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1 de marzo, 2010

Presidente José Mujica

"El sujeto del cambio sos vos, pueblo querido"
El Presidente de la República expresó que la realización del encuentro en Plaza Independencia tuvo el objetivo de agradecer el calor del pueblo uruguayo. Manifestó que para seguir adelante se necesita audacia del Estado y capacidad de los trabajadores para asociarse en emprendimientos productivos. Integración, economía, disminuir la pobreza, llevar más conocimiento al interior del país, serán temas a seguir, dijo el Presidente de todos los uruguayos.

El Presidente de la República, José Mujica, nombró las nuevas autoridades y dejó instalado el Gabinete Ministerial.

En la instancia se designaron también al Secretario y Prosecretario de la Presidencia de la República, a los Ministros de Estado; y al Director de la Oficina y Planeamiento (OPP). Seguidamente se efectuó la ceremonia de Tributo de Honores Militares al nuevo Mandatario.  

El Presidente Mujica, pronunció un discurso dirigido a los amigos de América Latina, a todos los invitados, así como al pueblo uruguayo, "con el cual están todos los compromisos".

El Presidente anotó que es bueno en la vida recordar "que nadie es más que nadie y saber que gobernar es construir equipos". Enfatizó que al acto invitó a un viejo amigo del departamento de Artigas, “Pinduca”,  que a lo largo de más de 40 años ha sido militante, y a través de él recordó que "no por estar arriba tu corazón y tu compromiso dejan de estar abajo", según dijo.

Mujica afirmó que sabe que tiene que pelear por la integración del país, "por todos y con todos". De esta forma, aseguró su concepción de que este es un Gobierno de equipo que no delega responsabilidades.

Expresó que la transmisión del mando, si bien algo inusitada -a la intemperie y frente a la estatua de José Artigas-, se optó por realizarla en ese lugar, porque el Prócer simboliza unidad nacional y la concepción latinoamericana.

Aseguró que el nuevo Gobierno está comprometido por un país con una mejor sociedad, pero no hay progreso que no sea lento y producto de un trabajo disciplinado.

Un Gobierno son cinco años y es objetivo tratar de dejar legados que puedan ser continuados. Dijo que para ello, se necesita la colaboración de todos los sectores de la sociedad, con empresarios que inviertan, en una  economía con iniciativas.

Manfiestó que es necesario ayudar a la clase media a realizar emprendimientos productivos autogestionados, como forma de demostrar que "los trabajadores son capaces de mandarse a si mismos".

Señaló que "somos un pueblo hijo de aluvión, donde no existe la discriminación de raza o de género",  afirmó que somos tremendamente republicanos y somáticamente igualitarios.

El Presidente pronunció un no rotundo al odio, al escepticismo, a la bronca, al no se puede y a la crítica sin fundamento. No obstante, convocó a cambiar la realidad, señalando que "nada cambia, sino cambiás vos, el sujeto del cambio sos vos, pueblo querido". Asimismo, subrayó que "derrotados, son los que dejan de luchar".

Fuera de protocolo, Mujica convocó al Vicepresidente de la República, Danilo Astori, agradeció la visita de las autoridades del exterior que acompañaron en esta ceremonia, y saludó a las autoridades nacionales, ex presidentes, diplomáticos, compañeros de trabajo en el Gobierno saliente y entrante.

Asimismo, extendió un profundo agradecimiento a los uruguayos que hicieron posible un segundo gobierno del Frente Amplio. Aseveró que será un  Gobierno que abrirá sus puertas a todos los partidos políticos, para definir temas fundamentales para la sociedad y el país, en las que se espera una participación de todos los partidos para convertirlas en temas de Estado.

Del mismo modo, sostuvo que es difícil describir en palabras la emoción vivida en esta jornada, la cual describió como “gloriosa” donde surgió a la luz el sentimiento de fervor y alegría por parte de la gente.

Dijo que ello implica una responsabilidad para el Gobierno y el compromiso de llevar adelante aquellas transformaciones que permitan al Uruguay ser un país desarrollado con justicia social.

Finalmente, expresó su gratitud al Presidente José Mujica por haberle permitido dirigirse a la gente en esta jornada, fuera del protocolo, y parafraseando a Tabaré Vázquez en ocasión de asumir la Presidencia en 2005, dijo “no nos dejen solos, estén con nosotros, trabajando con nosotros”.

Palabras del Presidente de la República, y del Vicepresidente de la República, Danilo Astori, en el acto de la Plaza Independencia ante el Monumento al Prócer de la Patria, Gral. José Gervasio Artigas

PRESIDENTE MUJICA: Amigos, amigos de América Latina y amigos que han venido del mundo: señores Mandatarios, Cuerpo Diplomático, quienes representan distintos países y naciones; aquellos que representan a las organizaciones sociales del Uruguay y alguna de los queridos países vecinos, a quienes representan, comunidades religiosas; a todos aquellos que en el Uruguay ejercen alguna autoridad o alguna responsabilidad política; y al final, sin parafernalia, ¡a ti querido pueblo con el cual están todos los compromisos!

Es bueno, es bueno en la vida recordar que nadie es más que nadie y saber que gobernar es construir equipos, por eso le quiero pedir a mi compañero de fórmula que entregue un saludo, que les entregue un abrazo.

Pero antes de eso, queridos compañeros, antes de eso yo invité a un amigo que está acá, es un viejo “peludo” de Artigas criado en la frontera, huérfano de gurí; que tiene cuarenta y pico de años de militancia, que cada vez que voy Artigas paro en su rancho, de los imprescindibles de abajo, de los que nunca piden un puesto un cargo, un acomodo, un laburo; de los que a lo largo de más de cuarenta años siempre militan y es a través de él que quiero recordar que no por estar arriba tu corazón y tu compromiso deja de estar abajo.

Y sé que tengo que pelear hoy por la integración de este país, por todos y con todos. Y eso va ser el tono de lo que intentaremos decir si nos sale y sino vaya nuestro corazón.

Pero ahora escuchen a Danilo. Porque, ¿sabés una cosa pueblo? Cuando uno tiene 74 años es bueno tener la caja de repuesto aceitada y pronta. Por esa razón este es un gobierno de equipo que no delega responsabilidad, pero que sabe que tiene que desconfiar de la biología a parte de desconfiar de las limitaciones que puede tener la soledad en nuestra cabeza. Con ustedes, Danilo.

VICEPRESIDENTE ASTORI: ¡Queridos amigos, salud! Mi agradecimiento a todos los visitantes del exterior, a los que comparten nuestro camino en América Latina,  los que han venido de más lejos; mi saludo a todas las Autoridades Nacionales, a los ex Presidentes de la República que nos acompañan aquí; autoridades militares, mandatarios, diplomáticos; compañeros de trabajo en el Gobierno, compañeros que están terminando su trabajo, compañeros que están iniciando su trabajo; y como señaló Pepe, pueblo uruguayo de todo corazón una vez más ¡muchas gracias! ¡Muchas gracias por lo que han hecho, permitiendo que el Uruguay tenga un segundo gobierno de izquierda, un segundo gobierno del Frente Amplio!

Que por supuesto abre sus puertas a todos los partidos políticos del Uruguay para trabajar juntos por un país mejor, definiendo cuestiones fundamentales en las que podemos acordar y convertirlas en cuestiones de Estado. Estamos convencidos de que eso es posible.

Es muy difícil describir en palabras la emoción que hemos sentido en esta jornada gloriosa.

Es muy difícil describir en palabras los sentimientos de fervor, de alegría, de entusiasmo patriótico que hemos visto en tanta gente a lo largo de estas horas. ¡Qué responsabilidad queridos compatriotas! Eso es lo que sentimos ahora: responsabilidad y compromiso de llevar adelante aquellas transformaciones que sigan haciendo del Uruguay un país desarrollado con justicia, con justicia social.

¡Queridos amigos, un abrazo muy grande para todos! Y a Pepe en particular mi gratitud por haberme permitido dirigirme a ustedes en esta jornada tan importante para mí. Así que, ¡un abrazo muy grande para todos y a trabajar juntos!

Como dijo Tabaré, como dijo Tabaré el 1º de marzo de 2005 y decimos con Pepe hoy: ¡no nos dejen solos, no nos dejen solos! ¡Estén con nosotros, trabajando con nosotros! ¡Gracias pueblo uruguayo, muchas gracias!

PRESIDENTE MUJICA: Amigos, ¿por qué esta Transmisión de Mando un poco inusitada en la plaza pública y acá no sólo a la intemperie, sino ante la estatua de Artigas? Quienes organizaban esto tres por dos me atormentaban: “¿Y si llueve?” “Y si llueve nos mojamos todos”, les decía yo. Y mirá qué incrédulo. ¡Qué sé yo! No se puede vivir temblándole a todo. ¡Mala suerte si llueve! ¡Tuvimos suerte! ¿Por qué? ¿Qué simboliza este monumento? Este monumento simboliza para los uruguayos dos cosas: Unidad Nacional y Concepción latinoamericana. ¡Unidad, abrazo de los pueblos de América Latina!

Este es el sentido y el símbolo que se haga en una plaza pública para que la gente lo vea, es aburrido como toda cosa protocolar. Ahora estamos santificados. Está la firma del señor escribano, hemos procedido en regla.

No dirán que no soy una criatura domesticada. Pero amigos, estas formalidades que dan garantías podrán ser aburridas pero son una necesidad institucional que hay que defenderla, ¡y ay de nosotros cuando no las tenemos y cuando las hemos perdido!

Solo le damos valor cuando nos damos cuenta el papel de representación que le cumplen para con una Nación.

¿Y cuál es el sentido entonces de este encuentro? Agradecerle el calor al pueblo uruguayo en primer término, ese calor que vimos en las calles y esa alegría.

Sabemos que hoy casi tocamos el cielo con la mano y mañana empezarán los días cansinos del trabajo, inevitablemente el camino del Purgatorio. Pero compañeros, compatriotas, estamos comprometidos con un país que vaya a más.

Pertenecemos a una generación de la cual quedan algunas reliquias de los que quisimos tocar el cielo con la mano, desesperados de amor por las tragedias de nuestro pueblo soñamos con construir como pudiéramos sociedades mejores. Duro aprendizaje de la larga acumulación que significa poder progresar, porque no hay progreso que no sea acumulativo, que no sea lento y que no sea hijo del trabajo disciplinado de los hombres y de las sociedades.

Hoy nos damos cuenta, queridos compatriotas, que no podremos jamás abdicar de soñar que algún día podrá haber arriba del planeta sociedades donde lo mío y lo tuyo no nos separen, con menos egoísmo y más solidaridad.

Pero sabemos, sabemos que no es poca cosa tener libertad, disentir, respetarnos, multiplicar conocimiento y conciencia y ensayar todos los caminos y fórmulas posible que sirvan para enriquecer la sociedad y para enriquecernos nosotros mismos como seres humanos.

Soy de los que piensan que algún día la Humanidad construirá esas sociedades, pero mucho antes tendrá que haber multiplicado mucha riqueza, mucho conocimiento y mucha cultura porque es inútil querer igualar de arriba hacia abajo: la gente clama por lo inverso.

Todas estas cosas son opinables, pero un gobierno son cinco años. Tenemos que cumplir nuestros pequeños escaloncitos, subirlos y tratar de dejar algo que van a continuar otros.

La historia ni empieza ni termina con nosotros, solamente que seamos unos bichos terriblemente vanidosos.

Entonces, necesitamos en primer término la colaboración de todos los sectores, de todos los sectores que componen nuestra sociedad: ricos, pobres y los del medio.

Necesitamos gente que invierta y le tenemos que dar garantías porque va a invertir si tiene seguridad y tranquilidad, y si esa gente no invierte no le damos respuesta a aquellos por los cuales solidariamente más estamos preocupados, por el afán de repartir mucho y aceleradamente terminamos repartiendo menos.

Tiene que andar la economía en primer término, pero tienen que andar todas las iniciativas posibles, la de los empresarios nacionales.

Me decía una señora hoy, queremos ayudar a las empresas pequeñas, al Uruguay entero, esta es una empresa pequeña. Sí, es posible, pero necesitamos todas las iniciativas, la audacia de un Estado que tenga capacidad de asociarse, de fundar cosas, más que nada por darle garantía a la gente, a una clase media ahorrista que no llega a la estatura de empresario, pero es lo que tenemos. Ayudarla a fundar cosas, que corran las cooperativas, que se atrevan y aquéllos más corajudos, de mi palo, que no se preocupen por levantar muchos letreros con reivindicaciones, eso que lo hagan, pero que afronten el coraje de juntarse y fundar empresas autogestionadas para demostrarse asimismo que los trabajadores son capaces de mandarse a si mismos.

Y todo ese mundo conviviendo y multiplicando la riqueza. Porque si no multiplicamos riqueza todo lo demás es bla, bla, bla. ¿Por qué? Porque nuestra época tiene una cultura y nuestra cultura está significando que la gente demanda cuestiones materiales y las demandas sociales son prácticamente infinitas. Si cometemos el error de fracasar, talando las iniciativas económicas o frenándolas, no hacemos otra cosa que multiplicar el costo de las penurias que tenemos por delante.

Pero al mismo tiempo saber que nuestras sociedades son de dos velocidades, que hay un mundo que cuando económicamente progresamos recoge los frutos de ese progreso, pero hay otro mundo que por marginación o atraso cultural comienza a quedar al costado del camino. Y tenemos posibilidades, queridos compatriotas, el Uruguay es una aldea grande dotada de recursos naturales al punto que uno tendría que decir que esto es un pan dulce. La Naturaleza nos dio demasiado y nos dio cosas que son permanentes.

Podemos y debemos seguir construyendo una tierra acogedora que abra los brazos para todas las soledades de América Latina. Somos un pueblo hijo de aluvión. Acá están todos los credos, todas las culturas, acá no existe la discriminación, ni hacia los negros, ni hacia los pobres, ni hay discriminación sexual por las opciones que se tomen. Tal vez si un defecto tenemos es tremendamente republicano y casi somáticamente igualitario.

Por eso, compañeros, nada más importante que la integración, nada más importante que el funcionamiento político, nada más importante que cuidar la economía, pero nada más importante, que nos tenemos que recordar a los que quedaron al costado del camino. No sólo por solidaridad, sino por conveniencia nacional. Este país en el contexto de América Latina tiene la historia de ser el país más igualitario. Debe continuar y acentuar esa tendencia igualitaria llevándole oportunidad a aquellos que el mercado tiende a segregar contemporáneamente.

El gran compromiso del Gobierno que nace hoy, no es tocar el cielo con la mano, ni repartir lo que no tiene, seria imposible. Su compromiso se puede cuantificar y medir con pocas palabras: barrer la indigencia y disminuir la pobreza en un cincuenta por ciento como propuesta elemental y masificar el conocimiento y la cultura, muy particularmente llevando el conocimiento al interior lejano, olvidado y segregado. La forma que lo hagamos es negociable, no es negociable el rumbo. Y si por ello, nos toca pasar horas amargas, las pasaremos. Estamos convencidos que la mayor herencia que le podemos dejar a las generaciones que vengan es que sean sencillamente más capaces que nosotros; más formados que nosotros.

Nadie nos va a regalar prosperidad. Entonces, compatriotas del pueblo que andan por ahí, nuestro grito es latinoamericano, hermano de nuestros hermanos. Los dolores de nuestros hermanos son nuestros, allí esta nuevamente Chile roto, con una especie de azote de la naturaleza que nos llama, y nos dice cuidado.

Y ayer fue Haití, mañana no sabemos que nos depara el cambio climático. Por ello, por encima de las diferencias de clase, de religión, de costumbre, unidos compatriotas, unidos para ser solidarios con nuestros compatriotas.

Finalmente, queridos, va a continuar esta transmisión, después hay una fiesta. Las gargantas de la cultura uruguaya van a regalar unos cantos a la gente, y lo van a hacer solidariamente, también en la forma de integrar. Porque como puede haber algo importante sin canciones. Mañana tendremos, o pasado, alguna lágrima, y después tendremos algún contratiempo. Pero hoy, comprometámonos, escuchemos la cultura de nuestro canto.  Acompañémoslo, y sobretodo, no al odio, no a la bronca, no al escepticismo, no al no se puede, no a ese crónico criticismo que agarramos el huevo y le damos vuelta y vuelta y le encontramos el pelo.

Por encima de todas las cosas, a comprometernos con la realidad. Y permítanme, “nada cambia, sino cambiás vos”. El sujeto del cambio sos vos pueblo querido, contigo cambiamos o contigo sucumbimos. Y estamos como abrazados. Si pudiera hacer lo de Fausto, y hacerle un negocio a las fuerzas del más allá, y decirles, se acabó mi existencia, pero estos años sirven para colmar siquiera en parte la alegría de ese pueblo que  esta en la calle, lo haría.

Pero no hay milagro, eso es pura poesía, y fantasía, tu progreso sale del trabajo, del compromiso, de la ciencia, de la seriedad, del levantarse todos los días y volver a empezar, y sentir una derrota. Y, finalmente, tengo el derecho para gritar que en este mundo derrotados son sólo aquellos que dejan de luchar.

¡Viva la Patria! ¡Viva el Uruguay! ¡Viva América Latina!

   
 
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