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23 de junio, 2010

Objetivo analizar causas

Refugios ofrecen espacios de atención para centenares de personas en situación de calle
Los Refugios son espacios donde las personas en situación de calle encuentran no sólo alojamiento, sino también contención. En Montevideo hay 12 refugios que en invierno reciben a más de 650 personas y que funcionan todo el año, con un promedio de 500 personas en verano. Desde 2005 atendieron a más de 3.000 personas. El objetivo es tener más espacios para atender la demanda y analizar las múltiples causas del problema.

Los Refugios o “Espacios de Atención”, como prefiere llamarlos Yamandú Ferraz, Director de la División de Atención a Colectivos y Población Vulnerable del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), ofrecen más que alojamiento a quienes se encuentran en situación de calle. Equipos multidisciplinarios atienden las necesidades de las personas, ayudándolos a nivel educativo y de rescate de valores para elevar su autoestima y retomar la autonomía de sus vidas.

En una entrevista realizada a Yamandú Ferraz explicó que en Montevideo funcionan 12 refugios con diferentes perfiles, que trabajan durante todo el año y no sólo durante los meses de frío. También se formaron refugios en Paysandú, Río Negro, Rivera (gestionado por la Intendencia), Chuy, San José, Maldonado y Canelones. 

Existen aquellos refugios para mujeres y hombres solos; para mujeres con niños; para familias y hombres con hijos; y para personas que tienen mascotas con un fuerte vínculo por lo que no quieren desprenderse de ellas. Los refugios denominados “de medio-camino” brindan un espacio para las personas que tienen trabajo pero no pueden alquilar una casa, apartamento o pieza de pensión. Por su parte, la Intendencia de Montevideo cuenta con un espacio denominado “pensión social” para las personas que están en situación de calle pero trabajan hasta tarde (por ejemplo, el caso de los  cuida-coches) y el horario de los refugios del MIDES no le sirve.

Además, existen centros diurnos para la atención de madres con hijos, donde se realizan diversas actividades de recreación para los niños, mientras las madres buscan empleo; así como también centros para personas con problemas psiquiátricos, donde reciben contención y medicamentos, con el control de profesionales. Gran parte de la población que vive en la calle padece problemas psiquiátricos, por lo que también hay psiquiatras que trabajan en calle para apoyar a estas personas y promover internaciones en centros especializados, señaló Ferraz.

El Director de la División de Atención a Colectivos y Población Vulnerable del MIDES sostuvo que estos lugares no sólo ofrecen un espacio asistencial sino que trabaja a nivel educativo y de rescate de valores para elevar la autoestima de las personas, tratando de buscar una salida hacia una vida más autónoma.

A través del trabajo realizado durante los últimos años -y la experiencia de la Intendencia de Montevideo a través del Plan Frío Polar- se detectó que existen posibilidades reales de salida para las personas en situación de calle. “Se trata de un tema complejo y que no responde a causas exclusivamente económicas. Se trata con un resultado y no con la causa real”, dijo Ferraz y reflexionó que quizás no sea en este ámbito el que deba trabajar en descubrir las causas,  pero que es un tema que se debe atender.

En ese sentido, recalcó que la actual Administración deberá trabajar en ciertas modificaciones de la metodología de trabajo, de manera de poder abarcar el 100% de la población en situación de calle y avanzar en el análisis de las causas para poder brindar un abanico de posibilidades para que estas personas trasciendan su situación y retomen su vida con autonomía.

Para ello, también es necesaria una mayor inversión económica que permita brindar más espacios que atiendan las diversas necesidades de las personas y apostar a un trabajo más interrelacionado con las instituciones involucradas.

Más de 3.000 personas atendidas desde 2005

Todo refugio brinda alimentos, alojamiento, la posibilidad de bañarse y lavar la ropa. En la medida de que haya tiempo –dependiendo si el refugio es nocturno o diurno- se establecen espacios de diálogo para formar un vínculo con la persona, la causa de la situación de calle, sus necesidades, aspiraciones, etcétera. Ese es el primer paso para instar a la persona a recuperar su autoestima y deseos de superarse.

Yamandú Ferraz informó que actualmente acceden a estos espacios 650 personas, pero se estima que pueden llegar a los 690 en invierno, mientras que en verano suelen utilizar estos espacios alrededor de 500 personas. Desde 2005, han pasado por los refugios más de 3.000 personas, aproximadamente, de las cuales muchas han encontrado soluciones y dejaron de dormir a la intemperie o en los refugios.

Cuerpos de trabajo multidisciplinario e interinstitucional integrados por educadores sociales, psicólogos, enfermeros y asistentes sociales apoyan a las personas para que éstas logren conseguir un trabajo estable y puedan independizarse de este tipo de atención.

Las personas llegan a los refugios ya sea por demanda o a través del trabajo de la “brigada de calle” que circula por Montevideo en la mañana y desde las 18:00 hasta las 22:00 horas, contactando a personas que no tienen un sitio donde dormir e instándolos a asistir a los refugios. Además, esta brigada atiende necesidades de esta población tanto en materia de ropa, abrigo, comida y atención médica, entre otros aspectos. Existe, además, un equipo de emergencia que responde rápidamente a todos los llamados y reclamos, que atiende en la sede del MIDES y que durante la semana recibe múltiples planteos por parte de las personas que viven en los refugios.

Más refugios para el período 2010-2015

Por otra parte, Yamandú Ferraz explicó que los 12 refugios que existen en Montevideo están colmados y que es preciso contar con nuevos espacios, los cuales deberían tener mayor dimensión. El motivo radica en que generalmente los refugios suelen ser casas alquiladas que no permiten hospedar a mucha gente. Al mismo tiempo, existen varios problemas en torno al alquiler: no todos los propietarios acceden a alquilar sabiendo que el destino de la vivienda será un refugio, por temor al posible deterioro que la vivienda y, en segundo lugar, no siempre tienen la cantidad de dormitorios y capacidad requerida, lo cual deriva en la necesidad de contar con nuevos espacios, nuevos contratos de alquiler y equipos de trabajo para atenderlos.

El objetivo del MIDES es conseguir un gran espacio donde se pueda contener a toda la gente posible y que funcione como una suerte de “puerta de entrada” a los diferentes refugios, de acuerdo a los distintos perfiles. El Ministerio de Defensa brindó un espacio de mayor tamaño que necesita pocas refacciones internas, anunció Ferraz.

“La situación de calle va más allá de lo meramente económico. Hay un problema mucho más grande, es multicausal y nosotros, con la gente en situación de calle trabajamos con una consecuencia y no con la causa. Hay personas con diferente nivel de formación, clase social y diferentes perfiles que viven en la calle”. En ese marco, el planteo para el nuevo quinquenio es modificar el trabajo para hacerlo más amplio institucionalmente. Hoy, la comisión la integran el MIDES, MEC, BPS, INDA, INAU, las intendencias municipales y la Junta Nacional de Drogas, puesto que uno de los principales problemas radica en el consumo de drogas, que deriva en la ruptura de lazos con los refugios donde no está permitido el consumo de ningún tipo de sustancias.

Para Ferraz, el foco del trabajo se debe poner en “las dos puntas” del proceso: el ingreso y la salida. Para ello, se debe apostar al ingreso de todas las personas por una única vía y de allí derivarlo a un refugio de acuerdo a su perfil y necesidades. Actualmente, existe un  espacio del MIDES que desde las 13:00 horas hasta las 8:00 de la mañana registra a todas las personas que asisten a los refugios, creando una base de datos y de esa manera sistematizar la gestión para facilitar el desarrollo de políticas sociales.

   
 
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