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9 de agosto, 2010

Habrá reunión en Montevideo

Optimismo: avanza negociación tripartita para llegada de gas boliviano
El ministro de Industria, Energía y Minería, Roberto Kreimerman, confía en alcanzar buenos resultados en las negociaciones con el Gobierno boliviano y representantes argentinos, para la compra de gas natural a la nación andina. Este jueves se reunirán en Montevideo para analizar las condiciones de abastecimiento y el transporte. En otro orden, se refirió al proyecto de una terminal específica (Aratirí) en La Esmeralda, Rocha. 

El ministro Kreimerman explicó, a su salida del coloquio por los 50 años de ALADI  que hay tres etapas en el tema del gas.

La primera etapa  es la concreción de la compra de gas boliviano. Para ello el  jueves próximo viajará a Montevideo el ministro boliviano de Hidrocarburos y Energía, Luis Fernando Vincenti. Además estarán presentes los delegados negociadores de Argentina , entre otros,  el subsecretario de Coordinación del área de Energía, Roberto Baratta.

Kreimerman afirmó que en este ámbito se desarrolla una negociación tripartita en la que se ha venido avanzando. Los temas en estudio son las condiciones de abastecimiento por parte de Bolivia y de transporte,  en base a los acuerdos de los tres países. Se ha  establecido que esto sea en función de los costos y no de otros factores.

El abastecimiento máximo constante de Bolivia que se podría tener en esta corta etapa, 300.000 m3, dependerá de la extensión de la capacidad de los gasoductos argentinos.

Hay voluntad y compromiso desde el Gobierno argentino, que está insuflando gas a pesar que está cortando internamente el suministro para algunas industrias. En el caso uruguayo se trata de una pequeña cantidad, pero esa voluntad depende de la capacidad de los gasoductos y de las presiones existentes.

Una vez pasada la fase más dura del invierno, que se aguarda que culmine sin mayores problemas, comenzará a liberarse capacidad como para poder abastecer, explicó. Luego, con la construcción de los gasoductos argentinos previstos, se tendrá en más cantidad.

La segunda etapa se da en un mediano plazo con la planta regasificadora. En ese caso pasará  Uruguay a ser el administrador.

La tercera etapa, más a largo plazo, consiste en la construcción de un largo gasoducto de Bolivia a Uruguay. Para ello la Corporación Andina de Fomento está haciendo un estudio para ver la viabilidad del mismo, que permitiría abastecer a países intermedios como Paraguay y que podría ser la solución definitiva.

Kreimerman se mostró optimista en cuanto a  la concreción de esta negociación.

El objetivo de la visita de los negociadores argentinos es proponer una hoja de ruta que derive el camino hacia diciembre, teniendo en cuenta que se debe terminar de definir el modelo de negocios.

El Jerarca informó que una planta regasificadora consiste en comprar gas licuado y volverlo al estado gaseoso en las costas. La compra del gas licuado es uno de los aspectos fundamentales en este negocio (a quién se hace, cómo se hace, si lo hacen los países en conjunto o por separado). También está la licitación de la planta en sí, que es un barco regasificador, que se pone al lado del barco que trae el gas natural licuado y lo regasifica. Esto implica evaluaciones de impacto y del modelo de negocios de aquí a varios años, cómo va a seguir. El gas natural hoy se oferta abundantemente porque muchos países prefirieron antes de usar gasoductos, licuarlo y venderlo a distancias más lejanas, sostuvo.

En otro orden, haciendo referencia al Proyecto Aratirí, dedicado a la extracción de hierro, el Ministro aclaró que lo que se piensa construir en las proximidades del balneario La Esmeralda (Rocha) no es un puerto de aguas profundas,  sino una terminal dedicada básicamente a la salida del mineral, siempre y cuando se confirme la inversión. Se trata de una terminal específica que finaliza en el mini oleoducto y  que permitirá sacar los materiales a los lugares de uso.

El Ministro informó que se envió un proyecto acerca de cuáles son los impactos para el país, pero se sigue negociando.

La implementación del proyecto depende de dos factores: 1) que la empresa finalice una evaluación para saber si la cantidad de hierro es la adecuada para sus posibilidades de rentabilidad del emprendimiento, y 2) la negociación con el Gobierno que tiene varios aspectos.

“Nos interesa que esto se constituya,  no en una exportación de minerales  para el país que pueda hacerla, hoy, mañana o pasado, sino que se constituya en una nueva industria siderúrgica en el futuro como el Presidente (de la República ) planteó en su momento y que además,  se concrete de una forma armónica con los intereses de todos los que están en la zona (trabajadores, productores y ciudades), concluyó Kreimerman.

   
 
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