12/11/04

MANTENER EL RUMBO PARA SEGUIR CRECIENDO

El Presidente Batlle afirmó que el país continuará creciendo "si nosotros tenemos marcos macroeconómicos estables, y seguimos por el rumbo que hemos podido encaminar al país en los últimos catorce, quince meses".

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE BATLLE, EN EL ACTO CONMEMORATIVO DEL DÍA DE LA INDUSTRIA Y DEL 106° ANIVERSARIO DE LA CÁMARA DE INDUSTRIAS DEL URUGUAY. 12/11/2004

PRESIDENTE BATLLE: Hoy llegamos de Melo y de Río Branco, y el Comandante en Jefe del Ejército me decía que me faltaban 82 días; yo no me había puesto a contar la cantidad de días que me faltan para volver a encontrarme con mis nietos, después de cinco años. Lo que digo sí es que los días que faltan son pocos, pero los días que pasamos son muchísimos más de los que realmente pasamos.

Cuando el amigo Diego Balestra describió las circunstancias por las que vivimos, dijo objetivamente lo que había acontecido. Seguramente él, como integrante de este Cuerpo y como industrial, sintió personalmente lo que estaba pasado.

Nosotros, desde el gobierno de la República, sentimos casi todos los días que podía ser que el día siguiente el país tuviera un colapso cuasi definitivo, por los impactos que tuvieron sobre la economía y sobre la vida del país fenómenos que vinieron desde el exterior de la República, tanto ya fuera la aftosa, como los bancos. Y luego la crisis energética, que nos costó más de 150 millones de dólares para tratar de impedir de toda forma, con un trabajo -minuto a minuto y día a día, durante las 24 horas del día- del Ministro de Industrias en función de una relación personal que había hecho en Buenos Aires, y de la UTE y de su cuerpo técnico, que fue realmente asombroso.

Yo digo que sí, que fueron momentos realmente muy difíciles, muy difíciles. Y quiero recoger lo que dijo el amigo Balestra. Durante todo ese tiempo, como es costumbre lo hago todos los días, cuatro veces por día voy al Edificio Libertad; vengo a almorzar, vuelvo y vuelvo. En ese tiempo, en donde podía uno haber sentido una reacción muy fuerte de la población, sentí por el contrario comprensión. Y creo que ese fue el factor más importante que hay que resaltar en la República.

Todos aquellos que colaboraron desde el primer día en el mundo financiero público, tanto en el Banco Central como en el Ministerio de Economía, hicieron su tarea con esfuerzo, algunos quedaron por el camino porque los acontecimientos políticos los fueron dejando por el camino, pero todos los recordamos, y yo particularmente los recuerdo con agradecimiento. A todos los miembros del Banco Central y a Alberto Bensión, los recuerdo con agradecimiento porque hicieron esfuerzos enormes para resolver la vida del país.

Y siento que lo que más nos ayudó fue la comprensión de la gente. La gente realmente entendió, si la gente no hubiera entendido el país no hubiera podido soportar el embate.

Creo que, además, es muy importante reconocer lo que hizo el mundo político en el Uruguay. Siempre la sociedad se queja de que los legisladores demoramos mucho para sancionar las leyes y estudiamos muchas cosas. Yo recuerdo perfectamente el tiempo que me tocó trabajar en la Comisión de Hacienda, con el amigo Astori y con Ignacio Posadas, y realmente trabajábamos intensamente, nos reuníamos todas las semanas y trabajábamos, y muchas veces demoramos mucho tiempo para resolver problemas que, inclusive al final no sabíamos si los habíamos resuelto -por lo menos yo- del todo como correspondía.

Pero cuando las papas quemaron, el Parlamento actuó de una manera como realmente el país lo precisaba. Tanto los que votaron como los que no votaron. Porque cuando uno no quiere votar algo puede tener mil y una formas para impedir que eso se vote, que se trate, para demorarlo, para tratar de impedir que esto acaezca. Pero no, no fue así.

Cosas hubieron que hacer, absolutamente imprescindibles que han dado un resultado formidable, como lo es por ejemplo la reforma completa y transformación completa, que espero que sea para siempre, del Banco Hipotecario. Y no hubiéramos podido hacerla sin la participación de gente muy eficiente, como son la contadora Pérez Montero y Saxlud.

O sea que, yo creo que eso fueron dos elementos sustantivos, dos elementos sustantivos en la consecución de objetivos que nos han permitido salir adelante. Nosotros hicimos lo que debíamos hacer. Mejor dicho, lo que debíamos y sabíamos hacer, al nivel que lo que sabíamos hacer; más allá de lo que sabíamos hacer no podíamos hacer.

Pero creo que se hizo bastante bien y los resultados están a la vista. Y eso le ha permitido al Uruguay hacer una cosa importantísima, al fin y al cabo, desde 1830 a la fecha, es por primera vez que un grupo de opinión muy importante que llega al 50% de los votantes llega al gobierno y esto en el Uruguay no ha creado ningún tipo de problema. Y eso me parece que tiene una trascendencia, a favor del Uruguay, enorme.

Todo el mundo pudo haber creído que esto iba a transformarse, ¡en vaya a saber qué cosa! Y no, no pasa absolutamente nada.

Hoy el próximo Ministro de Economía, el senador Astori, estuvo con el Lito trabajando. Yo he estado trabajando con doctor Tabaré Vázquez, los Secretarios trabajan continuamente y se hablan prácticamente todos los días. Cuando el próximo gobierno tenga ya hechas sus designaciones, los Ministros, los Presidentes de los Entes Autónomos, estaremos en condiciones de acercarle toda la información que se precise, para que se llegue con tiempo al gobierno y no se pierdan seis meses en el aprendizaje de a ver qué es lo que hay.

A veces se ha criticado este asunto de por qué demoramos tanto. El origen es la Constitución de 1830 y la forma de elegir el Presidente por vía indirecta, que determinaba que los Colegios Electorales fueran dando los resultados y nombrando los miembros de la Asamblea que luego elegían al Presidente. Pero, al fin y al cabo, si se usa bien este tiempo al gobierno electo se le favorece y se le facilita enormemente la gestión, porque si no siempre uno por más que tenga alguna experiencia tiene que acomodarse arriba del caballo un tiempo antes de poder salir a galopar. Y creo que este tiempo, si se puede utilizar bien diciembre, enero y febrero, se puede llegar a cosas que serían necesarias, que serían útiles, por ejemplo, no demorar seis meses en la integración de los nuevos Entes Autónomos; lograr que nos pongamos todos de acuerdo y que cada uno asuma la responsabilidad de lo que eventualmente tengan que designar y que se haga rápido, para que el nuevo gobierno no tenga que estar cuatro o cinco meses discutiendo o considerando cosas con los integrantes de Entes Autónomos que representan a otras colectividades políticas y que por razones naturales de ese hecho no están en condiciones de tomar decisiones o hacerlas con la rapidez, o en el sentido de que el gobierno nuevo lo precisa.

Yo creo que eso se va lograr sin ninguna clase de dificultades, sin ninguna clase de dificultades.

Con respecto al Uruguay, particularmente a la industria uruguaya, ustedes saben que cada uno tiene sus manías. Yo creo que el Uruguay nació de la vaca y del puerto. Hoy por hoy, se ha visto como eso realmente ha generado cambios sustantivos en la capacidad exportadora del Uruguay. Si uno mira los números, advierte que estos tres mil millones de dólares de este año, básicamente están montados sobre la transformación de los productos primarios, de la transformación industrial de los productos primarios.

Muy difícil para un país elegir así objetivos claros, definidos, en un mundo tan cambiante. El mundo cambia permanentemente, la única cosa permanente que hay es el cambio, sobre todo el cambio tecnológico. Pero yo diría que si nosotros tenemos marcos macroeconómicos estables, y seguimos por el rumbo que hemos podido encaminar al país en los últimos catorce, quince meses, no hay duda que el país va a crecer, que la industria va a crecer, y que estamos en condiciones de desarrollar una cantidad de cosas nuevas que le van a dar mejores perspectivas a todos los uruguayos.

La cosa que más me preocupa es la formación, la educación. Yo creo que hemos perdido un poco la idea de que tenemos que educar para la excelencia, es fundamental educar para la excelencia. Si no educamos para la excelencia y, bueno, va a ser muy difícil que las clases medias y medias bajas puedan incorporarse a un mundo que exige esa excelencia en el trabajo.

Eso a veces, naturalmente, requiere más recursos y muchas veces los países están limitados en la disposición de los recursos, sobre todo en nuestro caso sí lo estamos.

Creo que en ese sentido la Cámara de Industria tiene una tarea central para ayudar a la formación de los nuevos, no digo operarios, sí de los nuevos técnicos de mandos medios que se incorporen a las actividades.

El otro día estábamos con el ingeniero Soler mirando unas máquinas de impresión para hacer todas esas cosas que hace, y uno veía que estábamos frente a un mundo de alta tecnología; eran rotativas de último diseño y, por lo tanto, el que allí trabaja necesita un conocimiento distinto al que habitualmente teníamos hace 20, 30 o 40 años.

Y eso creo que es un déficit que hemos sufrido por los años que hemos venido pasando en cuanto al debilitamiento de nuestra estructura social, a la marcha atrás que el país dio en ese sentido, como consecuencia de la crisis vivida y creo que tenemos que hacer un empujón fuerte para volver a ganar esos tiempos.

Nosotros, por ejemplo, lo vemos en la industria de la madera, en donde las empresas vinculadas a la madera están deseosas de establecer escuelas técnicas para formar a la gente. Lo vemos lo mismo en las dos empresas de pulpa de papel que están en la misma idea, inclusive pretendiendo llevar a la gente a Finlandia para trabajar y para estudiar. Lo vemos en toda la cosa de Tata Consultancy, nos ha planteado y estamos desarrollando con ellos un programa para hacer no operadores normales, como antes se iba a las escuelas para aprender a escribir a máquina; no, no, sino que empiecen a aprender desde la escuela otro tipo de programas, para que puedan estar habilitados para participar en empresas que de lo contrario muchas veces demandan trabajo y no tienen respuesta adecuada por la falta de la calificación suficiente en el número necesario en el país. Creo que esa es una tarea que la Cámara de Industrias puede realizar con éxito.

De la macroeconomía se va a ocupar el Ministro Astori, y estoy seguro que lo va a hacer con sensatez, porque es un hombre sensato. Pero de la formación de la gente ustedes pueden tener un aporte decisivo.

Les agradezco las observaciones que han tenido que hacerle al gobierno, porque siempre es bueno saber cuánto se equivocan los otros y cuánto acierta uno. Pero es bueno tener ese frontón, porque de lo contrario si no hay oposición y no hay un frontón uno no puede enderezar su camino.

Les agradezco la ayuda que hemos recibido, para ir resolviendo los problemas, y les agradezco también que hayan reconocido algunas locuras que hicimos de bajar impuestos en momentos en que parecía que íbamos a desaparecer, pero apostamos a bajar costos porque entendimos que bajando estos costos íbamos a conseguir que sobrevivieran muchos más de que aquellos que perdieron por el camino, como el caso por ejemplo de la industria textil que la mitad quedó por el camino justo cuando hoy empieza a renacer. Cuánta gente tan buena, con tanta experiencia, con tanto capital humano, tanto trabajadores como operarios, técnicos y como empresarios, quedaron por el camino por las dificultades.

Sí creo que el Uruguay crece hacia el exterior. Creo que el mercado interno se va a robustecer en la medida y en la forma en que crezca el Uruguay hacia fuera. Cuando crece el Uruguay hacia fuera, aumenta la capacidad de consumo interna inmediatamente. Un país con tres millones cuatrocientos mil habitantes no puede vivir de su mercado, vive del mundo y es al mundo al cual, creo yo, que tenemos que apuntar. Muchas gracias.