Las políticas de infancia del Gobierno se basan en la Estrategia Nacional para la Infancia y la Adolescencia (ENIA), creada en 2008 con miras al año 2030. En ese marco, se estudia el Plan de Acción 2010-2015 que le dará a la ENIA un anclaje en la realidad, transformándola en políticas concretas. Desde Infamilla (MIDES), se articulará la acción de las instituciones involucradas con el fin de tener un desarrollo común y eficiente.

El director de Infamilia (MIDES), Jorge Campanella, explicó que en sus inicios la ENIA salió al encuentro de uno de los problemas diagnosticado en décadas pasadas: la fragmentación de las políticas públicas destinadas a atender los problemas de infancia y adolescencia. Desde el Ministerio de Desarrollo Social se entendió que esto era consecuencia de la carencia de lineamientos estratégicos que ordenaran los esfuerzos y los recursos, derivando en políticas que atendían los mismos problemas sociales pero con menos fuerza, por estar aisladas unas de otras.

En ese marco, en 2005 comenzó a trabajarse en la creación de la Estrategia Nacional para la Infancia y la Adolescencia (ENIA) con miras al año 2030 debido a que “la sociedad, la infancia y la adolescencia del 2030 es un asunto de hoy”, como reza el documento presentado en 2008 y que explica que ciertas acciones pueden demandar pocos años de esfuerzos pero otras implican décadas de trabajo.

La ENIA reunió a instituciones vinculadas a la infancia y adolescencia nucleadas en el Comité de Coordinación Estratégica (MIDES, MSP, MEC, Interior, Turismo, ANEP, INAU, INJU y OPP), a todos los partidos políticos con representación parlamentaria, ONGs, sindicatos y contó con el apoyo del Sistema de Naciones Unidas. Su finalidad fue definir una estrategia de orden nacional que asegure los derechos de las nuevas generaciones y viabilice un desarrollo sostenido y sustentable para el Uruguay.  

¿Por qué atender a la infancia?

“Si tenemos la equidad como horizonte, necesariamente los esfuerzos deben concentrarse en la población de 0 a 18 años”, sostiene Campanella quien afirma que el 20% de los uruguayos se encuentran por debajo de la línea de pobreza. Si se observa por tramos de edad, la franja de 0 a 18 años muestra un promedio de 36%; es decir que 1 de cada 3 niños o jóvenes se encuentran bajo la línea de pobreza.

“Debemos seguir invirtiendo en esta franja para que la pobreza continúe bajando”, afirmó el Director de Infamilia, quien recordó que en el Gobierno pasado la pobreza disminuyó del 36% al 20% y en los niños pasó del 56% al 36%. No obstante, se debe seguir concentrando los esfuerzos en esta área puesto que si no se invierte en infancia y adolescencia se estaría afectando las posibilidades productivas del país de aquí hacia los próximos 15 años, enfatizó.  

Infamilia destinará 6 millones de dólares en infancia

Actualmente, Infamilia está abocada al estudio del Plan de Acción que el Comité de Coordinación Estratégica de Infancia y Adolescencia legó para el quinquenio 2010-2015, así como también lo analizan las otras instituciones involucradas.

Si bien el presupuesto quinquenal continúa en estudio a nivel parlamentario, Infamilia espera invertir 2,5 millones de dólares en primera infancia y 3,5 en infancia. Para las políticas de adolescencia se invertirán unos 10 millones de dólares. Una vez que se defina el presupuesto que manejen el resto de las instituciones, iniciará el trabajo en la elaboración del Plan de Acción concreto para el quinquenio 2010-2015.

Campanella aclaró que el Plan de Acción 2010-2015 no se implementará únicamente con el aporte que realice el MIDES a través de Infamilia, sino que requiere que todas las instituciones se encuentren alienadas a ese Plan.  

Fortalecer los programas y extenderlos en el territorio

Las acciones que Infamilia desarrollará durante el quinquenio abarcan todo el ciclo de vida. En cuanto a la primera infancia, se apoyará al fortalecimiento y consolidación del Plan Aduana, en un trabajo conjunto con ASSE. Se trata de un programa que existe hace 30 años pero que hasta hace poco tiempo atrás consistía en un dispositivo de alerta a nivel de los centros de salud barriales, frente al nacimiento de un niño. La finalidad era que apenas nacía un niño o niña en el sistema público, los médicos del centro de referencia de la madre le brindaran un seguimiento tanto a la madre como al recién nacido. Este programa funcionaba sólo en Montevideo.

Para este Gobierno, el fortalecimiento del Plan Aduana será fundamental puesto que el sistema de salud pública es el que concentra la mayor cantidad de problemas en torno a esta temática. Por ello, se incorporará al Plan Aduana el proceso de embarazo para la captación temprana y se consolidará su extensión en todo el territorio. Campanella enfatizó que la captación temprana del embarazo es una preocupación especial de este Gobierno, puesto que tiene gran incidencia en los nacimientos prematuros. Cuanto más temprano comiencen los controles en una embarazada, menos serán los riesgos de un nacimiento prematuro y menores serán los efectos negativos para el posterior desarrollo del niño.

En segundo lugar, se fortalecerán los centros de cuidado en primera infancia: el Plan CAIF. También se trata de una experiencia de larga data, creada hace unos 20 años, pero que se fue extendiendo en el pasado quinquenio y que este Gobierno planea dar un fuerte impulso. Hoy existen 350 centros CAIF y se espera contar con otros 140, lo cual posibilitará llegar a unos 20.000 niños más.

Además, se trabajará en mejorar la calidad educativa en el tiempo pedagógico de los niños. Por tal motivo, se seguirá consolidando la educación física en todas las escuelas y se apoyará a los Centros Inter-In, creados en el período pasado en un esfuerzo interinstitucional de ASSE, INAU, ANEP e Infamilia, para atender las dificultades de aprendizaje. Actualmente existen 5 Centros Inter-In y se espera concretar la creación de 26 centros más en todo el país. 

La equidad social como eje de todas las acciones

Finalmente, el Director de Infamilia resaltó que como Gobierno de izquierda el eje de las acciones es y debe ser la equidad social. Al mismo tiempo, sostuvo que si hoy no se invierte en infancia y adolescencia se atenta contra las posibilidades productivas que el país tendrá en los próximos 20 años.

Asimismo, resaltó que en términos productivos, los jóvenes de hoy serán la fuerza productiva y la capacidad de sostener el sistema de seguridad social en el futuro. Por tanto, los niños, niñas y adolescentes deben contar con las condiciones dadas como para desarrollarse en el Uruguay del mañana. Invertir en ellos hoy es imprescindible si lo que se espera es alcanzar un país sostenible, con desarrollo y equidad, que tenga sustentabilidad demográfica, social y democrática.