INIA e INASE
Noveles directores deberán continuar
construyendo institucionalidad agropecuaria
Enzo Benech asumió la titularidad del
INIA y Pedro Queheille lo hizo en el INASE. El Ministro
Tabaré Aguerre, llamó a los Jerarcas a continuar y
fortalecer las acciones que le den la máxima competitividad
y eficiencia a los institutos que deberán dirigir. También
les solicitó el máximo compromiso y la mejor voluntad hacia
la construcción de políticas agropecuarias que son
transversales a la institucionalidad agropecuaria.
Con la presencia del Ministro de
Ganadería Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre y del
Subsecretario, Daniel Garín, asumieron en esa Cartera las
nuevas autoridades del Instituto Nacional de Investigación
Agropecuaria (INIA), Enzo Benech, y del Instituto Nacional
de Semillas (INASE), Pedro Queheille.
Durante su alocución, el Ministro
Aguerre sostuvo que desde el INIA e INASE también debe
construirse lo que denominó "institucionalidad
agropecuaria". A partir de allí –agregó- "deben proyectarse
las acciones tendientes a generar progreso, riqueza y
distribución para nuestros compatriotas".
El Jerarca asoció este concepto con el
de "inserción internacional". En ese sentido, reflexionó
que "sin una buena gestión en la calidad y seguridad de
nuestras semillas y sin adecuados modelos de investigación
y de innovación, seguramente va a ser muy difícil que
avancemos en la inserción internacional". "Estos aspectos
–añadió- tienen que ver con la innovación tecnológica.
Innovación entendida como un proceso para que el
conocimiento se transforme en un producto vendible y no se
quede en el conocimiento en si mismo".
En otro tramo de su discurso, el
Ministro Aguerre consideró que "si se analiza la situación
de Uruguay se puede observar que existe un conjunto de
acciones y lineamientos que están orientados a cumplir con
las condiciones necesarias para iniciar y consolidar un
proceso de desarrollo. Desarrollo, desde la
institucionalidad, hablamos de que existan incentivos
económicos e inclusión social. De que se generen procesos
de inversión, privada y pública, que se de la necesaria
inserción internacional con la que siempre insistimos,
porque somos un país agropecuario y debemos crecer hacia
afuera en virtud de nuestros recursos".
Refiriéndose a los nuevos directores del
INIA e INASE, el Ministro Aguerre puso énfasis en que se
debe continuar y fortalecer aquéllas acciones que le den la
máxima competitividad y eficiencia a los institutos que
deberán dirigir, pero también el máximo compromiso y la
mejor voluntad hacia la construcción de políticas
agropecuarias que son transversales a la institucionalidad
agropecuaria.
Mejorar la gestión
El titular del INASE, Pedro Queheille,
desde hace seis años y hasta el presente integraba la Junta
Directiva de la Institución, en representación de los
usuarios de semillas. El funcionario no dudó en reconocer
que el Instituto que deberá dirigir "está funcionando
bien". Consultado sobre los lineamientos a seguir,
Queheille adelantó que "tenemos previsto continuar la línea
de trabajo que se venía desarrollando al momento".
Proyectando su gestión, el titular del INASE señaló que "la
apuesta es continuar mejorando la gestión que se ha
realizado en los últimos años". Destacó que,
paulatinamente, el Instituto ha ido marcando mayor
presencia en el sector de la cadena semillerista y eso hay
que mantenerlo y mejorarlo "de forma de que la semilla sea
un insumo con el valor que le corresponde". No obstante,
Queheille reconoció que "hoy en día se sigue
comercializando semilla en lo que se llama la ‘bolsa
blanca’, es decir, por fuera de todas las normas y
estándares de calidad que se deben establecer en el
comercio de las semillas. Esto –apuntó- genera perjuicios
para el comerciante porque se trata de una competencia
desleal y para el consumidor porque no se sabe muy bien la
calidad de lo que se está sembrando".
Por su parte, el nuevo director del
INIA, Enzo Benech, sostuvo que "debemos jerarquizar la
actividad agropecuaria (porque) son muchos los que viven de
esa actividad directa o indirectamente. Por lo tanto,
cuando hablamos de país agrointeligente, país productivo o
agroindustrial, del desarrollo tecnológico y la capacidad
de nuevas tecnologías, debemos procurar que esas
tecnologías tengan un producto tangible, que generen
mejores condiciones de desarrollo, y que eso permita un
reparto equitativo de los beneficios en toda la sociedad,
que es un desafío que tenemos que seguir profundizando". El
Jerarca opinó que "en un mundo dinámico, globalizado y en
un país pequeño como el nuestro, tenemos la obligación de
diferenciarnos con la calidad de lo que hacemos y la
investigación agropecuaria tiene mucho que ver con todo
esto". |