Desde el camarín ocho de Zavala
Muniz
La destacada labor del escritor y político Justino
Zavala Muniz alcanza su máximo logro con la conformación de
la Comedia Nacional en 1947. Su nacimiento en Cerro Largo
le otorga origen político entre los "blancos", pero un
sangriento episodio familiar lo volcará hacia el batllismo,
con el cual alcanzó los más destacados cargos en el Poder
Ejecutivo.
Justino Zavala Muniz nació en Melo, capital de Cerro
Largo, en el año 1898. Su juventud la compartió con Casiano
Monegal, Emilio Oribe y Juana de Ibarbourou, referentes
culturales de aquel departamento. Militante batllista,
"pero no colorado", integró el Parlamento durante tres
legislaturas consecutivas, hasta que el golpe de Estado del
Presidente Gabriel Terra interrumpió su carera política en
1933.
Ya había escrito cuatro obras: Crónica de Muniz en1921,
Crónica de un crimen en 1926, Crónica de la reja en 1930 y
La cruz de los caminos, en el año del golpe de Estado. Su
oposición al régimen de facto le valió el destierro. Si
bien participó del movimiento antiterrista de 1935 que
intentó retomar el poder, no volvió al país hasta el
retorno de la democracia.
En el exilio escribió "En un rincón del Tacuarí" en
1938, "Alto Alegre" en 1940 y "Fausto Garay un Caudillo" en
1942. Buena parte de su obra refiere a sus orígenes
políticos. Cerro Largo es un departamento con fuertes
vinculaciones al Partido Nacional, pero el asesinato de un
familiar a manos de militantes blancos lo acerca al
batllismo. Crónicas de Muniz refiere puntualmente a ese
hecho.
En ese año de 1942 fue electo senador de la República
por el partido colorado, militando en el grupo Avanzar de
César Grauert, un diputado asesinado por la dictadura
terrista.
También fue ministro de Instrucción Pública entre 1952 y
1955, durante el primer Consejo Nacional de Gobierno y
presidente de la Asamblea de la UNESCO. Posteriormente,
integró el segundo Consejo Nacional de 1955 a 1959, junto a
Luis Batlle Berres, Alberto Fermín Zubiría, Arturo Lezama,
Carlos Fischer, Zoilo Chelle y Luis Alberto de Herrera,
Ramón Viña y Daniel Fernández Crespo.
Sin embargo, su legado más importante es la conformación
de la Comedia Nacional, en el ámbito de la Intendencia de
Montevideo. Fue convocado por el intendente Andrés Martínez
Trueba a la Comisión Municipal de Teatros y desde allí
gestó el proyecto más duradero en materia de teatros
oficiales. También organizó la Escuela Municipal de Arte
Dramático y el Conservatorio Nacional de Música.
Su informe sobre la actuación de la Comedia Nacional a
nueve años de creado refleja parte de su pensamiento:
"Algunos se mostraban partidarios de convertir al Solís en
una simple fuente de recursos municipales. Todo quedaría
solucionado llamando a licitación para su arrendamiento y
embolsado tranquilamente su producido, sin preocupaciones,
sin dolores de cabeza (…) La crisis del teatro era
indudable para otros y nada podía hacerse frente a la
acentuada inclinación del público por el cine (…)."
Y prosigue: "(Con mis compañeros de la Comisión de
Teatros Municipales) estuvimos de acuerdo en que el Solís
debía continuar siendo un teatro y que era un instrumento
magnífico para realizar la obra de cultura y de
recuperación que todos ambicionamos".
El camarín número ocho del Teatro Solís era la sede
central de una dirección que sostenía con mano paternal.
Compartía un sitial privilegiado junto al director gerente
del Solís Ángel Curotto y la directora de la Escuela
Municipal de Arte Dramático Margarita Xirgu. En ese camarín
se reunían actores, plásticos, escritores, músicos,
políticos e intelectuales.
El prestigioso actor Antonio "Taco" Larreta, en un texto
compartido desde la página web de la Comedia Nacional,
recuerda que en aquel camarín "hablaba Zavala todo el
tiempo...era el único que hablaba, y había actores que iban
a escuchar, iban a ocupar su sitio...era como una cátedra".
Dumas Lerena, otro gran actor de la Comedia que Zavala
fundó, también lo recuerda: "Había una cosa apasionante en
el Solís que se llamaba "el camarín ocho". Iba de muchacho,
de recién egresado. Estaban por ejemplo Paco Espínola,
Cúneo, Lauro Ayestarán, toda esa gente iba a visitar a
Zavala, todos grandes conversadores, Paco por ejemplo...y
se pasaban la posta. Era un placer. Era antes, durante y
después del espectáculo, iba Margarita, iba Curotto. Zavala
fumaba y tomaba café".
Su pasaje por el Poder Ejecutivo culmina en 1959. Cinco
años más tarde vuelve a la Comisión Municipal de Teatros.
Muere en Montevideo, el 23 de marzo de 1968. Al día
siguiente, le rinden honores de Jefe de Estado. Enterados
de la noticia, el elenco de la Comedia Nacional se reúne
sobre el escenario del Teatro Solís, donde el actor Alberto
Candeau expresó: "Solicito de ustedes, se pongan de pie en
su homenaje y guarden un instante de silencio. Y ahora, tal
como él hubiera ordenado, prosigue su marcha la Comedia
Nacional con el texto del poeta dramático más grande de
todos los tiempos. ¡ARRIBA EL TELÓN!" |