18/02/05
ACUERDOS CON CHINA AVALAN POLÍTICA URUGUAYA
El Presidente Batlle afirmó que los acuerdos con
China no sólo avalan la política uruguaya respecto a ese país, sino que
Uruguay crece y vive de lo que exporta.
El Presidente de la República, Jorge Batlle,
conjuntamente con el Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Martín
Aguirrezabala, el Canciller Didier Opertti, y el Embajador de la República
Popular China, Wang Yongzhan, participó esta mañana en el Edificio
Libertad de la firma de un protocolo sobre cuarentena y requerimientos
sanitarios para ganado vacuno y ovino procedente de Uruguay con destino a su
exportación en pié a la China, así como de otro protocolo sobre
requerimientos cuarentenarios y sanitarios de embriones vacunos a ser
también exportados a dicho país asiático.
Por otra parte, un tercer protocolo sanitario relativo a
la explotación de semen de vacunos con destino para China será firmado
próximamente en la ciudad de Beijing entre el Ministro Li Changjiang de la
AQSIQ y el Embajador Pelayo Díaz Muguerza, representante uruguayo en dicha
nación.
El acuerdo binacional es fruto directo de intensas
negociaciones en cooperación técnica bilateral entre las dos naciones, lo
que posibilita la apertura de importantes perspectivas de comercio en el
corto y mediano plazo en este nuevo rubro de exportación agropecuario hacia
China.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE
BATLLE, EN LA FIRMA DE UN PROTOCOLO SANITARIO CON LA REPUBLICA POPULAR
CHINA, EN EL EDIFICIO LIBERTAD
18/02/2005
PRESIDENTE
BATLLE: Señor Embajador, señores Ministros, señor Presidente de la
Asociación Rural, señores Técnicos, señor Recaredo.
Yo, señor Embajador, necesitaba agregar unas palabras a
las dichas, no porque ellas no hayan sido suficientes, que lo han sido tanto
las suyas como las de los señores Ministros, sino porque como se recordó
claramente aquí es el último protocolar en el que el Uruguay -el gobierno
del Uruguay- y un gobierno amigo como el de China firman documentos,
protocolos, que en este caso avalan una política que se ha venido
desarrollando desde hace muchos años.
Yo quiero reivindicar esa política, porque, más allá
de que alguna que otra vez esto lo he dicho en las reuniones con sus
diferentes delegaciones, es bueno que quede consignado de que este paso a
acercarse a la única China comenzó en el Uruguay en el año de 1955 en la
visita del entonces Presidente de la República Luis Batlle, cuando en los
Estados Unidos declaró en nombre del gobierno del Uruguay que no tenía
sentido la Organización de Naciones Unidas con China fuera del Consejo de
Seguridad y de la Organización de Naciones Unidas.
Tuve la fortuna de poder participar junto con el
embajador Luis Barrios Tasano en Buenos Aires, embajador del Uruguay ante la
Argentina, de las primeras conversaciones con la embajada china en Buenos
Aires, para reanudar las relaciones, que abrieron fundamentalmente para el
Uruguay el mercado de la lana. Lo que ha sido China, con respecto al mercado
de la lana uruguayo, ha sido algo así en su momento como la diferencia
entre vivir y morir.
Si el Uruguay no hubiera tenido el acceso que ha tenido
para sus lanas Corriedale, sus tops, en forma permanente al mercado de la
lana, la hoy disminuida majada uruguaya quizás en materia de lana habría
pasado a ser poco menos que nada. Y yo creo que si sumamos las exportaciones
durante los años que corrieron en los gobiernos y a su vez los Presidentes
tuvieron muy en cuenta todas estas cosas, tanto el doctor Sanguinetti como
el doctor Lacalle tuvieron muy en cuenta todas estas cosas, para consolidar
una política de apertura comercial con China, que se sucedía a una
decisión política que el Uruguay había tomado desde hacía mucho tiempo
en materia de a quien correspondía representar al pueblo chino, al único
gobierno que gobierna al pueblo chino.
Los hechos le han dado la razón al Uruguay. La semana
pasada comenzaron los vuelos entre las compañías aéreas que van desde
China a Taiwán, lo que es un primer paso para una consolidación pacífica
de esa unión natural, siendo que por otra parte hoy la inversión taiwanesa
en la China es la más importante de todo Taiwán. No solamente desde el
punto de vista de la relación financiera, sino además de la inversión en
desarrollos industriales, tremendamente sugestiva de lo que es el porvenir
pacífico que se alcanzará en ese problema, que se inició en
circunstancias distintas hace 50 años, y al fin y al cabo en la historia
China 50 años es la nada.
Así que no se ha podido esperar, porque 50 años en
China no existe como tiempo, es apenas más o menos entre cinco y diez
minutos en la historia del Uruguay.
Estas cosas se han hecho además, yo debo decirlo, por la
profesionalidad de los embajadores que hemos tenido el honor los uruguayos
de tener en China, comenzando por el hoy Embajador en Ginebra, el señor
Guillermo Valles; un hombre, además, realmente experto en las cosas, en las
cosas económicas, y por los distintos embajadores, terminando actualmente
con mi personal y antiguo amigo salteño don Pelayo Díaz -digo salteño y
lo miro a Recaredo pero como él es de Paysandú tiene ese problema, ¡qué
le vamos hacer! Recaredo, hay que sufrir- que ha sido sin ninguna duda un
grupo profesional muy competente, muy competente, en donde hemos tenido sí
la ayuda de todos los embajadores chinos que han estado aquí con nosotros,
particularmente su actual Embajador, que además de dominar el español y de
hablarlo mejor que nosotros, pone más que empeño, energía e inteligencia
en hacer todas estas cosas.
Esto prueba una vez más que el Uruguay, que algún día
los uruguayos vamos a tener que reflexionar profundamente sobre nuestra
identidad, el Uruguay crece y vive de lo que exporta, a diferencia de otros
países de América del Sur que tienen condiciones particularmente
diferentes a las nuestras.
Qué sería del mundo si Brasil y Argentina no pusieran
todos los años 100 millones de soja en el mercado comprador. Habría
muchísima gente que pasaría mucha hambre. Qué sería del mundo si
venezolanos y chilenos no pusieran todo el petróleo, todo el hierro y todo
el cobre que disponen, todos los años, con beneficios para ellos, pero a
satisfacción de las necesidades inexcusables que el mundo tiene de esos
elementos. Como algún día, no lejano, Bolivia lo va a hacer para todo
América del Sur en materia de energía.
El Uruguay no tiene nada de ese tipo de cosas. No tiene
ninguna cosa que el mundo reclame, requiera y que solamente nosotros
tengamos. El Uruguay sólo se tiene a sí mismo. Pensemos solamente que
abrimos las exportaciones de carne del mes de enero, la carne sola -la carne
vacuna y ovina y las menudencias, sin los cueros- van a llegar a tener un
guarismo no menor a 1.000 millones de dólares, al ritmo de enero y febrero
de las exportaciones. Lo que significa que solamente el Uruguay, para poder
crecer, crece de la exportación y que solamente el Uruguay el recurso más
importante que tiene es que su cuerpo social y su gobierno crezcan desde ese
parámetro, y pongan al servicio de ese parámetro las buenas relaciones con
el mundo.
Todo lo que el Uruguay vende, lo vende fuera de la
región. La región produce lo mismo que nosotros. No nos engañemos, los
hechos son más fuertes que las palabras.
Nosotros tenemos 12 millones de cabezas de vacuno y
Brasil 150, y la Argentina 50; a amén de 100 millones de toneladas de grano
la Argentina y bastante más el Brasil. Lo que quiere decir, que los países
crecen como el Uruguay si tienen buena conducta, si cumplen con su palabra,
si respetan los contratos, si compiten con calidad, si bajan los costos de
producción y si abren los mercados. Para lo que China, sin ninguna duda, ha
sido fundamental para la vida política y económica y comercial y la vida
productiva de los uruguayos, porque los acuerdos alcanzados entre China y el
Uruguay han sido anteriores a los acuerdos alcanzados por países de la
región, que tienen sin ninguna duda un poder de compra y un poder de venta
significativamente mayor que el nuestro.
Esto habla de la forma como China ha considerado y
respetado a este pequeño país, y habla de la forma de cómo hemos
trabajado en común, siempre con ese respeto, que ha permitido a ambos
gobiernos, a nivel de todos los sectores de la sociedad, tanto públicos
como privados, a acentuar sus relaciones y tener por delante muchas cosas
más para hacer. Sin ninguna duda, entre China y el Uruguay hay muchas cosas
más para hacer.
Y una de las primeras, como viene el próximo gobierno yo
ya lo he hablado esto con el señor Embajador y se lo recuerdo, no se olvide
que en el Río de la Plata los puertos de aguas profundas están aquí. Y
que desde aquí, pasando por el Cabo de Buena Esperanza, se llega al mismo
tiempo que desde Australia con carne chillie a todos los puertos del Sur de
su país. Y esto no solamente servirá para el Uruguay, sino que el Uruguay
debe servir para las exportaciones bolivianas, paraguayas, argentinas,
chilenas, del Sur del Brasil. Y algún día, algún día ya se hará
definitivamente, no solamente con los chilenos ahora, un gran puerto de
aguas profundas en el flanco atlántico del Río de la Plata, como decía el
doctor Luis Alberto de Herrera y afirmaba también el señor Batlle y
Ordóñez, y queremos que ustedes, que los chinos que miran a largo plazo, y
nosotros también porque somos también orientales, piensen en eso y no se
olvide del mapa que les mostré y de los planos que les mostré. Muchas
gracias, señor Embajador; cuento con usted.
PALABRAS DEL MINISTRO DE GANADERÍA, AGRICULTURA Y PESCA,
MARTÍN AGUIRREZABALA, EN EL EDIFICIO LIBERTAD
MINISTRO
AGUIRREZABALA: Señores, es una satisfacción muy importante para mí
culminar esta etapa de negociaciones con protocolos sanitarios para ganado
en pié, para embriones y para semen, que tienen una gran significación.
Por un lado tienen una gran significación sanitaria,
porque significa el reconocimiento al trabajo que se ha hecho en el Uruguay,
al trabajo del doctor Ugarte al frente de los Servicios Ganaderos, que una
vez más culmina exitosamente con una negociación muy importante.
Muy importante, porque significa el reconocimiento de la
situación sanitaria del país, en un extremo relevante. Es decir, la
aceptación por parte de China de la exportación de ganado en pié
significa el reconocimiento de China a un nivel de situación sanitaria
destacado en el mundo.
Significa, al mismo tiempo, también la culminación de
un trabajo muy importante con China. Durante este periodo de gobierno, y con
el liderazgo del señor Canciller y por sobre todas las cosas con el
liderazgo del señor Presidente, hemos logrado hermanarnos con China en una
forma muy importante. Y hemos logrado avances muy significativos en materia
comercial, sobre todo en el sector agro- exportador, y detallo la apertura
de la exportación de carne, la apertura de exportación de lácteos; las
negociaciones para exportación de madera, la apertura para la exportación
de citrus, la exportación de arroz, exportación de soja recientemente
culminada.
Estos tres protocolos significan de algún modo, al
finiquitar la acción de gobierno, el colorario de toda aquella acción. Y
en eso quiero destacar muy especialmente, y quiero agradecer muy
especialmente, al señor Embajador Wang, porque ha sido un amigo del
Uruguay; no sólo ha sido el representante de China en el Uruguay, sino que
ha sido nuestro representante frente al gobierno chino y ha actuado con
total celeridad y con un compromiso muy importante.
Por otro lado, quiero agradecer muy especialmente al
Embajador Pelayo Díaz. El Embajador Pelayo Díaz con el problema además de
la hora durante todos estos días debe haber pasado sin dormir gracias a
nosotros. Y esto no es sólo hoy, para culminar esta negociación, sino que
ha sido sistemáticamente así durante todas las negociaciones que se han
hecho.
Creo que le debemos realmente a la Chancillería, y
especialmente en este caso al Embajador Pelayo Díaz, un gran reconocimiento
porque sin ese trabajo no se hubiera podido lograr estos acuerdos.
Por último, el agradecimiento al gobierno chino, porque
realmente ha tenido con Uruguay una deferencia muy especial, le ha dado un
rol en sus relaciones internacionales que es muy difícil para un país muy
grande respecto de un país muy pequeño y que realmente nosotros siempre
nos hemos sentido tratados como el país más importante de la tierra.
Siempre ha habido celeridad en la respuesta, siempre ha habido una
deferencia especial para con Uruguay, y por eso creo que es muy importante
reconocerlo.
Por último, el Presidente recién me decía que este es
el último acto protocolar en que se firman convenios con gobiernos amigos,
con Estados amigos, y creo que yo al mismo tiempo, en ese mismo instante,
estaba terminando la tinta de mi lapicera; tuve que pedir una prestada para
terminar. Creo que eso es un símbolo, es un símbolo del trabajo denodado
que se ha hecho para abrir mercados, para generar relaciones que sean
útiles para la gente en el Uruguay y útiles para la gente en los países
con los cuales hemos firmado. Eso, para mí, tiene una significación muy
especial, cada vez que abrimos un mercado estamos generando trabajo para una
cantidad de gente en el Uruguay. Abrir un mercado no es sólo un acto
protocolar, no son firmas donde lo único que se gasta es tinta, detrás de
cada una de esas gotas de tinta hay muchas gotas de sudor y algunas de
sangre. Creo que realmente es eso, es un símbolo del trabajo que se ha
hecho.
Cuando veníamos para acá, que llegamos medio tarde
porque estábamos haciendo otras cosas, en el auto veníamos comentando con
el Subsecretario que empezamos a 500 kilómetros por hora y terminamos a
1000 kilómetros por hora. Vamos a trabajar hasta el último día y creo que
esto es un buen símbolo de eso; vamos a seguir trabajando hasta el último
día, para hacer las cosas lo mejor que podamos. Así que, gracias, señor
Embajador; gracias, señor Presidente; gracias señor Canciller; gracias
Recadeo, y gracias a todos los que hicieron posible esta realidad.
PALABRAS DEL MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES, DIDIER
OPERTTI, EN EL EDIFICIO LIBERTAD
MINISTRO
OPERTTI: Creo que Martín Aguirrezabala dijo esencialmente lo que había que
decir, pero yo quiero agregar alguna reflexión adicional.
Desde la visita que el Presidente Batlle, visita de
Estado, efectuara en octubre del 2002 hasta la fecha, hemos avanzado
notoriamente en dos años en el acceso al mercado chino. Hemos removido
obstáculos sanitarios, fitos sanitarios, y con eso se ha consolidado un
proceso que ya en el año 2003 permitía el acceso a la carne bovina; antes
habíamos tenido gestiones relativas a cítricos, a lácteos, arroz. Y hoy,
en los protocolos que se acaban de suscribir se cubren el ganado en pié, el
semen congelado y los embriones. Quiere decir que hay un amplio espectro de
la producción agro exportable uruguaya a China.
Ese es el hecho económico, ese es el hecho comercial,
ese es el hecho a la producción, pero hay detrás de esto también un hecho
político trascendente.
Un gran país, territorialmente inmenso, poblacionalmente
de 1300 millones de habitantes, es capaz de mantener una relación
equilibrada, sólida, serena, respetuosa con esta, con un país pequeño. Lo
cual revela que en la dimensión de las relaciones el elemento cuantitativo
es uno de los elementos pero no el elemento decisivo. Y creo que la realidad
muestra como los acuerdos bilaterales, compatibles con los compromisos
multilaterales, es el camino que el Uruguay ha escogido con acierto y en él
deberá seguramente profundizar.
Cabe también hacer una reflexión adicional en el
terreno político. Ciertamente, a partir de los ´70, aparece China en
Naciones Unidas y aparece China en el Consejo de Seguridad, y aparece China
integrando el Grupo de los V. Y Uruguay, creo que interpretando
adecuadamente los datos de esa realidad política, interpretando con
fidelidad la representatividad que deben de tener los Estados que allí
tienen en el Consejo de Seguridad su asiento, entendió y siguió entiendo
desde entonces que China era la China Popular y que esta tenía como China
continental la legitimación de la representación de su nación.
Y eso ha sido una línea de política exterior adoptada y
sostenida en el tiempo y que seguramente China ha valorado en la forma que
el señor Embajador muy elocuentemente lo acaba de expresar.
Por último, un dato final. Hay algo de paradojal o de
simbólico en que sea este grupo, este conjunto de convenios con China los
que cierren la gestión acuciosa del equipo del Ministerio de Ganadería,
buscando asistir a su Ministro, joven, sin duda, Ministro que para todos
representa -quiénes lo vemos de cerca- no sólo una realidad tangible, sino
una promesa muy elocuente. Para quienes lo conocemos, sabemos de su trabajo,
del equipo técnico, sabemos del esfuerzo denodado que han venido
desplegando. Pero también sabemos que si no se hubiera creado esa
diplomacia presidencial, esos encuentros de Jefes de Estado, esos diálogos
intimistas entre quienes han tenido la experiencia y la vida política como
la actividad habitual a lo largo de toda su existencia, posiblemente, sin la
visita de Jian Zemin, sin la visita del Presidente Batlle, que además
corroboraba y sostenía y asentaba las que también sus predecesores habían
efectuado, probablemente hoy no estaríamos en esta mesa, con naturalidad,
con sencillez, firmando estos acuerdos.
Por eso yo reivindico en este caso el valor de la
política, el valor de la política tanto interna como internacional, y
reivindico fundamentalmente el sentido de la coordinación: es posible en
las áreas del Estado accionar desde distintas dimensiones y hacerlo de modo
concurrente no de modo excluyente y eso es lo que creo que, tanto nuestra
Cancillería como los Ministerios concernidos, hoy Ganadería, en otros
casos otros, hemos podido realizar.
Sólo esto y nuestro agradecimiento ciertamente sincero
al señor Embajador, por los esfuerzos que me consta que ha desarrollado él
al servicio de su gobierno. Muchas gracias.
PALABRAS DEL EMBAJADOR DE LA REPÚBLICA POPULAR CHINA,
WANG YONGZHAN, TRAS LA FIRMA DE TRES PROTOCOLOS SANITARIOS
EMBAJADOR
YONGZHAN: Realmente para mi, Embajador de China en Uruguay, es un gran honor
haber podido firmar estos tres Protocolos nuevos, para fomentar aún más
nuestros vínculos económicos y comerciales.
Sin duda alguna, esos tres Protocolos específicos
-particularmente agrícolas y ganaderos- van a enriquecer los análisis de
un montón de acuerdos y protocolos en lo político, económico, comercial,
cultural, educacional, tecnológico y de inversión entre ambos países. Y
por eso, en ese sentido, vale la pena celebrar este acto con la firma de
esos tres nuevos Protocolos en la presencia del Presidente, del Canciller,
junto con tantos amigos.
Justamente, quería destacar que nuestras relaciones son
excelentes, Nuestros Mandatarios actuales realizaron sus visitas de Estado
en 2001 y 2002, en base de las visitas de Estado anteriores. Los dos
gobiernos han venido dando prioridades a sus relaciones recíprocas.
Los parlamentarios trabajaron de forma activa para
nuestros vínculos bilaterales. Los partidos políticos también han
trabajado y siguen trabajando de igual manera.
Los sectores empresariales forman parte de nuestras
relaciones bilaterales e hicieron sus aportes correspondientes también.
Todas las personalidades y amigos de ambas partes también hicieron sus
aportes enormes a nuestras relaciones bilaterales.
Realmente, como recién dijo el Ministro de Ganadería,
Agricultura y Pesca, nuestras relaciones son muy buenas, en todos los
sentidos.
Un país como el nuestro, geográficamente y
poblacionalmente muy grande, un país como Uruguay, tanto geográfica como
poblacionalmente pequeño, podemos mantener buenos vínculos y una amistad y
una cooperación muy fructíferas, en base al respeto mutuo y beneficio
recíproco. Nuestras relaciones se han desarrollado de esta manera, en un
rumbo muy sano, estable y fructífero.
También quería destacar que el Presidente mismo, su
gobierno, el Congreso, los partidos políticos de este país, siempre apoyan
y ofrecen su apoyo y ayuda al gobierno de la República Popular China y al
pueblo chino; por ejemplo, sostienen ustedes siempre con firmeza el
principio de una sola China; sostienen ustedes siempre que Taiwán es parte
de China, ustedes apoyan siempre la reunificación pacífica de mi patria.
Mi gobierno, que reitera una y otra vez su agradecimiento
al Presidente, al gobierno, al Congreso, a los partidos políticos de este
país, también quería aprovechar un momento tan importante para agradecer
profundamente al señor Presidente, señor Canciller, señor Ministro y a
todos los amigos presentes y ausentes.
Como Embajador hice lo que pude, siempre hago según las
instrucciones de mi gobierno, de mi Presidente y de mi pueblo. Hago con mi
posición las cosas que podía, porque siempre hago por mi amor a China y al
pueblo chino, por mi amor a las relaciones bilaterales, al pueblo uruguayo y
a los intereses bilaterales. Hago todo esto con gran gusto, con gran amor y
con gran dedicación.
Continuaré trabajando para fomentar aún más nuestras
relaciones tan buenas, tan estrechas, para que pueda llegar a otra etapa en
beneficio de las dos naciones y de los dos pueblos.
Seños Presidente, muchas gracias. También quería
expresar especialmente mi sincero agradecimiento al Presidente para con las
relaciones bilaterales, para con la Embajada china, para con mi persona y
para con más de decenas de delegaciones de la República Popular China a
quienes él recibió. Muchas gracias.