Primera ocupación temprana del Uruguay
Hace 13.000 años cazadores-recolectores exploraron y
colonizaron planicie del río Cuareim
En el sitio arqueológico Pay Paso 1
inéditos artefactos líticos asociados con fauna del
Pleistoceno: plaquetas de gliptodonte y vestigios de un
caballo prehistórico, constituyen uno de los hallazgos más
importantes de la arqueología prehistórica uruguaya. Al
cabo de una década de investigación es de los lugares más
datados por C14 de Sudamérica, que ha aportado valiosa
información sobre evolución de clima, vegetación y cultura.
Pay Paso es el nombre de una localidad
arqueológica que se ubica en la planicie del río Cuareim,
en el norte del país y próximo al límite con Brasil. El
lugar dista 15 kilómetros de la ciudad de Bella Unión, en
el departamento de Artigas. Cuenta con nueve sitios de
interés arqueológico, paleoambiental y paleontológico que
vienen siendo estudiados por el arqueólogo Rafael Suárez.
Hasta el momento, la investigación aporta significativa
información sobre la primera exploración y posterior
colonización del país, hace 13.000 años, realizada por
cazadores-recolectores.
Suárez, se desempeña como investigador
del Museo de Arqueología y Ciencias Naturales de Salto y es
docente del Departamento de Arqueología en la Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación (UDELAR). El
antropólogo, entrevistado, destacó que al cabo de una
década de trabajo de campo y laboratorio, se obtuvo una
sólida base cronológica de dataciones radiocarbónicas
(C14).
Antes de 1999, en Uruguay sólo se habían
registrado seis edades de radiocarbono que superaban 10.000
años. "A partir de la investigación de Pay Paso 1, se
realizaron en el sitio 34 fechas de carbono de las cuales
14 abarcan el período de tiempo comprendido entre 9.500 y
12.900 años de antigüedad. Esto es importante porque más de
23 de estas edades superan los 11.000 años y alcanzan hasta
casi 13.000 años de antigüedad", argumentó.
Respuestas encapsuladas
El especialista consideró que Pay Paso 1
es uno de los sitios arqueológicos Paleoamericanos más
intensamente datado no solo de Uruguay, sino de América del
Sur, lo que permite abordar diferentes aspectos del
poblamiento de nuestro país en el contexto de la discusión
general del poblamiento de América.
La investigación de este sitio
arqueológico incluye la excavación de una superficie de 114
metros cuadrados, en la planicie del río Cuareim, que fue
ocupada por cazadores-recolectores para realizar diferentes
actividades. Muestras de sedimento allí obtenidas fueron
estudiadas en laboratorios del exterior para establecer, a
través del estudio de polen, cuáles eran las condiciones
climáticas al arribo de los primeros humanos a Uruguay y
como éstos debieron adaptarse al territorio. Además de los
cambios producidos en la fauna y flora.
Consultado acerca del porqué se interesó
por excavar esa zona en particular, Suárez respondió que se
concentró en esa localidad porque "había antecedentes de
una ocupación humana que rondaba los 10.000 años, por lo
que se daban las condiciones para un muy buen trabajo
arqueológico". Y citó uno de los preceptos de su
disciplina: "lo que nos interesa como arqueólogos
profesionales es ubicar el material arqueológico in
situ, en diferentes estratos sedimentarios y que éstos
se encuentren lo menos alterados posible, para así poder
establecer relaciones culturales, estratigráficas y
cronológicas".
En el sitio Pay Paso 1 se constató una
importante depositación sedimentaria, es decir, varias
capas de sedimentos que, en este caso, tienen más de seis
metros de profundidad. "Allí está encapsulada la ocupación
humana prehistórica más antigua del Uruguay por lo que se
daban las condiciones ideales para poder hacer un trabajo
arqueológico sistemático, serio, y conocer en profundidad
la primer ocupación humana en estas tierras", recalcó.
Excavar en la zona presenta dificultades
porque, para poder hacerlo, el río Cuareim tiene que estar
en su nivel mínimo. En invierno es prácticamente imposible
trabajar allí porque el nivel de base del río sube en forma
considerable. En 1999 Suárez visitó el sitio por primera
vez el que, con posterioridad, fue excavado intensamente en
los años 2000, 2002 y 2006. Para ello se contó con el apoyo
y financiación de agencias internacionales como National
Geographic Society, The Wenner Gren Foundation
de Estados Unidos y del Consejo Nacional de Investigación
Ciencia y Tecnología (CONICYT) de nuestro país.
La investigación permitió recuperar un
tipo de punta de proyectil hasta el momento desconocido
para los cazadores-recolectores tempranos de la región;
punta tipo Pay Paso (ver foto), así como un conjunto
de herramientas líticas (de piedra) formales que incluyen
bifaces en distintos estadios de adelgazamiento, cuchillos
sobre láminas, raederas unifaciales y raspadores entre
otros.
A la caza de Equus y Glyptodon
Suárez definió a éste como "uno de los
hallazgos más importantes de la arqueología prehistórica de
Uruguay". En uno de los pisos de ocupación, datado entre
los 9.100 y 9.500 años antes del presente,
se logró descubrir la asociación entre cazadores
paleoamericanos y fauna pleistocénica. Esto es, artefactos
manufacturados por humanos y fauna del Pleistoceno
extinguida.
En un sector del sitio Pay Paso 1 se
recuperó, asociado a lascas de arenisca silicificada,
ágata, ocre rojo y carbón vegetal, una plaqueta de
gliptodonte (similar a una mulita gigante) fracturada en
dos partes que remontan. Además, se encontraron osteodermos
(pequeños huesos que tenían los gliptodontes sobre la piel
a modo de coraza).
"Éstos son los primeros hallazgos de su
clase que se hacen en Uruguay, donde en una excavación
arqueológica con controles estratigráficos, cronológicos y
arqueológicos precisos se recuperó fauna del Pleistoceno y
artefactos líticos manufacturados por los cazadores
humanos". La fauna extinguida incluye, además de vestigios
del gliptodonte, registros del caballo prehistórico
americano (Equus sp.), que constituyeron una
importante fuente de proteína para los cazadores
paleoamericanos.
Según el arqueólogo, los diseños de las
puntas de proyectil de los grupos humanos tempranos
permiten evidenciar una mayor variabilidad cultural durante
el poblamiento de Uruguay. "Estos grupos no conocían el
arco y la flecha, sino que usaban lanzas de mano y
propulsores para las mismas en sus actividades de caza.
Dentro de su cultura material, la mayoría de sus artefactos
eran manufacturados en piedra (cuchillos, raspadores,
puntas de proyectil, raederas, etc.), aunque también en
hueso y madera los que, por ser perecederos, no
sobrevivieron al paso de los milenios".
El entrevistado subrayó que se
encontraron puntas de proyectil que se denominaron Pay
Paso, porque fueron ubicadas en ese sitio por primera
vez, en estratigrafía (datadas entre 10.200 y 11.000 años
de antigüedad). También se identificó otro diseño de puntas
de lanza llamadas K87, que fueron recuperadas en
estratigrafía en un sitio ubicado en el río Uruguay medio
(entre 11.000 y 12.000 años). Otro tipo o diseño de punta
de proyectil, que ya se conocía en nuestro país, es la
denominada Cola de pescado (12.000 y 13.000 años de
antigüedad) que aparece en varias regiones arqueológicas
del Centro, Sur y Norte de Uruguay, así como en otras áreas
del Cono Sur como la Pampa, la Patagonia y el sur del
Brasil.
Canteras de aprovisionamiento milenarias
En la cuenca alta del río Cuareim, se
encuentran los clásicos sitios descubiertos por el
arqueólogo Antonio Taddei, en el arroyo Catalán Chico, en
la década del ’50. Constituyen importantes sitios de
aprovisionamiento de materias primas donde los cazadores se
abastecían de rocas para hacer sus artefactos de piedra.
Suárez viene trabajando en estos sitios,
además, para intentar develar la movilidad y
territorialidad de estos cazadores antiguos. En la zona de
los arroyos Catalán Chico y Catalán Seco se han
identificado, hasta el presente, un total de 123 nuevos
sitios arqueológicos, conformados por canteras y talleres
de arenisca silicificada, ágata, cristal de roca -cuarzo- y
jaspe.
Suárez constató que la cuenca alta del
río Cuareim, y la zona de los mencionados arroyos, es uno
de los únicos lugares de nuestro territorio donde la
actividad realizada por los grupos humanos prehistóricos es
la misma que la que realiza nuestra sociedad hoy. Tiene
lugar una analogía en las actividades desarrolladas por dos
culturas muy diferentes, los cazadores-recolectores
prehistóricos y nuestra cultura-sociedad del siglo XXI, en
un mismo espacio o ambiente.
Los cazadores prehistóricos utilizaron
esta zona como canteras de aprovisionamiento de materias
primas para realizar sus artefactos debido a la abundancia
de recursos líticos-minerales. Los mineros del
año 2010 explotan las
mismas canteras de ágatas y amatistas del departamento de
Artigas aunque con una gran diferencia. En la actualidad la
explotación del recurso es comercial-industrial mientras
que, en tiempos prehistóricos, era de tipo
artesanal-individual.
"Los referidos minerales contienen una
buena parte de sílice, lo que facilita su tallado y, por
ende, la manufactura controlada de artefactos como las
puntas de lanza. Estos grupos que estamos investigando
elegían las mejores rocas que habían en el paisaje y
también lo hacían por sus aspectos estéticos y/o
simbólicos", explicó.
Hace 13.000 años aquéllos primeros
habitantes utilizaron el ágata traslúcida para confeccionar
artefactos durante el inicio de la ocupación del sitio Pay
Paso 1. "Hoy sabemos que esa
roca era transportada por los cazadores-recolectores que se
desplazaban desde la desembocadura del río Cuareim hacia la
zona de los arroyos Catalán Chico y Catalán Seco,
recorriendo distancias de entre 140 y 170 kilómetros"
-apuntó-, motivados por la obtención de rocas aptas para la
confección de sus puntas de proyectil y otros artefactos
líticos".
Influencia del cambio climático
De los sitios Pay Paso 0, 1 y 2, se
tomaron muestras de sedimentos que se enviaron a la
Universidad de Tucson (Arizona, Estados Unidos) para
estudiar el polen y así reconstruir el clima durante la
ocupación humana. Se investiga a grupos humanos que
arribaron a Uruguay en un periodo de tiempo denominado
final del Pleistoceno, que se ubica entre 14.000 y 10.000
años de antigüedad y se corresponde con el final del último
periodo glacial. Al finalizar el Pleistoceno se inicia otro
periodo que se denomina Holoceno hace 10.000 años y que se
extiende hasta nuestros días.
Los resultados obtenidos fueron
"sorprendentes" a consideración del especialista. Hace más
de 13.000 años en la cuenca del río Cuareim el clima era
muy seco, riguroso y frío, con un ambiente en el que
predominaban las gramíneas. Hacia el período 12.300-12.500
el clima cambió, y esto se deduce de la aparición de una
hierba, Amarathus, que remplazó a las gramíneas.
Hace 11.000 años el registro de polen indica que comienzan
a aparecer especies arbóreas que, en la actualidad, no
existen en la zona como el jacarandá, jacarantía y urunday
que son especies de clima subtropical seco.
"Esto es muy importante porque nos está
indicando que el monte del río Cuareim, tal como lo
conocemos hoy, empezó a conformarse y expandirse hace
aproximadamente 11.000 años". Luego, hace 10.900 – 10.100
años, aparecen en el registro de polen nuevas especies como
helechos, paja totora, enredaderas y plantas acuáticas.
La información obtenida permite inferir
que en ese período aumentaron las precipitaciones y la
humedad, mejorando las condiciones climáticas con un
presumible aumento de la temperatura.
El responsable de la investigación
concluye en que "la primer ocupación humana de la zona
comienza con un clima seco y frío. Luego, debido al cambio
paleoambiental y a la mejora del mismo, los grupos
culturales se readaptaron a los cambios en la fauna y la
flora".
Lo que ahora se procura establecer es
como el cambio climático, al finalizar el Pleistoceno,
influyó sobre esos primeros hombres, mujeres y niños que,
hace 13.000 años recorrían las praderas de lo que hoy es
Uruguay. Suárez confió en que lo que se intentará definir
es "si éstos primeros pobladores debieron reorganizarse a
los cambios de fauna y flora que ocurrían hace 11.000 o
12.000 años debido al cambio climático que ocurría a nivel
continental".