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7 de julio, 2010 |
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Primera Infancia
Apuntan a cobertura para niños de cero a tres años que
estén por debajo de la línea de pobreza
El presidente del Instituto del Niño y
el Adolescente del Uruguay, Javier Salsamendi, reclamó una
actuación aunada de los servicios del Estado vinculados al
desarrollo de políticas sociales, en planificación,
desarrollo y evaluación de la gestión; en la promoción,
protección y restitución de derechos. Adelantó que se
incentivará el trabajo en materia de abuso, maltrato y
violencia infantil, en particular, en el interior del país.
“Nuestra gran
apuesta es a la primera infancia. Continuar un plan
estratégico que definió esta Administración y que plantea
la posibilidad de que, entre 2010 y 2015, se brinde
cobertura al 100% de todos los niños y niñas de 0 a 3 años
que están por debajo de la línea de pobreza”, adelantó el
nuevo presidente del INAU, Javier Salsamendi.
En el marco
de iniciativas a implementar durante su gestión, el jerarca
manifestó la intención de “buscar la forma de
descentralizar cada vez más la mayor parte de las políticas
que desarrolla el organismo” de forma que se desarrollen en
el territorio, muy cerca de los lugares en donde se generan
los problemas, donde está la gente y con una mayor
capacidad de articulación con otras instituciones”.
Salsamendi
explicó esto con un ejemplo. “Si pretendemos desarrollar un
trabajo determinado en materia de abuso, violencia y
maltrato y sabemos que el Ministerio de Desarrollo Social
(MIDES) o la Administración de los Servicios de Salud del
Estado (ASSE) están pensando realizar algo similar,
intentaremos acordar acciones con ellos. Si compartimos el
objetivo, avancemos juntos”.
El titular
del organismo es consciente de que hacer realidad el
anuncio no es sencillo. “Hay considerables diferencias
salariales entre organismos. El INAU ha quedado muy
rezagado en materia salarial. También se plantea un
problema en cuanto a de quien depende y quien evalúa al
funcionario”. No obstante, consideró que “debemos avanzar
cada vez más en la posibilidad de que en el terreno, campo,
barrio y en la comunidad, los servicios del Estado
vinculados al desarrollo de políticas sociales, a la
promoción, protección y restitución de derechos, puedan
actuar cada vez más juntos. Desde el inicio, en la
planificación, desarrollo, y en la evaluación de la
gestión”.
Salsamendi
reconoció que, puertas adentro, “hay un problema de
coordinación. Se tienen que romper un montón de estructuras
que existen en este organismo y que muchas veces no
permiten que algunos sectores del INAU trabajen
efectivamente con otros”.
Con sciente de
la ardua labor que tiene por delante, el jerarca -que firmó
su asunción al frente del organismo el pasado 30 de junio-,
dijo que impulsará, con mayor énfasis, líneas de trabajo en
materia de abuso, maltrato y violencia infantil. “Allí hay
un programa llamado Sistema Integrado de Protección a la
Infancia y Adolescencia contra la Violencia (SIPIAV) que
coordina el INAU e integran muchas otras instituciones, que
necesitamos fortalecerlo desde el punto de vista de la
atención, particularmente en el interior del país”.
El jerarca
sostuvo que pretende extender esa atención a los equipos
que trabajan en materia de prostitución infantil y
adolescente o trata de niños y niñas, donde, en los últimos
años, recobraron estado público denuncias en algunos puntos
del interior del país. En su opinión, “son situaciones que
la gente del lugar acaba adoptando como naturales, como
algo normal, por lo que no siempre se generan denuncias en
el pueblo”, advirtió. Acto seguido, se comprometió a
“desarrollar un trabajo mucho más fuerte en esa área”. En
el tema, confluye, desde su perspectiva, “un componente
policial, que refiere al delito en si, pero también hay una
parte imprescindible de apoyo material, social y
psicológico a las víctimas”.
Participación infantil y adolescente
Consultado
respecto a las expectativas presupuestales que permitan
concretar los planes descriptos, Salsamendi confió que en
estos momentos “estamos terminando de desarrollar cuáles
serán las grandes líneas estratégicas, aquéllos aspectos
vinculados a determinado tipo de prioridades a los que se
les pondrá números”. En tal sentido, el jerarca mencionó
que en fecha a determinar, se producirá un encuentro entre
representantes del INAU y del Ministerio de Economía y
Finanzas y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP),
para avanzar en el área.
“Tenemos la
expectativa de que en materia de primera infancia, de
sistema de responsabilidad penal juvenil y en las
posibilidades del desarrollo de la descentralización en
estos temas, nuestros planteos, desde el punto de vista
presupuestal, serán atendidos”.
Durante su
período al frente del organismo, el jerarca aseguró que se
continuará fortaleciendo la participación infantil y
adolescente. Recordó que el INAU cuenta con un Consejo
Asesor integrado por adolescentes electos por sus
congéneres, aunque “no necesariamente chiquilines del INAU”,
aclaró. En tal sentido, indicó que “estamos estudiando un
proyecto de ley para enviar al Parlamento a fin de integrar
ese cuerpo a la estructura del Instituto en calidad de
asesores del Directorio”.
A modo de
reflexión, Salsamendi señaló que “el INAU,
tradicionalmente, fue destinado a ser quien atiende a los
niños y adolescentes pobres en el Uruguay, y dentro de los
pobres, a los más pobres. Nuestra idea es generar un
Instituto que siga atendiendo esas situaciones que emergen
permanentemente pero que se incorpore a esta nueva
generación de políticas sociales planteadas desde el
período anterior y que implica un intenso trabajo en el
territorio, descentralizado, y que implica mucha
coordinación interinstitucional”.
Pero la tarea
no concluye allí, “debemos construir, en primera infancia.
Apoyar a los padres para que puedan ser padres. Hay que
reconfigurar cuál es el rol de la figura paterna en esta
sociedad”. Agregó que, por lo general, “en los sectores más
pobres todo el peso del hogar recae exclusivamente sobre
las madres. En muchos casos se trata de hogares
uniparentales. Es un sistema de cuidado, desde el embarazo
hasta el nacimiento y los tres primeros años, lo que
denominamos primera infancia. Ahí hay que analizar, con
mayor énfasis, cómo se inserta la figura paterna”.
El titular
del INAU asumió que éste debe hacerse cargo de “aquéllas
situaciones que nadie atiende. Casos (de niños y
adolescentes) que llegan de fracasos familiares, en la
escuela y en el sistema de salud”. Esta realidad fortalece
el empeño de Salsamendi y los directores del organismo de
trabajar con todos los demás posibles actores. “Es lo que
hemos intentado hacer desde el inicio de esta gestión”,
afirmó. Y citó al MIDES, al Ministerio de Salud Pública
(MSP), a la Administración de los Servicios de Salud del
Estado (ASSE) y a la Administración Nacional de Enseñanza
Pública (ANEP). Salsamendi añadió que aguarda la asunción
de los diferentes intendentes e intendentas de los
distintos departamentos para dialogar y profundizar sobre
algunas líneas de trabajo.
Salsamendi es
consciente de
que se encuentra en un lugar privilegiado desde
donde trabajar y desarrollar sus más nobles ideas. En bien
de los niños, niñas y adolescentes pobres de nuestro país.
Cada día, al iniciar la jornada, sabe que ellos son los que
más sufren, los más vulnerables y los que no siempre tienen
voz. |
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Javier Salsamendi |
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