El gerente de Exploración y Producción de ANCAP, Héctor de Santa Ana, afirmó que ANCAP se beneficia doblemente, por un lado en relación con el resultante de la venta de información y por otro, en todo lo relativo a la valoración minera de las cuencas.

Señaló que las firmas privadas,  por su parte, también obtienen rédito económico de la información que puedan relevar. El Gerente dijo también que

 el mayor estudio y conocimiento acerca de la situación subterránea, se traduce en menor riesgo, y esto a su vez,  favorece la  continuación de estudios o trabajos definitivos  como, por ejemplo, la ejecución de pozos.

Explicó que la perforación será la determinante de la existencia de gas o petróleo. Indicó que se trata del paso más oneroso,  por lo que se realiza en último término. Subrayó que se llega a esa etapa, una vez que los estudios anteriores estén alineados en la posibilidad de encuentro de un “sistema petrolero”.

El profesional expresó que en las cuencas aún no se ha detectado la presencia de petróleo en importantes volúmenes, por lo que no se logró mejorar las performances en cuanto al riesgo de estas cuencas.

 Asimismo,  se cuenta con una cantidad relevante de información en cuanto a investigación y aplicación tecnológica, que es generadora de nuevos modelos conceptuales y prospectos favorables y que surten de firmeza a los estudios.

De Santa Ana afirmó que a partir de la “Ronda Uruguay 2009” (instancia en la que el país informó al mundo petrolero acerca de los estudios realizados e invitó a participar de una licitación de exploración y prospección de hidrocarburos), un importante número de empresas consideran que en Uruguay se pueden hallar hidrocarburos y están dispuestas a correr el riesgo.

Explicitó que, recién en unos diez años el proceso de investigación y estudios técnicos estaría finalizando,  para concluir en la alternativa de una acumulación petrolera hidrocarburífera. No obstante, de Santa Ana señaló que en los dos primeros años de trabajo, ya se han logrado dos contratos en sitio, otro en tierra,  y varios a la espera de definiciones por parte de ANCAP.

En este emprendimiento, el ente desarrolla convenios y contratos con privados, en los cuales las empresas de servicios se hacen cargo del 100% de la inversión y las utilidades se distribuyen en un 50% para éstas y otro 50 para ANCAP.

Héctor de Santa Ana señaló que más allá del retorno económico, el involucramiento de diferentes multinacionales ha otorgado la posibilidad de generar un “marketing” adicional ya que estas firmas poseen muchas bocas de salida de los datos relevados en todo el mundo. Expresó que a estas empresas les interesa vender la información y a ANCAP le interesa que las petroleras adquieran esa información porque la mayor ventaja es el valor minero que al país le generan sus propios bloques.

En el futuro cercano, el siguiente paso será la implementación de la “sísmica 3D”. Ante esta perspectiva, ANCAP se encuentra en la elaboración de licitaciones para esta técnica, con el objetivo de materializar el procedimiento sobre finales de 2011.

El gerente de Santa Ana señaló que eso representaría un punto sin retorno en la etapa de exploración,  ya que la sísmica 3D se realiza para generar las condiciones propicias para la perforación. Dijo que también se trabaja en la preparación de logística para la ejecución de tres pozos profundos. Esto supone la intervención de más de veinte diferentes compañías de servicios y la concreción de licitaciones anticipadas. De Santa Ana explicó que cuanto antes coticen el trabajo las empresas encargadas de la realización de pozos petroleros, más baratos serán los costos para quien encargue la tarea. Como ejemplo,  explicó que si contrata con antelación –para el año 2014- un pozo menor a los 100 metros de agua, el valor será de U$S 18 millones, en tanto que si para esa misma fecha se contrata en el 2013, el valor treparía a U$S 55 millones. En este sentido, afirmó que la prevención de tareas permite el descenso de costos, la adecuación en los contratos y la mejora de las negociaciones.

Afirmó que en el último tiempo, ANCAP se encuentra en una etapa de proactividad en el desarrollo de inversiones,  en comparación con los últimos tres años. Explicó que el ente invirtió U$S 7 millones,  en tanto que las empresas de servicios y petroleras invirtieron a su riesgo U$S 35 millones. Agregó que a partir de ahora, esa situación se revertirá y se invertirá  en logística, estudios ambientales y ordenamiento territorial,  para acelerar los plazos de concreción del proyecto.

Explicó que los alcances de un yacimiento con condiciones comerciales están relacionados con el volumen, el tipo, la distancia a la costa, la profundidad de las aguas y la infraestructura necesaria, entre otros aspectos.