Apuesta a la innovación
ANII espera contar con un presupuesto de 120 millones
de dólares para el quinquenio
La Agencia Nacional de Investigación e
Innovación, ámbito de ejecución de las políticas públicas
en ciencia y tecnología, se prepara para reforzar su labor
durante los próximos cinco años. Con un presupuesto que
espera llegar a los 24 millones de dólares anuales, la
Agencia apuntará a mantener el nivel de becas alcanzado,
triplicar los investigadores que integran el SNI y
capacitar más recursos humanos en el interior del país.
Durante los primeros tres años de
trabajo, ANII consolidó una serie de instrumentos
vinculados a la generación de capacidades científicas
nacionales y a la promoción de investigaciones a través de
distintos fondos y becas de apoyo. Edgardo Rubianes,
Presidente del Directorio de la Agencia Nacional de
Investigación e Innovación, señaló que Uruguay se encuentra
en un punto más débil en comparación con otros países,
debido a que la política de innovación es nueva y que el
sector empresarial aún no tiene incorporado una cultura de
la innovación en su designación de rubros. Por lo tanto, se
presenta como un área a trabajar y desde el Gabinete de
Innovación se plantea que para este quinquenio la ANII
ponga foco en esta área.
Promover la cultura de la innovación
en las empresas
"La investigación y la innovación son
dos mundos distintos pero unidos", afirmó Rubianes. Si bien
en el primero predomina la academia y en el segundo la
actividad empresarial, la ANII debe promover y articular
esos dos mundos. Por lo tanto, la tarea de este período
será abarcar a la innovación como concepto a desarrollar a
nivel de las empresas y articular los actores privados y
públicos vinculados a esas empresas que cuenten con
capacidades científicas nacionales.
Los ejecutores de las actividades en
ciencia y tecnología son los laboratorios universitarios
(públicos y privados) e instituciones como LATU, INIA,
CUDIM, Instituto Pasteur y el Instituto Clemente Estable,
entre otros. En este contexto, ANII es un actor relevante
como ámbito operativo que además cumple un papel de
asesoramiento y monitoreo de las políticas públicas.
Desde este punto de vista, ANII es un
potente agente porque maneja fondos incrementales que se
definen por parte del Poder Ejecutivo para apalancar la
política de ciencia, tecnología e innovación. Estos fondos
incluyen préstamos del BID, del Banco Mundial, de la Unión
Europea, además de los recursos presupuestales que destina
el Gobierno. En 2007 la Agencia ejecutó un presupuesto de
600.000 dólares; mientras que en 2008 contó con 6 millones
de dólares y 18,5 millones en 2009. El Proyecto de Ley de
Presupuesto Nacional prevé un promedio de 24 millones de
dólares anuales, con lo que se llegaría a un total de 120
millones para el quinquenio.
Fondos para atender sectores
prioritarios del Gobierno
Para ejecutar los recursos
presupuestales, las actividades de ANII se enfocarán en el
mantenimiento del nivel basal que fue alcanzado en el
período gubernamental anterior y que implica un régimen de
becas potente, un sistema de investigadores, la creación de
fondos concursables de investigación aplicada y fondos
sectoriales a temáticas jerarquizadas como lo puede ser la
energía, salud o cadenas agroindustriales.
Además se quiere reforzar aquellas
actividades que promueven el apalancamiento y promoción de
la innovación a nivel empresarial en sectores prioritarios
definidos por los gabinetes productivo y de innovación.
Entre estos sectores se encuentran las cadenas
agroindustriales, las TICs, la biotecnología, la energía
alternativa, la farmacéutica, recursos naturales y medio
ambiente.
En segundo lugar, ANII buscará
fortalecer la capacidad de los recursos humanos necesarias
para el desarrollo productivo y social, a partir de la
alianza con distintas instituciones (UTU, UDELAR,
universidades privadas), particularmente del interior del
país. Es decir, potenciar las formaciones terciarias
no-universitarias en el interior del país, con un criterio
de descentralización. Para ello, la Agencia viene
desarrollando desde 2008 la creación de 10 nuevas
tecnicaturas en el interior dedicadas a las áreas de
agroenergética, informática e industria naval, entre otros.
Triplicar el número de investigadores
en el mediano plazo
Para este período, ANII aspira aumentar
el Sistema Nacional de Investigadores que hoy cuenta con
1.300 inscriptos y que refleja un 1/1000 de la población
económicamente activa del país. Es un porcentaje muy bajo,
en comparación con otros países cuya economía se basa en el
conocimiento, enfatizó el Presidente de ANII.
Asimismo, aclaró que triplicar esa cifra
en el mediano plazo implica una meta plausible de obtener.
En ese sentido, formar recursos humanos para la
investigación debe ser prioridad. A su vez, se busca
fortalecer las investigaciones de esos nuevos recursos
humanos. Para ello, se espera mantener el nivel básico
alcanzado que permita investigar en todas las áreas del
conocimiento.
De todos modos, Rubianes resaltó que se
debe poner mayor énfasis en el fortalecimiento de la
investigación en aquellos sectores prioritarios definidos
por el Gabinete de Innovación (agro, energía alternativa,
salud). En ese sentido, el foco estará en lograr
desarrollar varias decenas de proyectos anuales en el área
de la agroindustria, la energía alternativa, en el área de
la salud que se encuentra bastante retrasada en lo que
refiere a estudios de investigación clínica.
Esta apuesta a la multiplicación del
número de investigadores no es sencilla, puesto que un
investigador se forma en un lapso de 7 u 8 años y lo que se
invierte hoy dará frutos en 8 años. Por lo tanto, si bien
se trabajará fuertemente durante el quinquenio para
triplicar la integración del SNI, Rubianes aseguró que no
será posible concretar la meta para este quinquenio, pero
sí avanzar de forma sostenida.
Importante apuesta a través del
presupuesto
En 2005 se ejecutó un total de 36
millones de dólares en actividades públicas destinadas a la
ciencia y tecnología, mientras que en 2009 esa inversión
aumentó a 130 millones de dólares (de los cuales 18,5
millones fueron ejecutados desde ANII). INIA, LATU, CUDIM,
UDELAR, Clemente Estable, Instituto Pasteur, Ministerios,
entre otros, completan esa inversión.
Rubianes explicó que las actividades de
ciencia y tecnología componen un sector que atraviesa todas
las estructuras públicas. Hoy esta institucionalidad es más
potente al contar con un ámbito estratégico (Gabinete de la
Innovación), un ámbito operativo (ANII), un ámbito de
consulta (CONICYT), un plan estratégico y un incremento
sustancial de los recursos económicos destinados a esta
actividad. "Estamos, sustancialmente, mucho mejor de lo que
fue el punto de partida en 2005, donde en estos tres
terrenos las debilidades eran muy importantes", agregó. |