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28 de julio, 2010

A favor de la salud de la gente

Compañerismo, laboriosidad y compromiso son clave en la lucha contra tabacaleras
Mujica aseguró que Uruguay se enfrenta a una guerra no declarada contra las tabacaleras multinacionales, que son “monstruos” con más recursos que nuestro Estado. Abogó por buscar una salida a través del trabajo conjunto y se lamentó porque estamos detenidos, en tanto no contamos con los instrumentos jurídicos. Advirtió que el asunto es mucho más complicado de lo que se plantea y señaló que no se arregla con dichos en la prensa.

El Presidente de la República, José Mujica, se refirió en su audición radial de M24 a la problemática del tabaco, las multinacionales, el contrabando de cigarrillos y su incidencia en la salud de los uruguayos.

Reclamó que nadie se haya preocupado por informarse para saber que se está haciendo al respecto, salvo una humilde señora que el pasado jueves en la Sala Zitarrosa le pidió al Presidente para conversar acerca de  ello.

Este es un problema demasiado dramático y no es secundario, dijo Mujica, quien aseguró contar con muchas propuestas, decretos y proyectos de ley contradictorios, con buena intención, pero que no dan respuesta a problemas de fondo.

Mujica recordó que hace dos años se comenzaron a desplegar las “muy racionales” medidas antitabaco,  que subrayó  merecen cuidarse y multiplicarse porque van a favor de la salud de la gente,  y teniendo en cuenta que se está frente a un enemigo hábil y poderoso que también juega.

En aquel momento las multinacionales apenas tenían el 10% del mercado del tabaco en el Uruguay y habían fracasado durante  décadas. Pero en estos dos años pasaron al 25%. “Nos están ganando una guerra en nuestras propias narices y nadie se da por enterado”, reflexionó el Mandatario.

Durante mucho tiempo en toda América Latina las multinacionales derrotaron a las industrias locales. Todas son “fábricas de veneno, dijo pero en el caso de Uruguay esto es mucho más complejo.

“¿Cómo es posible que en el momento de una furibunda campaña a favor de que la gente abandone el vicio feroz, pueda suceder que  las multinacionales se hayan ido apropiando del mercado calladamente?”, se preguntó. Son astutas, tienen plata y espaldas anchas, argumentó.

La misma razón que durante mucho tiempo no les permitía avanzar en la conquista del mercado local, fue el gran paragolpe en el Uruguay contra los cigarros de contrabando. El gran freno que tenía el cigarro de contrabando en el país,  no era la Aduana, ni la mecánica policial, sino el tradicionalismo rutinario de los uruguayos que se expresa en tantas cosas. Es el mismo freno que detuvo durante mucho tiempo a las marcas multinacionales.

Los uruguayos preferían masivamente fumar Coronado y Nevada. Esa inclinación actuó como paragolpe frente al avance del cigarro de contrabando y de las multinacionales, pero estas últimas se dieron cuenta del hábito y comenzaron a trabajar en una política de precios degradados vendiendo abajo del costo. Esto es posible porque son poderosas y comenzaron a recibir con una enorme diferencia una competencia en el mercado legal. Mucha gente por diferencia de precios modificó su vieja costumbre.

Existen denuncias de este comercio desleal que están sentadas en el Ministerio de Economía. Se sabe que mundialmente es difícil probar estas cosas, “pero este animal existe. Tienen tiempo y pueden perder plata”, aseveró Mujica.

De seguir en este camino, las industrias locales quedarán derrotadas, se pagará un tiempo el seguro de paro y luego desaparecerán como en otras partes, auguró.

Las multinacionales se sacarán algún competidor pequeño en el mercado internacional de las marcas nicho de cigarros mentolados. Una vez que se elimine la barrera de la tradición y el gusto del consumidor,  queda la puerta franqueada para los cigarros de contrabando, pero es posible que las multinacionales, de seguir este tranco,  paradojalmente se queden con el mercado legal y el ilegal.

Mujica reflexionó que la mayor amenaza para la salud de los uruguayos está en los cigarrillos de contrabando que se distribuyen por todos lados. “Estamos enfrentados a una guerra no declarada,  pero detenidos, porque se requieren nuevos instrumentos inexistentes desde el punto de vista jurídico”, dijo.

El contrabando de cigarrillos es casi un “pecadillo venial”, no tiene ninguna barrera penal de carácter especial, será mucho peor cuando masivamente todos los uruguayos dejen su tradición.

El Presidente de la República consideró lamentable que en Uruguay nadie hable de la política de agresión de dumping que se viene dando, parece que no existiera. Si no se enfrentan estos problemas,  las multinacionales tienen capacidad de escurrirse.

“No somos abogados y estamos pidiendo colaboración”, dijo. “Se nos dice que Uruguay, con buena intención, cometió un error de procedimiento al no recurrir a una Ley y sustituir el mecanismo de una Ley por un Decreto”, añadió.

Desde el punto de vista legal, cualquier país tiene derecho a defender su salud, pero lo tiene que hacer por Ley. El mecanismo que se utilizó lo quieren usar ahora contra Uruguay, no como un problema de salud, sino como un ataque a la libertad de inversión y comercio, explicó.

“Algún abogado dice que este entuerto se arregla modificando la legislación o recurriendo a una nueva legislación que haga imposible los reclamos de carácter internacional. Otra gente dice alegremente que ignoren los juicios, y que por la salud de la gente hay que bancar lo que fuere”, informó.

El Presidente manifestó estar de acuerdo en “bancar lo que fuere”, pero se preguntó si no existen otros caminos, teniendo en cuenta que “lo que fuere” pero recordó que se trata de juicios en Suiza, donde se deben contratar abogados de estudios de 1.500 dólares por hora. Son juicios que llevan años y si se pierden,  cuestan millones de dólares que se deben pagar, porque sino te declaran el default, “te cobran a prepo”.

El problema del dumping no se arregla desde el punto de vista interno. Los problemas son mucho más complicados de lo que se está planteando y no se arregla con dichos en la prensa, indicó. Se requiere laboriosidad, compromiso y encontrar la mejor salida.

“Estuvimos tres años y pico con un juicio internacional” por un puente y se sigue dando vueltas tras perderse tantos años. Deben existir mecanismos más racionales y estrechar filas en defender la salud y el interés nacional. No puede pasarse por encima de esas cosas.

Cuando gente bien intencionada -equivocada o no- hace una propuesta que se debe medir, no se le puede “pegar en la nuca”, sino que se debe sustituir por propuestas mejores. Lo que está en cuestión es que no se siga haciendo una política de dumping a favor del vicio, dijo.

“¿Tendremos que ir a una tarifación de los cigarrillos o tendremos que legalizar o ensanchar la franja de defensa? ¿Tendremos que hacer modificaciones en el derecho penal?” Es necesario perfeccionar los instrumentos que tiene el Gobierno en el tema. “Nos metimos en una guerra y en ella estamos peleando con monstruos que tienen más recursos que el Estado uruguayo”, expresó Mujica, quien abogó por actuar con compañerismo y por vertebrar un conjunto de políticas, porque el tema no se soluciona con una medida ni “de un sartenazo, concluyó.

   
 
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