Se conmemoró en el Parlamento el 65º Aniversario de creación de la ONU. En el acto estuvieron el Presidente de la República, el Vicepresidente y Presidente de la Asamblea General, la Coordinadora Residente del Sistema de Naciones Unidas, Susan Mc Dade y numerosas autoridades. Se señalaron coincidencias acerca de que el compromiso pasa por redoblar los esfuerzos por una humanidad más justa e igualitaria.

La Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas en Uruguay, Susan Mc Dade, recordó que hace 65 años entró en vigor la Carta Fundacional de las Naciones Unidas y sostuvo que cada año se revalida su misión mundial. Dijo que  así se reafirman los valores universales de tolerancia, respeto mutuo y de dignidad humana. Expresó que también se “pasa revista” a los avances conjuntos tales como alfabetización, esperanza de vida, difusión de conocimientos y tecnologías, democracia y estado de derecho.

Mc Dade expresó que cada nuevo aniversario de Naciones Unidas es una fecha en la que se renuevan los votos de mayor trabajo,  para proteger a aquellos que se encuentran atrapados en un conflicto armado; para luchar contra el cambio climático; para evitar catástrofes nucleares y para ofrecer mayores oportunidades a las mujeres y niñas, entre otros compromisos.

En la oportunidad, el Vicepresidente de la República y Presidente de la Asamblea General, Danilo Astori describió a las Naciones Unidas como la organización multilateral por excelencia y la más importante en la historia de la humanidad.

Recordó que nació a partir de un cruento y cruel enfrentamiento universal y que se gestó como un encuentro de paz, diálogo y solución consensuada de los conflictos.

Dijo que en estos 65 años de existencia, el mundo ha mantenido permanentes condiciones de conflicto que alimentaron realidades tales como la desigualdad, la falta de equidad y la injusticia.

Astori afirmó que un mundo desigual es un mundo injusto, pero también inestable que genera enfrentamientos de forma permanente.

Añadió que una de las mejores actitudes ante el sexagésimo quinto aniversario, es asumir las grandes responsabilidades de la humanidad y de la dirigencia mundial.

El jerarca estimó que desde la concepción de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en el año 2000, la humanidad ha tenido avances. Expresó que las condiciones de pobreza e indigencia han venido disminuyendo; que se experimentaron avances en el combate a las enfermedades y a la mortalidad; el trabajo por la equidad de género también arroja resultados positivos y un mayor acceso a la educación son algunos indicadores que muestran progresos en la calidad de vida de los pobladores del mundo entero.

Asimismo, comentó que restan sólo cinco años para culminar el tiempo propuesto para el cumplimiento de las metas impuestas entre todas las naciones y que el camino por recorrer es inmenso.

Ante este escenario, afirmó que resulta fundamental que la humanidad concentre esfuerzos en los sectores más vulnerables de la población mundial.