03/02/05

El Presidente de la República, Jorge Batlle, dijo que se viene realizando "una trasferencia absolutamente abierta hasta en detalle", que da la pauta de cómo deben hacerse las transferencias de un gobierno al otro.

Por otro lado, dijo que siempre quedan cosas en el debe, pero que como Gobernante cree que no ha podido meter al Uruguay del todo en el mundo; "en algunas cosas sí –en materia de comercio exterior por supuesto- pero en las cosas esenciales todavía le falta mucho camino por recorrer al Uruguay", expresó Batlle.

DECLARACIONES A LA PRENSA DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE BATLLE, TRAS RECIBIR UNA DONACIÓN DE LA FAMILIA AZNÁREZ, EN EL EDIFICIO LIBERTAD
03/02/2005

PERIODISTA: Presidente una consulta, ¿cuándo tiene pensado retirarse de la Residencia de Suárez?

PRESIDENTE BATLLE: ¿Cómo?

PRESIDENTE BATLLE: No, no pero estoy haciendo la mudanza hace siete meses. Ya la parte de la casa está prácticamente ya mudado a Ellauri. Nos quedan muy poquitas cosas.

PRESIDENTE BATLLE: Lo de siempre.

PRESIDENTE BATLLE: Lo de siempre, lo mismo que hacía antes.

PRESIDENTE BATLLE: No, no. Nada se diga de lo que se dice. Lo que haré será lo que hice toda la vida.

PRESIDENTE BATLLE: Tengo un problemita con los libros sí, porque hemos regalado muchos, y hemos distribuido bastante, pero naturalmente dado la única pieza de sala que va a haber en el apartamento de Mercedes con los libros... más que un problema con los libros, tengo un problema con Mercedes. No, arrendé un apartamento para poder tener todas las cosas, libros y documentos que no puedo tener en casa. Y mire, esta tarde mismo tengo que seguir apartando libros para regalar a otras instituciones, y voy a seguir haciéndolo. Y espero que la parte de Suárez Chico, que es la única parte de la casa que todavía me falta retirar de allí lo que queda de la biblioteca, aún allí lo haré en la Semana de Carnaval. Así que bueno, en cualquier momento la noticia imprevista.

PRESIDENTE BATLLE: No perdón, a menos de un mes de dejar la Presidencia, la primera cosa que me tengo que ocupar es de que se continúe haciendo una transferencia al gobierno electo de una forma que hasta ahora nunca se había hecho, una forma que yo creo que da la pauta de cómo se deben hacer las transferencias de un gobierno al otro gobierno, sean o no sean del mismo partido político los Presidentes. Se realiza una transferencia absolutamente abierta hasta en detalle.

Mire, ayer de tarde estuve en casa, en Suárez, la persona que va a remplazar al Comisario Del Puerto, que es el encargado de todo el servicio policial, aquí en el Edificio Libertad, cuando vamos al Palacio Estévez, a la Plaza Independencia, y cuando concurrimos o a Anchorena, o a Punta del Este, o fundamentalmente en casa. Y ayer estuvo en casa y hoy va de vuelta. Hoy estuvo toda la mañana tomando conocimiento de cómo funciona cotidianamente la casa, cuántas personas trabajan allí, los distintos servicios, quiénes son los choferes, quiénes son lo oficiales, quiénes son los clases, quiénes son los agentes policiales que están destinados a los servicios de la Casa Presidencial, o sea hasta el más mínimo detalle, hasta decirle que hemos estado documentando –digamos- la cantidad de 222 por departamento, todo, el más mínimo detalle, o sea no solamente las cosas macro, sino las cosas del detalle para que cuando se llegue, no se tenga que estar averiguando cómo son las cosas; para cuando se llegue se pueda llegar con un conocimiento pleno, absoluto de todo cuanto existe en la Administración Pública.

PRESIDENTE BATLLE: Mire, yo creo que los gobernantes siempre tienen dos sentimientos: uno yo creo que faltan muchas cosas por hacer, que es lógico, es natural, es humano, le pasa a todo el mundo en cualquier actividad, tanto pública como privada.

Y en segundo lugar los gobernantes hacen una evaluación global de la cosa y dicen bueno, en realidad al juicio en este caso del Gobernante que se retira, la preocupación fundamental que uno tiene es que el país pueda integrarse al mundo. Uno tiene una preocupación referida al hecho de que Uruguay ha sido un país que tuvo una situación económica muy fuerte, muy desfavorable. El otro día cuando se retiró el señor Teniente General Pomoli que ha sido sin ninguna duda un gran Comandante en Jefe como lo fue el señor Teniente General Daners del Ejército, yo le hice un obsequio, le regalé un libro editado por el Loyd’s de Londres en 1912, un hermoso libro editado por el Loyd’s de Londres sobre el Uruguay en 1912, para ver lo que el Uruguay supo ser, el desarrollo formidable que el Uruguay tuvo a principios de siglo.

Eso determina en buena medida que nosotros los uruguayos pudimos alcanzar en comparación a otros países -europeos inclusive- niveles y estadios de justicia, de avance, de progreso social, de progreso educativo muy, muy altos. La crisis que en el Uruguay fue bastante extensa sobre todo por el hecho de que teníamos períodos de crecimiento y períodos de disminución de las condiciones generales y económicas del país determinó que se generara entre todos nosotros de todos los sectores políticos y sociales, la idea de que había un pasado al que nosotros teníamos que volver. Nos transformó en buena medida con un sentimiento positivo, en un país muy conservador, un país que estaba siempre mirando al pasado, que le preocupaba mucho más recordar Ámsterdam, Colombes, el Campeonato del 30 y Maracaná, que ver cómo había que hacer para jugar al fútbol más o menos parecido a lo que juegan otros países del mundo, o sea como de espaldas a la modernidad. Y para mi ese es el problema más grave que tiene el Uruguay, es un problema que más el Uruguay tiene que enfrentar.

Las condiciones económicas pueden ser coyunturales, pueden ser más permanentes, según distintas condiciones regionales, mundiales o nacionales pero el tema que para mi sobrevuela sobretodo esto y que es el centro, el cerno de la cosa, es si la sociedad uruguaya colectivamente se decide a meterse en el mundo, se decide a abrirse al mundo, para poder crecer en él. Eso fue lo que ocurrió en 1912.

Yo siempre reitero algo que me parece que es poco considerado: hubo ya un mundo global, la civilización atlántica fue un mundo global, en 1912 la relación con Europa de carácter comercial, económica y financiera era de doble mano, los mercados estaban abiertos a nuestros productos, los precios eran convergentes y recibíamos la tecnología de punta y los capitales que permitieron hacer del Uruguay un país con una infraestructura formidable pese a su pequeñita dimensión. Eso hoy no ocurre, la globalidad hoy no funciona así, tenemos que hacer un esfuerzo para que funcione así. La globalidad hoy es un camino de mano en una sola dirección, o sea no es la misma la libertad que se tiene en el mundo industrial para llegar con bienes a nuestros mercados, que la libertad que disponemos nosotros para llegar con el producto de nuestro trabajo a los mercados europeos, por ejemplo, y eso se ve nada más ni nada menos que en la carne.

En el mes de enero del 86% de los productos cárnicos del Uruguay se exportaron al NAFTA, el 8% a Europa, lo que significa que estamos viviendo un mundo global pero que no es un mundo abierto. Y el Uruguay si no tiene un mundo abierto, no puede crecer y si no puede crecer, no puede consolidarse económicamente, y si no se puede consolidarse económicamente no hay recursos genuinos, legítimos y válidos para poder hacer todas las cosas que en materia de educación, en materia de salud, en materia de vivienda hay que hacer, pese a lo muchísimo que el Uruguay siempre ha hecho y sigue haciendo. Y ese es a mi juicio lo que todo Gobernante siente cuando termina su período; cree que no ha podido meter al Uruguay del todo en el mundo, en algunas cosas creo que sí, que lo hemos hecho, en materia de comercio exterior por supuesto, pero que en las cosas esenciales todavía le falta mucho camino por recorrer al Uruguay.