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1 de julio, 2010

Políticas comerciales

Presentaron análisis sobre variaciones de precios de alimentos en América Latina
Factores conyunturales y estructurales incidieron para que entre 2007 y 2008 productos como arroz, trigo, maíz, soja, queso, carne bovina y el petróleo, aumentaran su precio en el ámbito latinoamericano. La liberalización de importaciones, el control de precios, la reducción del IVA y otros impuestos internos, fueron algunas de las medidas que se aplicaron en el caso de nuestro país para reducir los efectos internacionales.

La investigadora del área Agroindustria del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración (UDELAR), Daniela Alfaro, brindó una exposición sobre "Las Políticas Comerciales de América Latina ante las variaciones de precios de alimentos”.

La presentación estuvo organizada por la Dirección Nacional de Industrias (DNI) del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), con presencia del ministro interino Edgardo Ortuño.

La ponencia tuvo como ejes los determinantes de la evolución de los precios; la tendencia y volatilidad de los precios de alimentos; América Latina como  región proveedora de alimentos; las políticas económicas adoptadas por los países de la región ante el aumento de precios de alimentos y,  puntualmente, el caso de Brasil. Además, se incluyeron las implicancias y sostenibilidad de las políticas nacionales adoptadas y se realizaron conclusiones y reflexiones sobre la región.

 Alfaro presentó en forma gráfica la evolución de  los precios de los alimentos hasta el tercer semestre de 2008, así como el precio del petróleo a nivel internacional.

La especialista explicó los determinantes de la suba en precios de los alimentos que fueron tanto conyunturales como estructurales.

Indicó que el aumento de la inversión financiera en commodities; la devaluación del dólar; el aumento del precio del petróleo; las restricciones a las exportaciones de grandes países exportadores; y la reducción en los niveles de existencias fueron causas conyunturales.

Entre los factores estructurales se cuentan el aumento de demanda de alimentos por parte de Asia, tanto para uso animal como para ser utilizado como biocombustible. En cuanto a las ofertas de alimentos, factores como el cambio climático, con la consecuencia de disminución de producción de Australia, Estados Unidos y la Unión Europea (UE), fueron factores estructurales.

También incidieron en las variaciones de precios de alimentos, el aumento de costos de transporte y logística e insumos básicos; la limitación del uso de la tierra y el agua; y las políticas proteccionistas en países desarrollados.

En tal sentido, la investigadora afirmó que América Latina es una región proveedora de alimentos para el mundo.

En ese contexto, se presentó el caso de Brasil que desde finales de los años 80 aplicó políticas comerciales de frontera, internas y externas que inciden sobre la producción y el comercio, afectando directamente las importaciones y las exportaciones.

Las políticas de frontera con la reducción de aranceles y la eliminación de algunos impuestos internos que afectaban las importaciones y la  estimulación de la agricultura familiar, entre otras acciones, hicieron que la oscilación de precios en materia alimentaria fuera menor.

En el caso de Uruguay, las principales políticas económicas aplicadas en la región ante la suba de precios de alimentos, estuvieron relacionadas con la liberalización de las importaciones; el control de precios; y la reducción del IVA y otros impuestos internos.

En el caso de Uruguay se aplicó la liberalización de frutas y verduras con el objetivo de abaratar los precios a la interna del mercado nacional, que fue concomitante con la suba a nivel internacional y la sequía en nuestro país.

En nuestro país también existieron acuerdos explícitos -sin reglamentación- entre los sectores privados y el Gobierno, con el objetivo de abaratar insumos básicos como la carne, el arroz o el trigo.

Según dijo la especialista, se trató de  acuerdos económicos con impacto social realizados entre el sector público y las cadenas productivas.

   
 
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  Daniela Alfaro