Visión del trabajo en el mundo
OIT: Uruguay cuenta con el
nivel más bajo de informalidad laboral de América Latina
El manejo del desempleo a partir de la
crisis, manejo del VIH en el ámbito laboral y trabajo
doméstico, fueron centros de discusión del 99º encuentro de
OIT. En Ginebra, técnicos y autoridades del mundo laboral
se dieron cita para debatir y generar normativa que
defienda a los trabajadores del mundo. El director Juan
Somavía destacó el posicionamiento de Uruguay –entre 5
países- con mejores prácticas en cuanto al manejo del
empleo durante la crisis económica mundial..
El subsecretario de Trabajo y
Seguridad Social, Nelson Loustaunau participó de las
Comisiones técnicas, instancias de debate temáticas con
abordaje internacional, en el 99º encuentro de la OIT.
Esta reunión de la
Organización Internacional del Trabajo estuvo signado por
tres tópicos para el debate entre las naciones miembro. Uno
versó sobre la elaboración del estatuto de los trabajadores
domésticos, donde la discusión se centró en si la normativa
sería de corte internacional, y a su vez, si tendría el
rango de “Recomendación” o de “Convenio Internacional”. En
segundo lugar, se colocó sobre la mesa la protección de los
trabajadores infectados con el virus del VIH, con un
enfoque dirigido a la no discriminación. El tercer punto en
debate se centró en el empleo. Vale destacar que en este
ítem, el director general de la OIT, Juan Somavía destacó
el posicionamiento de Uruguay –dentro de un abanico de
cinco países- con mejores prácticas en cuanto al manejo del
empleo durante la crisis económica mundial.
VHI en ámbito laboral
El subsecretario de Trabajo y
Seguridad Social, Nelson Loustaunau explicó que ciertos
países –básicamente africanos- esta patología se ha
transformado en una pandemia sin control. Ante esta
realidad, explicó, el debate se centra en cómo manejar las
consecuencias que esta enfermedad traslada al mundo del
trabajo. Loustaunau añadió que lo que se pone sobre la
mesa, es la condición laboral de los trabajadores
infectados y las medidas tomadas por las patronales, que
puedan afectarlos. Explicó que se apunta a la generación y
puesta en marcha de políticas antidiscriminatorias y añadió
que se votó una Recomendación cuyo contenido se basa en la
práctica de políticas proteccionistas para estos
trabajadores. En este sentido, se apunta a una protección
activa, dirigida a la defensa de los derechos fundamentales
en materia laboral. Añadió que lo que se evita es que los
empresarios desarrollen políticas discriminatorias contra
quienes padecen el virus.
En el caso de Uruguay,
Loustaunou señaló que si bien el MTSS maneja guarismos de
forma genérica y en lo estrictamente relacionado al mundo
laboral, es el Ministerio de Salud Pública, la institución
que opera con las cifras perfectamente desagregadas. Añadió
que muchas veces, los propios infectados desconocen que son
portadores y continúan en su entorno laboral y otras,
conocen su realidad y no la comunican a los patrones para
evitar discriminación o pérdida de la fuente laboral.
Indicó que la instancia del control sanitario
correspondiente al Carné de Salud, es la que muchas veces
“blanquea” tal situación.
Extrapolando la realidad
uruguaya al resto de los países, Loustaunau dijo que
nuestro país no aparece señalado como uno de los
discriminadores en referencia al virus. Agregó que en
nuestra nación –como en toda sociedad- existen brotes
discriminatorios y que es el Estado, el que debe velar por
evitar ese tipo de conductas. También acotó que en el
concierto internacional, Uruguay no aparece entre los
países con mayor incidencia de esta enfermedad entre su PEA
(población económicamente activa). Asimismo, recalcó que no
es un tema a descuidar, sino que se trata de una temática
altamente relevante donde el Estado debe permanecer con
“ojo avizor”. Y esto se traduce en la puesta en práctica de
una serie de políticas continuas, bien encausadas y agregó
que –de forma permanente- su Secretaría de Estado debe
velar porque se respeten los derechos de todos los
trabajadores.
Trabajo doméstico
En esta materia, Loustaunau
explicó que de alguna forma, Uruguay “llevó la voz
cantante” ya que nuestra legislación es de un tenor
altamente progresista. También subrayó que Uruguay es uno
de los poquísimos países que cuenta con un convenio
colectivo entre trabajadoras domésticas organizadas (SUTD)
y una organización de empleadores (Liga de Amas de Casa).
Dijo que se trata de una
temática sumamente interesante y afirmó que a nivel mundial
el trabajo doméstico se encuentra entre el 7 y el 10% de la
fuerza laboral. En Uruguay, los trabajadores domésticos
(los hombres en el Sector constituyen el 1%) se encuentran
en el entorno de los 100.000 individuos.
Loustaunau explicó que se
trata de una situación muy dispar a nivel de las diferentes
naciones. En este sentido, dijo que en algunos países se
debe abordar el tema con diversas problemáticas tales como
el trabajo infantil, el trabajo esclavo o el fenómeno de
las migraciones, entre otras. Añadió que muchos de los
migrantes, al arribar a otro país, se inician en el mundo
laboral en este Sector.
En una nueva referencia a
Uruguay, el Subsecretario describió que el país es receptor
de servicio doméstico de la región (Bolivia, Ecuador,
Paraguay, Norte argentino). Añadió que en la temporada
turística, este fenómeno se multiplica en la zona esteña. A
su vez, explicó que somos un país emisor de trabajo
doméstico. Muchos uruguayos que emigran hacia Europa o EEUU,
inician su periplo laboral por el servicio doméstico.
Recalcó que por esto último, resultaba importante para
Uruguay generar normativa internacional que consagrara
derechos laborales a este tipo de población migrante.
No obstante esto, subrayó que
el país se encuentra en un estadio superior. Cuenta con
trabajadores agremiados, la existencia de una ONG que
nuclea a los empleadores del servicio doméstico y más aún,
ambas partes estuvieron presentes en esta 99ª Reunión de la
Conferencia Internacional del Trabajo.
También destacó que el país
cuenta con un alto grado de formalización del Sector,
producto de campañas desarrolladas por el Banco de
Previsión Social y por el hecho de haberles concedido
derechos colectivos que históricamente no poseían, como la
negociación colectiva. Explicitó que se trata de
trabajadores que hasta hace muy poco tiempo atrás, no
poseían derecho al Seguro de Desempleo, que carecían de
jornada limitada y seguro de salud. Añadió que –a nivel
internacional- lo que ubica a Uruguay en una posición de
cuasi liderazgo, son todos los derechos adquiridos, de
naturaleza colectiva. Señaló que sorprende en el mundo, que
en un país pequeño y con nuestras características se lleve
a cabo una negociación colectiva. Loustaunau afirmó que la
historia de democracia y republicanismo uruguayos y la
concepción de que todos somos iguales ante la ley, es una
realidad de peso en nuestro país.
Explicó que los trabajadores
domésticos ya poseían un Estatuto que fue reformado en el
pasado Gobierno de Tabaré Vázquez. Agregó que la Ley de
Consejos de Salarios data del año 1943 y en ella, tanto los
trabajadores rurales como los domésticos, estaban
expresamente excluidos. Su inclusión en los Consejos de
Salarios representó una apertura para el sector y una justa
reivindicación de sus derechos como trabajadores.
Loustaunau explicó que según
los Estatutos de la OIT, la formalización de la norma
internacional referida a trabajo doméstico, como a
cualquier otra normativa internacional, consta de una
segunda discusión a desarrollarse al siguiente año. De
aprobarse el debate en 2011, recién allí se contaría con un
nuevo Convenio Internacional con Recomendación General,
donde se verán materializados los derechos propuestos por
Uruguay.
Antes del 2005 la
formalización se encontraba entre el 10 y el 15% y su
crecimiento se debe –según el Subsecretario- a que todo el
mercado laboral fue protagonista, a instancias del
Gobierno, de una fuerte formalización. Refirió que la
informalidad, en la actualidad alcanza el 23%, cifra que si
bien puede parecer alta, es la más baja de América Latina.