26/01/05

Consejo de Ministros

UN PAÍS EN CRECIMIENTO

Durante una larga sesión del Consejo de Ministros, encabezada por el Presidente de la República y con la presencia de todos sus colaboradores, el doctor Jorge Batlle realizó un pormenorizado análisis de lo realizado durante su Administración. Tanto el Primer Mandatario, como el Ministro de Economía, destacaron las cifras que en materia económica van marcando el crecimiento alcanzado por el país. Posteriormente, en conferencia de prensa, los restantes Ministros fueron dando datos acerca de lo hecho y las perspectivas en sus respectivas carteras ministeriales.

PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA, JORGE BATLLE, EN LA SESIÓN DEL CONSEJO DE MINISTROS, REALIZADO EN EL EDIFICIO INDEPENDENCIA
26/01/2005

PRESIDENTE BATLLE: Una reunión muy importante para todos los que hoy integran el Gabinete, implícitamente para todos los que han integrado el Gabinete desde el comienzo de este período de gobierno, pues todos ellos han contribuido a que el gobierno que se iniciara con las dificultades lógicas y naturales que derivaron de la presencia allá en 1999 de una significativa crisis regional, y sin embargo más tarde sufriera la profundización de la misma. Y en el transcurso de los hechos y las circunstancias que el Gobierno ha podido enfrentar, todos los señores Ministros desempeñaron su tarea con lealtad a las instituciones, con contracción e inteligencia al trabajo, con la dedicación necesaria y la decisión espiritual y la fuerza sicológica y personal imprescindible para poder enfrentar una crisis que nadie imaginó que el país podía llegar a tener, con la magnitud y la profundidad que todos ustedes y el país entero vivió y conoció.

Por tanto, mis primeras palabras son para reconocer en esos Ministros hoy ausentes, los integrantes del Gobierno representando en su momento al Partido Nacional y aquellos que representando a distintos sectores políticos del Partido Colorado, contribuyeron grandemente a que el país se encuentre hoy al final del recorrido de este período de gobierno, en paz, en libertad, en crecimiento, con estabilidad y con certezas del camino a seguir, que no es por cierto ello poca cosa, después de haber atravesado las tormentas que hemos atravesado.

Quiero por tanto, antes que ninguna otra cosa, expresar públicamente mi reconocimiento a todos ellos, o sea a todos aquellos Ministros y Subsecretarios que han dado lo mejor de sí a lo largo de estos cinco años difíciles pero finalmente exitosos de gobierno en la República Oriental del Uruguay.

Antes de pasar a considerar distintas cosas y distintos temas, quisiera comunicarles, cosa que los señores Ministros del Interior y de Defensa ya le habrán informado a ustedes, puesto que esta mañana me comuniqué temprano con el señor General Rivero, que pese a lo duro que es enfrentar -como lo hemos visto además a través de la televisión en distintos episodios ocurridos en el mundo entero- la fuerza del fuego impulsada además por la violencia de los vientos, el trabajo formidable de los medios desplegados en el área han podido finalmente permitirnos decir que las cosas están bajo control, sin perjuicio de establecer y reconocer que la variación de los vientos y su fuerza a veces hace muy difícil predecir los acontecimientos.

En ese sentido, me parece que es absolutamente necesario y procede que así se haga, en principio a través del señor Ministro del Interior y el señor Ministro de Defensa, que le hagan llegar el reconocimiento del país entero, no solamente del Gobierno, a las fuerzas públicas que han intervenido en la tarea -que están interviniendo, además- en la tarea de enfrentar estas circunstancias tan negativas, dañinas, graves, perjudiciales para todo el país que estamos viviendo. El Cuerpo de Bomberos ha sido ejemplar en su trabajo. No es un problema de cantidad de gente, gente tenemos miles para poner para combatir el fuego. Es un problema que el fuego no se combate con cantidad de gente cuando tiene la fuerza que le da las circunstancias del clima en la que el país ha estado viviendo en los últimos noventa días.

Pero de cualquier forma tanto las fuerzas militares, como las fuerzas civiles, como el apoyo de todos los elementos municipales de los distintos departamentos, como los vecinos y los particulares que han contribuido, como los aviones fumigadores que han sido ejemplares en su trabajo para ir creando una zona húmeda a los efectos de poder tener un área de defensa que siempre ha tenido que ir retrocediendo como si fuera un enfrentamiento cuasi militar contra las llamas, tenemos que tener para todos ellos un extraordinario reconocimiento. Porque han trabajado con orden, han cuidado de la vida de todos los que estaban acampando, han tenido que trabajar con persuasión: hay mucha gente que naturalmente siempre se resiste tanto en un incendio, como en una inundación, a dejar sus lugares y sus casas hasta el último momento. No tenemos ninguna pérdida personal que lamentar. Hemos tenido, por lo tanto, además de fortuna en el manejo de las cosas una ejemplar estructura y organización que ha permitido que tanta gente trabaje sin tener mayores dificultades de coordinación con la Fuerza Aérea, con los helicópteros, y haciendo un determinado trabajo, y con los fumigadores haciendo otro, y con los bomberos dirigiendo la cosa, y con las fuerzas militares totalmente empeñadas, y con el auxilio de los municipios.

Finalmente tenemos que reconocer lo que ha sido la espontánea e inmediata colaboración tanto de la Argentina, como del Brasil. El Brasil inclusive por su proximidad naturalmente pudo acercar mucho más rápidamente elementos físicos, algunos elementos que transportan bastante más agua que los que teníamos disponibles allí en la zona, además de algunas unidades de bomberos con equipos adecuados para enfrentar el fuego. Lo mismo la Argentina, que consultado el señor Ministro del interior con el Ministro de Relaciones y hechas las gestiones, se pusieron inmediatamente en condiciones de enviarnos algunos aviones con capacidad para transportar y derramar agua sobre el fuego. Por tanto, hemos tenido la colaboración de todos a quienes llegamos con nuestras solicitudes; inclusive por la madrugada el Ministro del Interior lo despertó al Intendente de Maldonado, al señor Antía, le pidió una colaboración especial de una maquinaria y a la hora y media ya estaba todo en marcha y todo encaminado hacía la zona del fuego. Por tanto los intendentes han sido muy sensibles. Allí se han trasladado en todas las oportunidades los dos Ministros, el señor General Rivero, como director del área de emergencia, el Comandante en Jefe del Ejercito con quien estuve en contacto ayer de tarde en la Fortaleza, naturalmente el Jefe de la Región correspondiente -la Región Nº 4- el General Álvarez, el General González o sea con todas las unidades miliares para poder organizar y estructurar los relevos de cientos de personas que han sido trasladadas desde distintos puntos del litoral a la zona del desastre.

Naturalmente que se va a cerrar el Parque Santa Teresa, posiblemente hasta la Semana de Turismo a los efectos de poder restañar las heridas del Parque, ordenar bien las cosas y tratar de pensar cómo se puede armar una zona más amplia aún. Lo que sucede es que mucha gente se preocupa por pensar que no se toman las medidas necesarias. Es prácticamente imposible prever lo que la naturaleza es capaz de hacer. Un viento arroja a una piña que explota como una granada a más de quinientos metros de distancia y cae encendida como una granada a quinientos metros llevada por el viento en lugar donde se ha armado una zona de detención del fuego no menor a doscientos metros pensando que con eso empapado por los aviones fumigadores. Hay aviones fumigadores en el Uruguay que llevan dos mil quinientos litros como el que tiene la Empresa Cantore, ahí en Mercedes, o Chalking, o sea tenemos elementos suficientes para hacer una secuencia en donde cada uno mínimo lleva mil, mil quinientos litros de agua para empapar una zona. Pero las piñas, como granadas, vuelan más de quinientos metros llevadas por el viento y caen a veces trescientos metros más allá de las zonas en donde se ha hecho una especie de frontera, una especie de trinchera, para tratar de detener el fuego. Bueno, son cosas que lamentablemente suceden y que no se puede culpar a nadie especialmente de que las cosas sucedan. La temperatura es tan alta, el campo está en condiciones de arder como una yesca en cualquier lugar, una botella, un pedazo de vidrio, una cerilla, un cigarrillo es capaz de provocar un incendio con una velocidad enorme. De cualquier forma, se ha respondido con celeridad, se ha respondido bien y pienso que en medio de las dificultades hemos tenido éxito en enfrentar esta fuerza tremenda de la naturaleza.

Antes de darle la palabra a los señores Ministros para hacer algunas consideraciones de los temas de su cartera, particularmente me interesaría hacerle llegar a la opinión pública, ahora y posteriormente en los términos en que los señores Ministros consideren lo más adecuados, algunas cosas centrales y fundamentales que se han podido llevar adelante y constatar hoy ya de la Administración que está a pocos días de concluir su mandato.

Antes de ello, quisiera hacer dos o tres reflexiones, no solamente como Presidente de la República, sino como actor y al mismo tiempo testigo de las cosas que a lo largo de estos cinco años todos hemos vivido, los ciudadanos y los gobernantes.

Creo que, en primer lugar, el Gobierno puede decir con tranquilidad que ha sido un garante de todo los derechos consagrados por nuestra Constitución, por nuestra leyes y por nuestras tradiciones democráticas. En ningún momento y en ninguna instancia, aún en aquellas de las mayores dificultades, el país sintió que hubiera una disminución o un cercenamiento, un achicamiento de cualquier derecho individual o colectivo de reunión, de expresión, de libertad de asociación, de libertad de acción, de manifestación, en todos los casos. Yo siempre le decía al Ministro Stirling que el tenía una fortuna enorme, porque cada vez que había una desgracia a nivel nocturno, de algún taximetrista que era atacado por alguien, a mí me despertaban en casa a las dos, tres de la mañana, todos los taximetristas reunidos protestando contra el Presidente por las cosas que habían ocurrido y jamás, más allá de los ruidos, hubo ni de parte de ellos ni de parte del Gobierno, ningún intento de limitar o coartar expresiones que en cierta medida eran fruto de su dolor, pero también de una costumbre, de un hábito que los uruguayos tienen de expresar donde quieren y como quieren sus sentimientos.

Pero quiero sí decir que el Gobierno está convencido de que la crisis enorme que nosotros tuvimos, si no hubiéramos contado con un pueblo tan sensato, tan compresivo del origen de las cosas, tan conocedor del funcionamiento real de la economía, no hubiéramos podido contar con los apoyos políticos y con el tiempo y la tranquilidad necesaria para poder llevar adelante las tareas que dentro y fuera del país los distintos técnicos que manejaron las cosas financieras hicieron en beneficio de la vida del Uruguay. Hemos pues -además debo decirlo con orgullo- enfrentado con éxito, reconocido por los organismos internacionales, yo recientemente tuve la visita de le señor Singh, Director del Fondo Monetario para esta zona, así como los representantes del Banco Mundial, en donde expresaron -y luego lo hicieron públicamente- el reconocimiento y la satisfacción con que veían, inclusive para su propia sorpresa, como me lo manifestó el Fondo, el enorme esfuerzo hecho por el Uruguay y su enorme recuperación en el lapso de los últimos 18 meses. O sea, esos hechos le han permitido al señor Ministro Alfie haber recibido esa distinción tan especial que recibió y que él la recibió no solamente por lo que él hizo, sino por lo que hicieron antes que él todos los que tuvieron que pasar el trago amargo de enfrentar los principios de las dificultades, la apertura, el juego medio y el jaque mate final que Alfie le hizo a la crisis. Me estoy refiriendo a Alberto Bensión y Alejandro Atchugarry. Creo que ellos con sus colaboradores enfrentaron lo peor de la crisis. Y Alfie, y Ariel, y De Brun, y Della Mea, y Sténeri y Fernández Faingold fueron el grupo de gente que estuvo permanentemente ante los organismos internacionales en los Estados Unidos que permitieron que esta crisis originada en la región y en conductas bancarias en violación de normas legales y morales dentro de nuestro país que tanto daño nos hizo y tanto nos afectó.

He de decir también que el Uruguay en 18 meses no sólo se ha puesto nuevamente de pie con registros históricos en el crecimiento de su economía, en sus exportaciones, en su inclusión en el mundo, operada a mi juicio en una excelente conducta de los agentes del Uruguay que manejan desde el Ministerio de Relaciones Exteriores y del Ministerio de Economía, de Ganadería y de Industria, pero fundamentalmente a través de los elementos del Ministerio de Relaciones Exteriores, su inclusión o su participación en el mundo. Si no hubiera sido por esa circunstancia, esa apertura hacia el mundo, hacia Estados Unidos, hacia México, hacia el Asia particularmente hacia China, no hubiéramos podido alcanzar estos guarismos de exportación ni estas tasas, ni estas tasas de crecimiento.

Es bueno señalar que llegamos al final del mandato con una tasa de desempleo hoy -al mes de noviembre, faltando el último trimestre- con un guarismo menor de la tasa de desempleo que recibiéramos el primero de marzo de 2000. O sea, estamos un poco por debajo de la tasa de desempleo del primero de marzo de 2000 y naturalmente cuando se mida esta tasa al primero de marzo de 2005, la actual todavía va a bajar no sé cuánto, pero va a estar por debajo seguramente de ese guarismo de 12% en donde ya está en el interior de la Republica por debajo de ese guarismo y en Montevideo un poco más alto.

El Uruguay, tanto en su sector público como en las actividades privadas, me parece a mí que ha sido muy sabio en utilizar las oportunidades que le brinda a cada comunidad una crisis. Crisis significa no solamente dolorosas circunstancias, sino también oportunidades. Y yo entiendo -el Gobierno entiende, mejor dicho- que la sociedad uruguaya, tanto el sector público como el sector privado, ha cambiado enormemente su conducta como respuesta a la crisis. Me parece que en ese sentido la crisis nos ha provocado dolor, nos generó al principio mucha pobreza. Esos guarismos de la pobreza van a mejorar seguramente en la próxima medición de marzo como consecuencia de los efectos del crecimiento de la economía. Estamos todavía distantes de volver a tener los niveles con que el país ya había reducido los sectores más débiles de la sociedad en su porcentaje en el año de 1997 pero vamos encaminándonos seguramente por un camino adecuado para alcanzarlos rápidamente, como se ve en los demás guarismos de los que el Ministro de Trabajo va a dar cuenta más adelante.

Yo creo que esto le ha permitido al país -además todas estas cosas- le ha permitido al país, pese a las dificultades vividas, atender los problemas sociales de una manera que el Gobierno que ha creído que debía cumplir con su obligación no se ha encargado de difundir y por cierto es el momento adecuado para que el señor Ministro de Trabajo conjuntamente con el señor Ministro de Salud Pública y con el señor Ministro de Vivienda y Medio Ambiente, documenten ante el país lo que en materia social se ha hecho y lo que son los guarismos, lo que es tan necesario, los guarismos en dólares constantes que se han invertido a lo largo de estos cinco años en las distintas áreas sociales en el Uruguay.

Yo diría a título de pequeño ejemplo, nomás, para que luego los Ministros puedan profundizar en esa materia lo que se ha hecho a lo largo de estos cinco años en materia de Salud Pública. En materia de Salud Pública la primera cosa que se ha hecho es despolitizar absolutamente todas las designaciones en Salud Pública con un decreto inicial que nos costó algunos problemas políticos pero que hoy el silencio consagra el camino como el más idóneo y el mejor para los usurarios que son los que deben ser atendidos ante que ningún otro. Luego nos encontrábamos con la dificultades de las mutualistas y hemos ido tomando a través de los distintos ministerios las medidas del caso y el actual Ministro con su equipo ha instrumentado el préstamo del BID, y podemos decir que la mayor parte de ellas hoy están con una situación financiera muy positiva, que las ha quitado del área de riesgo que vivieron las más importantes incluso en los años previos. Como que también ha cambiado fundamental y sustantivamente todo lo que es el área del Fondo Nacional de Recursos, que cuando llegamos al gobierno tenía un déficit pavoroso y que hoy tiene una situación en buena medida ordenada porque se han cancelados y adecuado el pago de las deudas y tiene un superávit que le permite extender sus atenciones y seguir trabajando en esa línea. Siendo además que le Ministerio de Salud Pública -y lo puede documentar- a raíz de la crisis ha tenido que aumentar enormemente su asistencia porque al principio mucha gente tuvo la necesidad por la situación económica de alejarse dejando de integrar las mutualistas y muchos otros que la integraban luego por muchísima otras causas y servicios en las mutualistas no podían darle, porque no tenían ellos recursos para pagar los tiques, se acercaban a los servicios de ASSE en todo el país, y los servicios de ASSE han respondido y nadie ha podido decir que allá quedado sin la asistencia, sin la necesaria provisión de los medicamentos y sin la preocupación por mantener y continuar desminuyendo la tasa de mortalidad infantil y por haber finalmente hecho la renovación y remodelación a nuevo absoluta de la más grande maternidad del Uruguay que es la del Pereira Rossell, que tiene hoy una calidad de servicio para los niños recién nacidos y los problemas neonatales de mejor nivel hospitalario que el más importante y lujoso sector privado de lo mismo. O sea, la mejor maternidad del Uruguay es hoy la nueva maternidad del Pereira Rossell.

Creo que lo mismo hemos hecho en materia de vivienda. En primer lugar, hemos ordenado las cosas; en segundo lugar, entre el Ministerio de Economía el Banco Hipotecario y el Ministerio de Vivienda hemos podido darle soluciones para la cancelación total de préstamos hipotecarios de miles de familias y una reducción sustantiva de otros miles de familias en sus saldos deudores, con lo que tanto en Montevideo como en el interior se ha atendido a no menos de veinticinco mil familias. Eso forma parte de los esfuerzos comunitarios, además, que se han hecho desde el Ministerio de Vivienda conjuntamente con el Ministerio de Trabajo y los Intendentes departamentales en cosas que no han sido dar salarios como con la simple condición de ser jefe de hogar, sino que ha sido dar ocupación retribuida. O sea, salario por trabajo; trabajos remunerados en donde la señoras jefas de hogar, o los ciudadanos que son jefes de hogar han salido en departamentos con muchas dificultades para el desarrollo industrial aún incipiente -por ejemplo como el caso de Treinta y Tres- a atender dificultades de vida en momentos en donde la presión del desempleo en algunos departamentos llegaba a grados significativos.

Pero más allá de las cosas que digo en esta materia, quisiera decir que llegamos a tener cuarenta y cuatro mil personas asistidas por el servicio de desempleo; hoy estamos en trece mil. Las prórrogas que habían sido, las prórrogas más allá de la ley que el Poder Ejecutivo está autorizado a dar y que el Presidente firmaba todas las semanas, han llegado a un grado en algún momento, digamos, preocupante. Y hace ya bastante tiempo que recibo al Señor Ministro y le digo "¿A ver, qué tengo que firmar?", y me dice "Nada, no hay más prórrogas." Prácticamente hoy en el servicio de desempleo las prórrogas han desaparecido totalmente y las solicitudes son mínimas, absolutamente mínimas.

Hemos tenido un programa de asistencia a los necesitados por las situaciones vividas. El INDA solamente puede dar cuenta de ello. Me informaba ayer el Señor Director, el Señor Benech, que dan sesenta mil canastas familiares con control de Salud Pública y del BPS. O sea que las canastas familiares se dan previo control de Salud Pública y del BPS y se dan a través fundamentalmente de las ONG y de las Intendencias.

El Gobierno de la República no ha hecho política con las canastas familiares. El Gobierno de la República no ha mandado a ver quiénes eran los correligionarios para dar canasta. El Gobierno de la República no ha hecho política –esa política clientelística- ni en esto ni en ninguna otra cosa. Es más; nosotros en materia de lo que contribuíamos pasamos de una contribución de doscientos diez millones al INDA cuando comenzó el gobierno a quinientos sesenta millones en momentos de la crisis.

Pero los cotizante del BPS han aumentado; han aumentado ciento once mil novecientos diez cotizantes entre 2202 y 2004. Desde el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Economía hemos instrumentado un mejor salario mínimo, una ley de protección al salario. La asignación familiar con las dos leyes que se hicieran, una de ellas que fuera proyectada y llevada adelante por el entonces Senador Atchugarry, estamos con esas dos leyes asistiendo a más de quinientas mil personas, quinientas cinco mil personas. El programa de Infancia y Familia maneja treinta y cinco millones de dólares para poder, a lo largo de los plazos en donde los desembolsos se autorizan, ir haciendo las tareas y contribuciones en esa materia.

Seguimos alimentando a más de la mitad de los niños en las escuelas, creciendo en la medida de los recursos disponibles las escuelas de tiempo completo, creciendo enormemente los CAIF de todo el país y dando una asistencia a través del INAME. Hemos tenido necesidades a veces difíciles de enfrentar del punto de vista financiero, pero finalmente hemos cumplido con todo ello.

También han aumentado los cotizantes en las AFAP. Estamos allí ubicados en una cifra de seiscientos cincuenta y siete mil trescientos cincuenta y nueve, significativamente mayor que los años anteriores.

Lo que quiere decir que ha habido una preocupación importante, silenciosa, sí. El Gobierno no ha hecho de esto otra cosa que cumplir con su obligación. No ha utilizado estos números, éstos parámetros, para señalar ante la opinión pública lo mucho y lo bueno que se ha hecho, sino que lo ha hecho porque era su obligación atender más que nunca a los sectores más débiles de la sociedad uruguaya, en primer lugar, porque es una tradición del sistema democrático uruguayo. Es una tradición del Uruguay que ante la CEPAL ha mostrado siempre en América -aún en situaciones más difíciles- la mejor calidad de distribución del ingreso y la mejor atención a todos los extremos más débiles de la sociedad, en educación, salud, asistencia, programas de vivienda, en donde enormemente se ha hecho a lo largo de toda la historia del Uruguay.

Finalmente, el Poder Ejecutivo quiere felicitar y agradecer a lo señores Ministros, así como los señores Directores de los Servicios Descentralizados y Entes Autónomos del Estado, la transición ejemplar que se está llevando a cabo. Esta transición no tiene antecedentes históricos en la vida del país. Nunca se ha hecho una transición como la que estamos haciendo. La ciudadanía tiene que saber que estamos respondiendo a todos los cuestionamientos, a todas las preguntas, a todas las informaciones, a todos los puntos de interés importantes, medianos y menores, como saber, por ejemplo, cuántos reclusos hay cada cárcel; como saber cuántas armas hay en la Policía; como saber cuántas son las personas que cuidan al Presidente. Todos los detalles, absolutamente todos, los imprescindibles, los necesarios, los económicos, como en forma permanente se lo ha hecho conocer al señor Ministro de Economía, señor Astori, sino todos los demás. Absolutamente todos han abierto todas la puertas de todas las oficinas, como también comunicarle a todo el mundo, respondiendo a las inquietudes, cómo son lo organigramas, cuáles son las personas que se pueden incorporar a los servicios, para que se pueda de antemano tomar el gobierno sin tener necesidad de estar seis meses descubriendo como la cosa funciona.

Estamos -a nivel de la Presidencia de la República, inclusive- trabajando en forma permanente con el señor Secretario de la Presidencia y el próximo Prosecretario, como hemos tenido contacto con los distintos sectores administrativos de la Presidencia, sector de acuerdos, sector jurídico, Servicio Civil, como corresponde, pero como no había una tradición así en el Uruguay. Esta es una transición histórica, en el sentido de que se está haciendo como no se había hecho nunca. Es un modelo que es de funcionamiento natural, porque todos los señores Ministros han podido recibir y siguen recibiendo, inclusive, los señores Ministros están colaborando con los próximos Ministros en el análisis de las posibles necesidades presupuestales del próximo Presupuesto, de las oficina a las que van acceder los nuevos Ministros para que no tengan de un día para otro averiguar qué es lo que de base se precisa plantear el próximo Ministro como necesidad y aspiración presupuestal en el próximo Presupuesto General de Gastos.

Creo que esto es muy bueno para la democracia. Creo que es muy bueno para el Uruguay, que es un gran ejemplo, y que con ello le aseguramos al país la certeza de que no solamente el próximo gobierno tiene una economía ordenada, tiene el país una inserción enorme en el mundo para continuar exportando sus bienes, tiene además un área primaria en desarrollo creciente, tienen un área industrial que se sostiene, tiene los servicios sociales bien organizados y bien atendidos, y tiene además un estado de paz que sin ninguna duda la Comisión para la Paz, designada por el gobierno a su llegada, consagró y reconoció, sino tiene un estado de paz que le permitirá al próximo gobierno al continuar por estos andariveles, tener cinco años de trabajo, que nosotros todos deseamos que sea fecundo y que se exitoso. Porque ese éxito será un éxito no solamente del Gobierno, que es bueno que los gobiernos lo sean, sino fundamentalmente un éxito del Uruguay que es la cosa que nos mueve a todos y nos ha movido a todos para estar cumpliendo con nuestras obligaciones a lo largo de estos cinco años.

Así que a ustedes, en ustedes y a lo que estuvieron antes que ustedes, vaya mi particular y especial agradecimiento. porque un Presidente puede dormir tranquilo, aún en medio de las mayores tormentas, cuando sabe que está rodeado de gente inteligente, leal, honrada, trabajadora, dedicada y con sentido de cumplir con su deber. Y creo que eso es algo que el país nos lo va a reconocer.

Muchas gracias.

PALABRAS DEL MINISTRO DE ECONOMÍA, ISAAC ALFIE, EN EL CONSEJO DE MINISTROS, EN EL EDIFICIO INDEPENDENCIA
26/01/2005

MINISTRO ALFIE: Primero que nada, Presidente, en línea con lo que usted manifestó al principio, me parece importante resaltar que el Uruguay como tal cuando sobrelleva su crisis, la sobrelleva en base a su red de protección social, que probó ser eficaz y eficiente en el peor momento.

Quizás la diferencia más grande que tuvo Uruguay con otros países que sufrieron crisis parecidas -aunque en Uruguay seguramente el golpe fue mayor, en magnitud, en relación a su tamaño- fue que tenía una red de protección social construida a lo largo de un siglo prácticamente, en la cual se puso en funcionamiento, se ampliaron los servicios que debían ampliarse, se preservaron otros y allí quizás esté en gran parte el éxito, que no hubo que salir a crear nada nuevo, y lo que usted hablaba de la preservación de las Instituciones y la libertad.

Más allá de eso y yendo un poco más en concreto, voy a tratar de hacer un par de reflexiones globales al final, voy a empezar por hacer una descripción de lo que pasó en el año 2004 brevemente:

Claramente entramos en un proceso de crecimiento sólido y generalizado; las exportaciones crecieron 32%, se diversificaron los mercados, crecieron prácticamente todos los destinos; para tener idea de la diversificación de los mercados, solo basta con mencionar que el destino Brasil quedó incambiado, que era nuestro principal socio, o sea las exportaciones a Brasil casi no se movieron, y las exportaciones igual crecen 32%. En un entorno donde las importaciones de Brasil están creciendo al 40%, en Uruguay no se le exporta más.

El crecimiento también fue generalizado por sectores: si bien la cadena cárnica explica 35% del total de crecimiento, el otro 65% está explicado por todo el resto de los sectores, tanto los de base agrícola, como los de base industrial pura.

El ingreso por divisas desde el exterior, va a llegar entre bienes y servicios -cuando estén los datos finales- aproximadamente cuatro mil millones de dólares en el año 2004. Esto significa que en el año 2004 se recibieron desde el exterior o se vendieron al exterior 950 millones de dólares más que en el año 2003. Y este es el dinero que ingresa al país, y se distribuye y se ve en los demás indicadores.

Otro dato relevante es la inversión: la inversión en general va a crecer alrededor de 35% en términos reales. Se destaca particularmente la inversión en maquinarias y equipos que va a crecer casi 75%, la tan manida relación inversión a producto que es en el fondo -diríamos- lo que uno evalúa para ver el potencial de crecimiento del país, y que claramente tiene algunas limitaciones como podemos ver ahora rápidamente, va a ser aproximadamente entre 15% y 15.5%, que es más o menos el promedio de la década de los 90’, que fue la década de mayor volumen de inversión del país de los últimos 50 años.

El máximo que se tienen registros es 15.9%, o sea que estamos en el promedio razonablemente.

Lo resaltable de esta inversión y la diferencia con el pasado, es precisamente la inversión en maquinarias y equipos, y en cultivos permanentes que es la inversión reproductiva por excelencia; esta es la que crece e impulsa a la inversión en general y no tanto a la inversión en construcción que si bien está creciendo, lo hace a una tasa absolutamente menor, aproximadamente 10%. O sea que la capacidad productiva, la base productiva reproductiva del país está en una situación como pocas veces se ha visto.

De hecho la inversión reproductiva neta, o sea descontada la depreciación, es de las máximas que se tienen registro, tanto a nivel de la industria como a nivel del agro. Naturalmente el reflejo de esto es que las importaciones también crecen: las importaciones de bienes de consumo crecieron 37%, se destacan los vehículos 125%, las de bienes de capital en total crecen 90% y las del resto de bienes intermedios sin petróleo 32%.

Aunque a veces parezca poco simpático y es un indicador que a muchos le rechine, la venta de vehículos cero kilómetro es un indicador potente del nivel de ingreso de la sociedad, la venta de vehículos prácticamente se duplicó el año pasado, en especial los últimos meses del año y en diciembre del año 2004 la venta fue también casi el doble que en el año 2003, cuando en el año 2003 se había dado una franquicia fiscal de eliminar la mitad del impuesto y era el último mes que se eliminaba la mitad del impuesto a la compra de cero kilómetro; o sea que las ventas, estas ventas que reflejan el incremento del ingreso, muestran además una vez más que en última instancia es el ingreso de la gente lo que determina el volumen de ventas y no tanto la carga impositiva, que la carga impositiva puede distorsionar pero no va a cambiar el panorama global.

Hubo un golpe fuerte en contra que recibió el país: la factura petrolera y la importación de energía representaron 245 millones de dólares más que en el año 2003. Este es un golpe duro y muy significativo, un choque significativo de oferta en la economía que redujo los recursos disponibles de la economía para otras cosas, aproximadamente esto redujo el crecimiento del Producto en algo así como un punto porcentual, o sea si no hubiera acontecido eso, seguramente hubiéramos crecido un 1% más aproximadamente. Un golpe como este bajo otras circunstancias -que el país lo vivió en algunos momentos- hubiera prácticamente interrumpido o frenado muchísimo el proceso de recuperación, cosa que no ocurrió el año pasado, lo cual estaría indicando que algo en la estructura productiva del país ha cambiado en este caso para bien.

La industria manufacturera creció aproximadamente 22%, el empleo y la industria manufacturera lo hizo algo así como 12.5% y la productividad de la industria, de la mano de obra de la industria 6%. El sector agropecuario seguramente crece más de 10% en el año pasado.

Esto da como resultado que el crecimiento del Producto del año 2004, está entre 12 y 13%, lo cual no se tiene ningún registro histórico, seguramente más cerca de 13% que de 12%, pero en todo caso en ese rango. Asentado en bases sólidas que es los que tiran el crecimiento: la exportación y la inversión, que son los que generan en última instancia los recursos genuinos y el crecimiento genuino, no está asentado en base al gasto de consumo, sea este público como privado; el aumento del consumo privado -que luego veremos- es un residuo de este aumento de los ingresos, producido por este volumen de oferta.

El nivel -no estamos hablando en promedio- el nivel del PBI de este trimestre, cuarto que terminó del año 2004, es similar aproximadamente al nivel del segundo trimestre del año 98, y el nivel con el cual le vamos a entregar al gobierno el primer trimestre del año 2005, va a estar ligeramente por debajo, no mucho pero ligeramente por debajo del tercer trimestre del año 98 que es el máximo en la historia del país.

Se ha notado una aceleración del ritmo de crecimiento en los últimos meses, o sea obviamente son ritmos no sostenibles para un país cuya población crece al 0.3% o 0.4% anual, crecer a ritmos del 12% o 13%. Pero sin embargo en los últimos meses se ha vuelto a notar una nueva aceleración del ritmo de crecimiento, lo que es sintomático es que en los últimos seis trimestres consecutivos, que empiezan en octubre del 2003, seguramente hasta marzo del 2005. En los seis trimestres consecutivos va a haber tasas de crecimiento del trimestre contra el mismo trimestre de un año atrás superiores al 10%. O sea, 18 meses creciendo más del 10%. Esto no se registró por lo menos en las estadísticas conocidas del país no hay registros.

Obviamente que la recuperación que es sólida no solo la decimos nosotros, lo dicen los informes internacionales. Recientemente cuando el gobierno electo se reúne aquí en frente con el BID, el economista Calvo, que es el economista Jefe del BID, mostraba algunas gráficas, donde mostraba que la recuperación uruguaya, luego de la crisis era la más importante, se tiene estadísticas internacionales en los últimos 25 años.

Y algunas comparaciones: Uruguay creció en ocho trimestres, culminados en diciembre de este año aproximadamente 27%. Quiere decir que el Producto Bruto del trimestre que terminó en diciembre de 2004, es 27% superior al que terminó en diciembre de 2002. El más parecido, por ejemplo Argentina creció 16%, Brasil en la crisis más grande del 92 creció 13%, en ese mismo período, en ocho trimestres.

Uruguay en la crisis anterior cuando se empezó a recuperar, no enseguida, cuando se empezó a recuperar, cuando vuelve la democracia por el 85, en dos años creció 16% también.

El más importante y el más parecido es Corea, creció 22%, Uruguay creció 27%.

En los hechos, lo que estoy diciendo es que en los últimos dos años el crecimiento, diciembre contra diciembre, es 12.75%, prácticamente 13% por año.

El consumo privado como resultado de todo esto en el año 2004, va a crecer aproximadamente 16%, un poco por encima de la recaudación de la DGI, que creció 14.3%.

El total de empleos en el país, tanto país urbano, como semirural y rural, creció en promedio 70.000 personas entre 2004 y 2003, promedio. Esto es aproximadamente un 6% de aumento del empleo total.

Esta cifra sí no se condice con la recaudación del BPS que está cayendo en términos comparables y eliminado los efectos del IRP, en aproximadamente 2%.

Si tomamos el último trimestre del 2004 y lo comparamos con el último trimestre del 2002, el empleo total crece en 112.000 personas, todas en el sector privado. No hay aumento del empleo público, de hecho una pequeña disminución del empleo público.

El desempleo -como dijo el Señor Presidente- va a terminar el año en el orden del 12%. Ahora, el empleo no es solo mayor en volumen, sino que también algunos indicadores, nos están dando la pauta de que por lo menos el desempleo es menos dramático que antes, si no el empleo mejor en calidad.

La duración media del desempleo, que llegó en agosto del 2003, a 36 semanas, 36 semanas son prácticamente nueve meses, un poquito menos de nueve meses, de duración media y que era de 26 semanas un año atrás en noviembre del 2003, hoy es de 15 semanas, menos de cinco meses.

En tanto el desempleo de los jefes de hogares, que llegó a ser del 10%, en el medio de la crisis, que es el desempleo más duro y más complicado, hoy es del 3.6% en el interior y del 5.9% en Montevideo.

Hace un año nomás en el interior era 6.6%, en vez de 3.6% y en Montevideo era de 8%. A nivel de los ingresos de la gente, por lo menos los declarados, los ingresos reales comenzaban a crecer, como es usual con un retraso del crecimiento de la producción y luego de un período que no solo la producción se recupera y la economía se recupera, sino que los agentes y la gente percibe al crecimiento como sólido y factiblemente duradero.

El ingreso real de los hogares del último trimestre es 4% superior a un año atrás, 6% en el interior, 2% en Montevideo es el crecimiento.

A su vez el salario real en el 2004 terminó con un crecimiento aproximado del 3% con disparidades, 5.5% el sector público, 2% el sector privado.

Cuando uno observa a lo largo del año, uno ve que esto termina positivo luego de haber empezado negativo, y que la tendencia es al crecimiento. O sea, la línea de tendencia es cada mes se crece más.

A las pasividades les pasa algo por el estilo y terminan con un crecimiento real también del orden del 2.5%, 2-3%.

Obviamente que con estas tendencias, y con las decisiones de fin de año: el no aumento de las tarifas, el aumento de los salarios públicos moderado, pero aumento al fin, seguramente en el correr del 2005 estos números serán mejores, los crecimientos deberían ser mayores.

Todos estos resultados se dan en el marco de un proceso de consolidación de la solvencia del sector público. Permítame rememorar que lo que estuvo en discusión en el Uruguay en el canje era su solvencia, si el país era solvente o estaba en quiebra.

El país demostró no sólo que es solvente sino que logró estabilizar casi todos los indicadores, entre ellos el nivel de precios. Los precios subieron 5.6%, en línea con el rango de siete a nueve que se había fijado el gobierno a principio de año, los precios al consumo, los precios mayoristas crecieron 5.1%, las tasas de interés que son un indicador importantísimo colapsaron, la tasa interbancaria es del 1% desde hace varios meses, las tasas de las letras que paga el gobierno en moneda nacional, está entre 4.5% y 5%. Hace un año era entre 10% y 12%, y llegaron a ser obviamente de 170% en el medio de la crisis.

La tasa de la letra de los títulos indexados que el gobierno empezó a emitir a 10 años y está pagando 7%, 7.1%, a cinco años está pagando 6%.

Hace poco más de un año las tasas eran del 13%, 14%, 15% y se lograron bajar con una emisión internacional al 10.5% pero a tres años. Estamos hablando de 10 años al 7% y de cinco años al 6%.

El riesgo país en el año pasado se redujo 250 puntos básicos, quiere decir dos puntos y medio de tasa de interés, quiere decir que el costo de la deuda, el costo de la deuda si las tasas de interés suben dos puntos y medio, no se alteran. De ahí la importancia del nivel, y de hecho la tasa de interés en dólares histórica del Uruguay que estuvo siempre en el entorno del 8%, hoy está en el entorno del 8%, más allá de que el riesgo país sea superior al histórico. La tasa del nivel absoluto está más o menos en los niveles históricos del Uruguay.

El resultado del gobierno del sector público como tal, en cifras preliminares cerró con un déficit de 1.9%, contra 3.1% del año 2003 y aproximadamente entre 4% y 4.3% promedio entre el 99 y el 2002.

El resultado antes del pago de intereses es superavitario en el entorno del 4% global. Este resultado, o un resultado como este era y es el único compatible con los actuales niveles del Producto, con el sendero de solvencia que el país decidió recorrer cuando pidió el canje de la deuda.

No hay otro resultado, o un resultado muy diferente a este que asegure la solvencia del sector público y por lo tanto asegure la solvencia del país en su conjunto y permita que las tasas de interés estén tan bajas como están, y que exista el crédito potencial aunque sea. El crédito para el gobierno existe.

El esfuerzo se concentró -como entendemos que debe ser- en el gobierno central, que pasó de un déficit global de un 4.6 a 2.5 del Producto, compensado con una disminución del superávit de las empresas públicas de 1.7 a 1.5 del PBI.

Obviamente que hubo dificultades en las empresas públicas por el costo de la energía que hubo que importar, el aumento del costo en la generación de energía implicó aproximadamente 130 millones de dólares más que en el año 2003, en el año 2004 que en el año 2003, eso obviamente repercutió sobre las finanzas de UTE, y por supuesto impide que UTE, o por lo menos impide razonablemente que UTE le transfiera al gobierno parte de sus utilidades, porque sino la tarifa tendría que ser más cara. Algo parecido pasa con ANCAP donde el costo de su insumo básico se multiplicó prácticamente por dos y eso impide que salvo a un traslado enorme a tarifas, ANCAP, la empresa remita parte de sus utilidades, como entendemos que debe ser al gobierno central.

Nuevamente los únicos que aportaron fueron ANTEL y la ANP manteniéndolos en términos reales frente al año pasado y nada más que eso.

A su vez en el año electoral hubo que pagar los gastos electorales, este resultado está dado, esta mejora está dada en el medio de muchas cosas: la primera que se tuvieron que pagar los gastos electorales como corresponde, tanto los votos, como el costo de lo que pagan las elecciones. La segunda que se decidió abonar por el Estado, los famosos tickets alimentación concedidos en febrero y marzo del 2003, 2000 pesos a los funcionarios públicos y 1000 pesos a cada pasivo. La tercera, que los niveles de deuda flotante, la deuda corriente del Estado con proveedores había llegado a niveles muy importantes, porque obviamente no se podía pagar durante la crisis, se redujeron, se redujeron en 650 millones de pesos durante el año pasado. Y cerraron el año, en el entorno de los 3000 y 3100 millones de pesos. Para tener alguna idea, 1500 millones de pesos son los niveles de gastos por mes, entre gastos e inversiones del gobierno en total fuera de sueldos.

Cuando sumamos todo esto, le implicó un gasto extraordinario al sector público de 1875 millones de pesos, medio por ciento del Producto, número más, número menos, un gasto extra del medio punto del Producto. El gasto tomado como tal, crece apenas 2%, explicado básicamente por este gasto extraordinario y por un aumento en las inversiones tal como se había planificado hace un año en un Consejo de Ministros acá, que el aumento del gasto debería sesgarse hacia las inversiones, y efectivamente el aumento del gasto se sesgó hacia las inversiones. No hay aumento del gasto corriente como tal.

Los gastos también fueron contenidos en las empresas públicas, incluyendo la reducción de la masa salarial, con la única excepción y decepción -discúlpenme el término- de OSE, que aumentaron los gastos y aumentó la masa salarial. Esto posibilitó que las tarifas estuvieran contenidas, que UTE pese a que tuvo un costo extraordinario, y que por supuesto tuvo un resultado inferior al esperado, que bueno, hubo que absorberlo a través del sector público, apenas eso ha subido la tarifa 8.4% nominal, y que ANTEL la haya reducido 0.7% nominal.

El control de gastos fue en todas las empresas públicas y eso permitió que ahora no haya aumento de tarifas en enero.

Para tener una comparación con UTE, obviamente que los guarismos son diferentes, porque también las inflaciones eran diferentes. Pero en el año 89, cuando hubo que recurrir grandemente a la generación térmica, hubo que hacer un aumento especial de tarifas térmicas y hubo que aumentar muchísimo porque el país no soportaba.

Quiere decir que el país estaba mejor preparado en estas circunstancias que hace 15 años.

El gasto primario, o sea el gasto sin intereses volvió a caer y está en 24.5% del Producto.

Esto se refleja después en los niveles de impuesto que hay que poner, naturalmente, y es el más bajo de los últimos 15 años.

Obviamente que todo este esfuerzo de mantener las cosas ordenadas, también se reflejó -creemos nosotros- sobre la población, primero por el tema de las tarifas, y segundo porque se logró eliminar todo el impuesto adicional del IRP a los sueldos y a las pasividades, entre mayo y agosto.

Se fue más allá, porque se eliminó una parte del impuesto que siempre estuvo, que son los salarios menores, hasta tres salarios mínimos nacionales hoy están exonerados del impuesto y las pasividades hasta seis salarios mínimos también están exoneradas de impuesto, cosa que nunca había ocurrido desde la creación del impuesto.

A su vez se eliminó el COFIS sobre los servicios públicos, sobre la luz, el agua y el teléfono, se volvió a la tasa normal del Impuesto a la Renta del Agro y del Impuesto a al Renta de Industria y Comercio. Se volvió a una tasa normal del Impuesto a las Comisiones, se eliminó el Impuesto sobre las llamadas internacionales, y algunas otras cosas menores.

Todo esto combinado: tarifas moderadas, reducciones de impuestos, algunos gastos que hubo que pagar, igual dieron un resultado fiscal consistente y, diríamos, importante, el que teníamos que dar. Más allá del 3.2% originalmente previsto, el superávit primario del Producto y después que lo elevamos al 3.4%. También crecimos mucho más y parecía razonable también ahorrar un poco más.

Pero además, creo que es un argumento importante el número final que le da la razón al gobierno que esto no lo hizo por electoralismo, lo hizo a conciencia y con solidez.

Un punto que me quiero referir es el tema de la deuda. Mucho se habla ahora del peso de la deuda, de la hipoteca sobre el futuro, etcétera.

No podemos dejar de desconocer los hechos como son, que son como son, pero me parece y creo que yo particularmente siento la obligación de ponerlo en sus justos términos: cuando el Partido Colorado asume en el año 84, la situación y los condicionamientos eran infinitamente superiores y más difíciles que ahora.

Para empezar el país estaba en default con los bancos, solo que la situación era diferente, había seis meses por contrato para ponerse en performance. Había dejado de servir su deuda.

En segundo lugar, el peso de la deuda en la economía, el peso económico de la deuda que es el pago neto de intereses hacia el exterior que aparece en la balanza de pagos. Era 7.5% del PBI, quiere decir que el país tenía que extraer recursos internos por 7.5% de su producción -la generación de riqueza anual- y enviarla al exterior, en términos netos 9.3% era lo que enviaba y 1.8% era lo que recibía

En el año 2004, esto es 3.2% del Producto menos de la mitad, o sea que el peso económico real, la carga de la sociedad real es muy inferior. Y la perspectiva para el año que viene, para el año 2005 que es lo que importa porque también vamos a dar algunos indicadores de cómo quedan en carrera las cosas, es de 2.7%.

Otro indicador, que en este caso no es tan favorable -por decirlo de alguna manera- pero de todas maneras marca alguna cosa sobretodo en tendencias, es cuánto es la deuda sobre el Producto.

En el año 84, era un 81% del Producto, pero en el 85 ya era 91%, quiere decir que las cosas quedaban en una carrera muy complicada porque el déficit estaba aumentando descomunalmente.

En el año 2004, tenemos quizás dos indicadores de deuda que medir: todos sabemos que en el año 95 la Ley 16.713 instaura un nuevo Sistema de Seguridad Social, el nuevo sistema tiene una de las tantas virtudes de explicitar al menos parte de la deuda implícita que tenemos en las pasividades, se pone en títulos esa deuda, se pone en el déficit del gobierno, además el nuevo sistema cambió la reglas de jubilaciones.

Antes de la reforma, la deuda implícita era dos veces el Producto Bruto Interno, era 200% del Producto Bruto Interno, más la deuda explícita; hoy es 80% la deuda implícita más la explícita. Cuando uno toma la deuda total, está en 89% del Producto, si le saca la parte que explicitó vía Seguridad Social está en 78%, o sea, que el 81% o 91% que teníamos en el 84/85 hay que compararlo con 78% actual, más allá de que la carga de intereses es sobre 89%. Y la perspectiva para el año que viene es que ese 78% baje a 65% y un ratio parecido es con los indicadores sobre exportaciones, es mucho menos el peso hoy de la deuda sobre exportaciones de lo que era antes.

Creo que este es un hecho a mi gusto relevante, muy relevante. Otros hechos relevantes del año pasado, que quizás sean más relevantes aún que los números como tales: se pudo desprogramar y pagar por anticipados toda la totalidad de los depósitos del BROU y del BHU; se terminó con el pago de los depósitos del Banco de Crédito, el 100% de los depósitos fueron devueltos; se cumplió con la Ley y se pagó hasta 100 mil dólares a todos los depositantes de los Bancos Comercial, Caja Obrera y Montevideo, en todo los casos cada uno en su moneda, pero además se empezó a cobrar los créditos morosos del BROU y se evitó una Ley de refinanciación o de suspensión de ejecuciones, o el megafideicomiso.

El Banco Hipotecario desde octubre del año 2003, está pagándole regularmente al BROU todos los meses sus servicios de deuda, por lo tanto está evitando la transferencia de Rentas Generales, que Renta Generales tenía que poner todos los meses para cubrirle al BROU ese defasaje financiero que lo precisaba y lo precisa naturalmente por las obligaciones que tiene que asumir, o sea, que la sociedad en su conjunto va dejando de poner ese dinero y lo ponen los que tienen que poner el dinero, que son los deudores del Banco Hipotecario.

El Banco Hipotecario también está en un proceso de reestructuración total, que entendemos debería continuar.

Las reservas internacionales netas están en 2.500 millones de dólares aproximadamente, claro en brutas, reservas internacionales brutas, 2500 millones de dólares. Si las midiéramos igual que las medíamos antes de la crisis, seguramente estábamos en 3.500 o un poco más, las brutas.

Quizás no evaluemos –porque el tiempo que pasa todo lo cura- a cabalidad esto, sobre todo esto último. Pero yo personalmente creo que esto, prácticamente, si nos hubieran dicho hace dos años, que en dos años íbamos a desprogramar, íbamos a hacer todo esto, hubiéramos dicho "esto es un milagro, vamos a firmar por este milagro". ¿Cómo se va a traspasar? ¿Cómo es el futuro inmediato? Seguramente la inflación a fin de febrero, en 12 meses, sea del orden del 6%, volviendo a niveles bajos, históricos bajos del Uruguay, con un superávit primario necesario y adecuado a las circunstancias pero inédito en la historia reciente del país. Habiendo evitado los desbordes del gasto y poniendo el país en una senda del crecimiento, y en especial de solvencia, con enormes perspectivas.

La perspectiva de inversión y la perspectiva de las exportaciones son las que dan el paso futuro del crecimiento del Producto.

Sería importantísimo que el resultado de las cuentas públicas siga mostrando este sendero de solvencia, tanto a nivel de resultado primario como de resultado global. Una proyección normal está indicando que la carga de intereses baja prácticamente 0.8 o 0.9 del Producto y que el resultado fiscal debería ser de un déficit no mayor a 1% del Producto en el año 2005.

Se aprovechó el crecimiento para poner la casa en orden y para ahorrar. Este es el segundo traspaso de mando, pero en circunstancias diferentes, en los últimos 50 años donde se traspasa en crecimiento. El anterior había sido en el 94, pero, había pasado que había habido un desborde fiscal de gastos muy importante en el año 94, y además que en diciembre del 94, el 20 de diciembre cae México por el famoso "Efecto Tequila". Hoy todas las circunstancias son objetivas, nacionales, regionales y mundiales, son mejores, seguramente las mejores de los últimos 50 años. El PBI debería crecer no menos del 7%, las exportaciones no menos de 15%, la producción industrial alrededor de 12%. Se generarían 35 mil nuevos puestos de trabajo, arriba de los 112 que ya dijimos en los últimos dos años.

La desocupación debería caer alrededor del 10%, la pobreza reducirse significativamente y la relación de deuda-producto, deuda-exportaciones, también caer.

La lógica consecuencia es que los salarios reales crezcan, quizás igual que las pasividades, deberían crecer no menos de 5%.

Creo que el país está sólido, está en crecimiento, está ordenado, no sólo en sus finanzas, sino que tiene una moneda estable y que ha vuelo a ser creíble.

Esta baja del dólar en parte es porque la gente no se desprende de los pesos para comprar dólares, no corre a comprar dólares, se queda con los pesos. La banca pública ha sido saneada y hay que obviamente continuar el proceso de saneamiento, sobre todo en el BHU pero evitar los desbordes.

La producción está en un ritmo que no conocíamos nosotros, la estadística no registra, tanto en el agro, como en la industria y eso se refleja en los servicios que tienen que brindar para esos sectores.

Yo creo que para concluir, cuando el país buscaba el canje de deuda, cuando el país recorrió el mundo varias veces, mostrando o tratando de convencer al mundo que Uruguay no tenía un problema de solvencia, sino un problema de liquidez de corto plazo.

Los hechos han demostrado que el país tenía razón. Pidió una oportunidad, y hasta el momento esa oportunidad el país la aprovechó, la aprovechó cabalmente, porque sino el riesgo país no sería lo que es hoy: menos de 400 puntos.

Todo el mundo sabe y reconoce que el país está en el sendero de la solvencia, en el sendero del crecimiento.

Quizás todos los esfuerzos de nosotros, desde donde nos toque, deberían ser para que esto siga así, para mostrar que el país es uno sólo que sigue honrando sus tradiciones, y en definitiva, y si queremos ser egoístas, porque el futuro de nuestros hijos también depende de esto. Es todo señor Presidente.