Informe SIPIAV 2009
Niños, niñas y adolescentes: trabajo en territorio
mejorará respuesta a situaciones de violencia
La tarea involucraría a ASSE, INAU y
organizaciones no gubernamentales a fin de detectar y
abordar antes la problemática. En el período 2007-2009, el
Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la
Adolescencia contra la Violencia (SIPIAV) se ocupó de 503
situaciones. Violencia emocional se registró en el 81.3% de
los casos, violencia física ocupó el segundo lugar con un
42.5% mientras que la violencia sexual llegó al 37%.
Se llevó a cabo el encuentro anual del
Sistema Integral de Protección a la Infancia y la
Adolescencia contra la Violencia (SIPIAV) en el Edificio
Anexo del Palacio Legislativo. La actividad contó con la
presencia de los ministros de Salud Pública, Daniel Olesker
y del Interior, Eduardo Bonomi, del presidente del INAU,
Javier Salsamendi, de la vicepresidenta de ANEP, Nora
Castro, entre otras autoridades que conforman el Sistema.
El SIPIAV se implantó en 2007 y fue
concebido para la construcción de un sistema nacional de
atención que brinde respuesta a la problemática de la
violencia contra la niñez y la adolescencia. Es presidido
por el INAU y lo conforman además, los ministerios de
Desarrollo Social, Salud Pública, Interior y ANEP. Cuenta,
además, con el apoyo de UNICEF y el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La coordinadora del SIPIAV, María Elena
Mizrahi, reconoció que hoy en el país la violencia hacia
niños, niñas y adolescentes es un problema social
importante que demanda políticas públicas que comprendan al
Estado, a las organizaciones no gubernamentales y de la
sociedad civil. Mencionó la constatación de maltrato "en
más de un 83% de adultos, quienes respondieron en una
encuesta de hogares, en el área metropolitana, que en
alguna medida maltrató física o emocionalmente a niños,
niñas o adolescentes".
Con la presentación del "Informe de
Gestión 2009", que tiene una cobertura metropolitana
(Montevideo y Canelones), Mizrahi tiene la expectativa de
lograr que las nuevas autoridades confirmen y ratifiquen la
voluntad política de trabajar sobre esta temática en forma
mancomunada. Con una mayor eficiencia de los servicios y
centrando la mirada y los recursos técnicos y humanos
disponibles en abordar esta problemática.
La funcionaria manifestó que "en la
problemática de los niños, niñas y adolescentes, los vemos
como victimarios. Si vamos a sus historias, al destrato o
maltrato que tienen los adultos para con ellos, muchas
veces lo reflejan en su comportamiento con el resto de la
sociedad".
El documento revela que en las 503
situaciones abordadas por el SIPIAV en el período 2007-2009
la violencia emocional se registró en el 81.3% de los
casos. Le continúa la violencia física con el 42.5% de los
casos, mientras que la sexual llegó al 37%. Del análisis de
las cifras que realizan los técnicos del Sistema se
desprende que el abuso sexual, a diferencia de los otros
dos tipos de violencia registró una tendencia creciente en
su incidencia durante el trienio. "Si bien durante los dos
primeros años fue el tipo de violencia con menor porcentaje
(31.4% y 37.4%), en 2009 superó en registro a la violencia
física, llegando a los 44% de los casos".
La violencia emocional se presentó en
proporciones similares en ambos sexos. La sexual tuvo el
doble de incidencia en las niñas y adolescentes mujeres en
el tramo comprendido entre los 13 y los 17 años, mientras
que la violencia física se registra mayormente en varones.
Los datos relacionados a los agresores
señalan que en su gran mayoría (82.1%) son familiares de
las víctimas y poco más de la mitad de ellos estaban en el
rango de 30 a 44 años. Los hombres duplican en proporción a
las mujeres agresoras.
Mizrahi señaló que, ante este panorama,
se apuesta a la territorialización. "Esto significa que
equipos de la Administración de los Servicios de Salud del
Estado (ASSE), INAU y de las organizaciones no
gubernamentales, en convenio con este organismo, deben
estar en el territorio. Si estamos en el territorio,
captamos y llegamos antes a la problemática. Creemos que
con esta política, en realidad, lo que estamos haciendo es
proteger y no llegar al último recurso que es la
internación y la quita del niño, niña o adolescente de la
familia".