Trabajo infantil
Un 7,9% de niños y adolescentes realiza labor que
acentúa la exclusión social
El niño que entra a la vida adulta por
el camino del trabajo infantil, va hacia la exclusión
social: no le servirá ni al país, ni a su familia, ni a él
mismo. José Fernández fue tajante en esa afirmación, que
compartió en la Jornada de Sensibilización sobre Trabajo
Infantil, que versó sobre los detalles relevantes del 7,9%
de los menores trabajadores, sus modos de empleo y el
perfil socioeconómico y cultural de las familias.
El Comité
Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CETI)
organizó una jornada de sensibilización en el auditorio de
la Dirección de Impresiones y Publicaciones Oficiales (IMPO).
La actividad se orientó a los docentes de distintos niveles
educativos, para que cuenten con herramientas a la hora de
identificar quiénes son los niños, niñas y adolescentes
expuestos al mundo laboral.
El Magíster
Juan Fernández se encargó de liderar la jornada. En su
exposición, reveló que el 7,9% de los menores de 18 años
viven situaciones de trabajo infantil. Si bien recordó que
existen situaciones muy visibles, como el trabajo en el
mundo rural, comercial, en una feria, en una esquina o
recolectando residuos, Fernández sumó otro espacio.
En efecto,
destacó que el trabajo doméstico en exceso también es un
problema. Hoy en día, los niños y adolescentes son
expuestos a situaciones en las cuales atienden los
quehaceres domésticos, cuidan a sus hermanos menores o
directamente son el sostén organizativo del hogar. Esto
genera riesgos sistemáticos en su currículum de estudios,
una situación que dirige al niño hacia la exclusión social.
Para José
Fernández, la estructura productiva uruguaya está diseñada
para aquellos niños y adolescentes que egresan del sistema
educativo con una amplia calificación. Las oportunidades
para aquellos que no alcancen una calificación importante,
son muy pocas. Uruguay, prosiguió, es un país de renta
media con un futuro prometedor, pero para eso, requerirá
una población altamente calificada.
El experto
sostiene que un niño que entra a la vida adulta por el
camino de trabajo infantil, va hacia la exclusión social,
porque no le servirá ni al país, ni a su familia, ni a sí
mismo. |