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21 de abril, 2010

Misión en Haití

OSE y Uruguay proyectados como colaboradores en situaciones de emergencia internacional
Un millón de damnificados, asentados en 600 campamentos, en Puerto Príncipe, se benefician de los 20.000 litros de agua por hora que suministra cada una de las dos UPAS donadas por nuestro país. La empresa uruguaya y su par haitiana suscribieron un protocolo por el cual aquella garantiza el soporte técnico en un período inicial de seis meses. También el suministro de agua potable a los contingentes compatriotas de la MINUSTAH.

El 12 de enero fue un día que los haitianos recordarán por siempre. Inesperadamente, a las 4.53 PM, un terremoto de magnitud 7.0 puntos en la escala de Ritcher provocó la destrucción, el dolor y estupor al oeste de su país, principalmente en su capital, Puerto Príncipe. Según cálculos oficiales el sismo provocó la muerte de 235.000 personas e hirió a otras 400.000. Esos datos, acompañados de las imágenes escalofriantes de una cámara que se interna en las calles arrasadas de la ciudad, constituyeron los primeros registros de un audiovisual elaborado por la Productora La Tribu, que se proyectó en la conferencia de prensa realizada en OSE y que acompañó los resultados de la misión del organismo en esa ciudad caribeña.

"Salimos (de Montevideo) el 30 de marzo y llegamos (a Puerto Príncipe) el 18 de abril", relató el jefe de la misión del organismo, Aníbal Andrade. El trabajo comenzó dos días después de la catástrofe, en nuestra capital con la recolección de los materiales necesarios. La llegada del personal de OSE a la ciudad siniestrada se hizo coincidir con el arribo de las dos plantas potabilizadoras de agua potable (UPAS) donadas por nuestro país, y que arribaron a bordo del ROU Artigas de la Armada Nacional.

El funcionario indicó que OSE junto a la Dirección Nacional del Agua Potable y del Saneamiento (DINEPA, por sus siglas en francés), se pusieron de acuerdo en que el lugar más apropiado para la instalación de las dos UPAS era en el centro de Puerto Príncipe, en una zona alta, cercana a las instalaciones desvastadas de las Naciones Unidas. El lugar escogido garantizó que los camiones que transportan el agua potable no gasten tanto combustible en ir a buscarla a ríos, que se encuentran fuera de la capital, y que presentan altos grados de contaminación. Lo que contribuye, en forma adicional, en un traslado rápido y una distribución más eficiente, explicó, en el video, el vocero de un organismo internacional.

Donación de las más importantes

Cada planta potabilizadora produce 20.000 litros de agua por hora, lo que equivale a un millón de litros de agua diarios. De la misma se benefician los 600 campamentos que aún hoy permanecen en pie en la capital del país caribeño y que albergan a casi un millón de damnificados. "En las propias plantas (potabilizadoras) hay canillas. Cuando todo el mundo empieza a conocer que hay un lugar con agua potable, de inmediato van. El caos (en Puerto Príncipe) es tan grande que la gente busca lo que encuentra. Seguramente hoy deben haber allí muchas personas bebiendo agua", reflexionó el técnico. "En un lugar donde la gente está en caos y no hay nada que funcione en forma adecuada, cualquier ayuda sirve", agregó.

Con todo, Andrade aseguró que la donación realizada por Uruguay, y OSE, en particular, "constituye una de las más importantes (en la materia) que ha recibido Puerto Príncipe". A renglón seguido aclaró que, cuando el organismo sanitario estatal realiza una donación como la presente, no sólo hace la entrega de la planta sino que además se capacita, en su manejo, a recursos humanos locales.

OSE y DINEPA, suscribieron un protocolo por el cual la empresa uruguaya garantiza a su homóloga haitiana, por un período inicial de seis meses, el soporte técnico que asegure el funcionamiento de las unidades potabilizadoras. A su vez, se garantiza el suministro de agua potable de las UPAS, por parte de los contingentes uruguayos desplegados en la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH).

Según el presidente de OSE, Martín Ponce de León, la reiterada participación de técnicos del organismo en situaciones de catástrofes ha permitido la conformación de un equipo que acumuló experiencia y logró proyectar al país y a la empresa estatal como colaboradores de primera línea en situaciones de emergencia.

Andrade, que en años recientes desarrolló tareas en catástrofes de China y Perú, entre otras, confiesa que en todos los casos, la imagen que él y sus compañeros se han traído es la del agradecimiento de habitantes y autoridades locales por la colaboración prestada. También tuvo palabras de reconocimiento al apoyo recibido de los embajadores compatriotas asignados a cumplir funciones en los países afectados por los desastres naturales.

"OSE y Uruguay son muy reconocidos en el exterior y las UPAS constituyen una buena herramienta", consideró Andrade. En el caso de Haití, llegar al lugar, ser recibidos por las autoridades de DINEPA, instalar las plantas potabilizadoras, izar la bandera uruguaya e instruir a los funcionarios locales en su uso, son situaciones que en medio de la destrucción, reconfortan el alma.

Con tono mesurado, concluyó, en que "este es un trabajo de muchos años" y "todo esto nos hace confiables".

 
   
 
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