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15 de julio, 2010

Pilar de transformación del Estado

Oficina Nacional de Servicio Civil cumplió 25 años desde su reinstalación
La ONSC celebró su 25º aniversario de reinstalación con el retorno de la democracia. En el evento se marcó el papel que juega esta repartición en lo inherente a la Administración Pública y se recordó que durante la Dictadura fue suprimida. Para el Presidente Mujica el desafío es transformar al Estado uruguayo en una herramienta que oficie de paragolpe de defensa de la nacionalidad y de la soberanía en tiempos de globalización.

En la oportunidad se señaló que esta repartición estatal fue creada por Ley Nº 13.640 del 26 de diciembre de 1967 e inició sus funciones en el mes de marzo de 1969, en la calle Sarandí 500.

Fue sucesivamente intervenida y clausurada por la dictadura comprendida entre los años 1973-1985. De hecho, el Decreto Ley Nº 14.754 del 5 de enero de 1978 suprimió esta Oficina.

Retornó a sus funciones con la vuelta de la democracia y por medio de la Ley Nº 15.757 del 15 de julio de 1985 retomó sus funciones en el ámbito de sus competencias. Es en homenaje a esta fecha que el día del funcionario de la ONSC se celebra cada 15 de julio.

En el festejo se presentó un matasello conmemorativo de la Institución y un afiche ganador del Concurso: XXV Aniversario de la Reinstitucionalización de la Oficina. También se presentó el nuevo sitio web y se explicó que se trata de un diseño más amigable y de fácil navegación.

La Subdirectora de la ONSC, Ana María Ferraris, hizo mención a una misiva escrita por José Artigas desde el campamento de Purificación, el día 12 de agosto de 1815, que estaba dirigida al Cabildo de Montevideo, a pocos meses de asumir el control de la Provincia Oriental. Mediante este documento, el Jefe de los Orientales, solicitaba que no se multiplicaran las autoridades, los administradores, ni otros puestos que gravaren los fondos de "esta indigente provincia". Artigas añadía que pocos, bien dotados y conmovidos por la responsabilidad serán suficientes para servir al país.

Ferraris destacó que el año 1815 fue fértil en realizaciones del período artiguista tales como el Reglamento de Tierras y el de Aduanas, se fundó la Primera Biblioteca Pública y resaltó que fue en esa misma época que Artigas se propuso generar una nueva Administración Pública, aún cuando la incipiente burocracia no estaba comprometida con su Proyecto.

Por su parte, la Directora de la ONSC, Elena Tejera, valoró de forma altamente positiva los avances tecnológicos que posibilitaron –a partir de fines de la década de 1980 e inicios de los ‘90- que permitían el trasiego de documentos desde cualquier oficina pública del país en tiempo real. Realzó el uso del expediente electrónico, el correo electrónico, Internet y el sitio web como herramienta de comunicación de cada repartición estatal.

Tejera le dedicó un capítulo a la capacitación y formación de funcionarios. En este marco, señaló que existen nuevas titulaciones profesionales y técnicas, a las que se suman las post graduaciones y maestrías. Mencionó la Maestría en Gestión de Políticas Públicas que desarrolla la Escuela Nacional de Administración Pública en convenio con la UDELAR.

Además, recordó que se potenciaron los cursos a distancia con el objetivo de que los funcionarios del interior del país posean las mismas oportunidades de capacitación que los capitalinos.

La jerarca dijo que no hay duda de que las generaciones venideras deberán enfrentar nuevos desafíos y que cooperarán en la transformación del Estado, para mutarlo en fuerte y capacitado para responder de manera ágil, efectiva y con calidad, a los requerimientos de la ciudadanía.

En el acto, el Presidente José Mujica afirmó que el rasgo más severo de estos tiempos, es que existen cerca de 500 grupos económicos en todo el mundo y cada uno de ellos posee más Producto Bruto Interno que el 80% de los Estados existentes. Añadió que la riqueza se multiplica potencialmente pero, no se distribuye de la misma manera sino que cada vez se concentra más.

Mujica se preguntó qué es la soberanía de una nación y cuál es el papel del Estado ante grupos económicos que operan en todo el mundo y exigen condiciones para su instalación o se van sin previo aviso, dejando al país sumido en una tragedia. Agregó que a estos grupos económicos no les importa el poder que la ciudadanía confiere a los mandatarios por medio del voto popular. Remarcó que esas compañías cada vez más,dan trabajo a una menor cantidad de personas. Explicó que el grueso de los trabajadores lo hacen en una multitud de pequeñas y medianas empresas, a la vez que destacó que –prácticamente- todo el Uruguay es un conglomerado de pequeñas y rudimentarias empresas que hacen lo que está a su alcance y responden con ingresos materiales que posibilitan la vida de tantos uruguayos.

Asimismo, habló sobre un nuevo concepto de la soberanía donde las conquistas territoriales o los himnos no tienen valor y subrayó que existe un "gigantesco" poder económico que no conoce fronteras.

Para Mujica el Estado actual tiene una nueva connotación, además de poseer sus funciones históricas, es el único instrumento que cuenta con la libre iniciativa de los uruguayos, para que cree las condiciones y los ampare.

El Mandatario dijo que por eso, desde el Ejecutivo se discute acerca de una filosofía de la "cosa pública" porque la vida implica cambios y no tendría razón de ser sin ellos. Añadió que lo que no cambia y acompaña a los tiempos, está condenado a perecer.

Sostuvo a su vez que el desafío es transformar –en los próximos quince o veinte años- al Estado uruguayo en una herramienta que oficie de paragolpe de defensa de la nacionalidad y de nuestra soberanía en tiempos de globalización. No obstante, definió a la soberanía, no como una cuestión de ejército o espacio territorial, sino ante el desborde multinacional de riqueza que puede favorecer o hundir a una nación.

Para Mujica, este desafío no es una tarea privativa de un gobierno sino de un tiempo histórico, porque supone un cambio en cada individuo. Añadió que no existe cambio más difícil que el cultural aunque remarcó que a una repartición como la ONSC le cabe una enorme responsabilidad.

En esa dirección, Mujica afirmó que un funcionario público en Uruguay, es un funcionario de la Nación por encima de cualquier consideración y no pertenece a determinado inciso u oficina. Dijo que esto, en Uruguay, equivale a una revolución cultural que resiste a la tradición y la cultura nacional.

Asimismo, el Mandatario dijo que se debe apelar al retorno de los tiempos en los que pertenecer a la plantilla de empleados públicos y poder servir al país representaba un orgullo, y apostó a que los funcionarios de hoy sean la vanguardia que ampare al país.

   
 
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