23/02/05
SE VIVE DE LO QUE SE VENDE PARA AFUERA
El Presidente Batlle reiteró que los países viven de
lo que venden para afuera, y para eso lo que se precisa no es otra cosa que
sensatez y buena administración. Tales conceptos fueron expresados por el
Primer Mandatario durante la visita a la planta de FUNSA, donde destacó
además el valor del nombre, de la marca, como un valor no solamente
interno, sino que tiene fundamentalmente un valor en el exterior, respaldado
por la cuestión interna.
PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, JORGE BATLLE,
DURANTE SU VISITA A LA PLANTA DE FUNSA
23/02/2005
PRESIDENTE BATLLE: Este es un asunto más que
interesante, este es un asunto más que interesante. Hablábamos con el
amigo Romero, cuando entramos, sobre el problema que nos mortifica, que es
nuestra respectiva edad. Yo le dije que él era un chiquilín apenas con
sesenta y cinco, yo con setenta y siete, los dos recién empezando nuestras
cosas.
Una etapa nueva en la vida de él, una nueva etapa en la
vida mía, ¿no es verdad? El de Presidente y yo desciendo de la
Presidencia. Así que estamos en eso los dos.
Pero es un asunto muy interesante, porque naturalmente me
parece muy bien, el agradecimiento. Pero yo, como tengo mucha edad, cada
día tengo más manías propias de la edad. Y siempre repito lo mismo,
porque a esta altura del partido también un verso nuevo es difícil de
aprenderlo, ¿no es verdad?
Uno tiene memoria de lo viejo, no de lo nuevo. Yo digo
que cuando llegó el momento de Trafalgar, Nelson, que se había reunido con
sus capitanes bastante antes para decirles cómo iba a ser el lío, en el
último momento les dijo: Inglaterra espere que cada uno cumpla con su
deber.
Yo creo que acá lo que hicimos todos fue eso, cumplir
con nuestro deber. O sea, que en su rama, en su lugar, cada uno hizo lo que
tenía que hacer.
En algunos casos cumplir con el deber exige un
determinado esfuerzo y un determinado sacrificio; un determinado esfuerzo
inteligente, además, de un determinado sacrificio sensato. Yo creo que eso
fue lo que hizo el sindicato. Cuidando de la base que le permitió hoy estar
en esta cosa.
Los demás, la única cosa que hicimos fue cumplir con
nuestro deber, chau. No hicimos ninguna otra cosa. O sea, a mi me pareció
la propuesta que económicamente era válida, y si no hubiera creído que la
propuesta económicamente no era válida, en la primera reunión que tuvimos
en la Casa de Gobierno se lo hubiera dicho. Porque siempre creo que en esa
materia lo mejor es manejarse con lo que uno cree que es la verdad. Aunque
uno no tiene la verdad, la verdad no sé quién la tiene; pero uno tiene la
suya.
Y yo creí que el proyecto era válido y creo que el
proyecto es válido, y por eso dije desde el principio: el proyecto sirve,
el proyecto es válido.
Por veinticinco mil razones concurrentes, que ellos las
pueden explicar mucho mejor que yo, pero, más o menos, yo creí también en
el planteo y sigo creyendo en el planteo.
Y, además, a mí la prueba del nueve me la dieron los
otros, los que a último momento vinieron para que esto no ocurriera. O sea,
la prueba del nueve eran los otros, porque los otros vinieron como si no
hubieran sabido nunca lo que pasaba acá; como si no hubieran tenido
noticias que esto existía, cuando el ómnibus partía a ver si podían
subirse o impedir, pinchar la rueda para que el ómnibus no caminara, ¿no
es verdad? O sea, que esa era la prueba del nueve de que el proyecto era
válido.
Creo, además, que hicieron muy bien en juntarse con los
inversores y particularmente con José, porque es un tipo que sirve,
también. Es un tipo que sirve y yo creo que en eso todos tenemos que darnos
cuenta de algo que también lo voy a repetir mientras me quede un hálito de
vida. Hay una gran confusión en el Uruguay en cuanto que los uruguayos
siempre han creído que este es un país riquísimo, y no es cierto; éste
no es un país rico. Un país rico es un país como Argentina, como Brasil,
que pueden producir cien millones de toneladas de grano por año. El día en
que Brasil y Argentina no produzcan cien o ciento cincuenta millones de
toneladas por año, mucha más gente en el mundo va a pasar hambre porque lo
que ellos producen es esencial para el mundo entero.
En cinco años se han pasado de producir cero,
prácticamente, a producir cien millones de toneladas de soja; cien
millones, y el mundo se las come.
País rico es Venezuela, que tiene todo el petróleo del
universo y todos los minerales del universo; saca el hierro sin galería,
sin ley prácticamente, ochenta y cinco por ciento de la ley de hierro.
País rico es Chile, que tiene todo el cobre que el mundo precisa. O
Bolivia, que tiene todo el gas que América necesita.
Nosotros no tenemos nada. Si nosotros la única cosa que
exportamos en volumen es carne. Calculen, tres mil millones de dólares este
año, mil son de carne.
¿Y quién no produce carne? Carne producen de pollo,
producen de cerdo. Los brasileros tienen ciento cincuenta millones de
cabeza, pueden tener doscientas, doscientas cincuenta; los argentinos otro
tanto.
Acá, la única cosa que hay es si uno se administra
bien, si uno es sensato. Y porque este país fue un país que siempre fue un
país bastante machete, además; bastante conservador en el sentido del
manejo de las cuestiones económicas, y se administró bien este país pudo
hacer la clase de sociedad, que no es perfecta, por cierto, siempre va a
tener imperfecciones, pero esta es una sociedad que ha sido mucho más justa
y mucho más equitativa y mucho más igualitaria en oportunidades y en
condiciones que la mayor parte de los países del universo.
Ahora, para ser eso se precisa que se continúe
conduciendo la cosa así. Y este proyecto tiene eso, este proyecto funciona
porque la gente que lo ha manejado es sensata, es seria. No se hacen trampas
al solitario, no se hacen ilusiones más allá de las realidades. Y por eso
las cosas caminan y van a caminar, y así caminan los proyectos serios en el
Uruguay y así caminan las cosas en el Uruguay.
Aquí, nosotros nos tenemos únicamente a nosotros
mismos, y si hacemos las cosas bien en cada una de las ramas, entonces,
vamos todos a crecer y todos a mejorar. Y cuando las cosas están mal
planteadas por nosotros mismos, porque cometemos errores, porque damos pasos
más largos de los que debemos dar, bueno, las cosas se caen por más que
uno las quiera bancar. Porque la economía es mucho más fuerte que nuestras
palabras. Y nos guste, o no nos guste, el mundo es global.
Por tanto, si lo que producimos acá no podemos competir
con lo mismo que produce un tipo parecido en la China, o en Groelandia,
tenemos que pensar en otra cosa para hacer, en otra forma de trabajar, en
otra productividad para incorporar, en otra tecnología para meter. Y en
otro producto, porque, ¿por qué tenemos que estar siempre pensando en un
producto del caucho? También podemos pensar en cualquier otro producto.
Podemos pensar en cables eléctricos, podemos pensar en conexiones
tecnológicas.
Porque, ¿de cuándo acá una empresa es eterna? Es
mentira. Si uno agarra la nómina de las empresas más importantes del mundo
en los últimos cincuenta años, la mitad no existen. Terribles monstruos
han desaparecido. Uno de un viernes para un lunes, como el de la Baring
Brothers, que había prestado plata ya a Rivadavia en 1811; y se terminó.
La liquidó un tipo en una tarde, haciendo no sé qué cosa en el mercado
financiero de Singapur. Y la auditoría de Anderson, en la más grande del
mundo, con ENRON, marcharon los dos. Por portarse mal y por no tener la
cabeza bien puesta.
Por tanto, son muchas las cosas que se pueden hacer acá.
Acá no hay solamente por qué pensar en lo que se ha hecho hasta ahora.
¿Que esto es una base? Pero, por supuesto que es una base. ¿Que es una
base sólida? Por supuesto que es una base sólida, pero son muchas más
cosas que se pueden hacer, porque lo que se precisa no es otra cosa que
sensatez para la buena administración, todo lo demás se alquila.
La tecnología se alquila, se alquila en cualquier lugar
del mundo y está disponible. Y nosotros en este país, por suerte, la gente
de este país, por suerte, en función de que básicamente su alimentación
básica a lo largo de los años y de las generaciones es la más barata
siempre, aun cuando pueda ser cara para muchos o para algunos, la más
barata siempre ha sido la leche y la carne y es proteína pura, eso hace que
nuestro país tenga gente muy competente, muy apta, muy capaz de competir
con acierto y con inteligencia en cualquier lugar del mundo.
Por tanto, yo creo que esa es la base por la que esto va
a caminar, y por las que las cosas similares a esta en el país van a
caminar. ¿Por qué se creen que no se cae Metzen y Sena, que está a tres
menos cuartillo, que hace cinco años que estamos ahí, traspirando todos
los días a ver si la podemos aguantar? ¿Por qué? ¿Somos unos fenómenos
nosotros? No, mentira. Se aguanta por sí sola, porque funciona.,
esencialmente funciona. Le falta arreglar algunas cosas, pequeñas; más
vale líos entre personas, más vale dueños de acciones que no se dan
cuenta que eso no es para ellos, que no se interesaron por bancarla
adecuadamente en su momento. Porque no todos los padres son fenómenos y los
hijos ganan carreras. Hay cantidad de padres fantásticos y los hijos no
levantan las patas. Lo sé por experiencia, ¿qué te parece yo?
Entonces, me parece a mí que eso es una cosa que es lo
que está en la base de esta sociedad uruguaya. La base de esta sociedad
uruguaya, para que la sociedad realmente crezca, hay que pensar en que este
es un país que no vive del mercado interno, este país vive de la
exportación, solamente de la exportación. Acá, hay tres millones de
habitantes, menos que en un barrio de San Pablo. Los países viven de lo que
venden para afuera.
Al fin y al cabo, cada uno cuando sale de su casa y va a
un trabajo, exporta; si su casa es como un país. ¿Qué llega a su casa? Lo
que vende fuera de su casa, que es su trabajo, su habilidad, su condición.
Las naciones son iguales. Los almacenes son iguales. Si el almacenero gasta
el triple de lo que ingresa se funde. Los países es igual. Y las sociedades
industriales es igual.
Y las sociedades industriales tienen hoy una sola cosa
que es permanente, que es el cambio. Las sociedades industriales y los
países son como la bicicleta: se deja de dar pedal y se cae.
La única cosa que es permanente es el cambio. Cuando
estén haciendo un producto tendrán que estar pensando cuál es el producto
mejor sobre ese mismo producto que están pensando en hacer para adelante. Y
él sabe todo eso. Sí, sí. Porque está a tiempo.
Ahora, paso a la vida civil, ¿no es verdad? Es así.
Estamos cerca del lugar, está a tiempo porque es un tipo sensato y ha
trabajado con ustedes y ustedes han actuado así, han pensado así y se dan
cuenta de eso. Lo conocen y saben que eso es como hace que esto funcione. Y
esto va a funcionar así y estoy seguro que vamos a poder ver de nuevo a una
FUNSA, que tiene en su nombre un gran prestigio, un grandísimo valor. El
nombre sólo de FUNSA tiene un grande valor.
Cuando yo era chico y yo iba al almacén del Palacio,
enfrente, a comprar matamoscas, yo pedía "flit"; nunca pedí
matamoscas. Y cuando fui a comprar jabón, pedía BAO; nunca pedí jabón. O
sea, el nombre tiene un valor enorme. ¡Está clavado! Los championes, el
nombre tiene un valor enorme. Y el nombre tiene un valor no solamente
interno, tiene fundamentalmente un valor en el exterior, respaldado por la
cuestión interna.
Espero, por tanto, tener la felicidad, como todos los
uruguayos, de ver que estas cosas que fueron emblemáticas en el país
vuelvan a crecer. No se olviden cómo nació esto. Esto nació por un
privilegio industrial. Un privilegio industrial que está autorizado por la
Constitución. La Constitución permite ese tipo de privilegios por una
votación excepcional: en 1934-35, salió un privilegio industrial en
beneficio de FUNSA, para que FUNSA se desarrollara sobre la base de que
tenía que competir, con materia prima importada, con productos importados.
Hoy en el mundo es así. Suiza no tiene nada,
absolutamente nada, no produce nada. Las vacas las tiene de adorno, ni las
ordeña. Para no perder esa cosa de la ecología, pone una vaca acá y pagan
para que no la ordeñen. Y es así, y todo lo importa e importa toda la
materia prima. ¿Qué le agrega? Le agrega inteligencia, le agrega sensatez,
le agrega equilibrio y le agrega control del gasto, le agrega sabiduría. Y
eso es lo que ustedes van a agregar. Ese es el valor agregado más
importante que hoy existe en el mundo.
Materia prima tiene cualquiera, se consigue en cualquier
lado. Tiene un precio internacional, es un "commoditie". Se compra
y se trae. Lo que no hay en cualquier lado es el resto. Y ustedes están en
condiciones de ponerlo.
Así que vamos a ver las cosas. La fabrica esta nunca la
vi en mi vida, así que no puedo decir si está buena, porque nunca la vi en
mi vida. Fenómeno, macanudo. Hasta luego.