Tercer lugar
Uruguay bien posicionado regionalmente en cuanto a
Calidad Institucional e Inversión
El Ministro de Economía, Fernando
Lorenzo, participó junto a los ex Ministros, Álvaro
García y Alejandro Atchugarry en un encuentro donde se
analizó la Calidad Institucional y la Inversión en el
Uruguay en los últimos años. En este tema, Uruguay se
encuentra muy bien posicionado en la región ocupando el
tercer lugar. Al respecto, Lorenzo destacó que la
inversión debe verse como sinónimo de prosperidad para
la sociedad.
En un
desayuno de trabajo realizado en el Ball Room del Hotel
Sheraton y organizado por el Estudio jurídico
Sanguinetti/Fodere/Bragard, autoridades del ámbito
económico del país y del extranjero, expusieron sobre
“Calidad Institucional e Inversión”, en Uruguay y en el
mundo.
Moderados por Eduardo Sanguinetti, el Ministro de
Economía y Finanzas, Fernando Lorenzo, junto a Alejandro
Atchugarry y Álvaro García, - ex secretarios de la
Cartera de Economía- aportaron a modo de tertulia, sus
conocimientos y opiniones con respecto a varios temas.
En una
primera etapa, el abogado argentino Manuel Álvarez
Trongé, en representación de CEJEL (Centro de Estudios
Jurídicos Empresariales Latinoamericano), realizó una
presentación de la situación uruguaya con relación a la
región y al mundo. La misma está conformada en base a
índices combinados entre seguridad jurídica, calidad
institucional y “rules of law” entre otros aspectos, que
constituyen un parámetro objetivo para medir
situaciones.
En el
informe se destaca que en 2009 Dinamarca ocupó el primer
lugar en el ranking de países con calidad institucional
mientras que Uruguay se posicionó en el nº 60, en un
total de 195 países. En lo que respecta a Latinoamérica,
Uruguay se ubica en el tercer lugar, superado por Chile
y Costa Rica. También se comparó la situación de los
países de la región en los últimos diez años, donde se
destaca que Uruguay se mantuvo estable en este período,
mientras que Argentina fue el país que más cambios
experimentó.
Con
respecto al posicionamiento de Uruguay en esta temática,
el Ministro Fernando Lorenzo reflexionó que la calidad
institucional no debe resumirse al sistema de normas que
se emplean, sino que es importante tener en cuenta la
capacidad de hacerlas cumplir y la efectividad que tiene
cada gobierno en ello. A su entender, es una
responsabilidad compartida entre autoridades y
ciudadanos porque “el concepto de calidad institucional
se enriquece con las conductas de los actores sociales”.
“Uruguay es una sociedad que amortigua conflictos”,
agregó.
Para el
Ministro, la inversión, desde que se gesta como idea, es
esencialmente una apuesta hacia el futuro, porque tiene
la potencialidad de activar progreso y derramar sus
efectos hacia la sociedad. Para él, la inversión debe
verse como sinónimo de prosperidad y Uruguay ante la
existencia de oportunidades reales de inversión, deberá
mantener su calidad institucional especializándose cada
vez más.
Otro
tema analizado fue la actitud uruguaya ante las crisis
que azotaron al país en los últimos años. Al respecto,
Lorenzo concluyó que las crisis por las que ha
atravesado el país le han dejado enseñanzas elementales,
que a la larga, lo han fortalecido a nivel interior y
exterior.
Finalmente, Lorenzo hizo referencia a la agenda de
inversiones con que cuenta el Uruguay e indicó que desde
hace un tiempo el país puso en práctica un sistema de
incentivos importantes que están siendo bien
aprovechados por los empresarios. No obstante, recomendó
el uso responsable de los mismos porque para poder
mantener estos sistemas, además de aplicarlos
correctamente, sus beneficiarios deben utilizarlos con
cautela.
El ex
ministro, Álvaro García, estimó que la Administración de
la cual formó parte recientemente, tuvo como eje
principal la búsqueda del crecimiento con equidad, con
el fin primario de que todos los ciudadanos pudieran
acceder a la calidad de vida que merecen. Añadió que la
prédica permanente siempre fue -y sigue siendo- la
necesidad de que Uruguay mejore los niveles de inversión
sobre su producto bruto y para lograrlo, debe “venderse
hacia el exterior”, basarse en los activos históricos
que tiene, destacándose entre ellos, la estabilidad
política institucional.
Con
respecto a las inversiones extranjeras que recibe
Uruguay, García sostuvo desde su perspectiva que las
empresas a la hora de invertir en el país, valoran la
seriedad, el respeto a las normas, la continuidad de las
políticas y las reglas claras.
En
cuanto a cómo vivió la crisis que le tocó atravesar al
país en 2008, García recordó que mientras él asumía su
cargo como Ministro, se desataba la peor crisis
económica a nivel mundial. Al respecto, dijo que tomó su
cargo confiado en el equipo que lo acompañaría y porque
el país atravesaba un buen momento. Aseguró que lo
fundamental para salir airosos de la misma, fue la
confianza en el país, el trabajo en equipo y el haber
podido controlar las expectativas de la gente.
El ex
ministro especificó, en cuanto a posibles debilidades
que pueda tener el país en estas temáticas, que se
necesita mejorar al sector público disminuyendo la
burocratización, pero a su vez también el sector privado
debería ser mejorado, especialmente en la concepción de
que la empresa debe pensar en brindar trabajo a otros.
Atchugarry valoró el camino de estabilidad que recorre
Uruguay desde hace 25 años, porque se ha vuelto un país
donde sus partidos políticos supieron realizar una
completa rotación hacia la democracia, donde su sociedad
respeta ampliamente al Poder Judicial. Asimismo, dijo
que desde su experiencia observa que Uruguay tiene una
histórica estabilidad en lo que respecta a leyes y
normas, que lo hace un país elegible a la hora de
invertir en él.
En
cuanto a la respuesta uruguaya a la hora de enfrentar
las crisis económicas, Atchugarry dijo que la sociedad
uruguaya tiene la característica destacable de unirse en
los momentos difíciles, lo cual, más allá de las
diferencias de opiniones que pudieron encontrarse
durante la crisis del 2002, el norte que persiguió el
poder político -acompañado por su sociedad-, fue el de
mantener la credibilidad del país ante el exterior.
Reconoció que fueron momentos muy difíciles para todos,
especialmente para muchos ciudadanos que quedaron
desocupados. Esta actitud uruguaya fue la que le
permitió al país salir adelante sin dejar secuelas,
aseguró el ex ministro.
Con
respecto a qué habría que mejorar en el país, Atchugarry
subrayó que se deberían disminuir los avances
burocráticos. |