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17 de junio, 2010

Visión del trabajo en el mundo

OIT: Uruguay cuenta con el nivel más bajo de informalidad laboral de América Latina
El manejo del desempleo a partir de la crisis, manejo del VIH en el ámbito laboral y trabajo doméstico, fueron centros de discusión del 99º encuentro de OIT. En Ginebra, técnicos y autoridades del mundo laboral se dieron cita para debatir y generar normativa que defienda a los trabajadores del mundo. El director Juan Somavía destacó el posicionamiento de Uruguay –entre 5 países- con mejores prácticas en cuanto al manejo del empleo durante la crisis económica mundial..

El subsecretario de Trabajo y Seguridad Social, Nelson Loustaunau participó de las Comisiones técnicas, instancias de debate temáticas con abordaje internacional, en el 99º encuentro de la OIT.

Esta reunión de la Organización Internacional del Trabajo estuvo signado por tres tópicos para el debate entre las naciones miembro. Uno versó sobre la elaboración del estatuto de los trabajadores domésticos, donde la discusión se centró en si la normativa sería de corte internacional, y a su vez, si tendría el rango de “Recomendación” o de “Convenio Internacional”. En segundo lugar, se colocó sobre la mesa la protección de los trabajadores infectados con el virus del VIH, con un enfoque dirigido a la no discriminación. El tercer punto en debate se centró en el empleo. Vale destacar que en este ítem, el director general de la OIT, Juan Somavía destacó el posicionamiento de Uruguay –dentro de un abanico de cinco países- con mejores prácticas en cuanto al manejo del empleo durante la crisis económica mundial.

VHI en ámbito laboral

El subsecretario de Trabajo y Seguridad Social, Nelson Loustaunau explicó que ciertos países –básicamente africanos- esta patología se ha transformado en una pandemia sin control. Ante esta realidad, explicó, el debate se centra en cómo manejar las consecuencias que esta enfermedad traslada al mundo del trabajo. Loustaunau añadió que lo que se pone sobre la mesa, es la condición laboral de los trabajadores infectados y las medidas tomadas por las patronales, que puedan afectarlos. Explicó que se apunta a la generación y puesta en marcha de políticas antidiscriminatorias y añadió que se votó una Recomendación cuyo contenido se basa en la práctica de políticas proteccionistas para estos trabajadores. En este sentido, se apunta a una protección activa, dirigida a la defensa de los derechos fundamentales en materia laboral. Añadió que lo que se evita es que los empresarios desarrollen políticas discriminatorias contra quienes padecen el virus.

En el caso de Uruguay, Loustaunou señaló que si bien el MTSS maneja guarismos de forma genérica y en lo estrictamente relacionado al mundo laboral, es el Ministerio de Salud Pública, la institución que opera con las cifras perfectamente desagregadas. Añadió que muchas veces, los propios infectados desconocen que son portadores y continúan en su entorno laboral y otras, conocen su realidad y no la comunican a los patrones para evitar discriminación o pérdida de la fuente laboral. Indicó que la instancia del control sanitario correspondiente al Carné de Salud, es la que muchas veces “blanquea” tal situación.

Extrapolando la realidad uruguaya al resto de los países, Loustaunau dijo que nuestro país no aparece señalado como uno de los discriminadores en referencia al virus. Agregó que en nuestra nación –como en toda sociedad- existen brotes discriminatorios y que es el Estado, el que debe velar por evitar ese tipo de conductas. También acotó que en el concierto internacional, Uruguay no aparece entre los países con mayor incidencia de esta enfermedad entre su PEA (población económicamente activa). Asimismo, recalcó que no es un tema a descuidar, sino que se trata de una temática altamente relevante donde el Estado debe permanecer con “ojo avizor”. Y esto se traduce en la puesta en práctica de una serie de políticas continuas, bien encausadas y agregó que –de forma permanente- su Secretaría de Estado debe velar porque se respeten los derechos de todos los trabajadores.

Trabajo doméstico

En esta materia, Loustaunau explicó que de alguna forma, Uruguay “llevó la voz cantante” ya que nuestra legislación es de un tenor altamente progresista. También subrayó que Uruguay es uno de los poquísimos países que cuenta con un convenio colectivo entre trabajadoras domésticas organizadas (SUTD) y una organización de empleadores (Liga de Amas de Casa).

Dijo que se trata de una temática sumamente interesante y afirmó que a nivel mundial el trabajo doméstico se encuentra entre el 7 y el 10% de la fuerza laboral. En Uruguay, los trabajadores domésticos (los hombres en el Sector constituyen el 1%) se encuentran en el entorno de los 100.000 individuos.

Loustaunau explicó que se trata de una situación muy dispar a nivel de las diferentes naciones. En este sentido, dijo que en algunos países se debe abordar el tema con diversas problemáticas tales como el trabajo infantil, el trabajo esclavo o el fenómeno de las migraciones, entre otras. Añadió que muchos de los migrantes, al arribar a otro país, se inician en el mundo laboral en este Sector.

En una nueva referencia a Uruguay, el Subsecretario describió que el país es receptor de servicio doméstico de la región (Bolivia, Ecuador, Paraguay, Norte argentino). Añadió que en la temporada turística, este fenómeno se multiplica en la zona esteña. A su vez, explicó que somos un país emisor de trabajo doméstico. Muchos uruguayos que emigran hacia Europa o EEUU, inician su periplo laboral por el servicio doméstico. Recalcó que por esto último, resultaba importante para Uruguay generar normativa internacional que consagrara derechos laborales a este tipo de población migrante.

No obstante esto, subrayó que el país se encuentra en un estadio superior. Cuenta con trabajadores agremiados, la existencia de una ONG que nuclea a los empleadores del servicio doméstico y más aún, ambas partes estuvieron presentes en esta 99ª Reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo.

También destacó que el país cuenta con un alto grado de formalización del Sector, producto de campañas desarrolladas por el Banco de Previsión Social y por el hecho de haberles concedido derechos colectivos que históricamente no poseían, como la negociación colectiva. Explicitó que se trata de trabajadores que hasta hace muy poco tiempo atrás, no poseían derecho al Seguro de Desempleo, que carecían de jornada limitada y seguro de salud. Añadió que –a nivel internacional- lo que ubica a Uruguay en una posición de cuasi liderazgo, son todos los derechos adquiridos, de naturaleza colectiva. Señaló que sorprende en el mundo, que en un país pequeño y con nuestras características se lleve a cabo una negociación colectiva. Loustaunau afirmó que la historia de democracia y republicanismo uruguayos y la concepción de que todos somos iguales ante la ley, es una realidad de peso en nuestro país.

Explicó que los trabajadores domésticos ya poseían un Estatuto que fue reformado en el pasado Gobierno de Tabaré Vázquez. Agregó que la Ley de Consejos de Salarios data del año 1943 y en ella, tanto los trabajadores rurales como los domésticos, estaban expresamente excluidos. Su inclusión en los Consejos de Salarios representó una apertura para el sector y una justa reivindicación de sus derechos como trabajadores.

Loustaunau explicó que según los Estatutos de la OIT, la formalización de la norma internacional referida a trabajo doméstico, como a cualquier otra normativa internacional, consta de una segunda discusión a desarrollarse al siguiente año. De aprobarse el debate en 2011, recién allí se contaría con un nuevo Convenio Internacional con Recomendación General, donde se verán materializados los derechos propuestos por Uruguay.

Antes del 2005 la formalización se encontraba entre el 10 y el 15% y su crecimiento se debe –según el Subsecretario- a que todo el mercado laboral fue protagonista, a instancias del Gobierno, de una fuerte formalización. Refirió que la informalidad, en la actualidad alcanza el 23%, cifra que si bien puede parecer alta, es la más baja de América Latina.

   
 
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  Nelson Loustaunau