26/01/05
Consejo de Ministros
UN PAÍS EN CRECIMIENTO
Durante una larga sesión del Consejo de Ministros,
encabezada por el Presidente de la República y con la presencia de todos
sus colaboradores, el doctor Jorge Batlle realizó un pormenorizado
análisis de lo realizado durante su Administración. Tanto el Primer
Mandatario, como el Ministro de Economía, destacaron las cifras que en
materia económica van marcando el crecimiento alcanzado por el país.
Posteriormente, en conferencia de prensa, los restantes Ministros fueron
dando datos acerca de lo hecho y las perspectivas en sus respectivas
carteras ministeriales.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA, JORGE BATLLE, EN
LA SESIÓN DEL CONSEJO DE MINISTROS, REALIZADO EN EL EDIFICIO INDEPENDENCIA
26/01/2005
PRESIDENTE
BATLLE: Una reunión muy importante para todos los que hoy integran el
Gabinete, implícitamente para todos los que han integrado el Gabinete desde
el comienzo de este período de gobierno, pues todos ellos han contribuido a
que el gobierno que se iniciara con las dificultades lógicas y naturales
que derivaron de la presencia allá en 1999 de una significativa crisis
regional, y sin embargo más tarde sufriera la profundización de la misma.
Y en el transcurso de los hechos y las circunstancias que el Gobierno ha
podido enfrentar, todos los señores Ministros desempeñaron su tarea con
lealtad a las instituciones, con contracción e inteligencia al trabajo, con
la dedicación necesaria y la decisión espiritual y la fuerza sicológica y
personal imprescindible para poder enfrentar una crisis que nadie imaginó
que el país podía llegar a tener, con la magnitud y la profundidad que
todos ustedes y el país entero vivió y conoció.
Por tanto, mis primeras palabras son para reconocer en
esos Ministros hoy ausentes, los integrantes del Gobierno representando en
su momento al Partido Nacional y aquellos que representando a distintos
sectores políticos del Partido Colorado, contribuyeron grandemente a que el
país se encuentre hoy al final del recorrido de este período de gobierno,
en paz, en libertad, en crecimiento, con estabilidad y con certezas del
camino a seguir, que no es por cierto ello poca cosa, después de haber
atravesado las tormentas que hemos atravesado.
Quiero por tanto, antes que ninguna otra cosa, expresar
públicamente mi reconocimiento a todos ellos, o sea a todos aquellos
Ministros y Subsecretarios que han dado lo mejor de sí a lo largo de estos
cinco años difíciles pero finalmente exitosos de gobierno en la República
Oriental del Uruguay.
Antes de pasar a considerar distintas cosas y distintos
temas, quisiera comunicarles, cosa que los señores Ministros del Interior y
de Defensa ya le habrán informado a ustedes, puesto que esta mañana me
comuniqué temprano con el señor General Rivero, que pese a lo duro que es
enfrentar -como lo hemos visto además a través de la televisión en
distintos episodios ocurridos en el mundo entero- la fuerza del fuego
impulsada además por la violencia de los vientos, el trabajo formidable de
los medios desplegados en el área han podido finalmente permitirnos decir
que las cosas están bajo control, sin perjuicio de establecer y reconocer
que la variación de los vientos y su fuerza a veces hace muy difícil
predecir los acontecimientos.
En ese sentido, me parece que es absolutamente necesario
y procede que así se haga, en principio a través del señor Ministro del
Interior y el señor Ministro de Defensa, que le hagan llegar el
reconocimiento del país entero, no solamente del Gobierno, a las fuerzas
públicas que han intervenido en la tarea -que están interviniendo,
además- en la tarea de enfrentar estas circunstancias tan negativas,
dañinas, graves, perjudiciales para todo el país que estamos viviendo. El
Cuerpo de Bomberos ha sido ejemplar en su trabajo. No es un problema de
cantidad de gente, gente tenemos miles para poner para combatir el fuego. Es
un problema que el fuego no se combate con cantidad de gente cuando tiene la
fuerza que le da las circunstancias del clima en la que el país ha estado
viviendo en los últimos noventa días.
Pero de cualquier forma tanto las fuerzas militares, como
las fuerzas civiles, como el apoyo de todos los elementos municipales de los
distintos departamentos, como los vecinos y los particulares que han
contribuido, como los aviones fumigadores que han sido ejemplares en su
trabajo para ir creando una zona húmeda a los efectos de poder tener un
área de defensa que siempre ha tenido que ir retrocediendo como si fuera un
enfrentamiento cuasi militar contra las llamas, tenemos que tener para todos
ellos un extraordinario reconocimiento. Porque han trabajado con orden, han
cuidado de la vida de todos los que estaban acampando, han tenido que
trabajar con persuasión: hay mucha gente que naturalmente siempre se
resiste tanto en un incendio, como en una inundación, a dejar sus lugares y
sus casas hasta el último momento. No tenemos ninguna pérdida personal que
lamentar. Hemos tenido, por lo tanto, además de fortuna en el manejo de las
cosas una ejemplar estructura y organización que ha permitido que tanta
gente trabaje sin tener mayores dificultades de coordinación con la Fuerza
Aérea, con los helicópteros, y haciendo un determinado trabajo, y con los
fumigadores haciendo otro, y con los bomberos dirigiendo la cosa, y con las
fuerzas militares totalmente empeñadas, y con el auxilio de los municipios.
Finalmente tenemos que reconocer lo que ha sido la
espontánea e inmediata colaboración tanto de la Argentina, como del
Brasil. El Brasil inclusive por su proximidad naturalmente pudo acercar
mucho más rápidamente elementos físicos, algunos elementos que
transportan bastante más agua que los que teníamos disponibles allí en la
zona, además de algunas unidades de bomberos con equipos adecuados para
enfrentar el fuego. Lo mismo la Argentina, que consultado el señor Ministro
del interior con el Ministro de Relaciones y hechas las gestiones, se
pusieron inmediatamente en condiciones de enviarnos algunos aviones con
capacidad para transportar y derramar agua sobre el fuego. Por tanto, hemos
tenido la colaboración de todos a quienes llegamos con nuestras
solicitudes; inclusive por la madrugada el Ministro del Interior lo
despertó al Intendente de Maldonado, al señor Antía, le pidió una
colaboración especial de una maquinaria y a la hora y media ya estaba todo
en marcha y todo encaminado hacía la zona del fuego. Por tanto los
intendentes han sido muy sensibles. Allí se han trasladado en todas las
oportunidades los dos Ministros, el señor General Rivero, como director del
área de emergencia, el Comandante en Jefe del Ejercito con quien estuve en
contacto ayer de tarde en la Fortaleza, naturalmente el Jefe de la Región
correspondiente -la Región Nº 4- el General Álvarez, el General González
o sea con todas las unidades miliares para poder organizar y estructurar los
relevos de cientos de personas que han sido trasladadas desde distintos
puntos del litoral a la zona del desastre.
Naturalmente que se va a cerrar el Parque Santa Teresa,
posiblemente hasta la Semana de Turismo a los efectos de poder restañar las
heridas del Parque, ordenar bien las cosas y tratar de pensar cómo se puede
armar una zona más amplia aún. Lo que sucede es que mucha gente se
preocupa por pensar que no se toman las medidas necesarias. Es
prácticamente imposible prever lo que la naturaleza es capaz de hacer. Un
viento arroja a una piña que explota como una granada a más de quinientos
metros de distancia y cae encendida como una granada a quinientos metros
llevada por el viento en lugar donde se ha armado una zona de detención del
fuego no menor a doscientos metros pensando que con eso empapado por los
aviones fumigadores. Hay aviones fumigadores en el Uruguay que llevan dos
mil quinientos litros como el que tiene la Empresa Cantore, ahí en
Mercedes, o Chalking, o sea tenemos elementos suficientes para hacer una
secuencia en donde cada uno mínimo lleva mil, mil quinientos litros de agua
para empapar una zona. Pero las piñas, como granadas, vuelan más de
quinientos metros llevadas por el viento y caen a veces trescientos metros
más allá de las zonas en donde se ha hecho una especie de frontera, una
especie de trinchera, para tratar de detener el fuego. Bueno, son cosas que
lamentablemente suceden y que no se puede culpar a nadie especialmente de
que las cosas sucedan. La temperatura es tan alta, el campo está en
condiciones de arder como una yesca en cualquier lugar, una botella, un
pedazo de vidrio, una cerilla, un cigarrillo es capaz de provocar un
incendio con una velocidad enorme. De cualquier forma, se ha respondido con
celeridad, se ha respondido bien y pienso que en medio de las dificultades
hemos tenido éxito en enfrentar esta fuerza tremenda de la naturaleza.
Antes de darle la palabra a los señores Ministros para
hacer algunas consideraciones de los temas de su cartera, particularmente me
interesaría hacerle llegar a la opinión pública, ahora y posteriormente
en los términos en que los señores Ministros consideren lo más adecuados,
algunas cosas centrales y fundamentales que se han podido llevar adelante y
constatar hoy ya de la Administración que está a pocos días de concluir
su mandato.
Antes de ello, quisiera hacer dos o tres reflexiones, no
solamente como Presidente de la República, sino como actor y al mismo
tiempo testigo de las cosas que a lo largo de estos cinco años todos hemos
vivido, los ciudadanos y los gobernantes.
Creo que, en primer lugar, el Gobierno puede decir con
tranquilidad que ha sido un garante de todo los derechos consagrados por
nuestra Constitución, por nuestra leyes y por nuestras tradiciones
democráticas. En ningún momento y en ninguna instancia, aún en aquellas
de las mayores dificultades, el país sintió que hubiera una disminución o
un cercenamiento, un achicamiento de cualquier derecho individual o
colectivo de reunión, de expresión, de libertad de asociación, de
libertad de acción, de manifestación, en todos los casos. Yo siempre le
decía al Ministro Stirling que el tenía una fortuna enorme, porque cada
vez que había una desgracia a nivel nocturno, de algún taximetrista que
era atacado por alguien, a mí me despertaban en casa a las dos, tres de la
mañana, todos los taximetristas reunidos protestando contra el Presidente
por las cosas que habían ocurrido y jamás, más allá de los ruidos, hubo
ni de parte de ellos ni de parte del Gobierno, ningún intento de limitar o
coartar expresiones que en cierta medida eran fruto de su dolor, pero
también de una costumbre, de un hábito que los uruguayos tienen de
expresar donde quieren y como quieren sus sentimientos.
Pero quiero sí decir que el Gobierno está convencido de
que la crisis enorme que nosotros tuvimos, si no hubiéramos contado con un
pueblo tan sensato, tan compresivo del origen de las cosas, tan conocedor
del funcionamiento real de la economía, no hubiéramos podido contar con
los apoyos políticos y con el tiempo y la tranquilidad necesaria para poder
llevar adelante las tareas que dentro y fuera del país los distintos
técnicos que manejaron las cosas financieras hicieron en beneficio de la
vida del Uruguay. Hemos pues -además debo decirlo con orgullo- enfrentado
con éxito, reconocido por los organismos internacionales, yo recientemente
tuve la visita de le señor Singh, Director del Fondo Monetario para esta
zona, así como los representantes del Banco Mundial, en donde expresaron -y
luego lo hicieron públicamente- el reconocimiento y la satisfacción con
que veían, inclusive para su propia sorpresa, como me lo manifestó el
Fondo, el enorme esfuerzo hecho por el Uruguay y su enorme recuperación en
el lapso de los últimos 18 meses. O sea, esos hechos le han permitido al
señor Ministro Alfie haber recibido esa distinción tan especial que
recibió y que él la recibió no solamente por lo que él hizo, sino por lo
que hicieron antes que él todos los que tuvieron que pasar el trago amargo
de enfrentar los principios de las dificultades, la apertura, el juego medio
y el jaque mate final que Alfie le hizo a la crisis. Me estoy refiriendo a
Alberto Bensión y Alejandro Atchugarry. Creo que ellos con sus
colaboradores enfrentaron lo peor de la crisis. Y Alfie, y Ariel, y De Brun,
y Della Mea, y Sténeri y Fernández Faingold fueron el grupo de gente que
estuvo permanentemente ante los organismos internacionales en los Estados
Unidos que permitieron que esta crisis originada en la región y en
conductas bancarias en violación de normas legales y morales dentro de
nuestro país que tanto daño nos hizo y tanto nos afectó.
He de decir también que el Uruguay en 18 meses no sólo
se ha puesto nuevamente de pie con registros históricos en el crecimiento
de su economía, en sus exportaciones, en su inclusión en el mundo, operada
a mi juicio en una excelente conducta de los agentes del Uruguay que manejan
desde el Ministerio de Relaciones Exteriores y del Ministerio de Economía,
de Ganadería y de Industria, pero fundamentalmente a través de los
elementos del Ministerio de Relaciones Exteriores, su inclusión o su
participación en el mundo. Si no hubiera sido por esa circunstancia, esa
apertura hacia el mundo, hacia Estados Unidos, hacia México, hacia el Asia
particularmente hacia China, no hubiéramos podido alcanzar estos guarismos
de exportación ni estas tasas, ni estas tasas de crecimiento.
Es bueno señalar que llegamos al final del mandato con
una tasa de desempleo hoy -al mes de noviembre, faltando el último
trimestre- con un guarismo menor de la tasa de desempleo que recibiéramos
el primero de marzo de 2000. O sea, estamos un poco por debajo de la tasa de
desempleo del primero de marzo de 2000 y naturalmente cuando se mida esta
tasa al primero de marzo de 2005, la actual todavía va a bajar no sé
cuánto, pero va a estar por debajo seguramente de ese guarismo de 12% en
donde ya está en el interior de la Republica por debajo de ese guarismo y
en Montevideo un poco más alto.
El Uruguay, tanto en su sector público como en las
actividades privadas, me parece a mí que ha sido muy sabio en utilizar las
oportunidades que le brinda a cada comunidad una crisis. Crisis significa no
solamente dolorosas circunstancias, sino también oportunidades. Y yo
entiendo -el Gobierno entiende, mejor dicho- que la sociedad uruguaya, tanto
el sector público como el sector privado, ha cambiado enormemente su
conducta como respuesta a la crisis. Me parece que en ese sentido la crisis
nos ha provocado dolor, nos generó al principio mucha pobreza. Esos
guarismos de la pobreza van a mejorar seguramente en la próxima medición
de marzo como consecuencia de los efectos del crecimiento de la economía.
Estamos todavía distantes de volver a tener los niveles con que el país ya
había reducido los sectores más débiles de la sociedad en su porcentaje
en el año de 1997 pero vamos encaminándonos seguramente por un camino
adecuado para alcanzarlos rápidamente, como se ve en los demás guarismos
de los que el Ministro de Trabajo va a dar cuenta más adelante.
Yo creo que esto le ha permitido al país -además todas
estas cosas- le ha permitido al país, pese a las dificultades vividas,
atender los problemas sociales de una manera que el Gobierno que ha creído
que debía cumplir con su obligación no se ha encargado de difundir y por
cierto es el momento adecuado para que el señor Ministro de Trabajo
conjuntamente con el señor Ministro de Salud Pública y con el señor
Ministro de Vivienda y Medio Ambiente, documenten ante el país lo que en
materia social se ha hecho y lo que son los guarismos, lo que es tan
necesario, los guarismos en dólares constantes que se han invertido a lo
largo de estos cinco años en las distintas áreas sociales en el Uruguay.
Yo diría a título de pequeño ejemplo, nomás, para que
luego los Ministros puedan profundizar en esa materia lo que se ha hecho a
lo largo de estos cinco años en materia de Salud Pública. En materia de
Salud Pública la primera cosa que se ha hecho es despolitizar absolutamente
todas las designaciones en Salud Pública con un decreto inicial que nos
costó algunos problemas políticos pero que hoy el silencio consagra el
camino como el más idóneo y el mejor para los usurarios que son los que
deben ser atendidos ante que ningún otro. Luego nos encontrábamos con la
dificultades de las mutualistas y hemos ido tomando a través de los
distintos ministerios las medidas del caso y el actual Ministro con su
equipo ha instrumentado el préstamo del BID, y podemos decir que la mayor
parte de ellas hoy están con una situación financiera muy positiva, que
las ha quitado del área de riesgo que vivieron las más importantes incluso
en los años previos. Como que también ha cambiado fundamental y
sustantivamente todo lo que es el área del Fondo Nacional de Recursos, que
cuando llegamos al gobierno tenía un déficit pavoroso y que hoy tiene una
situación en buena medida ordenada porque se han cancelados y adecuado el
pago de las deudas y tiene un superávit que le permite extender sus
atenciones y seguir trabajando en esa línea. Siendo además que le
Ministerio de Salud Pública -y lo puede documentar- a raíz de la crisis ha
tenido que aumentar enormemente su asistencia porque al principio mucha
gente tuvo la necesidad por la situación económica de alejarse dejando de
integrar las mutualistas y muchos otros que la integraban luego por
muchísima otras causas y servicios en las mutualistas no podían darle,
porque no tenían ellos recursos para pagar los tiques, se acercaban a los
servicios de ASSE en todo el país, y los servicios de ASSE han respondido y
nadie ha podido decir que allá quedado sin la asistencia, sin la necesaria
provisión de los medicamentos y sin la preocupación por mantener y
continuar desminuyendo la tasa de mortalidad infantil y por haber finalmente
hecho la renovación y remodelación a nuevo absoluta de la más grande
maternidad del Uruguay que es la del Pereira Rossell, que tiene hoy una
calidad de servicio para los niños recién nacidos y los problemas
neonatales de mejor nivel hospitalario que el más importante y lujoso
sector privado de lo mismo. O sea, la mejor maternidad del Uruguay es hoy la
nueva maternidad del Pereira Rossell.
Creo que lo mismo hemos hecho en materia de vivienda. En
primer lugar, hemos ordenado las cosas; en segundo lugar, entre el
Ministerio de Economía el Banco Hipotecario y el Ministerio de Vivienda
hemos podido darle soluciones para la cancelación total de préstamos
hipotecarios de miles de familias y una reducción sustantiva de otros miles
de familias en sus saldos deudores, con lo que tanto en Montevideo como en
el interior se ha atendido a no menos de veinticinco mil familias. Eso forma
parte de los esfuerzos comunitarios, además, que se han hecho desde el
Ministerio de Vivienda conjuntamente con el Ministerio de Trabajo y los
Intendentes departamentales en cosas que no han sido dar salarios como con
la simple condición de ser jefe de hogar, sino que ha sido dar ocupación
retribuida. O sea, salario por trabajo; trabajos remunerados en donde la
señoras jefas de hogar, o los ciudadanos que son jefes de hogar han salido
en departamentos con muchas dificultades para el desarrollo industrial aún
incipiente -por ejemplo como el caso de Treinta y Tres- a atender
dificultades de vida en momentos en donde la presión del desempleo en
algunos departamentos llegaba a grados significativos.
Pero más allá de las cosas que digo en esta materia,
quisiera decir que llegamos a tener cuarenta y cuatro mil personas asistidas
por el servicio de desempleo; hoy estamos en trece mil. Las prórrogas que
habían sido, las prórrogas más allá de la ley que el Poder Ejecutivo
está autorizado a dar y que el Presidente firmaba todas las semanas, han
llegado a un grado en algún momento, digamos, preocupante. Y hace ya
bastante tiempo que recibo al Señor Ministro y le digo "¿A ver, qué
tengo que firmar?", y me dice "Nada, no hay más prórrogas."
Prácticamente hoy en el servicio de desempleo las prórrogas han
desaparecido totalmente y las solicitudes son mínimas, absolutamente
mínimas.
Hemos tenido un programa de asistencia a los necesitados
por las situaciones vividas. El INDA solamente puede dar cuenta de ello. Me
informaba ayer el Señor Director, el Señor Benech, que dan sesenta mil
canastas familiares con control de Salud Pública y del BPS. O sea que las
canastas familiares se dan previo control de Salud Pública y del BPS y se
dan a través fundamentalmente de las ONG y de las Intendencias.
El Gobierno de la República no ha hecho política con
las canastas familiares. El Gobierno de la República no ha mandado a ver
quiénes eran los correligionarios para dar canasta. El Gobierno de la
República no ha hecho política –esa política clientelística- ni en
esto ni en ninguna otra cosa. Es más; nosotros en materia de lo que
contribuíamos pasamos de una contribución de doscientos diez millones al
INDA cuando comenzó el gobierno a quinientos sesenta millones en momentos
de la crisis.
Pero los cotizante del BPS han aumentado; han aumentado
ciento once mil novecientos diez cotizantes entre 2202 y 2004. Desde el
Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Economía hemos instrumentado un
mejor salario mínimo, una ley de protección al salario. La asignación
familiar con las dos leyes que se hicieran, una de ellas que fuera
proyectada y llevada adelante por el entonces Senador Atchugarry, estamos
con esas dos leyes asistiendo a más de quinientas mil personas, quinientas
cinco mil personas. El programa de Infancia y Familia maneja treinta y cinco
millones de dólares para poder, a lo largo de los plazos en donde los
desembolsos se autorizan, ir haciendo las tareas y contribuciones en esa
materia.
Seguimos alimentando a más de la mitad de los niños en
las escuelas, creciendo en la medida de los recursos disponibles las
escuelas de tiempo completo, creciendo enormemente los CAIF de todo el país
y dando una asistencia a través del INAME. Hemos tenido necesidades a veces
difíciles de enfrentar del punto de vista financiero, pero finalmente hemos
cumplido con todo ello.
También han aumentado los cotizantes en las AFAP.
Estamos allí ubicados en una cifra de seiscientos cincuenta y siete mil
trescientos cincuenta y nueve, significativamente mayor que los años
anteriores.
Lo que quiere decir que ha habido una preocupación
importante, silenciosa, sí. El Gobierno no ha hecho de esto otra cosa que
cumplir con su obligación. No ha utilizado estos números, éstos
parámetros, para señalar ante la opinión pública lo mucho y lo bueno que
se ha hecho, sino que lo ha hecho porque era su obligación atender más que
nunca a los sectores más débiles de la sociedad uruguaya, en primer lugar,
porque es una tradición del sistema democrático uruguayo. Es una
tradición del Uruguay que ante la CEPAL ha mostrado siempre en América
-aún en situaciones más difíciles- la mejor calidad de distribución del
ingreso y la mejor atención a todos los extremos más débiles de la
sociedad, en educación, salud, asistencia, programas de vivienda, en donde
enormemente se ha hecho a lo largo de toda la historia del Uruguay.
Finalmente, el Poder Ejecutivo quiere felicitar y
agradecer a lo señores Ministros, así como los señores Directores de los
Servicios Descentralizados y Entes Autónomos del Estado, la transición
ejemplar que se está llevando a cabo. Esta transición no tiene
antecedentes históricos en la vida del país. Nunca se ha hecho una
transición como la que estamos haciendo. La ciudadanía tiene que saber que
estamos respondiendo a todos los cuestionamientos, a todas las preguntas, a
todas las informaciones, a todos los puntos de interés importantes,
medianos y menores, como saber, por ejemplo, cuántos reclusos hay cada
cárcel; como saber cuántas armas hay en la Policía; como saber cuántas
son las personas que cuidan al Presidente. Todos los detalles, absolutamente
todos, los imprescindibles, los necesarios, los económicos, como en forma
permanente se lo ha hecho conocer al señor Ministro de Economía, señor
Astori, sino todos los demás. Absolutamente todos han abierto todas la
puertas de todas las oficinas, como también comunicarle a todo el mundo,
respondiendo a las inquietudes, cómo son lo organigramas, cuáles son las
personas que se pueden incorporar a los servicios, para que se pueda de
antemano tomar el gobierno sin tener necesidad de estar seis meses
descubriendo como la cosa funciona.
Estamos -a nivel de la Presidencia de la República,
inclusive- trabajando en forma permanente con el señor Secretario de la
Presidencia y el próximo Prosecretario, como hemos tenido contacto con los
distintos sectores administrativos de la Presidencia, sector de acuerdos,
sector jurídico, Servicio Civil, como corresponde, pero como no había una
tradición así en el Uruguay. Esta es una transición histórica, en el
sentido de que se está haciendo como no se había hecho nunca. Es un modelo
que es de funcionamiento natural, porque todos los señores Ministros han
podido recibir y siguen recibiendo, inclusive, los señores Ministros están
colaborando con los próximos Ministros en el análisis de las posibles
necesidades presupuestales del próximo Presupuesto, de las oficina a las
que van acceder los nuevos Ministros para que no tengan de un día para otro
averiguar qué es lo que de base se precisa plantear el próximo Ministro
como necesidad y aspiración presupuestal en el próximo Presupuesto General
de Gastos.
Creo que esto es muy bueno para la democracia. Creo que
es muy bueno para el Uruguay, que es un gran ejemplo, y que con ello le
aseguramos al país la certeza de que no solamente el próximo gobierno
tiene una economía ordenada, tiene el país una inserción enorme en el
mundo para continuar exportando sus bienes, tiene además un área primaria
en desarrollo creciente, tienen un área industrial que se sostiene, tiene
los servicios sociales bien organizados y bien atendidos, y tiene además un
estado de paz que sin ninguna duda la Comisión para la Paz, designada por
el gobierno a su llegada, consagró y reconoció, sino tiene un estado de
paz que le permitirá al próximo gobierno al continuar por estos
andariveles, tener cinco años de trabajo, que nosotros todos deseamos que
sea fecundo y que se exitoso. Porque ese éxito será un éxito no solamente
del Gobierno, que es bueno que los gobiernos lo sean, sino fundamentalmente
un éxito del Uruguay que es la cosa que nos mueve a todos y nos ha movido a
todos para estar cumpliendo con nuestras obligaciones a lo largo de estos
cinco años.
Así que a ustedes, en ustedes y a lo que estuvieron
antes que ustedes, vaya mi particular y especial agradecimiento. porque un
Presidente puede dormir tranquilo, aún en medio de las mayores tormentas,
cuando sabe que está rodeado de gente inteligente, leal, honrada,
trabajadora, dedicada y con sentido de cumplir con su deber. Y creo que eso
es algo que el país nos lo va a reconocer.
Muchas gracias.
PALABRAS DEL MINISTRO DE ECONOMÍA, ISAAC ALFIE, EN EL
CONSEJO DE MINISTROS, EN EL EDIFICIO INDEPENDENCIA
26/01/2005
MINISTRO
ALFIE: Primero que nada, Presidente, en línea con lo que usted manifestó
al principio, me parece importante resaltar que el Uruguay como tal cuando
sobrelleva su crisis, la sobrelleva en base a su red de protección social,
que probó ser eficaz y eficiente en el peor momento.
Quizás la diferencia más grande que tuvo Uruguay con
otros países que sufrieron crisis parecidas -aunque en Uruguay seguramente
el golpe fue mayor, en magnitud, en relación a su tamaño- fue que tenía
una red de protección social construida a lo largo de un siglo
prácticamente, en la cual se puso en funcionamiento, se ampliaron los
servicios que debían ampliarse, se preservaron otros y allí quizás esté
en gran parte el éxito, que no hubo que salir a crear nada nuevo, y lo que
usted hablaba de la preservación de las Instituciones y la libertad.
Más allá de eso y yendo un poco más en concreto, voy a
tratar de hacer un par de reflexiones globales al final, voy a empezar por
hacer una descripción de lo que pasó en el año 2004 brevemente:
Claramente entramos en un proceso de crecimiento sólido
y generalizado; las exportaciones crecieron 32%, se diversificaron los
mercados, crecieron prácticamente todos los destinos; para tener idea de la
diversificación de los mercados, solo basta con mencionar que el destino
Brasil quedó incambiado, que era nuestro principal socio, o sea las
exportaciones a Brasil casi no se movieron, y las exportaciones igual crecen
32%. En un entorno donde las importaciones de Brasil están creciendo al
40%, en Uruguay no se le exporta más.
El crecimiento también fue generalizado por sectores: si
bien la cadena cárnica explica 35% del total de crecimiento, el otro 65%
está explicado por todo el resto de los sectores, tanto los de base
agrícola, como los de base industrial pura.
El ingreso por divisas desde el exterior, va a llegar
entre bienes y servicios -cuando estén los datos finales- aproximadamente
cuatro mil millones de dólares en el año 2004. Esto significa que en el
año 2004 se recibieron desde el exterior o se vendieron al exterior 950
millones de dólares más que en el año 2003. Y este es el dinero que
ingresa al país, y se distribuye y se ve en los demás indicadores.
Otro dato relevante es la inversión: la inversión en
general va a crecer alrededor de 35% en términos reales. Se destaca
particularmente la inversión en maquinarias y equipos que va a crecer casi
75%, la tan manida relación inversión a producto que es en el fondo
-diríamos- lo que uno evalúa para ver el potencial de crecimiento del
país, y que claramente tiene algunas limitaciones como podemos ver ahora
rápidamente, va a ser aproximadamente entre 15% y 15.5%, que es más o
menos el promedio de la década de los 90’, que fue la década de mayor
volumen de inversión del país de los últimos 50 años.
El máximo que se tienen registros es 15.9%, o sea que
estamos en el promedio razonablemente.
Lo resaltable de esta inversión y la diferencia con el
pasado, es precisamente la inversión en maquinarias y equipos, y en
cultivos permanentes que es la inversión reproductiva por excelencia; esta
es la que crece e impulsa a la inversión en general y no tanto a la
inversión en construcción que si bien está creciendo, lo hace a una tasa
absolutamente menor, aproximadamente 10%. O sea que la capacidad productiva,
la base productiva reproductiva del país está en una situación como pocas
veces se ha visto.
De hecho la inversión reproductiva neta, o sea
descontada la depreciación, es de las máximas que se tienen registro,
tanto a nivel de la industria como a nivel del agro. Naturalmente el reflejo
de esto es que las importaciones también crecen: las importaciones de
bienes de consumo crecieron 37%, se destacan los vehículos 125%, las de
bienes de capital en total crecen 90% y las del resto de bienes intermedios
sin petróleo 32%.
Aunque a veces parezca poco simpático y es un indicador
que a muchos le rechine, la venta de vehículos cero kilómetro es un
indicador potente del nivel de ingreso de la sociedad, la venta de
vehículos prácticamente se duplicó el año pasado, en especial los
últimos meses del año y en diciembre del año 2004 la venta fue también
casi el doble que en el año 2003, cuando en el año 2003 se había dado una
franquicia fiscal de eliminar la mitad del impuesto y era el último mes que
se eliminaba la mitad del impuesto a la compra de cero kilómetro; o sea que
las ventas, estas ventas que reflejan el incremento del ingreso, muestran
además una vez más que en última instancia es el ingreso de la gente lo
que determina el volumen de ventas y no tanto la carga impositiva, que la
carga impositiva puede distorsionar pero no va a cambiar el panorama global.
Hubo un golpe fuerte en contra que recibió el país: la
factura petrolera y la importación de energía representaron 245 millones
de dólares más que en el año 2003. Este es un golpe duro y muy
significativo, un choque significativo de oferta en la economía que redujo
los recursos disponibles de la economía para otras cosas, aproximadamente
esto redujo el crecimiento del Producto en algo así como un punto
porcentual, o sea si no hubiera acontecido eso, seguramente hubiéramos
crecido un 1% más aproximadamente. Un golpe como este bajo otras
circunstancias -que el país lo vivió en algunos momentos- hubiera
prácticamente interrumpido o frenado muchísimo el proceso de
recuperación, cosa que no ocurrió el año pasado, lo cual estaría
indicando que algo en la estructura productiva del país ha cambiado en este
caso para bien.
La industria manufacturera creció aproximadamente 22%,
el empleo y la industria manufacturera lo hizo algo así como 12.5% y la
productividad de la industria, de la mano de obra de la industria 6%. El
sector agropecuario seguramente crece más de 10% en el año pasado.
Esto da como resultado que el crecimiento del Producto
del año 2004, está entre 12 y 13%, lo cual no se tiene ningún registro
histórico, seguramente más cerca de 13% que de 12%, pero en todo caso en
ese rango. Asentado en bases sólidas que es los que tiran el crecimiento:
la exportación y la inversión, que son los que generan en última
instancia los recursos genuinos y el crecimiento genuino, no está asentado
en base al gasto de consumo, sea este público como privado; el aumento del
consumo privado -que luego veremos- es un residuo de este aumento de los
ingresos, producido por este volumen de oferta.
El nivel -no estamos hablando en promedio- el nivel del
PBI de este trimestre, cuarto que terminó del año 2004, es similar
aproximadamente al nivel del segundo trimestre del año 98, y el nivel con
el cual le vamos a entregar al gobierno el primer trimestre del año 2005,
va a estar ligeramente por debajo, no mucho pero ligeramente por debajo del
tercer trimestre del año 98 que es el máximo en la historia del país.
Se ha notado una aceleración del ritmo de crecimiento en
los últimos meses, o sea obviamente son ritmos no sostenibles para un país
cuya población crece al 0.3% o 0.4% anual, crecer a ritmos del 12% o 13%.
Pero sin embargo en los últimos meses se ha vuelto a notar una nueva
aceleración del ritmo de crecimiento, lo que es sintomático es que en los
últimos seis trimestres consecutivos, que empiezan en octubre del 2003,
seguramente hasta marzo del 2005. En los seis trimestres consecutivos va a
haber tasas de crecimiento del trimestre contra el mismo trimestre de un
año atrás superiores al 10%. O sea, 18 meses creciendo más del 10%. Esto
no se registró por lo menos en las estadísticas conocidas del país no hay
registros.
Obviamente que la recuperación que es sólida no solo la
decimos nosotros, lo dicen los informes internacionales. Recientemente
cuando el gobierno electo se reúne aquí en frente con el BID, el
economista Calvo, que es el economista Jefe del BID, mostraba algunas
gráficas, donde mostraba que la recuperación uruguaya, luego de la crisis
era la más importante, se tiene estadísticas internacionales en los
últimos 25 años.
Y algunas comparaciones: Uruguay creció en ocho
trimestres, culminados en diciembre de este año aproximadamente 27%. Quiere
decir que el Producto Bruto del trimestre que terminó en diciembre de 2004,
es 27% superior al que terminó en diciembre de 2002. El más parecido, por
ejemplo Argentina creció 16%, Brasil en la crisis más grande del 92
creció 13%, en ese mismo período, en ocho trimestres.
Uruguay en la crisis anterior cuando se empezó a
recuperar, no enseguida, cuando se empezó a recuperar, cuando vuelve la
democracia por el 85, en dos años creció 16% también.
El más importante y el más parecido es Corea, creció
22%, Uruguay creció 27%.
En los hechos, lo que estoy diciendo es que en los
últimos dos años el crecimiento, diciembre contra diciembre, es 12.75%,
prácticamente 13% por año.
El consumo privado como resultado de todo esto en el año
2004, va a crecer aproximadamente 16%, un poco por encima de la recaudación
de la DGI, que creció 14.3%.
El total de empleos en el país, tanto país urbano, como
semirural y rural, creció en promedio 70.000 personas entre 2004 y 2003,
promedio. Esto es aproximadamente un 6% de aumento del empleo total.
Esta cifra sí no se condice con la recaudación del BPS
que está cayendo en términos comparables y eliminado los efectos del IRP,
en aproximadamente 2%.
Si tomamos el último trimestre del 2004 y lo comparamos
con el último trimestre del 2002, el empleo total crece en 112.000
personas, todas en el sector privado. No hay aumento del empleo público, de
hecho una pequeña disminución del empleo público.
El desempleo -como dijo el Señor Presidente- va a
terminar el año en el orden del 12%. Ahora, el empleo no es solo mayor en
volumen, sino que también algunos indicadores, nos están dando la pauta de
que por lo menos el desempleo es menos dramático que antes, si no el empleo
mejor en calidad.
La duración media del desempleo, que llegó en agosto
del 2003, a 36 semanas, 36 semanas son prácticamente nueve meses, un
poquito menos de nueve meses, de duración media y que era de 26 semanas un
año atrás en noviembre del 2003, hoy es de 15 semanas, menos de cinco
meses.
En tanto el desempleo de los jefes de hogares, que llegó
a ser del 10%, en el medio de la crisis, que es el desempleo más duro y
más complicado, hoy es del 3.6% en el interior y del 5.9% en Montevideo.
Hace un año nomás en el interior era 6.6%, en vez de
3.6% y en Montevideo era de 8%. A nivel de los ingresos de la gente, por lo
menos los declarados, los ingresos reales comenzaban a crecer, como es usual
con un retraso del crecimiento de la producción y luego de un período que
no solo la producción se recupera y la economía se recupera, sino que los
agentes y la gente percibe al crecimiento como sólido y factiblemente
duradero.
El ingreso real de los hogares del último trimestre es
4% superior a un año atrás, 6% en el interior, 2% en Montevideo es el
crecimiento.
A su vez el salario real en el 2004 terminó con un
crecimiento aproximado del 3% con disparidades, 5.5% el sector público, 2%
el sector privado.
Cuando uno observa a lo largo del año, uno ve que esto
termina positivo luego de haber empezado negativo, y que la tendencia es al
crecimiento. O sea, la línea de tendencia es cada mes se crece más.
A las pasividades les pasa algo por el estilo y terminan
con un crecimiento real también del orden del 2.5%, 2-3%.
Obviamente que con estas tendencias, y con las decisiones
de fin de año: el no aumento de las tarifas, el aumento de los salarios
públicos moderado, pero aumento al fin, seguramente en el correr del 2005
estos números serán mejores, los crecimientos deberían ser mayores.
Todos estos resultados se dan en el marco de un proceso
de consolidación de la solvencia del sector público. Permítame rememorar
que lo que estuvo en discusión en el Uruguay en el canje era su solvencia,
si el país era solvente o estaba en quiebra.
El país demostró no sólo que es solvente sino que
logró estabilizar casi todos los indicadores, entre ellos el nivel de
precios. Los precios subieron 5.6%, en línea con el rango de siete a nueve
que se había fijado el gobierno a principio de año, los precios al
consumo, los precios mayoristas crecieron 5.1%, las tasas de interés que
son un indicador importantísimo colapsaron, la tasa interbancaria es del 1%
desde hace varios meses, las tasas de las letras que paga el gobierno en
moneda nacional, está entre 4.5% y 5%. Hace un año era entre 10% y 12%, y
llegaron a ser obviamente de 170% en el medio de la crisis.
La tasa de la letra de los títulos indexados que el
gobierno empezó a emitir a 10 años y está pagando 7%, 7.1%, a cinco años
está pagando 6%.
Hace poco más de un año las tasas eran del 13%, 14%,
15% y se lograron bajar con una emisión internacional al 10.5% pero a tres
años. Estamos hablando de 10 años al 7% y de cinco años al 6%.
El riesgo país en el año pasado se redujo 250 puntos
básicos, quiere decir dos puntos y medio de tasa de interés, quiere decir
que el costo de la deuda, el costo de la deuda si las tasas de interés
suben dos puntos y medio, no se alteran. De ahí la importancia del nivel, y
de hecho la tasa de interés en dólares histórica del Uruguay que estuvo
siempre en el entorno del 8%, hoy está en el entorno del 8%, más allá de
que el riesgo país sea superior al histórico. La tasa del nivel absoluto
está más o menos en los niveles históricos del Uruguay.
El resultado del gobierno del sector público como tal,
en cifras preliminares cerró con un déficit de 1.9%, contra 3.1% del año
2003 y aproximadamente entre 4% y 4.3% promedio entre el 99 y el 2002.
El resultado antes del pago de intereses es superavitario
en el entorno del 4% global. Este resultado, o un resultado como este era y
es el único compatible con los actuales niveles del Producto, con el
sendero de solvencia que el país decidió recorrer cuando pidió el canje
de la deuda.
No hay otro resultado, o un resultado muy diferente a
este que asegure la solvencia del sector público y por lo tanto asegure la
solvencia del país en su conjunto y permita que las tasas de interés
estén tan bajas como están, y que exista el crédito potencial aunque sea.
El crédito para el gobierno existe.
El esfuerzo se concentró -como entendemos que debe ser-
en el gobierno central, que pasó de un déficit global de un 4.6 a 2.5 del
Producto, compensado con una disminución del superávit de las empresas
públicas de 1.7 a 1.5 del PBI.
Obviamente que hubo dificultades en las empresas
públicas por el costo de la energía que hubo que importar, el aumento del
costo en la generación de energía implicó aproximadamente 130 millones de
dólares más que en el año 2003, en el año 2004 que en el año 2003, eso
obviamente repercutió sobre las finanzas de UTE, y por supuesto impide que
UTE, o por lo menos impide razonablemente que UTE le transfiera al gobierno
parte de sus utilidades, porque sino la tarifa tendría que ser más cara.
Algo parecido pasa con ANCAP donde el costo de su insumo básico se
multiplicó prácticamente por dos y eso impide que salvo a un traslado
enorme a tarifas, ANCAP, la empresa remita parte de sus utilidades, como
entendemos que debe ser al gobierno central.
Nuevamente los únicos que aportaron fueron ANTEL y la
ANP manteniéndolos en términos reales frente al año pasado y nada más
que eso.
A su vez en el año electoral hubo que pagar los gastos
electorales, este resultado está dado, esta mejora está dada en el medio
de muchas cosas: la primera que se tuvieron que pagar los gastos electorales
como corresponde, tanto los votos, como el costo de lo que pagan las
elecciones. La segunda que se decidió abonar por el Estado, los famosos
tickets alimentación concedidos en febrero y marzo del 2003, 2000 pesos a
los funcionarios públicos y 1000 pesos a cada pasivo. La tercera, que los
niveles de deuda flotante, la deuda corriente del Estado con proveedores
había llegado a niveles muy importantes, porque obviamente no se podía
pagar durante la crisis, se redujeron, se redujeron en 650 millones de pesos
durante el año pasado. Y cerraron el año, en el entorno de los 3000 y 3100
millones de pesos. Para tener alguna idea, 1500 millones de pesos son los
niveles de gastos por mes, entre gastos e inversiones del gobierno en total
fuera de sueldos.
Cuando sumamos todo esto, le implicó un gasto
extraordinario al sector público de 1875 millones de pesos, medio por
ciento del Producto, número más, número menos, un gasto extra del medio
punto del Producto. El gasto tomado como tal, crece apenas 2%, explicado
básicamente por este gasto extraordinario y por un aumento en las
inversiones tal como se había planificado hace un año en un Consejo de
Ministros acá, que el aumento del gasto debería sesgarse hacia las
inversiones, y efectivamente el aumento del gasto se sesgó hacia las
inversiones. No hay aumento del gasto corriente como tal.
Los gastos también fueron contenidos en las empresas
públicas, incluyendo la reducción de la masa salarial, con la única
excepción y decepción -discúlpenme el término- de OSE, que aumentaron
los gastos y aumentó la masa salarial. Esto posibilitó que las tarifas
estuvieran contenidas, que UTE pese a que tuvo un costo extraordinario, y
que por supuesto tuvo un resultado inferior al esperado, que bueno, hubo que
absorberlo a través del sector público, apenas eso ha subido la tarifa
8.4% nominal, y que ANTEL la haya reducido 0.7% nominal.
El control de gastos fue en todas las empresas públicas
y eso permitió que ahora no haya aumento de tarifas en enero.
Para tener una comparación con UTE, obviamente que los
guarismos son diferentes, porque también las inflaciones eran diferentes.
Pero en el año 89, cuando hubo que recurrir grandemente a la generación
térmica, hubo que hacer un aumento especial de tarifas térmicas y hubo que
aumentar muchísimo porque el país no soportaba.
Quiere decir que el país estaba mejor preparado en estas
circunstancias que hace 15 años.
El gasto primario, o sea el gasto sin intereses volvió a
caer y está en 24.5% del Producto.
Esto se refleja después en los niveles de impuesto que
hay que poner, naturalmente, y es el más bajo de los últimos 15 años.
Obviamente que todo este esfuerzo de mantener las cosas
ordenadas, también se reflejó -creemos nosotros- sobre la población,
primero por el tema de las tarifas, y segundo porque se logró eliminar todo
el impuesto adicional del IRP a los sueldos y a las pasividades, entre mayo
y agosto.
Se fue más allá, porque se eliminó una parte del
impuesto que siempre estuvo, que son los salarios menores, hasta tres
salarios mínimos nacionales hoy están exonerados del impuesto y las
pasividades hasta seis salarios mínimos también están exoneradas de
impuesto, cosa que nunca había ocurrido desde la creación del impuesto.
A su vez se eliminó el COFIS sobre los servicios
públicos, sobre la luz, el agua y el teléfono, se volvió a la tasa normal
del Impuesto a la Renta del Agro y del Impuesto a al Renta de Industria y
Comercio. Se volvió a una tasa normal del Impuesto a las Comisiones, se
eliminó el Impuesto sobre las llamadas internacionales, y algunas otras
cosas menores.
Todo esto combinado: tarifas moderadas, reducciones de
impuestos, algunos gastos que hubo que pagar, igual dieron un resultado
fiscal consistente y, diríamos, importante, el que teníamos que dar. Más
allá del 3.2% originalmente previsto, el superávit primario del Producto y
después que lo elevamos al 3.4%. También crecimos mucho más y parecía
razonable también ahorrar un poco más.
Pero además, creo que es un argumento importante el
número final que le da la razón al gobierno que esto no lo hizo por
electoralismo, lo hizo a conciencia y con solidez.
Un punto que me quiero referir es el tema de la deuda.
Mucho se habla ahora del peso de la deuda, de la hipoteca sobre el futuro,
etcétera.
No podemos dejar de desconocer los hechos como son, que
son como son, pero me parece y creo que yo particularmente siento la
obligación de ponerlo en sus justos términos: cuando el Partido Colorado
asume en el año 84, la situación y los condicionamientos eran
infinitamente superiores y más difíciles que ahora.
Para empezar el país estaba en default con los bancos,
solo que la situación era diferente, había seis meses por contrato para
ponerse en performance. Había dejado de servir su deuda.
En segundo lugar, el peso de la deuda en la economía, el
peso económico de la deuda que es el pago neto de intereses hacia el
exterior que aparece en la balanza de pagos. Era 7.5% del PBI, quiere decir
que el país tenía que extraer recursos internos por 7.5% de su producción
-la generación de riqueza anual- y enviarla al exterior, en términos netos
9.3% era lo que enviaba y 1.8% era lo que recibía
En el año 2004, esto es 3.2% del Producto menos de la
mitad, o sea que el peso económico real, la carga de la sociedad real es
muy inferior. Y la perspectiva para el año que viene, para el año 2005 que
es lo que importa porque también vamos a dar algunos indicadores de cómo
quedan en carrera las cosas, es de 2.7%.
Otro indicador, que en este caso no es tan favorable -por
decirlo de alguna manera- pero de todas maneras marca alguna cosa sobretodo
en tendencias, es cuánto es la deuda sobre el Producto.
En el año 84, era un 81% del Producto, pero en el 85 ya
era 91%, quiere decir que las cosas quedaban en una carrera muy complicada
porque el déficit estaba aumentando descomunalmente.
En el año 2004, tenemos quizás dos indicadores de deuda
que medir: todos sabemos que en el año 95 la Ley 16.713 instaura un nuevo
Sistema de Seguridad Social, el nuevo sistema tiene una de las tantas
virtudes de explicitar al menos parte de la deuda implícita que tenemos en
las pasividades, se pone en títulos esa deuda, se pone en el déficit del
gobierno, además el nuevo sistema cambió la reglas de jubilaciones.
Antes de la reforma, la deuda implícita era dos veces el
Producto Bruto Interno, era 200% del Producto Bruto Interno, más la deuda
explícita; hoy es 80% la deuda implícita más la explícita. Cuando uno
toma la deuda total, está en 89% del Producto, si le saca la parte que
explicitó vía Seguridad Social está en 78%, o sea, que el 81% o 91% que
teníamos en el 84/85 hay que compararlo con 78% actual, más allá de que
la carga de intereses es sobre 89%. Y la perspectiva para el año que viene
es que ese 78% baje a 65% y un ratio parecido es con los indicadores sobre
exportaciones, es mucho menos el peso hoy de la deuda sobre exportaciones de
lo que era antes.
Creo que este es un hecho a mi gusto relevante, muy
relevante. Otros hechos relevantes del año pasado, que quizás sean más
relevantes aún que los números como tales: se pudo desprogramar y pagar
por anticipados toda la totalidad de los depósitos del BROU y del BHU; se
terminó con el pago de los depósitos del Banco de Crédito, el 100% de los
depósitos fueron devueltos; se cumplió con la Ley y se pagó hasta 100 mil
dólares a todos los depositantes de los Bancos Comercial, Caja Obrera y
Montevideo, en todo los casos cada uno en su moneda, pero además se empezó
a cobrar los créditos morosos del BROU y se evitó una Ley de
refinanciación o de suspensión de ejecuciones, o el megafideicomiso.
El Banco Hipotecario desde octubre del año 2003, está
pagándole regularmente al BROU todos los meses sus servicios de deuda, por
lo tanto está evitando la transferencia de Rentas Generales, que Renta
Generales tenía que poner todos los meses para cubrirle al BROU ese
defasaje financiero que lo precisaba y lo precisa naturalmente por las
obligaciones que tiene que asumir, o sea, que la sociedad en su conjunto va
dejando de poner ese dinero y lo ponen los que tienen que poner el dinero,
que son los deudores del Banco Hipotecario.
El Banco Hipotecario también está en un proceso de
reestructuración total, que entendemos debería continuar.
Las reservas internacionales netas están en 2.500
millones de dólares aproximadamente, claro en brutas, reservas
internacionales brutas, 2500 millones de dólares. Si las midiéramos igual
que las medíamos antes de la crisis, seguramente estábamos en 3.500 o un
poco más, las brutas.
Quizás no evaluemos –porque el tiempo que pasa todo lo
cura- a cabalidad esto, sobre todo esto último. Pero yo personalmente creo
que esto, prácticamente, si nos hubieran dicho hace dos años, que en dos
años íbamos a desprogramar, íbamos a hacer todo esto, hubiéramos dicho
"esto es un milagro, vamos a firmar por este milagro". ¿Cómo se
va a traspasar? ¿Cómo es el futuro inmediato? Seguramente la inflación a
fin de febrero, en 12 meses, sea del orden del 6%, volviendo a niveles
bajos, históricos bajos del Uruguay, con un superávit primario necesario y
adecuado a las circunstancias pero inédito en la historia reciente del
país. Habiendo evitado los desbordes del gasto y poniendo el país en una
senda del crecimiento, y en especial de solvencia, con enormes perspectivas.
La perspectiva de inversión y la perspectiva de las
exportaciones son las que dan el paso futuro del crecimiento del Producto.
Sería importantísimo que el resultado de las cuentas
públicas siga mostrando este sendero de solvencia, tanto a nivel de
resultado primario como de resultado global. Una proyección normal está
indicando que la carga de intereses baja prácticamente 0.8 o 0.9 del
Producto y que el resultado fiscal debería ser de un déficit no mayor a 1%
del Producto en el año 2005.
Se aprovechó el crecimiento para poner la casa en orden
y para ahorrar. Este es el segundo traspaso de mando, pero en circunstancias
diferentes, en los últimos 50 años donde se traspasa en crecimiento. El
anterior había sido en el 94, pero, había pasado que había habido un
desborde fiscal de gastos muy importante en el año 94, y además que en
diciembre del 94, el 20 de diciembre cae México por el famoso "Efecto
Tequila". Hoy todas las circunstancias son objetivas, nacionales,
regionales y mundiales, son mejores, seguramente las mejores de los últimos
50 años. El PBI debería crecer no menos del 7%, las exportaciones no menos
de 15%, la producción industrial alrededor de 12%. Se generarían 35 mil
nuevos puestos de trabajo, arriba de los 112 que ya dijimos en los últimos
dos años.
La desocupación debería caer alrededor del 10%, la
pobreza reducirse significativamente y la relación de deuda-producto,
deuda-exportaciones, también caer.
La lógica consecuencia es que los salarios reales
crezcan, quizás igual que las pasividades, deberían crecer no menos de 5%.
Creo que el país está sólido, está en crecimiento,
está ordenado, no sólo en sus finanzas, sino que tiene una moneda estable
y que ha vuelo a ser creíble.
Esta baja del dólar en parte es porque la gente no se
desprende de los pesos para comprar dólares, no corre a comprar dólares,
se queda con los pesos. La banca pública ha sido saneada y hay que
obviamente continuar el proceso de saneamiento, sobre todo en el BHU pero
evitar los desbordes.
La producción está en un ritmo que no conocíamos
nosotros, la estadística no registra, tanto en el agro, como en la
industria y eso se refleja en los servicios que tienen que brindar para esos
sectores.
Yo creo que para concluir, cuando el país buscaba el
canje de deuda, cuando el país recorrió el mundo varias veces, mostrando o
tratando de convencer al mundo que Uruguay no tenía un problema de
solvencia, sino un problema de liquidez de corto plazo.
Los hechos han demostrado que el país tenía razón.
Pidió una oportunidad, y hasta el momento esa oportunidad el país la
aprovechó, la aprovechó cabalmente, porque sino el riesgo país no sería
lo que es hoy: menos de 400 puntos.
Todo el mundo sabe y reconoce que el país está en el
sendero de la solvencia, en el sendero del crecimiento.
Quizás todos los esfuerzos de nosotros, desde donde nos
toque, deberían ser para que esto siga así, para mostrar que el país es
uno sólo que sigue honrando sus tradiciones, y en definitiva, y si queremos
ser egoístas, porque el futuro de nuestros hijos también depende de esto.
Es todo señor Presidente.