Comunicado de la Oficina del Alto Comisionado de
Naciones Unidas para los Derechos Humanos- América del
Sur
La Relatora Especial de las Naciones
Unidas para el Derecho a la Vivienda Adecuada, Raquel
Rolnik, advirtió que una regresión en los derechos
acordados a comunidades fundadas por esclavos liberados
(también conocidas como quilombolas) para controlar y
gozar de sus tierras tradicionales podría ir en contra
de las obligaciones internacionales de Brasil en materia
de derechos humanos.
La Corte
Suprema de Brasil iniciará pronto un fallo sobre la
constitucionalidad de un decreto que regula la concesión
de títulos de propiedad a comunidades quilombolas. “Este
decreto es una de varias medidas dirigidas a compensar
por la deuda histórica de la Nación con las comunidades
afectadas por siglos de dominación y violación de sus
derechos”, señaló Rolnik.
La
constitucionalidad del decreto número 4887/2003
4887/2003 , del año 2003, fue cuestionada ante el
Tribunal Federal Supremo de Brasil por el Partido
Demócrata (DEM), con el apoyo de la Confederación
Nacional de la Industria, la Confederación Nacional de
Productores de Ganado y la Sociedad Rural de Brasil.
“Si el
decreto fuera considerado inconstitucional, esto
socavaría el derecho de las comunidades quilombolas a
acceder a la tierra y los recursos naturales”, aseveró
Rolnik. “Esto podría ir en contra de las obligaciones
internacionales de Brasil, en particular bajo el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales”.
A pesar
de ser reconocidos en la legislación nacional, los
derechos de propiedad de las comunidades quilombolas han
sido asegurados de manera muy paulatina, dejándolos en
situación de extrema vulnerabilidad frente a desalojos
forzados y amenazas de terratenientes, compañías mineras
y proyectos de desarrollo que buscan tomar posesión de
sus tierras y recursos naturales.
“La
relación con la tierra y los recursos naturales está al
centro de la vida de las comunidades quilombos”, dijo la
experta independiente de las Naciones Unidas. “La
fundación espiritual y material de sus identidades
culturales se sostienen por su única relación con las
tierras que tradicionalmente ocupan. Así, la tierra es
más que una mera fuente de subsistencia; es una fuente
para la continuación de sus vidas y de su identidad
cultural”. Hoy en día, existen 1.408 comunidades
quilombo oficialmente registradas en Brasil.
El
decreto regula el procedimiento para la concesión de
título a las tierras ocupadas por comunidades
quilombolas, de acuerdo a los tratados internacionales
de derechos humanos ratificados por Brasil, tales como
el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos,
Sociales y Culturales y la Convención 169 de la OIT
sobre Pueblos Indígenas y Tribales. |