Habrá reunión en Montevideo
Optimismo: avanza negociación tripartita para llegada
de gas boliviano
El ministro de Industria, Energía y
Minería, Roberto Kreimerman, confía en alcanzar buenos
resultados en las negociaciones con el Gobierno
boliviano y representantes argentinos, para la compra de
gas natural a la nación andina. Este jueves se reunirán
en Montevideo para analizar las condiciones de
abastecimiento y el transporte. En otro orden, se
refirió al proyecto de una terminal específica (Aratirí)
en La Esmeralda, Rocha.
El
ministro Kreimerman explicó, a su salida del coloquio
por los 50 años de ALADI que hay tres etapas en el tema
del gas.
La
primera etapa es la concreción de la compra de gas
boliviano. Para ello el jueves próximo viajará a
Montevideo el ministro boliviano de Hidrocarburos y
Energía, Luis Fernando Vincenti. Además estarán
presentes los delegados negociadores de Argentina ,
entre otros, el subsecretario de Coordinación del área
de Energía, Roberto Baratta.
Kreimerman afirmó que en este ámbito se desarrolla una
negociación tripartita en la que se ha venido avanzando.
Los temas en estudio son las condiciones de
abastecimiento por parte de Bolivia y de transporte, en
base a los acuerdos de los tres países. Se ha
establecido que esto sea en función de los costos y no
de otros factores.
El
abastecimiento máximo constante de Bolivia que se podría
tener en esta corta etapa, 300.000 m3, dependerá de la
extensión de la capacidad de los gasoductos argentinos.
Hay
voluntad y compromiso desde el Gobierno argentino, que
está insuflando gas a pesar que está cortando
internamente el suministro para algunas industrias. En
el caso uruguayo se trata de una pequeña cantidad, pero
esa voluntad depende de la capacidad de los gasoductos y
de las presiones existentes.
Una vez
pasada la fase más dura del invierno, que se aguarda que
culmine sin mayores problemas, comenzará a liberarse
capacidad como para poder abastecer, explicó. Luego, con
la construcción de los gasoductos argentinos previstos,
se tendrá en más cantidad.
La
segunda etapa se da en un mediano plazo con la planta
regasificadora. En ese caso pasará Uruguay a ser el
administrador.
La
tercera etapa, más a largo plazo, consiste en la
construcción de un largo gasoducto de Bolivia a Uruguay.
Para ello la Corporación Andina de Fomento está haciendo
un estudio para ver la viabilidad del mismo, que
permitiría abastecer a países intermedios como Paraguay
y que podría ser la solución definitiva.
Kreimerman se mostró optimista en cuanto a la
concreción de esta negociación.
El
objetivo de la visita de los negociadores argentinos es
proponer una hoja de ruta que derive el camino hacia
diciembre, teniendo en cuenta que se debe terminar de
definir el modelo de negocios.
El
Jerarca informó que una planta regasificadora consiste
en comprar gas licuado y volverlo al estado gaseoso en
las costas. La compra del gas licuado es uno de los
aspectos fundamentales en este negocio (a quién se hace,
cómo se hace, si lo hacen los países en conjunto o por
separado). También está la licitación de la planta en
sí, que es un barco regasificador, que se pone al lado
del barco que trae el gas natural licuado y lo
regasifica. Esto implica evaluaciones de impacto y del
modelo de negocios de aquí a varios años, cómo va a
seguir. El gas natural hoy se oferta abundantemente
porque muchos países prefirieron antes de usar
gasoductos, licuarlo y venderlo a distancias más
lejanas, sostuvo.
En otro
orden, haciendo referencia al Proyecto Aratirí, dedicado
a la extracción de hierro, el Ministro aclaró que lo que
se piensa construir en las proximidades del balneario La
Esmeralda (Rocha) no es un puerto de aguas profundas,
sino una terminal dedicada básicamente a la salida del
mineral, siempre y cuando se confirme la inversión. Se
trata de una terminal específica que finaliza en el mini
oleoducto y que permitirá sacar los materiales a los
lugares de uso.
El
Ministro informó que se envió un proyecto acerca de
cuáles son los impactos para el país, pero se sigue
negociando.
La
implementación del proyecto depende de dos factores: 1)
que la empresa finalice una evaluación para saber si la
cantidad de hierro es la adecuada para sus posibilidades
de rentabilidad del emprendimiento, y 2) la negociación
con el Gobierno que tiene varios aspectos.
“Nos
interesa que esto se constituya, no en una exportación
de minerales para el país que pueda hacerla, hoy,
mañana o pasado, sino que se constituya en una nueva
industria siderúrgica en el futuro como el Presidente
(de la República ) planteó en su momento y que además,
se concrete de una forma armónica con los intereses de
todos los que están en la zona (trabajadores,
productores y ciudades), concluyó Kreimerman. |