Período 1998 - 2008
Salud y educación registraron el mayor impacto
redistributivo del gasto social público
En 2008 la desigualdad de ingresos en
el país se redujo en 5,1, mientras que en 1998 era de 2,6
puntos, evento que demuestra que en el primer año citado el
Gasto Público Social (GPS) produjo el mayor impacto
redistributivo. La Reforma de la Salud; los cambios en las
Asignaciones Familiares; y el aumento del gasto en
Educación, contribuyeron a una distribución que tuvo
incidencias en el total de ingresos de los ciudadanos.
Se presentaron los resultados de la
investigación "Estudio sobre el Impacto Distributivo del
Gasto Social Público" a cargo de los técnicos Cecilia
Llambí, Gabriel Oddone, Marcelo Perera y Cecilia Vázquez,
integrantes del Centro de Investigaciones Económicas (CINVE).
En ese marco, un resumen de la
investigación indica que existe consenso en que la función
redistributiva del Estado recaiga en el gasto social más
que en el sistema impositivo.
Los sistemas impositivos tienden a
ponderar cada vez más su compatibilidad con la asignación
eficiente de los recursos, mientas que la función
redistributiva es el eje de la política de gasto social.
En ese sentido, en la medida en que los
ingresos de los hogares en Uruguay han tendido a
concentrarse desde mediados de la década de los noventa, el
rol del gasto público como instrumento redistributivo
adquiere una relevancia creciente.
El objetivo de la investigación fue
evaluar el impacto distributivo del Gasto Público Social
(GPS) en Uruguay entre 1998 y 2008. Fueron analizados
cuatro grandes componentes: educación, salud, seguridad
social, y Plan de Atención Nacional a la Emergencia Social
(PANES).
Entre 1998 y 2002 el impacto
distributivo del GPS se mantuvo estable. Ello se explica
por dos efectos contrapuestos: por un lado, el GPS se
volvió más regresivo, y por otro, creció su incidencia en
el total de los ingresos de los hogares.
Entre 2003 y 2005, el impacto
distributivo del GPS aumentó, evento que obedeció a una
mejora en la progresividad del gasto. Entre 2006 y 2007, el
impacto distributivo del GPS también aumentó en forma
pronunciada, debido exclusivamente a una mayor
progresividad del gasto, y a pesar de que su incidencia en
el total de los ingresos de los hogares cayó levemente.
En 2008 el GPS mostró el mayor impacto
redistributivo, casi duplicando los datos del año 1998. La
desigualdad de ingresos en Uruguay -medida a través del
coeficiente de Gini- se reduce en 5,1 puntos en 2008 luego
de considerar el GPS, mientras que en 1998 se reduce en 2,6
puntos.
Esta situación se explica por la mayor
progresividad del gasto en salud a partir del Sistema
Nacional Integrado de Salud (SNIS); en las Asignaciones
Familiares (AFAM) implementadas con el Plan de Equidad; así
como el aumento del gasto en educación.
Las inversiones realizadas en el sistema
de salud pública, -ASSE, hospitales públicos y Hospital de
Clínicas-; y en el gasto en educación primaria y preescolar
explican en gran medida el impacto redistributivo del GPS.
Las AFAM tuvieron dos reformas
significativas como -por ejemplo- los cambios a partir del
Plan de Equidad, que posibilitaron transferencias
económicas que aumentaron el total de ingresos de los
hogares.
En el año 2008, la investigación indica
que aumentó la proporción del gasto captada por las mujeres
que pasó de un 52% a 54%, evento que se explica por un
mayor gasto en salud y por integración al sistema de AFAM.
También aumentó el gasto con destino a
los menores de 19 años, que pasó de un 19% a un 22%, con la
posibilidad de acceder al SNIS. Asimismo, creció el GPS
captado por la población residente en el interior, pasando
de un 46% a 48%.
Entre los principales factores
concentradores del ingreso se encuentra la evolución de los
retornos de la educación, que determina crecientes
diferenciales salariales entre los niveles de calificación.