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16 de abril, 2010

Consejero Oscar Gómez

ANEP y OSE trabajan para que el agua potable llegue a escuelas rurales y sus comunidades
El año próximo el agua potable llegará a 312 escuelas rurales. Desde marzo, doce centros cuentan con ese beneficio. Pasar de utilizar bombas manuales o aljibes a esa instancia, es producto de la coordinación de los vecinos, ANEP y OSE. Con estas acciones se aborda a un 2% de la población. En zonas rurales hay 1.150 locales escolares, centros de reuniones donde se gestionan proyectos productivos que dignifican la vida en el campo.

El trabajo coordinado entre la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y Obras Sanitarias del Estado (OSE) permitió que los vecinos reunidos en la escuela como centro referente, reivindicaran el derecho de contar con agua potable. El tiempo de espera de llegada del agua depende de la organización de los vecinos, no obstante la situación se efectiviza entre tres o cuatro meses. El trípode de cambios que permitió la llegada de agua potable a las escuelas se efectivizó a partir del 2005, momento en el que cesaron las políticas neoliberales. Las gestiones entre los Entes y los vecinos permitieron pasar del aljibe al agua potable. Asimismo, esta nueva situación permitió la utilización de energía renovable.  

Trabajo coordinado entre ANEP y OSE  

En entrevista con SCI, el Consejero de Educación Primaria, Oscar Gómez, destacó que el organismo estuvo trabajando intensamente con el Presidente de OSE, Martín Ponce y funcionarios del Ente. El objetivo fue detectar las prioridades dentro de las necesidades que existen. En ese sentido, el año pasado se inauguraron más de una docena de sistemas de agua potable en escuelas.

Gómez afirmó que esas inauguraciones se realizaron en lugares tan distantes como Puntas de la Mina en Cerro Largo o en Costa de Rosario en Colonia.

De esta forma, en marzo se trabajó en fase de ejecución en 12 escuelas rurales. Dos de ellas, están ubicadas en el departamento de Artigas; dos en Paysandú, una en Tacuarembó, tres en Cerro Largo, dos en Treinta y Tres, una en Durazno, y otra en Canelones.

La sinergia entre OSE y la ANEP permite otorgarle agua potable a la escuela pública y contar con un abastecimiento para las zonas aledañas donde viven los vecinos.

OSE obtuvo un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para cubrir la totalidad de los costos operativos y realizar las perforaciones. 

Esa situación permitió ahorros sustantivos a la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). En tal sentido, el dinero se transfiere al rubro saneamiento, con destino a la mejora de baños, cañerías internas y a sellar antiguos pozos negros.

Es un trabajo conjunto del Estado que también recibe aportes de otros programas. Por ejemplo, el programa Región Este trabaja con las comunas de Treinta y Tres, Rocha y Maldonado. Esa instancia faculta a bajar los costos para cada uno de las entidades que están asociadas y además multiplica el efecto en la población objetivo.

Gómez indicó que esta situación se debe ubicar en el contexto del pronunciamiento ciudadano en el Plebiscito por el Agua y la Vida. En este caso, las medidas de OSE y la ANEP tienen por meta que el agua siga siendo un derecho humano fundamental y patrimonio inalienable del Estado, el cual mejora la calidad de vida de los uruguayos.  

La escuela como centro referente 

El Consejero indicó que la esuela actúa como un centro comunitario de referencia en el medio rural y es la red del Estado más extendida en el territorio nacional.

Señaló que existen 1.150 locales en el área rural distribuidos en todo el país y más de 1.000 instituciones en zonas urbanas. En la escuela los vecinos se reúnen para coordinar acciones por el agua potable.

También se reúnen en el marco de los centros agropecuarios departamentales que promueven el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.

Asimismo se dialoga sobre la gestión de proyectos productivos una vez que existen posibilidades de contar con agua potable y para actividades de riego. Gómez explicó que la acción es bastante más que otorgarle agua a las escuelas. Es una propuesta de dignificación de la vida del hombre y de la mujer en el campo.  

Tiempo de espera 

El Consejero dijo que el tiempo de gestión de los vecinos ante OSE y ANEP oscila entre tres o cuatro meses, dependiendo también de la cantidad de vecinos agrupados. Recordó haber estado el año pasado en "Las Pajas", "Rincón de la Aldea", "Pueblo Laura" y en "Sauce de Batoví" en Tacuarembó, cuando se realizaron las primeras habilitaciones en agosto y en diciembre. Esas instancias demostraron un gran esfuerzo coordinado por parte de la gente. Gómez señaló que los vecinos de la zona aportaron mano de obra voluntaria para realizar las colocaciones y las extensiones de las redes.

Expresó que el cronograma pautado se inició en julio de 2009 y en agosto cuatro escuelas tenían el servicio de agua potable habilitado.

En el verano del año pasado, el departamento de Educación Rural de ANEP efectuó un relevamiento que permitió el acopio y el manejo de información que aceleró las acciones.

En ese contexto, en menos de cuatro meses se desencadenaron las acciones pertinentes para que se concretara la llegada del agua potable a la institución educativa y sus zonas aledañas.   

Trípode de cambios  

El jerarca afirmó que hasta el momento y por distintas razones estas escuelas no contaban con agua potable. En ese sentido, explicó que venimos de 15 años, en donde el país dependía de políticas económicas filosóficas neoliberales.

Señaló que en esas instancias, se trabajaba pensando en la rentabilidad y no en los derechos. Explicó que con esa concepción llevar agua potable a dos o tres familias para OSE o una empresa privada no era rentable.

También influyeron los procesos crecientes de descentralización. En ese marco, los Consejos Agropecuarios Departamentales jugaron un papel importante en la llegada del agua a zonas rurales. De esta forma, se pasó de un Estado neoliberal a otro estadio, que habilita el tránsito hacia un período donde se cuida la forma de vida de la gente.  

Del aljibe al agua potable  

Antiguamente las escuelas tenían un depósito de aguas pluviales conocido como aljibe. En ese sentido, se recolecta el agua pluvial a través de los techos y cañerías que iban a un depósito de agua dulce. A partir de allí, había dos o tres maneras de utilizar el agua: sacar el agua en baldes con una rondana; a través de bombas de tracción manual; o mediante bombas eléctricas o gasoleras.

Gómez explicó que con este sistema no siempre se garantiza la mayor potabilidad, más allá de que siempre hubo recomendaciones por parte de Educación Primaria de que se le agregase líquido Carrel o cualquier elemento que permitiese el combate de las bacterias.

Actualmente poseer el agua potable fiscalizada por OSE con dosificación de cloro en forma permanente, es un cambio sustantivo.  

Otro de los mecanismos que las escuelas tenían para el agua era la energía eólica a través de la utilización de molinos. No obstante, muchas veces producto de la forestación de las napas friáticas, las corrientes de agua subterránea se agotaron y los pozos quedaron sin agua.

Gómez indicó que actualmente, OSE realiza perforaciones entre 45 y 50 metros. Dijo que el agua que estaba a 10 o 12 metros ya no existe como tal por los cambios provocados por la flora diferente, siendo el eucalipto uno de los causantes de esos cambios.  

Utilización de energía renovable 

La tecnología que está utilizando OSE es muy variada. En los lugares que poseen conectividad con UTE se trabaja con energía eléctrica. En lugares como "Rincón de La Aldea", en Tacuarembó, se trabaja con energía solar.

Gómez precisó que esa situación permite a los niños visualizar lo que significan las medidas tecnológicas para el cuidado de la salud, lo cual es una forma de obtener el agua potable controlada en forma permanente. Este sistema permite que una vez realizada la inversión inicial los cuidados de mantenimiento sean mínimos.

Los cambios se registran en las comunidades y en las escuelas. De esta forma, con estas acciones se llega al 2% de la población que no contaba con agua potable, lo cual es un éxito para el Estado.

  

 
   
 
  Oscar Gómez
 
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