Pepe Podestá
El primer capocómico que impulsó el circo criollo e
instaló el pericón como danza popular folclórica
A finales del Siglo XIX el circo está
en auge. En nuestro país emerge el circo criollo con una
versión de “Juan Moreira” y, a partir de esta obra de 1884,
la popularidad de las artes escénicas se cruza con los
temas inspirados en estas tierras. José “Pepe” Podestá
conquista los escenarios con Pepino 88, desde los picaderos
y los escenarios barriales al gran teatro comercial.
Además, este cómico fue precursor del cine tras participar
en un film del año 1917.
José Podestá es el fundador del clown
criollo, una disciplina cómica que aprendió de Frank Brown,
el actor inglés más afamado en el estilo. Es el cuarto de
nueve hermanos: Luis, Gerónimo, Pedro, Juan Vicente, Maria
Medea, Graciana, Antonio Domingo y Cecilio Pablo, quienes
huyeron de las consecuencias políticas de la Guerra Grande
y se dedicaron al circo, para formar la que será la
compañía más importante del género.
La incipiente compañía Hermanos
Podestá, que nació en un baldío, es contratada por el
prestigioso Pablo Rafetto en 1877. Una curiosidad: Rafetto
era conocido porque su compañía tenía como número a “el
hombre bala”; en épocas de revoluciones intestinas, un
cañón en la campaña a la deriva estaba mal viso por las
autoridades y por eso fue confiscado, luego usado en
combate y finalmente, expuesta en la Fortaleza del Cerro.
Los Podestá permanecieron durante años en aquellas
funciones, presentándose incluso frente al poderoso
Emperador Pedro I de Brasil.
Pero el acróbata que deslumbrara la
esquina de 18 de Julio y Andes montado en un trapecio y con
su hermano menor sobre sus hombros, devino payaso. En la
carpa del empresario francés Felix Henault, los trapecistas
desafiaban a la muerte en forma constante y uno de ellos,
el catalán Enrique Caballé, murió instantáneamente desde
una altura de 8 metros, en plena función.
En esas condiciones similares nace
Pepino el 88, apremiado por urgencias; el clown contratado
faltó esa función y él fugazmente cosió un traje con
sábanas blancas y círculos de tela negra de una levita de
su padre y que formaban un 88. Con 24 años y apremiado por
el tiempo, creó al personaje que marcó el comienzo su
popularidad.
Habitualmente, el clown era un
personaje para entretener a los espectadores infantiles.
Pepino 88 introdujo la sátira política y esta modificación
le allanó el camino hacia el gran público. Por este motivo,
Pepe Podestá es considerado como el primer capocómico tal
como lo conocemos e influyó en actores de primer orden:
Luis Vittone, Enrique Muiño, Florencio Parravicini, o Pepe
Arias, Dringue Farías, Adolfo Stray, Pepe Biondi, José
Marrone, Enrique Pinti y Tato Bores. Sin embargo, hasta
aquí es apenas un gran actor influyente en la escena
rioplatense.
El hecho singular que lo destacó para
siempre en la historia del teatro fue la puesta en escena
de un drama criollo, novedad importante en las artes
escénicas. Con “Juan Moreira” demostrará que el teatro de
calidad puede tomar su inspiración de las grandes obras del
Río de la Plata. Eduardo Gutierrez, el creador de esa pieza
literaria, colabora con Podestá en su adaptación al
picadero, para la compañía de los hermanos Carlo. Pepe
Podestá es convocado para encarnar al popular matrero y el
éxito es inminente.
Cuando Podestá se independizó de los
Carlo, reestrenó una versión con diálogos, que no poseía la
versión original, pues la única voz era la de las canciones
para Podestá. En 1889, esa versión contó unas 42
presentaciones. Posteriormente, realizó otros números como
el Martín Fierro. Uno de los personajes más populares es
Cocoliche: “Ma quiame Franchisque Cocoliche, e songo
cregollo gasta lo güese de la taba e la canilla de lo
caracuse, amique”.
Luego, sus hermanos armaron distintas
compañías de circo y desmembraron a la empresa original.
Sin embargo, su destacada participación en la historia de
las artes escénicas no terminó en los picaderos de barrio
ni en las tablas de un escenario. En 1915 participó de la
película “Mariano Moreno y la Revolución de Mayo” y
posteriormente de “Santos Vega”, en 1917, dos producciones
argentinas de cine mudo. Su día de nacimiento se lo
considera el Día del Circo y del Teatro Rioplatense. |