Helix Aspersa
Se inauguró la primera empresa uruguaya que procesa
productos derivados del caracol
El microemprendimiento cooperativo está
en condiciones de procesar tres toneladas mensuales de
pulpa. Cuenta con habilitaciones de la IMM y la DINARA. Ya
se comercializaron pequeñas partidas a restaurantes y
hoteles y se recibieron solicitudes de muestras desde
Austria. Los caracoles poseen un alto contenido de
proteínas, un bajo nivel de lípidos y un aporte interesante
de minerales, entre los cuales se destaca el calcio.
La cooperativa Helix Aspersa nació en
noviembre de 2007 y está integrada por un equipo
mulidisciplinario de 38 personas, entre los que hay dos
contadores, un veterinario, una abogada, una especialista
en calidad, una psicóloga, un licenciado en marketing,
entre otros. La planta de procesamiento se encuentra en un
mercado municipal, en Prado Norte, cedido por la
Intendencia Municipal de Montevideo (IMM) en comodato y que
fue necesario acondicionar. La superficie del predio es de
casi 1.000 metros cuadrados, de los cuales 200 metros
cuadrados están edificados. Después de casi dos años y una
inversión de US$ 80.000, el microemprendimiento obtuvo la
habilitación de la IMM y los procesos de producción fueron
autorizados por la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos
(DINARA).
El gerente general de Helix Aspersa,
Alejandro Andrioli, adelantó que “lo nuevo que aporta el
proyecto es cambiar el modelo de negocios. No vamos a
exportar caracoles vivos sino que produciremos para el
mercado local y exterior productos con mayor valor agregado
como pulpa de caracol congelada (carcaza) y la mucina
(baba) para la industria cosmetológica”.
La directiva Silvia Lasplaces, recordó que
todos los esfuerzos anteriores, en nuestro país, fueron
orientados a la cría y exportación de caracoles vivos, lo
que demanda tener determinadas condiciones de frío y que el
producto llegue rápido a destino. “Nosotros procesamos el
caracol y así evitamos esos puntos débiles. En principio,
lo embolsamos en porciones de 100 gramos pero también
manejamos la opción de enlatarlo, lo que puede mejorar el
período de conservación del producto”.
Andrioli, indicó que “tenemos 500 kilos de
pulpa listas para comercializar. Nuestra idea es que en la
medida que se vaya generando la demanda y se logre colocar
esta producción, que es muy pequeña, se pueda ir aumentando
con el paso de los meses, lo que permitirá incorporar más
personal”. Hoy, con la infraestructura disponible, se
pueden procesar tres toneladas por mes de caracoles, es
decir, poco más de cien kilos por día. La empresa cuenta
con cinco trabajadores en planta que están bajo la
supervisión de un bioquímico y un director técnico que es
externo a la misma.
Andrioli aseguró, entusiasmado, que
“tenemos grandes expectativas en que esto se derrame en el
resto de la sociedad, en la generación de empleos
indirectos. En la medida que demandemos cantidades
crecientes de caracoles vivos, habrán muchos pequeños
productores que encuentren en la helicicultura una
importante fuente de ingresos”. El empresario explicó, a
modo de ejemplo que “un pequeño productor que pueda lograr
una cosecha de 50 kilos de pulpa, va a la planta y obtiene
200 dólares (a razón de cuatro dólares el kilo). Nosotros
lo procesamos y lo stockeamos. Antes, 50 kilos era
una cantidad ínfima y no permitía consolidar algo
importante”.
Andrioli destacó, desde el punto de vista
del consumidor, que existe una alianza estratégica entre
Helix Aspersa y la Asociación de Cultivadores de Caracoles
Uruguayos, que permitirá a la cooperativa garantizar a sus
clientes el abastecimiento durante todo el año.
Producto competitivo
Lasplaces reconoció los prejuicios
existentes a nivel local sobre el consumo de carne de
caracol y que entiende necesario modificar. Una gacetilla
elaborada por la empresa informa que “este producto de gran
aceptación mundial por sus bondades nutricionales, es una
de las variedades cárnicas más saludables para el organismo
debido a los sistemas de crías empleados. Una porción de
caracoles (50 gramos), sin salsa, proporcionan menos de 40
calorías, principalmente de origen proteico. Posee un alto
contenido de proteínas, un bajo nivel de lípidos y un
aporte interesante de minerales, entre los cuales se
destaca el calcio”.
Andrioli dijo que “en un principio,
pensamos asentarnos en el mercado local y llegar a un punto
de equilibrio para madurar y luego exportar”. Lasplaces
admitió que, en el caso de la pulpa de caracol, “sabemos
que no estamos vendiendo un producto de consumo masivo, es
un producto gourmet, que lleva todo su trabajo y
esfuerzo de marketing”. Ambos coinciden en que a nivel
local hay un mercado para el producto. Como Uruguay es un
país receptor de turismo, en una primera instancia se
apuntó a hoteles de cuatro y cinco estrellas y restaurantes
de cuatro y cinco tenedores. Fue en ese nicho que se logró
vender pequeñas cantidades. En otros ámbitos, como las
grandes superficies, si bien existen productos similares
importados, se realizaron algunas gestiones. Los
entrevistados reconocen las dificultades de poder ingresar
por tratarse de un naciente microemprendimiento.
Andrioli confió que en los últimos días
recibieron solicitudes de muestras de Austria, a través de
la embajada uruguaya en ese país, y mencionó que se está en
contacto con un importante distribuidor de pescados y
mariscos que manifestó interés en el producto.
España, Francia e Italia constituyen
mercados muy apetecibles. No obstante, Andrioli explicó que
para exportar a la Unión Europea se deberán cumplir con
exigentes medidas sanitarias que demandaría la inversión de
más recursos con vistas a lograr las habilitaciones que
exige ese bloque continental. ”Hay demanda. El precio está
dentro de los parámetros y esto hace que el producto
resulte altamente competitivo”, sostuvo.
Al interior de la planta el proceso se
inicia con la selección de animales provenientes de
criaderos que cuentan con las necesarias certificaciones.
Con posterioridad, la pulpa se obtiene mediante la
separación del caparazón de los tejidos blandos.
Finalmente, el producto se congela a -18º C, en forma
rápida para su conservación.
En el área cosmetológica, Helix Aspersa
tiene una alianza estratégica con el Polo Tecnológico de
Pando que permitirá realizar estudios sobre los niveles de
calidad de la mucina. Según los empresarios, laboratorios
de plaza que tomaron contacto con la pulpa de caracol
confirmaron que ésta es buena pero necesitan saber qué tan
buena es. Lasplaces aseguró que “tiene una combinación de
principios activos que no se logran a nivel químico”. La
aplicación de un gel elaborado en base al producto, logró
buenos resultados dermatológicos en la utilización en
quemaduras, cicatrices y afecciones en la piel, en general.
De todas formas, los empresarios evalúan la posibilidad de
enviar muestras de mucina para su análisis en Chile, donde
se cuenta con un mayor desarrollo científico en el área.
En el final, Lasplaces sintetizó la fuerza
motora que llevó a que Helix Aspersa se convirtiera en
realidad. “Si bien el emprendimiento tuvo un inicio
dificultoso, sabíamos cual era nuestro objetivo y lo que
queríamos lograr. No nos importó el precio que debimos
pagar porque sabíamos que íbamos a llegar a este objetivo y
lo logramos”.