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5 de junio, 2010

Instituto Antártico

Promueven instalación de un Área Protegida en inmediaciones de Base Científica Artigas
En las bases uruguayas Artigas y Ecare ubicadas en Isla Rey Jorge y Península Antártica se registra una considerable circulación de turistas que sobrecargan el ambiente. Los especialistas señalan interferencias de proyectos científicos que ocasionan duplicación de temas estudiados. La creación de una nueva base científica en costas de la Antártida continental resultaría fundamental para asegurar la participación uruguaya en el ámbito científico.

"El continente Antártico, los mares Australes y la zona de convergencia constituyen un área del planeta de interés científico para el Uruguay, con oportunidades de investigación de fenómenos, sistemas y procesos que la constituyen en un laboratorio de la Humanidad vinculada directamente a nuestro país".

La afirmación pertenece al presidente del Instituto Antártico Uruguayo, C/A Leonardo Alonso, y fue realizada en el Seminario "La Antártida como Política de Estado" que tuvo lugar el pasado 29 de abril en la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes.

El jerarca recordó que nuestro país estuvo vinculado históricamente desde su pasado colonial, en donde el Apostadero Naval de Montevideo constituía el "umbral" al continente Austral. "Hoy se mantiene el interés no solo en su carácter científico sino además por su valor estratégico y geopolítico, intereses económicos y vínculos geográficos y oceanográficos. Lo que sucede en la región Antártica incide y repercute directamente sobre nuestro territorio", afirmó. Indicó que "el valor de la Antártida para Uruguay está dado por ser una fuente muy importante de recursos como el agua dulce, los recursos vivos y no vivos como los minerales y la riqueza de los valores estéticos y culturales explotados actualmente en forma medida como el turismo antártico".

En otro tramo de su alocución, C/A Alonso, explicó que para cumplir con el Tratado Antártico, nuestro país mantiene una presencia permanente y desarrolla investigación científica mediante la operación de la Base Científica Antártica "Artigas" (BCAA) en la Isla Rey Jorge dentro del Área del Tratado Antártico durante todo el año y en el verano austral, dependiendo de los recursos, los medios y la meteorología, también a través de la Estación Científica Antártica "T/N Ruperto Elichiribehety" (ECARE), en Bahía Esperanza, en el continente.

Uruguay está presente en la Antártida con la Base Artigas, en la isla Rey Jorge, desde 1984 y con la Estación Científica ECARE, en la propia península, desde 1997. En la actualidad, la operativa allí está restringida debido a limitaciones de carácter presupuestal. En tanto, en la Base Artigas se desempeñan ocho funcionarios, entre personal civil y militar, número que se incrementa a 20 personas durante el verano.

El expositor señaló que "para sustentar esta participación uruguaya de forma activa, continua y autónoma, con el fin de preservar futuros derechos en la Antártida, se requiere del desarrollo de actividades científicas de interés nacional y logísticas de apoyo, siguiendo recomendaciones científicas del Comité Científico de Investigación Antártica (SCAR) y guías operacionales del Consejo de Programas Antárticos Nacionales (COMNAP), las cuales son cumplidas con los medios propios de las Fuerzas Aérea y la Armada Nacional".

El C/A Alonso se refirió a que nuestro país logró, a partir del año 1985, el carácter de Parte Consultiva del Tratado Antártico y mantiene, desde entonces, esa calidad, mientras demuestre su interés en la Antártida mediante la ejecución de investigaciones científicas importantes, el establecimiento de una estación científica o el envío de expediciones también de carácter científico.

"Al adherirse al Tratado Antártico, el Uruguay ha manifestado su interés y la voluntad de reservar los derechos que en un futuro pudieran corresponderle en la Antártida acorde al Derecho Internacional, sin tener aspiraciones de oponer títulos soberanos sobre su territorio", apuntó.

Entre el 3 y el 14 de mayo se realizó en Punta del Este, y por primera vez en nuestro país, la XXXIII Reunión Consultiva del Tratado Antártico. El evento contó con la presencia del Presidente de la República, José Mujica (ver nota). El mismo es un foro que regula y administra lo relativo al Área del Tratado, decidiendo en base al consenso el marco jurídico, político, científico y técnico en el que se deben desarrollar las actividades.

Tercera Base Científica

En la conferencia del C/A Alonso, en el anexo del Palacio Legislativo, estuvieron presentes, entre otros, legisladores y autoridades del Instituto Antártico y del Ministro de Defensa Nacional. En esa oportunidad enumeró lo que definió como los "lineamientos generales sobre los objetivos materiales estratégicos de largo, mediano y corto plazo". Éstos -apuntó-, "se encuentran condicionados únicamente por la disponibilidad de recursos suficientes". En la nómina figura el acondicionamiento de la ECARE para trabajos científicos de verano. En ese sentido, el titular del IAU relató que esa Estación Científica permaneció cerrada desde el año 2001 por problemas presupuestales. "Es de vital importancia poder concretar su reapertura y comenzar con los trabajos de investigación científica, no solo por la necesidad estratégica de operar en el Continente, sino también porque nuestro compromiso con el Sistema Antártico nos exige no mantener instalaciones inoperantes". El funcionario solicitó la modernización y ampliación del parque de tanques de combustible de la Base Artigas, la ejecución de expediciones científicas en plataformas navales, la modernización de sistemas de generación mediante fuentes de energía alternativas (eólica) y la sustitución y reparación mayor de edificios de la Base Artigas. Otras dos inquietudes planteadas por el C/A Alonso refieren al establecimiento de un Área Protegida especialmente administrada en las inmediaciones de la referida Base. Esto -justificó-, "obedece a la necesidad de contar con un plan de gestión adecuado que mitigue la interferencia de otros programas científicos con aquellos desarrollados por el Programa Antártico Nacional, y a su vez, permita regular la circulación de los turistas que, en aumento, pueden interferir con esos programas".

El establecimiento de una Base Científica permanente en la costa de la Antártida Continental, fue otro punto de los que el C/A Alonso puso énfasis. "En la Isla Rey Jorge, donde está localizada la Base Artigas, y en la Península Antártica, donde se encuentra la ECARE, se está dando, a partir de su mayor accesibilidad con medios navales y aéreos modernos, el creciente fenómeno de saturación de actividades mediante la proliferación de bases y la influencia cada vez mayor de turistas". Esto ocasiona una carga sobre el Medio Ambiente así como el agotamiento de los proyectos científicos a realizar por la duplicación de temas estudiados y las interferencias mutuas sobre los abundantes programas. "Las interferencias provocadas por el creciente turismo conducirán al establecimiento de áreas protegidas", vaticinó.

"Este escenario impulsa la necesidad del establecimiento de una nueva base científica antártica en la costa de la Antártida Continental, de forma de asegurar la participación uruguaya en el ámbito científico de cooperación sobre las bases de las capacidades nacionales, el principio de autonomía y las recomendaciones operacionales". El C/A Alonso advirtió que "el establecimiento de la Base Científica de la Antártida Continental deberá materializarse antes de que los avances tecnológicos permitan a los países más desarrollados, comenzar la extracción de recursos minerales antárticos de manera rentable y a la vez compatible con la protección del Medio Ambiente".

A modo de reflexión, el responsable del IAU dijo que hasta el año 2009 el gasto de combustible representaba casi el 80% del presupuesto del Instituto Antártico. Elevados costos de insumos y repuestos, como por ejemplo la oruga para un Carrier (vehículo todo-terreno que se desplaza por la nieve y que transporta personas y cargas livianas) a un costo de 40.000 dólares, hacen de esta actividad algo realmente oneroso. La construcción de ocho tanques de combustible para sustituir los actuales, permitirán autonomía, capacidad de stock suficiente y la operativa de descarga buque-tierra y trasvase más seguro y rápido. Admitió que "una dotación permanente de ocho personas resulta insuficiente. El refuerzo presupuestal asignado para los años 2009-2010 con el fin de atender la organización de la RAPAL y ATCM y la definición que ese incremento pase a formar parte, en forma permanente, de la asignación presupuestal anual, a partir de 2011, dan un poco de aire para atender una actividad cada vez más demandante en el área logística, científica, operacional y para inversiones".

En los tramos finales de su alocución el C/A Alonso planteó una interrogante. "¿Por qué la mayoría de los países que son potencias mundiales están dentro del sistema, se preocupan por mantenerse, invierten, investigan, sus buques científicos permanecen durante meses en el área y por qué muchos otros países también de primer nivel quieren ingresar y no lo han logrado aún?

A lo que respondió que "los Estados hacen el esfuerzo para mantenerse dentro del Sistema del Tratado, obtener el máximo de información, generar conocimiento a través de los proyectos científicos que les permitan el día de mañana, estar bien posicionados a la hora de extraer recursos vivos y no vivos dentro del continente antártico".