23/11/04
BATLLE: INSTITUTO PASTEUR, IMPORTANCIA DECISIVA PARA EL PAÍS
"Es una de las mejores cosas que el Uruguay ha
podido hacer desde 1985 a la fecha", dijo el Presidente Batlle,
refiriéndose a la creación del Instituto Pasteur de Montevideo. El Primer
Mandatario afirmó que "esto es la piedra fundamental de algo mucho
más importante que un simple instituto: es la piedra fundamental de un
cambio sustantivo en la vida de las naciones y en una nación pequeña como
esta esto tiene una influencia y una importancia decisiva".
El Presidente de la República, Jorge Batlle, participó
este mediodía en el Edificio Libertad del acto de la firma de los acuerdos
para la creación del Instituto Pasteur de Montevideo, en cuya oportunidad
se contó además con la presencia del Ministro de Educación y Cultura,
José Amorín, autoridades de la Enseñanza, el Embajador de Francia y
representantes de organismos internacionales, entre otras personalidades.
En la oportunidad, hicieron uso de la palabra, el
Presidente Batlle, el Ministro Amorín, y la decana de la Facultad de
Medicina, Ana María Ferrari.
INSTITUTO PASTEUR EN URUGUAY
Este emprendimiento se logra con el esfuerzo del
Instituto Pasteur de Francia, la Embajada uruguaya en Francia, y de Francia
en Uruguay, de diversos Ministerios y organismos internacionales.
Consiste en un Instituto de investigación, con un área
médica, con una fuerte vocación para el desarrollo de tecnologías y para
contribuir a resolver problemas de salud con la tecnología del futuro.
El proyecto marca el inicio de una actividad de
importancia para el país en el área biomédica que va a proyectar a la
sociedad uruguaya a la medicina del siglo XXI.
El mismo será regional: va a recibir investigadores y
jóvenes científicos de la región, de MERCOSUR más Chile al inicio, así
como jóvenes científicos latinoamericanos y particularmente uruguayos,
radicados transitoriamente en el Hemisferio Norte.
Ofrecerá una estructura de alto nivel para los jóvenes
para que puedan desarrollar en su propia región una investigación
científica de calidad.
Por otra parte, va a ser un Instituto con gran capacidad
técnica, con equipamientos de última generación en todo lo que es la
biología y medicina de los próximos años.
Funcionará con grupos que rotan; el personal estable va
a ser muy pequeño, y se espera que se pueda contar con la presencia de
personas de instituciones nacionales muy diversas, que puedan trabajar allí
por varios años y vuelvan luego a su institución.
El proyecto se hizo sobre diez año: el total contando el
equipamiento y la construcción asciende a unos 28 millones de dólares.
El
local dará un presupuesto anual de funcionamiento y salarios cercano a los
dos millones de dólares, mientras que la inversión inicial que permitirá
construir el edificio y equiparlo, proviene de la negociaciones que se hizo
con Francia que permitió una conversión de la deuda que Uruguay tenía con
dicho país.
Este será un Instituto independiente con un vínculo
privilegiado con el Instituto Pasteur de París. Es el primero de este tipo
en América Latina, y el único con esta vocación de apertura regional.
La red internacional del Instituto Pasteur, dispone de 29
institutos en todo el mundo.
Componentes singulares del proyecto a destacar:
-Es de proyección regional: se trata de un Instituto
abierto a la región, y que va a trabajar con científicos de la región.
Puede ser un puente de gran proyección en el marco de las propuestas con
las que el país está comprometido.
-Una institución abierta al país, al conjunto de las
instituciones, y se espera que pueda servir de puente para potenciar la
capacidad que tenemos en las distintas instituciones en las áreas del
Instituto.
-Es una propuesta emblemática para los jóvenes en
momentos en que el país debe demostrarle a ellos que hay puertas abiertas,
que se puede construir el futuro.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE BATLLE,
EN EL ACTO DE FIRMA DE LOS ACUERDOS PARA LA CREACIÓN DEL INSTITUTO PASTEUR
DE MONTEVIDEO, EN EL EDIFICIO LIBERTAD
23/11/2004
PRESIDENTE
BATLLE: Señor Embajador de la República de Francia; señora Rectora;
señores Decanos; señores Ministros; señores Representantes del Instituto
Pasteur; amigo Dighiero:
Cuando uno pasa la lista de las cosas que cree que han
sido importantes en el gobierno, empieza a darse cuenta de que la lista
siempre es corta, porque siempre uno quisiera haber hecho muchas cosas más.
Pero realmente lo que estamos haciendo hoy es de las cosas más
trascendentes y más importantes que se pueden hacer para un país. No tengo
ninguna duda de eso, no.
Precisamente en Costa Rica el tema era la educación.
Todos hablaron de sus problemas con la Educación Primaria, la Educación
Secundaria y el acceso al trabajo desde la Educación Técnica común. Y a
mí me pareció que el problema educativo en América estaba ubicado en otro
lugar: estaba ubicado, precisamente, en la educación de las cosas de punta
en donde uno pueda algún día tener -como algún día tendremos que tener
también nuestros propios filósofos, como hoy tenemos nuestros grandes
literatos- nuestras propias creaciones científicas en América, que le van
a permitir a nuestros países, hablando en términos bien sencillos,
practicar y jugar en la Liga Premiere, ¿no es verdad? Que es lo que
transforma a las sociedades. Sin ninguna duda, hoy eso es un factor de
transformación de las sociedades que se distinguen de todos los demás, en
mucho mayor grado y proporción que lo que siempre fue importante pero
tenía distinta vigencia en el mundo hace cien años. Hoy esto es casi como
el oxígeno necesario para vivir y respirar, ¿no?
Dije además en esa oportunidad en Costa Rica de que el
Uruguay había organizado con el Instituto Pasteur un sistema muy original
de financiamiento al cual se estaban refiriendo los demás. Esto se lo
debemos fundamentalmente a la acción del gobierno de Francia. Recuerdo
haberle podido escribir al Presidente Chirac, a propósito de este camino
que estábamos desarrollando, una carta muy extensa y haberlo podido
conversar con él en la reunión que tuvimos en México. Él tenía muy
presente -el Presidente Chirac tenía muy presente- lo que estábamos
haciendo. Naturalmente que en esto ha trabajado mucha gente durante mucho
tiempo, algunos en forma incansable, hasta inaguantable como el caso del
amigo Dighiero, que ha sido siempre el que ha estado atrás de esto con una
fortaleza y una energía que o lo resolvíamos o nos mataba. Y estamos
contentos de haber podido hacerlo. Creo que es una de las mejores cosas que
el Uruguay ha podido hacer desde 1985 a la fecha. No tengo ninguna duda.
A la Universidad del Uruguay, además, le viene esto de
una manera excepcional porque no solamente es una cosa que es un logro para
el Uruguay: es un logro para toda la región. Y que el Uruguay sea la sede
de la región, desde el punto de vista de la investigación científica, yo
creo que es algo que está muy por encima de lo que todos pudimos en algún
momento imaginar. Y que esto, además, se haga con un instituto como el
Pasteur sin ninguna duda es excepcional, absolutamente excepcional. O sea
que en términos muy sencillos, nosotros estamos más que agradecidos; el
Uruguay está más que agradecido. Esto es la piedra fundamental de algo
mucho más importante que un simple instituto, con ser ya en sí mismo el
instituto enormemente importante. Es la piedra fundamental de un cambio
sustantivo en la vida de las naciones y en una nación pequeña como esta
esto tiene una influencia y una importancia decisiva.
Hace más o menos ciento dos, ciento tres años, un día
el Uruguay decidió traer a un señor llamado Boerger que hizo una
revolución en la agricultura del Río de la plata. Un señor Boerger que
todavía sigue vigente con sus capacidades y calidades y sus investigaciones
científicas, y que le aportó un conocimiento que transformó la
agricultura de ambos lados del Río de la Plata, porque los grandes señores
Klein y Buck, que fueron los grandes semilleristas de la Argentina, eran
alumnos de Boerger en un pequeño lugar cerca de Montevideo o, en fin, más
cerca de Buenos Aires que de Montevideo, llamado Colonia, ¿no?
O sea, yo creo que esas cosas fueron las que permitieron
al país ir cambiando, ir cambiando. Nosotros en el Uruguay tenemos una
pequeña estación de ferrocarril que se llama Liebig, el nombre del
químico alemán que fue el que organizó la primera gran industria
manufacturera de la transformación de la carne, que también se hizo desde
un punto de vista totalmente del más alto nivel tecnológico entonces.
Y esto es otro tanto. Esto tiene la importancia y la
trascendencia que nos va a obligar a los uruguayos a ser mejores y nos va a
dar arma para hacerlo y nos va a colocar en la condición de poder hacer
algo que nunca imaginamos que eso lo podíamos hacer. Muchas gracias.
PALABRAS DEL MINISTRO DE EDUCACIÓN Y CULTURA, JOSÉ
AMORIN BATLLE, EN EL ACTO DE FIRMA DE LOS ACUERDOS PARA LA CREACIÓN DEL
INSTITUTO PASTEUR DE MONTEVIDEO, EN EL EDIFICIO LIBERTAD
23/11/2004
MINISTRO
AMORIN BATLLE: Señores representantes de la Universidad de la República,
Señor representante del Instituto Pasteur, Señores representantes de
Organismos Internacionales:
Se imaginan que para nosotros es un orgullo especial
poder firmar, en el día de hoy, este convenio.
Sin duda, han sido muchas personas los que trabajaron
para llegar a este momento, y serán muchos más los que van a trabajar para
concretar finalmente la creación y el trabajo del Instituto Pasteur en
Uruguay.
Significa esto, sin lugar a ninguna duda, para nosotros,
la colaboración entre técnicos, entre investigadores, entre estudiantes
uruguayos, con uno de los Institutos más prestigioso del mundo.
Significa esto haber sido capaces de idear un
financiamiento bien original, y que puede ser -yo diría- un primer paso
para ir pensando otras cosas en esta misma línea y con esta misma forma de
financiamiento.
Seguramente, tendremos la oportunidad de dar trabajo, de
dar posibilidades, a muchísimos investigadores que están en el Uruguay,
que creemos que son capaces y seguramente podrán también volver a trabajar
en el Uruguay muchos uruguayos y muchas personas de la región,
integrándose a esta posibilidad.
Francamente, para el Uruguay, es un orgullo contar con
ustedes aquí. Estamos absolutamente convencidos que nuestra comunidad de
investigadores estará a la altura de poder acompañar al Instituto Pasteur
en Uruguay. Muchas gracias.
DECLARACIONES A LA PRENSA DEL PRESIDENTE DE LA
REPÚBLICA, JORGE BATLLE, LUEGO DE LA FIRMA DE ACUERDOS PARA LA CREACIÓN
DEL INSTITUTO PASTEUR DE MONTEVIDEO, EN EL EDIFICIO LIBERTAD
23/11/2004
PERIODISTA: Presidente, ¿qué significado tiene la firma
de los acuerdos para la creación del Instituto Pasteur de Montevideo?
PRESIDENTE
BATLLE: Esto es lo más importante. De las cosas más importantes que se han
podido hacer en el gobierno es ésta. Lo decíamos en Costa Rica, nosotros
sentimos que el problema de la educación, que es esencial y ha sido siempre
esencial, y nosotros hemos tenido una fortuna muy grande en este país
porque hemos tenido en la educación desde el siglo XIX cosas tan
importantes como que hace poco estuve en Nueva Palmira, para festejar 150
años de una Escuela Primaria anterior a la reforma vareliana.
En estos país el asunto no es la educación, por lo
menos en el Uruguay no es la Educación Primaria o Secundaria, es el acceso
al conocimiento superior y eso es lo que le da independencia a los países.
Y esto hecho con Francia es formidable. Es más, esto es
lo que se dijo el otro día en Costa Rica cuando el Presidente del Gobierno
español, Rodríguez Zapatero, habló de cambiar deuda por inversiones en la
educación. Y éste acuerdo con el gobierno de Francia gira alrededor de ese
tema.
Yo recuerdo que en la carta que le escribí en su momento
al Presidente Chirac, solicitándole su apoyo, le decía que esto para el
Uruguay era realmente el acceso al primer mundo en materia de conocimiento
superior y que lo ponía al Uruguay en una situación como el Uruguay estuvo
cuando hace más de 100 años el Uruguay contó con la presencia acá de
Boerger, Walther, e inclusive en el área de lo que se llamaba entonces el
Instituto Oceanográfico y Pesca con técnicos de relieve mundial, que le
permitieron en las áreas en que ellos trabajaron poner al Uruguay en un
primer nivel en el mundo.
Y esto es lo mismo, para el Uruguay. Con Francia además
que tenemos una viejísima y antiquísima relación cultural. Francia fue en
1844 el país que tenía la colonia más numerosa de emigrantes en
Montevideo y en el país. Era la más importante la francesa y luego recién
la italiana.
Esto es augural para la Universidad de la República, por
otra parte, que necesita tener un contacto internacional. Y es formidable
para la región, puesto que está acá, porque además va a servir a la
región.
PERIODISTA: Presidente, ¿cómo se financia? Se resaltaba
el cambio de deuda.
PRESIDENTE BATLLE: Esto es una cosa que se ha hecho entre
los Ministerios de Finanzas de ambos países, con la participación muy
importante del Embajador uruguayo en París, el Embajador Tálice, y el
Embajador francés en el Uruguay. Está en el convenio, así que ustedes lo
pueden mirar allí y lo van a poder explicitar. Muchas gracias.
PERIODISTA: Presidente, ¿en la práctica cómo va a
funcionar esto? ¿Va a ser una sucursal?
PRESIDENTE BATLLE: El 11 de diciembre la invitamos a
poner la piedra fundamental y ahí se lo contamos.
PERIODISTA: Muy bien.
PRESIDENTE BATLLE: Hasta luego.