Instituto Antártico
Promueven instalación de un Área
Protegida en inmediaciones de Base Científica Artigas
En las bases uruguayas Artigas y Ecare
ubicadas en Isla Rey Jorge y Península Antártica se
registra una considerable circulación de turistas que
sobrecargan el ambiente. Los especialistas
señalan interferencias de proyectos científicos que
ocasionan duplicación de temas estudiados. La creación de una nueva base
científica en costas de la Antártida continental resultaría
fundamental para asegurar la participación uruguaya en el
ámbito científico.
"El continente Antártico, los mares
Australes y la zona de convergencia constituyen un área del
planeta de interés científico para el Uruguay, con
oportunidades de investigación de fenómenos, sistemas y
procesos que la constituyen en un laboratorio de la
Humanidad vinculada directamente a nuestro país".
La afirmación pertenece al presidente
del Instituto Antártico Uruguayo, C/A Leonardo Alonso, y
fue realizada en el Seminario "La Antártida como Política
de Estado" que tuvo lugar el pasado 29 de abril en la
Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de
Representantes.
El jerarca recordó que nuestro país
estuvo vinculado históricamente desde su pasado colonial,
en donde el Apostadero Naval de Montevideo constituía el
"umbral" al continente Austral. "Hoy se mantiene el interés
no solo en su carácter científico sino además por su valor
estratégico y geopolítico, intereses económicos y vínculos
geográficos y oceanográficos. Lo que sucede en la región
Antártica incide y repercute directamente sobre nuestro
territorio", afirmó. Indicó que "el valor de la Antártida
para Uruguay está dado por ser una fuente muy importante de
recursos como el agua dulce, los recursos vivos y no vivos
como los minerales y la riqueza de los valores estéticos y
culturales explotados actualmente en forma medida como el
turismo antártico".
En otro tramo de su alocución, C/A
Alonso, explicó que para cumplir con el Tratado Antártico,
nuestro país mantiene una presencia permanente y desarrolla
investigación científica mediante la operación de la Base
Científica Antártica "Artigas" (BCAA) en la Isla Rey Jorge
dentro del Área del Tratado Antártico durante todo el año y
en el verano austral, dependiendo de los recursos, los
medios y la meteorología, también a través de la Estación
Científica Antártica "T/N Ruperto Elichiribehety" (ECARE),
en Bahía Esperanza, en el continente.
Uruguay está presente en la Antártida
con la Base Artigas, en la isla Rey Jorge, desde 1984 y con
la Estación Científica ECARE, en la propia península, desde
1997. En la actualidad, la operativa allí está restringida
debido a limitaciones de carácter presupuestal. En tanto,
en la Base Artigas se desempeñan ocho funcionarios, entre
personal civil y militar, número que se incrementa a 20
personas durante el verano.
El expositor señaló que "para sustentar
esta participación uruguaya de forma activa, continua y
autónoma, con el fin de preservar futuros derechos en la
Antártida, se requiere del desarrollo de actividades
científicas de interés nacional y logísticas de apoyo,
siguiendo recomendaciones científicas del Comité Científico
de Investigación Antártica (SCAR) y guías operacionales del
Consejo de Programas Antárticos Nacionales (COMNAP), las
cuales son cumplidas con los medios propios de las Fuerzas
Aérea y la Armada Nacional".
El C/A Alonso se refirió a que nuestro
país logró, a partir del año 1985, el carácter de Parte
Consultiva del Tratado Antártico y mantiene, desde
entonces, esa calidad, mientras demuestre su interés en la
Antártida mediante la ejecución de investigaciones
científicas importantes, el establecimiento de una estación
científica o el envío de expediciones también de carácter
científico.
"Al adherirse al Tratado Antártico, el
Uruguay ha manifestado su interés y la voluntad de reservar
los derechos que en un futuro pudieran corresponderle en la
Antártida acorde al Derecho Internacional, sin tener
aspiraciones de oponer títulos soberanos sobre su
territorio", apuntó.
Entre el 3 y el 14 de mayo se realizó en
Punta del Este, y por primera vez en nuestro país, la
XXXIII Reunión Consultiva del Tratado Antártico. El evento
contó con la presencia del Presidente de la República, José
Mujica (ver
nota).
El mismo es un foro que regula y administra lo relativo al
Área del Tratado, decidiendo en base al consenso el marco
jurídico, político, científico y técnico en el que se deben
desarrollar las actividades.
Tercera Base Científica
En la conferencia del C/A Alonso, en el
anexo del Palacio Legislativo, estuvieron presentes, entre
otros, legisladores y autoridades del Instituto Antártico y
del Ministro de Defensa Nacional. En esa oportunidad
enumeró lo que definió como los "lineamientos generales
sobre los objetivos materiales estratégicos de largo,
mediano y corto plazo". Éstos -apuntó-, "se encuentran
condicionados únicamente por la disponibilidad de recursos
suficientes". En la nómina figura el acondicionamiento de
la ECARE para trabajos científicos de verano. En ese
sentido, el titular del IAU relató que esa Estación
Científica permaneció cerrada desde el año 2001 por
problemas presupuestales. "Es de vital importancia poder
concretar su reapertura y comenzar con los trabajos de
investigación científica, no solo por la necesidad
estratégica de operar en el Continente, sino también porque
nuestro compromiso con el Sistema Antártico nos exige no
mantener instalaciones inoperantes". El funcionario
solicitó la modernización y ampliación del parque de
tanques de combustible de la Base Artigas, la ejecución de
expediciones científicas en plataformas navales, la
modernización de sistemas de generación mediante fuentes de
energía alternativas (eólica) y la sustitución y reparación
mayor de edificios de la Base Artigas. Otras dos
inquietudes planteadas por el C/A Alonso refieren al
establecimiento de un Área Protegida especialmente
administrada en las inmediaciones de la referida Base. Esto
-justificó-, "obedece a la necesidad de contar con un plan
de gestión adecuado que mitigue la interferencia de otros
programas científicos con aquellos desarrollados por el
Programa Antártico Nacional, y a su vez, permita regular la
circulación de los turistas que, en aumento, pueden
interferir con esos programas".
El establecimiento de una Base
Científica permanente en la costa de la Antártida
Continental, fue otro punto de los que el C/A Alonso puso
énfasis. "En la Isla Rey Jorge, donde está localizada la
Base Artigas, y en la Península Antártica, donde se
encuentra la ECARE, se está dando, a partir de su mayor
accesibilidad con medios navales y aéreos modernos, el
creciente fenómeno de saturación de actividades mediante la
proliferación de bases y la influencia cada vez mayor de
turistas". Esto ocasiona una carga sobre el Medio Ambiente
así como el agotamiento de los proyectos científicos a
realizar por la duplicación de temas estudiados y las
interferencias mutuas sobre los abundantes programas. "Las
interferencias provocadas por el creciente turismo
conducirán al establecimiento de áreas protegidas",
vaticinó.
"Este escenario impulsa la necesidad del
establecimiento de una nueva base científica antártica en
la costa de la Antártida Continental, de forma de asegurar
la participación uruguaya en el ámbito científico de
cooperación sobre las bases de las capacidades nacionales,
el principio de autonomía y las recomendaciones
operacionales". El C/A Alonso advirtió que "el
establecimiento de la Base Científica de la Antártida
Continental deberá materializarse antes de que los avances
tecnológicos permitan a los países más desarrollados,
comenzar la extracción de recursos minerales antárticos de
manera rentable y a la vez compatible con la protección del
Medio Ambiente".
A modo de reflexión, el responsable del
IAU dijo que hasta el año 2009 el gasto de combustible
representaba casi el 80% del presupuesto del Instituto
Antártico. Elevados costos de insumos y repuestos, como por
ejemplo la oruga para un Carrier (vehículo todo-terreno que
se desplaza por la nieve y que transporta personas y cargas
livianas) a un costo de 40.000 dólares, hacen de esta
actividad algo realmente oneroso. La construcción de ocho
tanques de combustible para sustituir los actuales,
permitirán autonomía, capacidad de stock suficiente y la
operativa de descarga buque-tierra y trasvase más seguro y
rápido. Admitió que "una dotación permanente de ocho
personas resulta insuficiente. El refuerzo presupuestal
asignado para los años 2009-2010 con el fin de atender la
organización de la RAPAL y ATCM y la definición que ese
incremento pase a formar parte, en forma permanente, de la
asignación presupuestal anual, a partir de 2011, dan un
poco de aire para atender una actividad cada vez más
demandante en el área logística, científica, operacional y
para inversiones".
En los tramos finales de su alocución el
C/A Alonso planteó una interrogante. "¿Por qué la mayoría
de los países que son potencias mundiales están dentro del
sistema, se preocupan por mantenerse, invierten,
investigan, sus buques científicos permanecen durante meses
en el área y por qué muchos otros países también de primer
nivel quieren ingresar y no lo han logrado aún?
A lo que respondió que "los Estados
hacen el esfuerzo para mantenerse dentro del Sistema del
Tratado, obtener el máximo de información, generar
conocimiento a través de los proyectos científicos que les
permitan el día de mañana, estar bien posicionados a la
hora de extraer recursos vivos y no vivos dentro del
continente antártico". |