03/02/05
IMPORTANTE DONACIÓN DE MATERIAL HISTÓRICO
"Es una ocasión excepcional de la vida cultural
e histórica del país" dijo el Presidente de la República, Jorge
Batlle, aludiendo a la donación de material documental de la familia
Aznárez.
Batlle destacó la benevolencia y el sentimiento
patriótico de la familia del ingeniero Aznárez de entregarlo al Estado,
para que se incorpore al conocimiento del Uruguay.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE
BATLLE, EN EL ACTO DE DONACIÓN POR PARTE DE LA FAMILIA AZNÁREZ, DE
MATERIAL SIGNIFICATIVO DE VALOR HISTÓRICO Y DOCUMENTAL, EN EL EDIFICIO
LIBERTAD
03/02/2005
PRESIDENTE BATLLE: Yo le digo al señor Presidente de la
Suprema Corte que nos acompaña en la ceremonia de hoy, así como lo hacen
el señor Ministro de Educación, el señor Subsecretario y el señor
Director del Museo, porque consideramos que esta es una ocasión excepcional
de la vida cultural e histórica del Uruguay.
Yo tuve el privilegio de conocer al ingeniero Aznárez, y
además de haber conversado con él en más de una ocasión en donde nos
encontramos en los lugares adonde con distintas edades y distintos recursos,
ejercitábamos nuestra compulsión por comprar cosas antiguas,
fundamentalmente vinculadas a libros y documentos, tuvimos en más de una
oportunidad, yo tuve el gusto y el honor de conversar con él y ver su
interés permanente sobre las cosas del país, leer su libro "El
segundo frente", referido al Río Uruguay, editado allá en 1957-58, en
donde algunas cosas que uno lee en su edición primera, tanto como en las
distintas ediciones futuras, parecería que son cosas que se pueden decir
hoy y repetir hoy: todo el proceso por ejemplo de la madera, todo el proceso
del riego, todo el proceso del desarrollo de los puertos, particularmente el
Puerto de Fray Bentos, en donde él concentró su interés en la zona de
Fray Bentos, es –digamos- algo que va de la mano de lo que inclusive la
familia ha hecho siempre, porque las primeras plantaciones de arroz en el
Uruguay, se hicieron con aguas del Río Queguay, en el departamento de
Paysandú por parte de la familia Aznárez.
O sea, han sido desde el punto de vista del desarrollo de
las capacidades productivas del país, del cuidado del medio ambiente y pues
se preocupaban muy mucho por el destino de las palmeras, cuando se corrigió
la ruta, y andaban todos ustedes atrás a ver cuáles palmeras iban a sacar
y cuáles iban a conservar. Y fue un tema, me acuerdo haber conversado con
el Director de Vialidad de la época, el que después fue Ministro, el
ingeniero Cáceres que también era medio vecino del barrio, sobre el
destino de las palmeras.
Pienso por tanto de que estamos asistiendo a un acto que
–bueno- es muy trascendente, y muy importante para el conocimiento de la
historia del país. Conversábamos el otro día con el señor presidente de
la Corte, le pedimos que nos acompañara, porque este Consulado de Comercio,
este Tribunal relata y muestra no solamente la evolución social y jurídica
del Uruguay, o sea, creo que además de tener a través de esto el
conocimiento mucho más inmediato de cómo vivía la gente, cuáles eran sus
intereses, como realmente Montevideo ya era una sociedad muy estructurada,
muy organizada, como había controversias, peritos, embargos donde las Leyes
se aplicaban y los Códigos existían y la Ley de España estaba vigente
entre nosotros, éramos en alguna medida bastante más importantes que
nuestra propia dimensión, y mucho más estructurados de lo que nosotros
mismos suponíamos.
En esa especie de idea extraña que todavía en muchos
lugares mantenemos de que el país empieza en 1806, o que el país empieza
en 1810, cosa que no es tal. El país tiene algunos siglos de vida anterior,
y creo que en ese sentido la obra del ingeniero Aznárez ha sido una obra
fantástica, porque si no hay alguien como en su momento por ejemplo -más
allá de su condición excelsa de historiador y de su condición personal
fantástica- lo era el señor Pivel Devoto, o Fernández Saldaña, que
andaba siempre viendo a ver cómo podían preservarse las cosas que de otra
manera hubieran desaparecido.
Y por tanto ustedes que han tenido la enorme generosidad
para con el Uruguay, y que creo que el Uruguay tiene la obligación moral de
reconocérselo a todos ustedes y me pareció a mí que dado que el Señor
Vicepresidente de la República no está en Montevideo, yo quería que
estuviera presente el señor presidente de la Corte y el Presidente de la
República y hubiera deseado también la presencia de Luis Hierro, porque me
parece que los Poderes del Estado que se ocupan de tantas cosas, tienen por
lo menos que ocuparse de reconocer a ciudadanos que hacen una cosa que es
más que buena para el país. O sea, si ustedes no hubieran tenido un padre
que hubiera juntado todo esto, hubieran tenido la benevolencia, la bondad y
la generosidad y el sentimiento patriótico de entregarlo así al Estado,
para que se incorpore al conocimiento del país lo que fue su guía inicial,
esto se hubiera perdido.
Por tanto, el país les agradece enormemente, y yo le
quisiera pedir al Presidente de la Corte, que nos agregara algunas palabras,
expresando lo que ellos también como representantes de la Justicia, sin
Justicia independiente -como las dicen las Instrucciones del Año XIII- no
existe país posible, porque este es un elemento muy valioso como
antecedente de lo que es toda nuestra estructura jurídica, nos dijera
algunas cosas, y naturalmente el amigo Mena Segarra, que tiene también esa
vocación de juntar papeles y de juntar cosas, que está más que contento
con todo lo que ustedes han puesto en manos del Uruguay y yo como Presidente
tengo el enorme honor de haber tenido la fortuna de poder participar de esta
fantástica circunstancia.
Muchísimas gracias.
Acta de constatación. En la ciudad de Montevideo,
el tres de febrero de dos mil cinco, en la sede de la Presidencia de la
República, estando presentes el Señor Presidente de la República Doctor
Jorge Batlle Ibáñez, el Sr. Presidente de la Suprema Corte de Justicia
Doctor Daniel Gutiérrez, el Señor Ministro de Educación y Cultura Doctor
José Amorín Batlle y el Señor Director del Museo Histórico Nacional
Profesor Enrique Mena Segarra, se procede por parte de los Señores Guzmán
y Marcos Aznárez Morixe y la Señora Estela Aznarez Morixe, a entregar al
Estado (Museo Histórico Nacional) cincuenta y siete paquetes, que los Srs.
Aznárez Morixe manifiestan contienen mil sesenta y cinco expedientes, que
formaron parte del archivo personal del Ingeniero Jorge Aznárez,
relacionados en nómina que adjuntan, de la que el suscrito protocolizará
un ejemplar. Para constancia labro la presente, que previa lectura, las
personas de mi conocimiento ya mencionadas, firman con el suscrito
Escribano, de todo lo cual doy fe.