El
Ministerio de Industria, Energía y Minería de Uruguay y
el Ministerio de Industria de Argentina presentaron un
programa de integración productiva binacional luego de
un proceso de evaluación, análisis y seguimiento de los
sectores productivos de ambos países.
El
Ministro de Industria, Energía y Minería, Roberto
Kreimerman, recordó que este trabajo se inició en el mes
de abril, entre ambos ministerios, con el fin de avanzar
en un proceso de integración que fuera más allá de la
política, la economía y lo social, abarcando todos los
ámbitos.
Existe
un debe a nivel de Latinoamérica en materia de
relacionamiento entre los países y la búsqueda de
caminos para intensificar esas relaciones de los países
del sur, más en los casos donde se comparten fronteras.
En ese
sentido, sostuvo que se deben compartir los momentos de
crecimiento económico por el que atraviesa nuestro país
y que se observa en la mejora de los ingresos y de la
sociedad en su conjunto. En tanto, el desafío será
continuar avanzando por un período de, al menos, 7 u 8
años a este ritmo lo cual permitirá llegar a valores
interesantes en los niveles de ingreso. Por ello, las
políticas de mercado deben estar acompañadas de
políticas sociales que den mayor escala a ese
crecimiento, a través de la investigación, la
capacitación y el trabajo conjunto de los sectores
público y privado.
En ese
marco, desarrollar una política de rondas de negocios
será cada vez más importante si lo que se pretende es
lograr una integración eficaz para todos los actores.
Por su
parte, la Ministra de Industria de Argentina, Débora
Giorgi, resaltó que la política actual debe aprovechar
los beneficios dinámicos que ofrece el comercio como
motor de los procesos de crecimiento y desarrollo.
El mundo
va por más, buscando sacar el mayor provecho a las
relaciones comerciales, ya sean bilaterales o
regionales. En ese sentido, se pretende aprovechar los
beneficios profundos vinculados al progreso tecnológico
que va de la mano del comercio y las inversiones. El
objetivo es llegar a una integración productiva y
profunda, que promueva una distribución de las ganancias
más igualitaria.
A nivel
mundial existe una importante demanda de alimentos,
fuentes de energía no renovables, medicamentos, pero
también existe una competencia con países como China y
la región del sudeste asiático donde se está dando un
importante crecimiento tecnológico.
El
Mercosur como bloque puede unir sus esfuerzos y competir
en sectores donde antes no era posible. La región, en la
que residen unos 240 millones de personas, cuenta con ¼
de las reservas de agua y la mayor capacidad de
territorio arable.
En ese
marco, propuso al Ministro Kreimerman estudiar la
posibilidad de crear un fondo binacional de
financiamiento de proyectos de integración productiva,
tal como hoy mantiene Argentina con Brasil.
Por otra
parte, el Subsecretario de Relaciones Exteriores,
Roberto Conde, sostuvo que Uruguay y Argentina
atraviesan una etapa de recuperación del tiempo perdido
para la optimización de sus relaciones diplomáticas. El
siglo XXI no puede estar marcado por la rivalidad de
puertos como factor geopolítico determinante de las
relaciones entre Uruguay y Argentina. Por el contrario,
el siglo XXI debe llevar a uruguayos y argentinos a
hacer un uso común de la boca de la cuenca del Río de la
Plata, de manera compartida y coordinada para el
desarrollo de inversiones.
Hacia
una nueva política industrial entre Uruguay y Argentina
La
explicación de la metodología que se utilizará para el
desarrollo de los proyectos binacionales estuvo a cargo
del Director Nacional de Industria, Sebastián Torres y
del Secretario de Industria y Comercio de Argentina,
Eduardo Bianchi.
Se
definieron sectores de interés para ambos países entre
los que se encuentran áreas como la metalúrgica,
industria naval y aeronáutica, TICs, la nanotecnología,
alimentos elaborados, textiles, software, entre otros.
Cada uno
de los países realizará reuniones preparatorias con los
sectores productivos donde se expondrán las ideas de los
empresarios sobre posibles caminos de asociatividad.
Posteriormente, a través de mesas sectoriales
binacionales iniciarán las conversaciones sobre las
estrategias a definir y los planes de acción. Los
Gobiernos tendrán el rol de facilitar las rondas de
negocios entre las empresas y articular las
oportunidades en los distintos sectores productivos. Los
instrumentos que se espera desarrollar a través de estas
acciones incluyen el financiamiento de proyectos,
subsidios, reintegros, aportes patronales, capacitación,
mejorar la cadena de desarrollo de proveedores, el apoyo
por parte de empresas públicas, entre otros
instrumentos.
La
lógica que se encuentra detrás de esta iniciativa es la
participación en todos los ámbitos de integración, tanto
a nivel del Gabinete Productivo como con los países de
la región, sin descartar a priori las herramientas que
hacen al crecimiento y al desarrollo de los sectores
productivos de uno u otro país. .