23/02/05
BATLLE DESTACÓ UNIDAD Y LEALTAD EN EL GOBIERNO
El Presidente Batlle destacó la unidad y la lealtad con
la que actuaron los distintos integrantes del gobierno en la presente
Administración. De esta forma, el Primer Mandatario agradeció a todos sus
colaboradores, tanto en el Poder Ejecutivo como en el ámbito parlamentario,
por el apoyo recibido durante su gestión. Batlle destacó también la figura
del Vicepresidente Luis Hierro López, a quien señaló como paradigma en tal
alta investidura, así como el respaldo recibido por el ex Presidente Julio
María Sanguinetti.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE BATLLE,
DURANTE EL SALUDO A INTEGRANTES DEL PODER EJECUTIVO Y PARLAMENTO, EN EL
EDIFICIO LIBERTAD
PRESIDENTE BATLLE: Buenos días, no queríamos terminar el
periodo de gobierno, que por mandato constitucional expira en dos o tres
días más, sin haber tenido la oportunidad de juntarnos con ustedes para
saludarlos y para agradecerles.
Para saludarlos y agradecerles todo lo que hicieron por
el país, todo lo que hicieron cumpliendo con sus obligaciones y todo lo que
significó para el gobierno el que todos sus integrantes actuaran en los
distintos planos en que los tocó actuar, tanto en el Poder Legislativo como
en el Poder Ejecutivo, con absoluta y clara unidad.
Yo creo que unas de las cosas que el país siempre supo es
que el gobierno estuvo siempre respaldado por una actitud de absoluta y
clara unidad de todos sus integrantes en todos los niveles del gobierno.
No solamente en el Poder Ejecutivo y en la Administración
Autónoma y Descentralizada, sino fundamentalmente en el Poder Legislativo y
en sus estamentos y niveles políticos, en cada una y en todas las
oportunidades en que ese respaldo fue absolutamente necesario para la vida
libre y de derecho del Uruguay.
Yo podría hacer una larga historia de cada una de las
importantísimas circunstancias en las cuales sentí esa unidad y sentí esa
lealtad para con el país, esa lealtad para con el gobierno y esa lealtad
para con el país.
Hoy las quiero resumir en dos cosas. En la primera, en lo
que ha sido la vida compartida en el Poder Ejecutivo con el señor
Vicepresidente de la República. Muchas veces la ciudadanía no comprende
cuáles son o no conoce cuáles son las debidas funciones de un Vicepresidente
de la República, más allá de remplazarlo al Presidente, de conducir la
Asamblea General y conducir el Senado.
El Vicepresidente de la República es el respaldo natural
del Presidente de la República en su vida política; sin un Vicepresidente
que tenga sentimiento cabal de cuáles son sus obligaciones, cuál es su forma
de actuar, cuál debe ser su participación muchas veces no divulgadas, ni
conocidas, ni publicitadas, pero siempre central y esencial a la vida del
gobierno; para el Presidente la vida se le hace muy difícil, si no
imposible. Y yo diría que si se quiere decir cuál es el paradigma para un
Presidente tener un Vicepresidente, yo recomiendo que elijan siempre a Luis
Hierro López.
Yo cuando era chico, de esto hace casi ya un siglo, leía
siempre un diarito que publicaban los republicanos españoles, que no sé cuál
de las organizaciones de la República española en el Uruguay en tiempos de
la guerra civil de España, publicaban en un diarito -un periódico, un
quincenario- que se llamaba creo que sí que la "República Española", y
arriba tenía unas palabritas que eran de Quevedo. Y me quedaron siempre
grabadas, porque me parece que eso simbolizaba no solamente lo que Quevedo
pensaba de la vida y de la conducta de los seres humanos en general, sino
que fundamentalmente era lo que uno sentía como un deber para uno mismo, y
en la política todavía y en el gobierno todavía mucho más. Quevedo decía:
"Al español más le va el serlo, el ser leal que el ser español, porque
dejando de ser leal deja de ser español". Luis Hierro es un buen español.
Yo creo que la lealtad con la que él se condujo, para con
el gobierno de la República en las dificilísimas circunstancias que
atravesamos, al gobierno le dio tranquilidad, respaldo, certezas, y
fundamentalmente una enorme fuerza para seguir adelante. En momentos,
inclusive, hubo mucha gente no pero alguna -inclusive gente que suele opinar
en materia económica y en materia política, y escribir y sigue escribiendo
por los diarios- de que creyó que era bueno adelantar las elecciones,
modificar la Constitución; en una palabra, creyó que era bueno dar un
golpecito de Estado, pensó que con eso iba arreglar todo. Y, naturalmente,
tenían que hablar con los sectores políticos para ver cuál era la opinión de
los sectores políticos, y naturalmente fueron hablar, ¿y con quién fueron
hablar? Habrán hablado con Juan, con Pedro, y con Diego. Pero fueron hablar
con quien hoy no está aquí, porque está fuera del país en Bariloche, fueron
hablar con el doctor Sanguinetti. ¿Qué les dijo el doctor Sanguinetti? Les
dijo lo que notoriamente cualquiera de los que están en esta sala diría:
"Con la Constitución todo, fuera de la Constitución absolutamente nada". Y
eso fue lo que el Partido Colorado y el gobierno hicieron durante estos
cinco años, siguiendo la palabra y el ejemplo que le diera quien lo fuera a
ver con tal aviesas intenciones, el ex Presidente de la República, el doctor
Julio María Sanguinetti, que hoy no está entre nosotros, y lo lamento,
porque hubiera deseado que su agenda le hubiera permitido estar acá para
hacerle públicamente un reconocimiento, que en momentos de dificultades, es
un reconocimiento de carácter histórico y que el país lo tiene que anotar en
su currículo como uno de los hechos más importantes de la vida política de
esta nación, de este gobierno y de esta colectividad que hoy nos reúne y nos
convoca.
Yo creo que ese trabajo unido, además, fue lo que nos dio
la fuerza para enfrentar la adversidad. Yo lo veía en los tiempos en que
tuvimos la fortuna de tener la colaboración de los ministros del Partido
Nacional, que también afrontaron los peores momentos dentro del ministerio,
del comienzo de la crisis; los veía a los señores ministros cada vez que
llegaba, o llegaba Alberto, o llegaba Alejandro, o llegaba después el amigo
Alfie, con sus sevillanas terribles cortando gastos, todos sustentados por
la tranquila y notoria sabiduría de Ariel. O sea, cada vez que nos reuníamos
con los señores ministros, los ministros de Economía respaldados por Ariel,
nos anunciaban la nueva buena de que había que cortar el 10% de los gastos,
o el 12% de los gastos, el 15% de los gastos, y había que seguir dando los
servicios. Inclusive, en tiempos en donde los distintos ministros de Salud
Pública sentían que además de las dificultades de ordenamiento que requería
esa cartera, como ya me lo había dicho el ex ministro Mosca al finalizar el
gobierno anterior, sentían que tenían que dar más servicios porque mucha
gente se había tenido que borrar de las mutualistas y otros no podían ir a
comprar los tiques y, por tanto, el Ministerio de Salud Pública, los
distintos ministros decían, bueno, tenemos que recortar los gastos pero
tenemos que aumentar los servicios.
Y no hubo por suerte en el país, en ningún momento, una
falta de servicios adecuados para atender las necesidades de la salud a la
población. Pudimos mantener lo que el anterior gobierno ya había alcanzado,
inclusive proseguir en esa línea de reducir la mortalidad infantil.
Por tanto, si no hubiéramos tenido ese sentimiento de
unidad de los jerarcas, de los jerarcas del INAME, de los jerarcas de todos
los institutos que tienen gastos, digamos, gastos que no pueden en buena
medida reducirse porque son los gastos del Rubro Cero, o gastos de
funcionamiento mínimo y necesario; si no hubiéramos tenido esa capacidad
para poder trabajar, para poder rehacer los esquemas, para poder funcionar;
si no hubiéramos tenido a los directores de los Entes Autónomos que
proveyeron de recursos para el Estado, resolviendo reducir las inversiones;
si no hubiéramos tenido al "Negro" durante cuatro años luchando
denodadamente para que el ANCAP pudiera seguir flotando con las obligaciones
del negociar y renegociar todas las deudas habidas y por haber de las
inversiones que estaban en un proceso de realización, pero que habían
quedado en buena medida sin financiación; y a la gente de la ANTEL y de la
UTE tratando de contribuir con su buena organización, ayudando a los
recursos del Estado, yo no sé si hubiéramos podido cumplir cabalmente con
todas nuestras obligaciones contraídas en el canje de la deuda, si no
hubiéramos sabido digamos tener la disciplina de contener el gasto.
Contener el gasto es la dificultad más grande que tiene
un gobierno, sin ninguna duda. Porque todos sentimos que en el gasto estamos
haciendo cosas que son positivas, que son necesarias para la sociedad. Y
todos sentimos que lo que estamos haciendo en educación, o en salud, o en
inversión, son impostergables; son las viviendas que el ministro quiere
hacer, o los distintos ministros quieren hacer. Y, bueno, ¿quién era el que
pagaba el pato? Y, bueno, Cáceres pagaba el pato, porque a Cáceres le
decíamos no, recursos para inversiones no, porque, ¿qué era lo que se podía
recortar? Las inversiones. Entonces, entre Alejandro y Cáceres inventaron la
Megaconcesión. Ahora la quieren revisar creo que habría de ser bueno
revisarla para mejorarla, o sea, para agrandarla sobre las mismas bases,
porque ha aprobado la Megaconcesión que si no hubiera sido por esa
ingeniería intelectual -no solamente porque el Ministro Cáceres es
ingeniero, sino porque Alejandro le ponía la imaginación esa frondosa que
siempre tuvo- no hubiéramos conseguido un mecanismo alternativo para poder
seguir haciendo cosas, manteniendo una infraestructura necesaria y
cumpliendo con las obligaciones y propósitos que el país tenía por delante
para dar el esfuerzo final que se pudo dar.
Yo diría que, además, que tengo que agradecer
particularmente a todos los sectores y personas que trabajaron en todo el
tema de la educación; empezando por las cosas que se continuaron antes del
ingreso escolar, todos los planes CAIF, que fueron formidables.
Nosotros mantuvimos la dirección, no fuimos cambiando a
la gente porque no nos gustaba a quién habían votado, sino que mantuvimos a
la gente por su eficiencia y pensamos fundamentalmente en eso más que en
ninguna otra cosa, que es lo que debe privilegiar cualquier sociedad y
cualquier gobierno.
Y luego tuvimos a Teresita al frente de Primaria, y
Carbonell en Secundaria, y a Fanny, que han hecho un trabajo formidable,
realmente un trabajo formidable. Y pese a las dificultades que tuvimos,
aumentamos la cantidad de niños que fueron atendidos y dimos más chances a
barrios para poder llegar a tener escuelas mejores de Tiempo Completo.
Yo el otro día recordaba una cifra que Fanny me dio; en
el año 1997, cuando en el programa modificado que impulsó el señor Rama para
crear los bachilleratos tecnológicos, comenzaron a tener allí apenas
participación 800 alumnos. Este año que nos vamos hay 18.000 alumnos en los
bachilleratos tecnológicos.
El otro día, visitando la fábrica de URUPANEL, en
Tacuarembó, que comenzó su instalación hace un año y que ahora en el mes de
marzo, al cumplir el año, ya empieza a funcionar, me contaban que reclutaban
los electricistas jóvenes en los cursos de la UTU en Tacuarembó y que eran
excelentes. Eso hace que la tecnología le abra a tanta gente joven las
oportunidades que no tenían hasta ahora y que son las que nos van a permitir
realmente resolver los problemas sociales, que siempre tienen colas
pendientes para resolver, pero que lo hemos podido encarar con fuerza, no
solamente aumentando mucho más los gastos en las áreas sociales, en todas
ellas, absolutamente en todas, desde los programas CAIF hasta los de
Infancia y Familia, en todas las áreas; en Vivienda, en la maniobra que
hicimos casi contable -que hicimos, "aramos dijo el mosquito"- que hizo el
Ministro de Economía con esa topadora que nos prestó Ariel, que es Graciela
Pérez Montero, que la vamos a poner al frente de cuánta cosa haya que
cambiar, para poder darle a 25.000 hogares, la entrega de la casa con cero
deuda en el Banco de la República y el resto de ellas con una sustantiva
disminución de la deuda; para ayudar a gente que se ha pasado años y años y
años pagando y que siente que nunca es finalmente propietario, siempre debe
y siempre debe y siempre debe. Bueno, por lo menos 25.000 hogares en todo el
país, de la cuota social, de crédito social del Banco Hipotecario, están
prácticamente resueltos en ese sentido.
Y todo eso nos permitió crecer, ¡y de qué manera y de qué
forma! Yo me voy contento porque es cierto que las vacas les gana, es
absolutamente cierto las vacas les gana.
Parecería que el Uruguay todavía no ha tomado clara
conciencia de cuál es el único camino posible para este país. Este es un
país en el que todos creímos siempre que fue muy rico. Sólo que la gran
ilusión y la gran utopía que hemos vendido siempre todos los sectores
públicos y privados de este país, es la idea de que este país es riquísimo y
que, por tanto, todo lo que se puede pedir se puede lograr, se puede
alcanzar, se puede prometer.
Y pienso que no, que este país no es riquísimo, que lo
que es riquísima es la capacidad de su gente para sobrevivir y crecer en un
país que no tiene riquezas fundamentales que el mundo reclame con necesidad
insustituible.
Acá no tenemos petróleo, somos una geología muy antigua,
no tenemos notoriamente petróleo, porque la gente que lo busca también lo
había buscado acá, como lo ha buscado en el resto del Universo y lo ha
encontrado.
No tenemos gas, no tenemos por supuesto porque no tenemos
petróleo y porque no tenemos gas, y, bueno, tampoco hasta ahora tenemos
cobre en la magnitud que tiene Chile, ni hierro en la magnitud que tiene
Venezuela y en las condiciones que lo tiene; no podemos darle de comer al
mundo entero como lo hacen Brasil y Argentina.
Brasil y Argentina solamente de soja ponen arriba del
mundo 100 millones de toneladas de granos. ¿Qué pasaría si un buen día
Brasil y Argentina no producen? La gente pasaría hambre mucho más en el
mundo, porque no hay otras áreas que se puedan sustituir a las áreas
agrícolas que ofrecen Argentina y Brasil; en el mundo entero no las hay.
Por tanto, esto significa que el Uruguay sólo se tiene a
sí mismo. El único rubro importante que tiene el Uruguay es la carne; este
año van a ser mil millones de dólares en tres mil. Y lo puede remplazar
cualquier país, porque Brasil tiene 150 millones de cabezas de ganado, la
Argentina 50, pueden aumentar enormemente su producción, pueden ofrecer al
mercado mucho más de lo que ofrecemos nosotros; hoy inclusive lo hacen.
Por tanto, nosotros nos tenemos a nosotros mismos, si
nosotros no tenemos una gestión muy ordenada, muy organizada, no vamos a
poder seguir generando la riqueza que hemos generado y que ha hecho que este
país sea un país tanto más justo, tanto más igualitario, tanto más abierto,
tanto más socialmente sensible que todos los demás países de América y que
la mayor parte de los países del mundo, que de eso deviene la idea
equivocada de que éste es un país riquísimo y que cuando el gobierno no da
los aumentos que se piden, o no se dan los subsidios que se reclaman, es
porque los gobernantes son malos. No, no es así; es porque el país no lo
produce genuinamente más allá de lo que le permite al hacerlo en la
distribución adecuada crecer al grado que ha venido haciéndolo y que puede
continuar haciéndolo. Y es el único camino real y posible para resolver los
bolsones de dificultades y, fundamentalmente, para integrar las zonas
sociales muy débiles que son aquellas en las cuales se generan las
situaciones de pérdida de identidad, o de inclusión dentro de la sociedad de
sectores marginales que reclaman un auxilio muy fuerte de la sociedad,
porque aunque la sociedad crezca y la sociedad pueda exhibir un porcentaje
altísimo de crecimiento, de progreso, de apertura de oportunidades, esa
gente puede estar inclusive viendo ese crecimiento pero no participando de
él, porque no está en condiciones del conocimiento y de la cultura adecuada
para meterse en el mundo en donde el Uruguay solamente si se mete en él
puede crecer.
Por eso yo digo, y lo dije en un pequeño reportaje, esto
no es un problema ni de izquierda, ni de derecha, ni de centro, esto es un
problema de que el país sólo vive de lo que exporta y para exportar hay que
producir en forma competitiva y con calidad; y para hacerlo hay que tener
una economía ordenada, y para tener una economía ordenada hay que tener
ministros de Economía que hagan esa cosa dura de decir 77.577 veces no y dos
veces sí; y hay que tener un gobierno atrás que los comprenda, que los
entienda, que los ayude, y un partido que tenga -como dijo en su momento el
señor Wilson Ferreira, el general ciudadano de nosotros-: este partido es
simplemente el nombre que se le da al gobierno.
Y eso es un poco el sentido de esta reunión. Agradecerles
por haber tenido ese sentimiento y haber participado de esa emoción
colectiva que es construir con unidad y con inteligencia, y con sobriedad y
con honorabilidad, desde el gobierno las bases de la sociedad,
restablecerlas cuando ellas fueron tan dañadas y tan perjudicadas desde el
exterior, que desde allí nos vino la aftosa, desde allí nos vino la crisis
bancaria; consolidarla, cumplirla, tener con ello una imagen en el exterior
absolutamente formidable como, si ninguna duda, nos han expresado quienes
han venido aquí a vernos en representación de los organismos multilaterales,
no muy generosos habitualmente en decir cosas.
Y al mismo tiempo haber entregado democráticamente,
libremente, con una transición nunca vista hasta el día de hoy, en paz, un
país a las autoridades que llegan para que ellas puedan al día siguiente
sentarse y recibir la transmisión del mando el día 1º de marzo, a las cinco
de la tarde, el día 2 puedan estar trabajando plenamente, con conocimiento
absoluto de todo lo que hay adentro de cada oficina, con todos los elementos
a su alcance y con una certeza de que llegan al gobierno con un país que
está en marcha, que está creciendo, que está en paz y que está en libertad.
Todos ustedes han sido los que han contribuido en forma
absoluta a que esto haya sido posible, pasando juntos las horribles, las
peores, las malas y ahora las buenas; y mañana seguramente las muy buenas,
porque vamos a poder ver cómo el país este año va a crecer al 7%, la
inflación va a seguir siendo un dígito, el desempleo va a bajar, y todo eso
es por obra y gracia del esfuerzo colectivo que en estos cinco años hicieron
todos ustedes; amén de ciudadanos, que siendo independientes políticamente,
que no participando en nuestra colectividad política, que siendo inclusive
integrantes del Partido Nacional, han continuado con lealtad trabajando en
la Administración, a ellos particularmente les agradezco su sentido del
deber, su lealtad para con el país, y el haber contribuido con su talento y
con su energía y con su integridad al gobierno, así como lo hago con los
integrantes del Partido Nacional que acompañaron al gobierno hasta en
momentos en que -estoy absolutamente seguro- muchos de ellos quisieran estar
acá hoy con nosotros para celebrar lo que es el cumplimiento de las
obligaciones constitucionales que todos ustedes han hecho con honor y
dignidad. Muchísimas gracias.
VICEPRESIDENTE HIERRO: No, no me llamó la atención, sí
me emocionó.
Es un reconocimiento -según él ha dicho- a la lealtad
que yo mantuve en estos años; esa era mi obligación primera, lo hice con
gusto, con pasión, con sinceridad y creo que, bueno, la historia
seguramente juzgará la actuación del Partido Colorado en el gobierno, más
allá del juicio que ha tenido la opinión pública en la circunstancia
electoral, como un gobierno que ha hecho lo indecible para superar aquella
crisis y para entregar al país en orden y en crecimiento.
Y esto es lo que importa; más allá de las personas,
más allá de la posición de cada uno lo que importa es el saldo final, que
creo que con todas las dificultades que el país ha tenido, es un saldo
final altamente positivo. Y es lo que nos llena de tranquilidad, nos deja la
seguridad de que el 1º de marzo vamos a poder entregar el país en las
mejores condiciones posibles y caminar por la calle con la mirada en alto.
Esto es lo que importa.
PERIODISTA: Hierro, el Presidente Batlle decía de
sectores que habían propuesto adelantar las elecciones en los momentos de
crisis del país. ¿Están identificados esos sectores? ¿Qué va a pasar
con ellos?
VICEPRESIDENTE HIERRO: No, no, fueron propuestas de
índole política: hubo sectores políticos y personas que efectivamente
durante la crisis, yo creo que como secuela de la renuncia del Presidente De
la Rúa en la Argentina, en diciembre del año 2001, en el año 2002
propusieron ese tipo de cosas, lo cual fue totalmente desvirtuado por los
partidos políticos y por los principales dirigentes políticos del país. O
sea que....
VICEPRESIDENTE HIERRO: Bueno, usted recuerda que hubo una
propuesta en ese sentido de la Corriente de Izquierda, propuesta que yo
califiqué como un intento de golpe de Estado en su momento. Y después hubo
un grupo de ciudadanos por parte de los partidos que manejaron ideas
similares, pero ello quedó en el olvido y en el pasado, por suerte.
VICEPRESIDENTE HIERRO: Yo no tengo noticias, tengo
noticias a través de lo que indicó la prensa, ¿verdad? Y de lo que me
dijeron algunos compañeros de mi partido. Pero ha sido un asunto creo que
absolutamente menor, que hay que olvidar y al cual se le respondió como
dijo el doctor Batlle: "con la Constitución, el Partido Colorado
desarrollaba todas las acciones que fueran necesarias; olvidando, violando o
postergando un artículo de la Constitución, el partido no estaba dispuesto
a dar ningún paso".