Objetivo analizar causas
Refugios ofrecen espacios de
atención para centenares de personas en situación de calle
Los Refugios son espacios donde las
personas en situación de calle encuentran no sólo
alojamiento, sino también contención. En Montevideo hay 12
refugios que en invierno reciben a más de 650 personas y
que funcionan todo el año, con un promedio de 500 personas
en verano. Desde 2005 atendieron a más de 3.000 personas.
El objetivo es tener más espacios para atender la demanda y
analizar las múltiples causas del problema.
Los Refugios o “Espacios de Atención”, como prefiere
llamarlos Yamandú Ferraz, Director de la División de
Atención a Colectivos y Población Vulnerable del Ministerio
de Desarrollo Social (MIDES), ofrecen más que alojamiento a
quienes se encuentran en situación de calle. Equipos
multidisciplinarios atienden las necesidades de las
personas, ayudándolos a nivel educativo y de rescate de
valores para elevar su autoestima y retomar la autonomía de
sus vidas.
En una entrevista realizada a Yamandú Ferraz explicó que
en Montevideo funcionan 12 refugios con diferentes
perfiles, que trabajan durante todo el año y no sólo
durante los meses de frío. También se formaron refugios en
Paysandú, Río Negro, Rivera (gestionado por la
Intendencia), Chuy, San José, Maldonado y Canelones.
Existen aquellos refugios para mujeres y hombres solos;
para mujeres con niños; para familias y hombres con hijos;
y para personas que tienen mascotas con un fuerte vínculo
por lo que no quieren desprenderse de ellas. Los refugios
denominados “de medio-camino” brindan un espacio para las
personas que tienen trabajo pero no pueden alquilar una
casa, apartamento o pieza de pensión. Por su parte, la
Intendencia de Montevideo cuenta con un espacio denominado
“pensión social” para las personas que están en situación
de calle pero trabajan hasta tarde (por ejemplo, el caso de
los cuida-coches) y el horario de los refugios del MIDES
no le sirve.
Además, existen centros diurnos para la atención de
madres con hijos, donde se realizan diversas actividades de
recreación para los niños, mientras las madres buscan
empleo; así como también centros para personas con
problemas psiquiátricos, donde reciben contención y
medicamentos, con el control de profesionales. Gran parte
de la población que vive en la calle padece problemas
psiquiátricos, por lo que también hay psiquiatras que
trabajan en calle para apoyar a estas personas y promover
internaciones en centros especializados, señaló Ferraz.
El Director de la División de Atención a Colectivos y
Población Vulnerable del MIDES sostuvo que estos lugares no
sólo ofrecen un espacio asistencial sino que trabaja a
nivel educativo y de rescate de valores para elevar la
autoestima de las personas, tratando de buscar una salida
hacia una vida más autónoma.
A través del trabajo realizado durante los últimos años
-y la experiencia de la Intendencia de Montevideo a través
del Plan Frío Polar- se detectó que existen posibilidades
reales de salida para las personas en situación de calle.
“Se trata de un tema complejo y que no responde a causas
exclusivamente económicas. Se trata con un resultado y no
con la causa real”, dijo Ferraz y reflexionó que quizás no
sea en este ámbito el que deba trabajar en descubrir las
causas, pero que es un tema que se debe atender.
En ese sentido, recalcó que la actual Administración
deberá trabajar en ciertas modificaciones de la metodología
de trabajo, de manera de poder abarcar el 100% de la
población en situación de calle y avanzar en el análisis de
las causas para poder brindar un abanico de posibilidades
para que estas personas trasciendan su situación y retomen
su vida con autonomía.
Para ello, también es necesaria una mayor inversión
económica que permita brindar más espacios que atiendan las
diversas necesidades de las personas y apostar a un trabajo
más interrelacionado con las instituciones involucradas.
Más de 3.000 personas atendidas desde 2005
Todo refugio brinda alimentos, alojamiento, la
posibilidad de bañarse y lavar la ropa. En la medida de que
haya tiempo –dependiendo si el refugio es nocturno o
diurno- se establecen espacios de diálogo para formar un
vínculo con la persona, la causa de la situación de calle,
sus necesidades, aspiraciones, etcétera. Ese es el primer
paso para instar a la persona a recuperar su autoestima y
deseos de superarse.
Yamandú Ferraz informó que actualmente acceden a estos
espacios 650 personas, pero se estima que pueden llegar a
los 690 en invierno, mientras que en verano suelen utilizar
estos espacios alrededor de 500 personas. Desde 2005, han
pasado por los refugios más de 3.000 personas,
aproximadamente, de las cuales muchas han encontrado
soluciones y dejaron de dormir a la intemperie o en los
refugios.
Cuerpos de trabajo multidisciplinario e
interinstitucional integrados por educadores sociales,
psicólogos, enfermeros y asistentes sociales apoyan a las
personas para que éstas logren conseguir un trabajo estable
y puedan independizarse de este tipo de atención.
Las personas llegan a los refugios ya sea por demanda o
a través del trabajo de la “brigada de calle” que circula
por Montevideo en la mañana y desde las 18:00 hasta las
22:00 horas, contactando a personas que no tienen un sitio
donde dormir e instándolos a asistir a los refugios.
Además, esta brigada atiende necesidades de esta población
tanto en materia de ropa, abrigo, comida y atención médica,
entre otros aspectos. Existe, además, un equipo de
emergencia que responde rápidamente a todos los llamados y
reclamos, que atiende en la sede del MIDES y que durante la
semana recibe múltiples planteos por parte de las personas
que viven en los refugios.
Más refugios para el período 2010-2015
Por otra parte, Yamandú Ferraz explicó que los 12
refugios que existen en Montevideo están colmados y que es
preciso contar con nuevos espacios, los cuales deberían
tener mayor dimensión. El motivo radica en que generalmente
los refugios suelen ser casas alquiladas que no permiten
hospedar a mucha gente. Al mismo tiempo, existen varios
problemas en torno al alquiler: no todos los propietarios
acceden a alquilar sabiendo que el destino de la vivienda
será un refugio, por temor al posible deterioro que la
vivienda y, en segundo lugar, no siempre tienen la cantidad
de dormitorios y capacidad requerida, lo cual deriva en la
necesidad de contar con nuevos espacios, nuevos contratos
de alquiler y equipos de trabajo para atenderlos.
El objetivo del MIDES es conseguir un gran espacio donde
se pueda contener a toda la gente posible y que funcione
como una suerte de “puerta de entrada” a los diferentes
refugios, de acuerdo a los distintos perfiles. El
Ministerio de Defensa brindó un espacio de mayor tamaño que
necesita pocas refacciones internas, anunció Ferraz.
“La situación de calle va más allá de lo meramente
económico. Hay un problema mucho más grande, es multicausal
y nosotros, con la gente en situación de calle trabajamos
con una consecuencia y no con la causa. Hay personas con
diferente nivel de formación, clase social y diferentes
perfiles que viven en la calle”. En ese marco, el planteo
para el nuevo quinquenio es modificar el trabajo para
hacerlo más amplio institucionalmente. Hoy, la comisión la
integran el MIDES, MEC, BPS, INDA, INAU, las intendencias
municipales y la Junta Nacional de Drogas, puesto que uno
de los principales problemas radica en el consumo de
drogas, que deriva en la ruptura de lazos con los refugios
donde no está permitido el consumo de ningún tipo de
sustancias.
Para Ferraz, el foco del trabajo se debe poner en “las
dos puntas” del proceso: el ingreso y la salida. Para ello,
se debe apostar al ingreso de todas las personas por una
única vía y de allí derivarlo a un refugio de acuerdo a su
perfil y necesidades. Actualmente, existe un espacio del
MIDES que desde las 13:00 horas hasta las 8:00 de la mañana
registra a todas las personas que asisten a los refugios,
creando una base de datos y de esa manera sistematizar la
gestión para facilitar el desarrollo de políticas sociales.