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7 de septiembre, 2010

Ministerio de Turismo y Deporte

Un plan para que los trabajadores que no están habituados a viajar puedan conocer el país
Unos 2.400 trabajadores del interior del país no habituados a viajar adquirieron paquetes turísticos nacionales por un fin de semana, a precios ventajosos, a distintos puntos turísticos. Participan de la experiencia 20 establecimientos hoteleros, 20 agencias de viajes y 6 empresas de transporte. Los jóvenes y los adultos mayores también serán beneficiados. El Ministerio de Turismo procura extender así la estacionalidad del turismo.

Como lanzamiento de la actividad oficial del Sistema Nacional de Turismo Social del Ministerio de Turismo y Deporte (MINTUR), esa repartición promovió un viaje que permitió que 160 jóvenes del INJU de los departamentos de Rivera y Durazno viajaran a las termas del Guaviyú (Paysandú) y disfrutaran el pasado fin de semana de sus instalaciones.

Esta no es una acción aislada sino que se enmarca en una de tres líneas que, en distinto grado de desarrollo, implementa la repartición ministerial, con el apoyo de las diferentes intendencias municipales. Además del Turismo Social para Jóvenes hay interés en instrumentar, con la Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas (ONAJPU), un plan destinado a promover salidas, a precios convenientes, para los adultos mayores. Desde el mes de junio del año pasado se ha venido desarrollando lo que el asesor del MINTUR, Alberto Torelli, calificó de “exitosa experiencia piloto”, denominada Turismo Social para Trabajadores, que se realiza dentro de fronteras. En aquélla oportunidad, dos pequeños grupos de trabajadores activos de Florida, viajaron cada uno a dos destinos diferentes: a Piriápolis (Maldonado) y a Termas del Arapey (Salto). Desde entonces lo han hecho 2.400 trabajadores del interior y sus familiares a distintos puntos turísticos nacionales. Esto, además de contribuir a estimular el turismo interno, ha servido para extender la estacionalidad de la actividad que, como es sabido, en nuestro país se concentra, principalmente, en los meses de enero y febrero. Además, ha permitido ingresos adicionales a 400 personas que están vinculadas en forma directa a la actividad turística en los distintos puntos y ha beneficiado a muchas personas más en forma indirecta.  

La experiencia de conocer el mar

En estos momentos hay ocho bases regulares de salida en los departamentos de Flores, Florida, Durazno, Tacuarembó, Treinta y Tres, Cerro Largo, Artigas, Rivera -que se ampliarán luego de una licitación en curso- y similar cantidad de lugares de arribo: Piriápolis (Maldonado), Montevideo, Termas del Guaviyú (Paysandú), Quebrada de los Cuervos (Treinta y Tres), La Paloma y La Coronilla (Rocha) y Fray Bentos (Río Negro). En el caso de Treinta y Tres es el único departamento de los mencionados que es emisor y receptor en forma simultánea. Hasta el momento participan del plan 20 establecimientos hoteleros, 20 agencias de viaje y 6 compañías de transporte de Montevideo e interior que fueron oportunamente licitadas.

Según los sondeos de satisfacción realizadas a los viajantes se desprende que cada persona gasta, además del costo del paquete turístico, 900 pesos, lo que significa que cada ómnibus aporta a la comunidad poco más de 1.700 dólares, apuntó Torelli. Quienes cumplen funciones en la organización de los traslados se han encontrado con situaciones de lo más variopintas. Algunos trabajadores manifestaron que hacía más de diez años que no viajaban, otro expresó que la experiencia le había significado el viaje de su vida. También se registró el caso de una señora de poco más de 50 años que, al igual que los protagonistas del cuento “El Viaje hacia el Mar” de Juan José Morosoli, no había tenido la posibilidad de contemplar el mar. Quienes se emocionan de llegar hasta el Estadio Centenario son los casos más reiterados de los turistas que arriban a Montevideo, al que sólo lo conocían a través de las imágenes de televisión. Sin mencionar el Teatro Solís, la Fortaleza del Cerro o el Museo del Carnaval, donde, incluso, se ven exonerados de pagar la entrada. Torelli señala la paradoja que la capital del país, por donde ingresa el 55% del turismo, no es accesible para la mayoría de los habitantes del interior.

Derecho al goce del tiempo libre

Cuando se presenta el plan, en la capital del departamento emisor, los responsables de Turismo Social realizan una conferencia de prensa ante los medios de comunicación y las fuerzas vivas, que son convocados por la intendencia local. Allí se informa ampliamente sobre las características del programa y del destino que se promueve. Además del desarrollo del tema en los medios locales, y a través de la propia comuna y de las organizaciones sindicales, se distribuyen folletos y pósters que promueven la actividad. Los trabajadores activos interesados en el destino difundido, se dirigen a las agencias de viaje seleccionadas. El requerimiento es que su núcleo familiar no supere los 20.000 pesos de ingreso. A modo de ejemplo, un viaje que se realizó recientemente, en temporada baja, con trabajadores desde Rivera a La Paloma, el costo fue de 715 pesos por persona, que se podía financiar a través del Banco República. Esta cifra incluía el traslado (que es subvencionado por el MINTUR), una noche de alojamiento, un desayuno y una comida. Durante el primer año de la experiencia piloto los viajes no comprendían la temporada alta, aunque ya habría establecimientos hoteleros dispuestos a ser considerados también durante el verano.

Torelli consideró que el principal objetivo buscado es el “derecho a la recreación porque el turismo en el país no se toma como un derecho al goce del tiempo libre que es garantizado por las Naciones Unidas y mucha gente no lo sabe”.

El funcionario destacó que se está trabajando, como ya se mencionó, en franjas de ingresos menores a los 20.000 pesos. Eso implica que se trata de trabajadores comunes y corrientes que no pueden acceder a un paquete turístico tal como se les ofrece en el mercado. A través de una subvención del MINTUR y de muchos actores privados, que ceden parte de su ganancia, contribuimos además de que la gente que habitualmente no puede viajar lo haga”.

Torelli mencionó que hay experiencias inspiradoras en Chile y España donde esta modalidad de turismo se desarrolla durante todo el año. En nuestro país la realidad indica que muchos de los establecimientos hoteleros están cerrados durante nueve meses al año. “La gente que trabaja en el sector es zafral, trabaja dos o tres meses y luego es enviada al seguro de paro”, relató. Los planes en marcha de Turismo Social intentarán revertir esta realidad.

Las perspectivas son auspiciosas. El plan piloto resultó exitoso. Si bien comenzó siendo para trabajadores, desde el pasado fin de semana también lo es para jóvenes y se estima que lo sea para adultos mayores, desde 2011. La repartición, que cuenta con presupuesto propio para la tarea, pretende incorporar a la experiencia a nuevos actores para su expansión en el interior del país.

   
 
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