Misión en Haití
OSE y Uruguay proyectados como colaboradores en
situaciones de emergencia internacional
Un millón de damnificados, asentados en
600 campamentos, en Puerto Príncipe, se benefician de los
20.000 litros de agua por hora que suministra cada una de
las dos UPAS donadas por nuestro país. La empresa uruguaya
y su par haitiana suscribieron un protocolo por el cual
aquella garantiza el soporte técnico en un período inicial
de seis meses. También el suministro de agua potable a los
contingentes compatriotas de la MINUSTAH.
El 12 de enero fue un día que los
haitianos recordarán por siempre. Inesperadamente, a las
4.53 PM, un terremoto de magnitud 7.0 puntos en la escala
de Ritcher provocó la destrucción, el dolor y estupor al
oeste de su país, principalmente en su capital, Puerto
Príncipe. Según cálculos oficiales el sismo provocó la
muerte de 235.000 personas e hirió a otras 400.000. Esos
datos, acompañados de las imágenes escalofriantes de una
cámara que se interna en las calles arrasadas de la ciudad,
constituyeron los primeros registros de un audiovisual
elaborado por la Productora La Tribu, que se proyectó en la
conferencia de prensa realizada en OSE y que acompañó los
resultados de la misión del organismo en esa ciudad
caribeña.
"Salimos (de Montevideo) el 30 de marzo
y llegamos (a Puerto Príncipe) el 18 de abril", relató el
jefe de la misión del organismo, Aníbal Andrade. El trabajo
comenzó dos días después de la catástrofe, en nuestra
capital con la recolección de los materiales necesarios. La
llegada del personal de OSE a la ciudad siniestrada se hizo
coincidir con el arribo de las dos plantas potabilizadoras
de agua potable (UPAS) donadas por nuestro país, y que
arribaron a bordo del ROU Artigas de la Armada Nacional.
El funcionario indicó que OSE junto a la
Dirección Nacional del Agua Potable y del Saneamiento (DINEPA,
por sus siglas en francés), se pusieron de acuerdo en que
el lugar más apropiado para la instalación de las dos UPAS
era en el centro de Puerto Príncipe, en una zona alta,
cercana a las instalaciones desvastadas de las Naciones
Unidas. El lugar escogido garantizó que los camiones que
transportan el agua potable no gasten tanto combustible en
ir a buscarla a ríos, que se encuentran fuera de la
capital, y que presentan altos grados de contaminación. Lo
que contribuye, en forma adicional, en un traslado rápido y
una distribución más eficiente, explicó, en el video, el
vocero de un organismo internacional.
Donación de las más importantes
Cada planta potabilizadora produce
20.000 litros de agua por hora, lo que equivale a un millón
de litros de agua diarios. De la misma se benefician los
600 campamentos que aún hoy permanecen en pie en la capital
del país caribeño y que albergan a casi un millón de
damnificados. "En las propias plantas (potabilizadoras) hay
canillas. Cuando todo el mundo empieza a conocer que hay un
lugar con agua potable, de inmediato van. El caos (en
Puerto Príncipe) es tan grande que la gente busca lo que
encuentra. Seguramente hoy deben haber allí muchas personas
bebiendo agua", reflexionó el técnico. "En un lugar donde
la gente está en caos y no hay nada que funcione en forma
adecuada, cualquier ayuda sirve", agregó.
Con todo, Andrade aseguró que la
donación realizada por Uruguay, y OSE, en particular,
"constituye una de las más importantes (en la materia) que
ha recibido Puerto Príncipe". A renglón seguido aclaró que,
cuando el organismo sanitario estatal realiza una donación
como la presente, no sólo hace la entrega de la planta sino
que además se capacita, en su manejo, a recursos humanos
locales.
OSE y DINEPA, suscribieron un protocolo
por el cual la empresa uruguaya garantiza a su homóloga
haitiana, por un período inicial de seis meses, el soporte
técnico que asegure el funcionamiento de las unidades
potabilizadoras. A su vez, se garantiza el suministro de
agua potable de las UPAS, por parte de los contingentes
uruguayos desplegados en la Misión de Estabilización de las
Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH).
Según el presidente de OSE, Martín Ponce
de León, la reiterada participación de técnicos del
organismo en situaciones de catástrofes ha permitido la
conformación de un equipo que acumuló experiencia y logró
proyectar al país y a la empresa estatal como colaboradores
de primera línea en situaciones de emergencia.
Andrade, que en años recientes
desarrolló tareas en catástrofes de China y Perú, entre
otras, confiesa que en todos los casos, la imagen que él y
sus compañeros se han traído es la del agradecimiento de
habitantes y autoridades locales por la colaboración
prestada. También tuvo palabras de reconocimiento al apoyo
recibido de los embajadores compatriotas asignados a
cumplir funciones en los países afectados por los desastres
naturales.
"OSE y Uruguay son muy reconocidos en el
exterior y las UPAS constituyen una buena herramienta",
consideró Andrade. En el caso de Haití, llegar al lugar,
ser recibidos por las autoridades de DINEPA, instalar las
plantas potabilizadoras, izar la bandera uruguaya e
instruir a los funcionarios locales en su uso, son
situaciones que en medio de la destrucción, reconfortan el
alma.
Con tono mesurado, concluyó, en que
"este es un trabajo de muchos años" y "todo esto nos hace
confiables".