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8 de septiembre, 2010

Con Andrés Masoller

Políticas contracíclicas las hace quien puede y no quien quiere
El Director de la Asesoría Macroeconómica (MEF) sostuvo que el proyecto de Presupuesto presentado por el Poder Ejecutivo prevé una reducción gradual del déficit fiscal hasta llegar al 0,8% del PIB en 2014. También apunta a una reducción de la deuda pública bruta, la cual pasaría, en el quinquenio, del 69% a un nivel cercano al 40%. “Ello es justamente lo que genera mayor margen de maniobra para hacer políticas contracíclicas”, apuntó.

Con el cometido de conocer la posición del Ministerio de Economía y Finanzas en relación al Proyecto de Ley Presupuestal, la Secretaría de Comunicación entrevistó al Director de la Asesoría Macroeconómica, Andrés Masoller. 

En la oportunidad, y a la luz de la iniciativa presentada al Parlamento, se abordaron temas concernientes a los principales lineamientos en materia de política económica. En particular, centraron nuestro interés las proyecciones en materia de déficit fiscal, crecimiento del producto e incremento de gasto.  

En el Proyecto de Ley de Presupuesto se establecen prioridades en seguridad, educación, vivienda, infraestructura y transformación del Estado. ¿Considera que los objetivos propuestos, en tanto implican un aumento del gasto, se pueden financiar adecuadamente? 

El Presupuesto Nacional se basa en un marco macroeconómico sólido, que contempla un crecimiento económico importante de la economía uruguaya para este período. En los años anteriores se sentaron las bases para ese crecimiento. Son proyecciones prudentes, serias, realistas, alcanzables. Y ese crecimiento económico permite generar recursos significativos que se vuelcan a las prioridades de Gobierno. Este es el Presupuesto de los cambios. ,Los nuevos recursos se destinan a las áreas prioritarias del Gobierno a los efectos de financiar esos cambios establecidos en el Plan de Gobierno.  

Se ha cuestionado que la Ley Presupuesto se basa en  proyecciones un tanto optimistas. ¿Qué evaluación hace al respecto? 

Realmente no creemos que sean optimistas, son realistas. Uruguay en los últimos cinco años creció a una tasa promedio de 6,1% y para este Presupuesto Nacional se está estimando un crecimiento promedio de 4,6%. Es decir, un crecimiento menor que en el período anterior, aunque alto respecto a lo que es la historia de nuestro país. Pero es perfectamente alcanzable, dado la fortaleza que presenta la economía. Hay que tener en cuenta que durante la crisis internacional de 2009, Uruguay prácticamente no se vio afectado y siguió creciendo a un ritmo realmente importante, de casi un 3%. Es decir que la economía está sólida y firme. Y ello es lo que permite tener un Presupuesto que cubra las necesidades más importantes del Plan de Gobierno. 

En el período pasado había sido cuestionado por la oposición el incremento del gasto. Se decía que no se habían previsto políticas anticíclicas. En este período,  también se han realizado críticas en este sentido. Asimismo se señala, por parte del Gobierno, que las políticas sociales fortalecen el mercado interno. ¿Qué consideraciones puede hacer sobre el tema? 

En primer lugar,  en la Ley de Presupuesto se establece como objetivo una reducción gradual del déficit fiscal, que se irá logrando a lo largo de este período, hasta converger en un déficit de 0,8% del PIB en 2014. Eso permite reducir el nivel de deuda pública bruta que pasaría, al cabo de cinco años, del 69% a un nivel cercano al 40%. Y eso es justamente lo que genera mayor margen de maniobra para hacer políticas contraticíclicas. Hace políticas contracíclicas quien puede y no quien quiere. Es necesario alcanzar niveles de deuda bajos, que permitan en coyunturas difíciles expandir el endeudamiento. Para eso hay que avanzar en la reducción de la deuda pública, que es lo que se está logrando con este Presupuesto. Se está teniendo una política prudente de reducción gradual del déficit fiscal y eso permite aumentar los márgenes de maniobra de la política fiscal. 

O sea que el objetivo de disminuir la deuda pública apunta a mejorar las posibilidades de financiamiento futuro, ante posibles adversidades… 

Permite aumentar los márgenes de maniobra para hacer políticas fiscales contracíclicas en el futuro. Durante este período se está implementando una política fiscal neutra respecto al ciclo económico. No se está aumentando el déficit fiscal, se lo está achicando. Estamos manteniendo el gasto en términos del producto en un nivel estable y, por lo tanto, no creemos que la política fiscal sea pro cíclica.  

Usted recién planteaba como objetivo alcanzar un déficit de 0,8% del PIB en 2014. Uno de los factores que se había señalado en el anterior Gobierno como desencadenante del incremento del déficit en 2009 fue el sobrecosto energético. ¿Qué medidas se están adoptando para atender posibles problemas en la materia? 

La principal medida es la creación de un fondo de estabilización energética. La idea es que, en los períodos que -en promedio- haya un nivel de lluvias más alto, se genere un fondo para utilizar en los momentos de déficit hídrico. Es decir que, en las épocas de sequía,  se va a contar con un fondo que permitirá reducir los impactos sobre las tarifas y sobre las cuentas públicas en su conjunto. Esto también tiene una lógica contracíclica. Es decir, en los momentos donde la situación económica de las empresas públicas, particularmente UTE, sea más complicada, se contará con ahorros generados para financiar esas situaciones deficitarias. Eso también tendrá aparejado una estabilidad en la tarifa eléctrica. No se va a trasladar a los consumidores el  aumento de costos derivado de situaciones energéticas complicadas. 

¿En cuanto a la eficiencia de la recaudación, se han establecido objetivos en la materia para BPS y DGI que financien las reducciones impositivas previstas? 

Tenemos acordado un compromiso de gestión con la Dirección General Impositiva para el año 2010. Esto es una práctica que hemos continuado y que viene del Gobierno anterior. La idea es utilizar un criterio similar con el BPS. Esos compromisos de gestión plantean metas exigentes de recaudación. La ganancia de eficiencia en las oficinas de recaudación, es decir la reducción de evasión y la reducción del informalismo, son las que van a permitir la reducción gradual de impuestos y otras tasas que actualmente se consideran muy elevadas. Está en el Plan de Gobierno ir procesando una reducción gradual de algunos impuestos, siempre que se cuenten con los recursos necesarios que surgen fundamentalmente de la reducción de informalismo y evasión.

 De parte de algunos legisladores de la oposición se cuestiona la creación de nuevos cargos de confianza en la Ley de presupuesto; en particular, se hace referencia a la creación de coordinadores departamentales. ¿Qué relevancia tienen estos rubros en el  presupuesto y qué función cumplen en cuanto al ordenamiento del gasto? 

En cuanto a la relevancia del gasto es absolutamente mínima. Estamos hablando de unos 500 mil dólares anuales. No es una cifra que vaya a tener una incidencia en lo que son los grandes números fiscales. Si creemos que es un instrumento importante para mejorar la coordinación con el Congreso de Intendentes y con cada una de las intendencias. El Gobierno está realizando una política muy transparente en lo que refiere a las transferencias que les hace a los gobiernos departamentales. Creemos que estos coordinadores también van a colaborar en mejorar el relacionamiento del gobierno central con los gobiernos departamentales.

   
 
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