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20 de mayo, 2010

Tercer lugar

Uruguay bien posicionado regionalmente en cuanto a Calidad Institucional e Inversión 
El Ministro de Economía, Fernando Lorenzo, participó junto a los ex Ministros, Álvaro García y Alejandro Atchugarry en un encuentro donde se analizó la Calidad Institucional y la Inversión en el Uruguay en los últimos años. En este tema, Uruguay se encuentra muy bien posicionado en la región ocupando el tercer lugar. Al respecto, Lorenzo destacó que la inversión debe verse como sinónimo de prosperidad para la sociedad. 

En un desayuno de trabajo realizado en el Ball Room del Hotel Sheraton y organizado por el Estudio jurídico Sanguinetti/Fodere/Bragard, autoridades del ámbito económico del país y del extranjero, expusieron sobre “Calidad Institucional e Inversión”, en Uruguay y en el mundo.

Moderados por Eduardo Sanguinetti, el Ministro de Economía y Finanzas, Fernando Lorenzo, junto a Alejandro Atchugarry y Álvaro García, - ex secretarios de la Cartera de Economía- aportaron a modo de tertulia, sus conocimientos y opiniones con respecto a varios temas.

En una primera etapa, el abogado argentino Manuel Álvarez Trongé, en representación de CEJEL (Centro de Estudios Jurídicos Empresariales Latinoamericano), realizó una presentación de la situación uruguaya con relación a la región y al mundo. La misma está conformada en base a índices combinados entre seguridad jurídica, calidad institucional y “rules of law” entre otros aspectos, que constituyen un parámetro objetivo para medir situaciones.

En el informe se destaca que en 2009 Dinamarca ocupó el primer lugar en el ranking de países con calidad institucional mientras que Uruguay se posicionó en el nº 60, en un total de 195 países. En lo que respecta a Latinoamérica, Uruguay se ubica en el tercer lugar, superado por Chile y Costa Rica. También se comparó la situación de los países de la región en los últimos diez años, donde se destaca que Uruguay se mantuvo estable en este período, mientras que Argentina fue el país que más cambios experimentó.

Con respecto al posicionamiento de Uruguay en esta temática, el Ministro Fernando Lorenzo reflexionó que la calidad institucional no debe resumirse al sistema de normas que se emplean, sino que es importante tener en cuenta la capacidad de hacerlas cumplir y la efectividad que tiene cada gobierno en ello. A su entender, es una responsabilidad compartida entre autoridades y ciudadanos porque “el concepto de calidad institucional se enriquece con las conductas de los actores sociales”. “Uruguay es una sociedad que amortigua conflictos”, agregó. 

Para el Ministro, la inversión, desde que se gesta como idea, es esencialmente una apuesta hacia el futuro, porque tiene la potencialidad de activar progreso y derramar sus efectos hacia la sociedad. Para él, la inversión debe verse como sinónimo de prosperidad y Uruguay ante la existencia de oportunidades reales de inversión, deberá mantener su calidad institucional especializándose cada vez más.

Otro tema analizado fue la actitud uruguaya ante las crisis que azotaron al país en los últimos años. Al respecto, Lorenzo concluyó que las crisis por las que ha atravesado el país le han dejado enseñanzas elementales, que a la larga, lo han fortalecido a nivel interior y exterior.

Finalmente, Lorenzo hizo referencia a la agenda de inversiones con que cuenta el Uruguay e indicó que desde hace un tiempo el país puso en práctica un sistema de incentivos importantes que están siendo bien aprovechados por los empresarios. No obstante, recomendó el uso responsable de los mismos  porque para poder mantener estos sistemas, además de aplicarlos correctamente, sus beneficiarios deben utilizarlos con cautela.

El ex ministro, Álvaro García, estimó que la Administración de la cual formó parte recientemente, tuvo como eje principal la búsqueda del crecimiento con equidad, con el fin primario de que todos los ciudadanos pudieran acceder a la calidad de vida que merecen. Añadió que la prédica permanente siempre fue  -y sigue siendo- la  necesidad de que Uruguay mejore los niveles de inversión sobre su producto bruto y para lograrlo, debe “venderse hacia el exterior”, basarse en los activos históricos que tiene, destacándose entre ellos, la estabilidad política institucional.

Con respecto a las inversiones extranjeras que recibe Uruguay, García sostuvo desde su perspectiva que las empresas a la hora de invertir en el país, valoran la seriedad, el respeto a las normas, la continuidad de las políticas y las reglas claras.

En cuanto a cómo vivió la crisis que le tocó atravesar al país en 2008, García recordó que mientras él asumía su cargo como Ministro, se desataba la peor crisis económica a nivel mundial. Al respecto, dijo que tomó su cargo confiado en el equipo que lo acompañaría y porque el país atravesaba un buen momento. Aseguró que lo fundamental para salir airosos de la misma, fue la confianza en el país, el trabajo en equipo y el haber podido controlar las expectativas de la gente.

El ex ministro especificó, en cuanto a posibles debilidades que pueda tener el país en estas temáticas, que se necesita mejorar al sector público disminuyendo la burocratización, pero a su vez también el sector privado debería ser mejorado, especialmente en la concepción de que la empresa debe pensar en brindar trabajo a otros.

Atchugarry valoró el camino de estabilidad que recorre Uruguay desde hace 25 años, porque se ha vuelto un país donde sus partidos políticos supieron realizar una completa rotación hacia la democracia, donde su sociedad respeta ampliamente al Poder Judicial. Asimismo, dijo que desde su experiencia observa que Uruguay tiene una histórica estabilidad en lo que respecta a leyes y normas, que lo hace un país elegible a la hora de invertir en él.

En cuanto a la respuesta uruguaya a la hora de enfrentar las crisis económicas, Atchugarry dijo que la sociedad uruguaya tiene la característica destacable de unirse en los momentos difíciles, lo cual, más allá de las diferencias de opiniones que pudieron encontrarse durante la crisis del 2002, el norte que persiguió el poder político -acompañado por su sociedad-, fue el de mantener la credibilidad del país ante el exterior. Reconoció que fueron momentos muy difíciles para todos, especialmente para muchos ciudadanos que quedaron desocupados. Esta actitud uruguaya fue la que le permitió al país salir adelante sin dejar secuelas, aseguró el ex ministro.

Con respecto a qué habría que mejorar en el país, Atchugarry subrayó que se deberían disminuir los avances burocráticos.

 
   
 
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  Fernando Lorenzo, Álvaro García y Alejandro Atchugarry
 
  Manuel Álvarez Trongé