Con Andrés Masoller
Políticas contracíclicas las hace quien puede y no quien
quiere
El Director de la Asesoría
Macroeconómica (MEF) sostuvo que el proyecto de
Presupuesto presentado por el Poder Ejecutivo prevé una
reducción gradual del déficit fiscal hasta llegar al
0,8% del PIB en 2014. También apunta a una reducción de
la deuda pública bruta, la cual pasaría, en el
quinquenio, del 69% a un nivel cercano al 40%. “Ello es
justamente lo que genera mayor margen de maniobra para
hacer políticas contracíclicas”, apuntó.
Con el cometido de
conocer la posición del Ministerio de Economía y
Finanzas en relación al Proyecto de Ley Presupuestal, la
Secretaría de Comunicación entrevistó al Director de la
Asesoría Macroeconómica, Andrés Masoller.
En la oportunidad,
y a la luz de la iniciativa presentada al Parlamento, se
abordaron temas concernientes a los principales
lineamientos en materia de política económica. En
particular, centraron nuestro interés las proyecciones
en materia de déficit fiscal, crecimiento del producto e
incremento de gasto.
En el Proyecto
de Ley de Presupuesto se establecen prioridades en
seguridad, educación, vivienda, infraestructura y
transformación del Estado. ¿Considera que los objetivos
propuestos, en tanto implican un aumento del gasto, se
pueden financiar adecuadamente?
El Presupuesto
Nacional se basa en un marco macroeconómico sólido, que
contempla un crecimiento económico importante de la
economía uruguaya para este período. En los años
anteriores se sentaron las bases para ese crecimiento.
Son proyecciones prudentes, serias, realistas,
alcanzables. Y ese crecimiento económico permite generar
recursos significativos que se vuelcan a las prioridades
de Gobierno. Este es el Presupuesto de los cambios. ,Los
nuevos recursos se destinan a las áreas prioritarias del
Gobierno a los efectos de financiar esos cambios
establecidos en el Plan de Gobierno.
Se ha
cuestionado que la Ley Presupuesto se basa en
proyecciones un tanto optimistas. ¿Qué evaluación hace
al respecto?
Realmente no
creemos que sean optimistas, son realistas. Uruguay en
los últimos cinco años creció a una tasa promedio de
6,1% y para este Presupuesto Nacional se está estimando
un crecimiento promedio de 4,6%. Es decir, un
crecimiento menor que en el período anterior, aunque
alto respecto a lo que es la historia de nuestro país.
Pero es perfectamente alcanzable, dado la fortaleza que
presenta la economía. Hay que tener en cuenta que
durante la crisis internacional de 2009, Uruguay
prácticamente no se vio afectado y siguió creciendo a un
ritmo realmente importante, de casi un 3%. Es decir que
la economía está sólida y firme. Y ello es lo que
permite tener un Presupuesto que cubra las necesidades
más importantes del Plan de Gobierno.
En el período
pasado había sido cuestionado por la oposición el
incremento del gasto. Se decía que no se habían previsto
políticas anticíclicas. En este período, también se han
realizado críticas en este sentido. Asimismo se señala,
por parte del Gobierno, que las políticas sociales
fortalecen el mercado interno. ¿Qué consideraciones
puede hacer sobre el tema?
En primer lugar,
en la Ley de Presupuesto se establece como objetivo una
reducción gradual del déficit fiscal, que se irá
logrando a lo largo de este período, hasta converger en
un déficit de 0,8% del PIB en 2014. Eso permite reducir
el nivel de deuda pública bruta que pasaría, al cabo de
cinco años, del 69% a un nivel cercano al 40%. Y eso es
justamente lo que genera mayor margen de maniobra para
hacer políticas contraticíclicas. Hace políticas
contracíclicas quien puede y no quien quiere. Es
necesario alcanzar niveles de deuda bajos, que permitan
en coyunturas difíciles expandir el endeudamiento. Para
eso hay que avanzar en la reducción de la deuda pública,
que es lo que se está logrando con este Presupuesto. Se
está teniendo una política prudente de reducción gradual
del déficit fiscal y eso permite aumentar los márgenes
de maniobra de la política fiscal.
O sea que el
objetivo de disminuir la deuda pública apunta a mejorar
las posibilidades de financiamiento futuro, ante
posibles adversidades…
Permite aumentar
los márgenes de maniobra para hacer políticas fiscales
contracíclicas en el futuro. Durante este período se
está implementando una política fiscal neutra respecto
al ciclo económico. No se está aumentando el déficit
fiscal, se lo está achicando. Estamos manteniendo el
gasto en términos del producto en un nivel estable y,
por lo tanto, no creemos que la política fiscal sea pro
cíclica.
Usted recién
planteaba como objetivo alcanzar un déficit de 0,8% del
PIB en 2014. Uno de los factores que se había señalado
en el anterior Gobierno como desencadenante del
incremento del déficit en 2009 fue el sobrecosto
energético. ¿Qué medidas se están adoptando para atender
posibles problemas en la materia?
La principal medida
es la creación de un fondo de estabilización energética.
La idea es que, en los períodos que -en promedio- haya
un nivel de lluvias más alto, se genere un fondo para
utilizar en los momentos de déficit hídrico. Es decir
que, en las épocas de sequía, se va a contar con un
fondo que permitirá reducir los impactos sobre las
tarifas y sobre las cuentas públicas en su conjunto.
Esto también tiene una lógica contracíclica. Es decir,
en los momentos donde la situación económica de las
empresas públicas, particularmente UTE, sea más
complicada, se contará con ahorros generados para
financiar esas situaciones deficitarias. Eso también
tendrá aparejado una estabilidad en la tarifa eléctrica.
No se va a trasladar a los consumidores el aumento de
costos derivado de situaciones energéticas complicadas.
¿En cuanto a la
eficiencia de la recaudación, se han establecido
objetivos en la materia para BPS y DGI que financien las
reducciones impositivas previstas?
Tenemos acordado un
compromiso de gestión con la Dirección General
Impositiva para el año 2010. Esto es una práctica que
hemos continuado y que viene del Gobierno anterior. La
idea es utilizar un criterio similar con el BPS. Esos
compromisos de gestión plantean metas exigentes de
recaudación. La ganancia de eficiencia en las oficinas
de recaudación, es decir la reducción de evasión y la
reducción del informalismo, son las que van a permitir
la reducción gradual de impuestos y otras tasas que
actualmente se consideran muy elevadas. Está en el Plan
de Gobierno ir procesando una reducción gradual de
algunos impuestos, siempre que se cuenten con los
recursos necesarios que surgen fundamentalmente de la
reducción de informalismo y evasión.
De parte de
algunos legisladores de la oposición se cuestiona la
creación de nuevos cargos de confianza en la Ley de
presupuesto; en particular, se hace referencia a la
creación de coordinadores departamentales. ¿Qué
relevancia tienen estos rubros en el presupuesto y qué
función cumplen en cuanto al ordenamiento del gasto?
En cuanto a la
relevancia del gasto es absolutamente mínima. Estamos
hablando de unos 500 mil dólares anuales. No es una
cifra que vaya a tener una incidencia en lo que son los
grandes números fiscales. Si creemos que es un
instrumento importante para mejorar la coordinación con
el Congreso de Intendentes y con cada una de las
intendencias. El Gobierno está realizando una política
muy transparente en lo que refiere a las transferencias
que les hace a los gobiernos departamentales. Creemos
que estos coordinadores también van a colaborar en
mejorar el relacionamiento del gobierno central con los
gobiernos departamentales. |