender o llegar a conocer
que se está evadiendo sino que hay que recopilar la información necesaria
para poder probar esa evasión, ese delito en el ámbito judicial, si no lo
que hacemos es simplemente conocer", argumentó.
"Aquí hay que agarrarlos in fraganti, o hay que
poder probar la defraudación en el caso del contrabando técnico, como es
esto que hemos estado informando en el día de hoy", enfatizó Pérez.