El Tercer Congreso de Salud, Higiene
y Seguridad Laboral de la construcción y afines se
desarrollará el 19 y 20 de octubre en las instalaciones
del LATU. Esta jornada previa sirvió para lanzar el
proyecto y contó con la participación de los
empresarios, trabajadores sindicalizados y
representantes del Gobierno, encabezados por el Ministro
de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta.
El Ministro Brenta informó que una
propuesta elaborada por los trabajadores y los
empresarios del sector permitirá que el Instituto de
Formación Profesional contrate a los jubilados del ramo,
para que capaciten a los nuevos trabajadores en
seguridad laboral. Las horas de docencia serán pagadas
por el fondo sectorial bipartito del sector y, además,
Brenta anunció que el presupuesto quinquenal prevé la
incorporación de más dineros para el mismo.
El secretario general del Sindicato
Único Nacional de la Construcción y Afines (SUNCA),
Óscar Andrade, posicionó a esta problemática como de
gran actualidad, al recordar que los 33 mineros
atrapados en su lugar de trabajo generó conmoción
informativa en el mundo, pero tanto el contexto social o
jurídico como la seguridad laboral se convirtieron en
un problema secundario y trivial.
Ante los accidentes laborales hay dos
posturas, según Andrade: quienes consideran que el
accidente es inherente a la profesión y quienes
consideran que las desgracias son prevenibles. En esta
segunda línea, que defiende, consideró que es necesario
reflexionar para construir alternativas que garanticen
la seguridad en el ámbito laboral.
“Hay tres tipos de accidente laboral
de alto riesgo: por caída en altura, por riesgo
eléctrico y por derrumbamiento. Este año no hay
accidentes en ninguno de los tres ítems. La construcción
es de los pocos gremios en el mundo que es capaz de
paralizar a un país luego de un accidente mortal; éste
congreso no es ornamental, es para que nunca más sea
necesario un paro por un deceso en la construcción, ése
es el desafío central”, concluyó el representante de los
trabajadores.
El representante de los empleadores,
Ernesto Gravier, sintetizó la gestación de las normas
que garantizan la seguridad laboral en la construcción.
Se refirió en primer término a los 23 años que poseen
los ámbitos tripartitos en seguridad e higiene, al
decreto 111/990 y su posterior decreto 85/995. Además,
habló sobre la madurez de las relaciones laborales en el
sector y afirmó la convergencia de ideas en la materia.
“La máxima es construir en plazo, adecuadamente y con
seguridad para los trabajadores”, sostuvo.
El Inspector Nacional de Trabajo,
Juan Andrés Roballo, señaló que la comparación de los
números del sector entre los años 2003 y 2009 muestran
que la recaudación se cuadriplicó, como también los
salarios; los cotizantes se duplicaron y alcanzan hoy
los 55 mil trabajadores formalizados y en la actualidad
son 5 mil empresas las que gestionan 17 mil obras.
Brenta: “yo empecé a militar con
Miguel ‘el lobo’ Guzmán”
Todos los actores del sector
dedicaron un tiempo para rememorar a la figura que da
nombre al tercer congreso, Miguel Guzmán. Eduardo Brenta
recordó que “yo conocí a Miguel Guzmán en el año 1972,
con un acto de solidaridad estudiantil con la fábrica
metalúrgica del barrio que, en aquel momento, mantenía
una fuerte movilización frente al local. Luego nos
volvimos a encontrar en la dictadura, interrogados en la
sede de los Fusileros Navales y en el Penal de Libertad.
Con hombres como él, comprendí que hay mucho más que el
mundo del salario en la lucha por la mejora del trabajo.
Este congreso es de extrema justicia para su memoria”,
sintetizó.
Por su parte, el representante del
sector empresarial no vaciló en calificar a Guzmán como
“un gran amigo”. Andrade lo calificó como “un tipo que
dedicó su vida a la pelea y que militó durante años por
estos temas del congreso” y concluyó: “el mejor homenaje
que se le puede brindar es que los resultados del
congreso sean superiores a nuestras expectativas. A eso
convocamos”.
Miguel Guzmán, “el lobo” o “el
flaco”, comenzó su actividad sindical entre los
compañeros metalúrgicos y de ahí se convirtió en puntal
del SUNCA desde su fundación. A la salida democrática,
integró el primer consejo de salarios del sector y sobre
seguridad laboral. Fue el Secretario General desde el
año 1994 hasta 1999. Fue uno de los más importantes
defensores de la bolsa de trabajo del SUNCA, en el año
2002, cuando se generó la crisis económica. También
integró el Grupo de Acción Unificadora y posteriormente
la Vertiente Artiguista, movimiento político con el cual
alcanzó una banca de diputado como suplente, por
Montevideo. Miguel Guzmán falleció un 16 de agosto de
2007.