Ministerio de Turismo y Deporte
Un plan para que los trabajadores que no están
habituados a viajar puedan conocer el país
Unos 2.400 trabajadores del interior
del país no habituados a viajar adquirieron paquetes
turísticos nacionales por un fin de semana, a precios
ventajosos, a distintos puntos turísticos. Participan de
la experiencia 20 establecimientos hoteleros, 20
agencias de viajes y 6 empresas de transporte. Los
jóvenes y los adultos mayores también serán
beneficiados. El Ministerio de Turismo procura extender
así la estacionalidad del turismo.
Como
lanzamiento de la actividad oficial del Sistema Nacional
de Turismo Social del Ministerio de Turismo y Deporte (MINTUR),
esa repartición promovió un viaje que permitió que 160
jóvenes del INJU de los departamentos de Rivera y
Durazno viajaran a las termas del Guaviyú (Paysandú) y
disfrutaran el pasado fin de semana de sus
instalaciones.
Esta no
es una acción aislada sino que se enmarca en una de tres
líneas que, en distinto grado de desarrollo, implementa
la repartición ministerial, con el apoyo de las
diferentes intendencias municipales. Además del Turismo
Social para Jóvenes hay interés en instrumentar, con la
Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas (ONAJPU),
un plan destinado a promover salidas, a precios
convenientes, para los adultos mayores. Desde el mes de
junio del año pasado se ha venido desarrollando lo que
el asesor del MINTUR, Alberto Torelli, calificó de
“exitosa experiencia piloto”, denominada Turismo Social
para Trabajadores, que se realiza dentro de fronteras.
En aquélla oportunidad, dos pequeños grupos de
trabajadores activos de Florida, viajaron cada uno a dos
destinos diferentes: a Piriápolis (Maldonado) y a Termas
del Arapey (Salto). Desde entonces lo han hecho 2.400
trabajadores del interior y sus familiares a distintos
puntos turísticos nacionales. Esto, además de contribuir
a estimular el turismo interno, ha servido para extender
la estacionalidad de la actividad que, como es sabido,
en nuestro país se concentra, principalmente, en los
meses de enero y febrero. Además, ha permitido ingresos
adicionales a 400 personas que están vinculadas en forma
directa a la actividad turística en los distintos puntos
y ha beneficiado a muchas personas más en forma
indirecta.
La
experiencia de conocer el mar
En
estos momentos hay ocho bases regulares de salida en los
departamentos de Flores, Florida, Durazno, Tacuarembó,
Treinta y Tres, Cerro Largo, Artigas, Rivera -que se
ampliarán luego de una licitación en curso- y similar
cantidad de lugares de arribo: Piriápolis (Maldonado),
Montevideo, Termas del Guaviyú (Paysandú), Quebrada de
los Cuervos (Treinta y Tres), La Paloma y La Coronilla
(Rocha) y Fray Bentos (Río Negro). En el caso de Treinta
y Tres es el único departamento de los mencionados que
es emisor y receptor en forma simultánea. Hasta el
momento participan del plan 20 establecimientos
hoteleros, 20 agencias de viaje y 6 compañías de
transporte de Montevideo e interior que fueron
oportunamente licitadas.
Según
los sondeos de satisfacción realizadas a los viajantes
se desprende que cada persona gasta, además del costo
del paquete turístico, 900 pesos, lo que significa que
cada ómnibus aporta a la comunidad poco más de 1.700
dólares, apuntó Torelli. Quienes cumplen funciones en la
organización de los traslados se han encontrado con
situaciones de lo más variopintas. Algunos trabajadores
manifestaron que hacía más de diez años que no viajaban,
otro expresó que la experiencia le había significado el
viaje de su vida. También se registró el caso de una
señora de poco más de 50 años que, al igual que los
protagonistas del cuento “El Viaje hacia el Mar” de Juan
José Morosoli, no había tenido la posibilidad de
contemplar el mar. Quienes se emocionan de llegar hasta
el Estadio Centenario son los casos más reiterados de
los turistas que arriban a Montevideo, al que sólo lo
conocían a través de las imágenes de televisión. Sin
mencionar el Teatro Solís, la Fortaleza del Cerro o el
Museo del Carnaval, donde, incluso, se ven exonerados de
pagar la entrada. Torelli señala la paradoja que la
capital del país, por donde ingresa el 55% del turismo,
no es accesible para la mayoría de los habitantes del
interior.
Derecho al goce del tiempo libre
Cuando
se presenta el plan, en la capital del departamento
emisor, los responsables de Turismo Social realizan una
conferencia de prensa ante los medios de comunicación y
las fuerzas vivas, que son convocados por la intendencia
local. Allí se informa ampliamente sobre las
características del programa y del destino que se
promueve. Además del desarrollo del tema en los medios
locales, y a través de la propia comuna y de las
organizaciones sindicales, se distribuyen folletos y
pósters que promueven la actividad. Los trabajadores
activos interesados en el destino difundido, se dirigen
a las agencias de viaje seleccionadas. El requerimiento
es que su núcleo familiar no supere los 20.000 pesos de
ingreso. A modo de ejemplo, un viaje que se realizó
recientemente, en temporada baja, con trabajadores desde
Rivera a La Paloma, el costo fue de 715 pesos por
persona, que se podía financiar a través del Banco
República. Esta cifra incluía el traslado (que es
subvencionado por el MINTUR), una noche de alojamiento,
un desayuno y una comida. Durante el primer año de la
experiencia piloto los viajes no comprendían la
temporada alta, aunque ya habría establecimientos
hoteleros dispuestos a ser considerados también durante
el verano.
Torelli
consideró que el principal objetivo buscado es el
“derecho a la recreación porque el turismo en el país no
se toma como un derecho al goce del tiempo libre que es
garantizado por las Naciones Unidas y mucha gente no lo
sabe”.
El
funcionario destacó que se está trabajando, como ya se
mencionó, en franjas de ingresos menores a los 20.000
pesos. Eso implica que se trata de trabajadores comunes
y corrientes que no pueden acceder a un paquete
turístico tal como se les ofrece en el mercado. A través
de una subvención del MINTUR y de muchos actores
privados, que ceden parte de su ganancia, contribuimos
además de que la gente que habitualmente no puede viajar
lo haga”.
Torelli
mencionó que hay experiencias inspiradoras en Chile y
España donde esta modalidad de turismo se desarrolla
durante todo el año. En nuestro país la realidad indica
que muchos de los establecimientos hoteleros están
cerrados durante nueve meses al año. “La gente que
trabaja en el sector es zafral, trabaja dos o tres meses
y luego es enviada al seguro de paro”, relató. Los
planes en marcha de Turismo Social intentarán revertir
esta realidad.
Las
perspectivas son auspiciosas. El plan piloto resultó
exitoso. Si bien comenzó siendo para trabajadores, desde
el pasado fin de semana también lo es para jóvenes y se
estima que lo sea para adultos mayores, desde 2011. La
repartición, que cuenta con presupuesto propio para la
tarea, pretende incorporar a la experiencia a nuevos
actores para su expansión en el interior del país. |