Integración y seguridad ciudadana

Uruguay y Brasil afianzan camino para suscribir convenio marco en seguridad pública

El desarrollo de las Mesas de Convivencia Ciudadana será enriquecido con la experiencia del gobierno de Brasil en 26 ciudades con alta densidad de población. Así lo afirmaron el ministro del Interior Eduardo Bonomi y su par Luiz Telles Barreto luego de la conversación que mantuvieron las cúpulas de la seguridad pública con el presidente José Mujica. La estrategia brasileña es mejorar la calidad de vida de los jóvenes.

Al finalizar una extensa jornada de intercambio, el ministro de Justicia de Brasil Luiz Paulo Telles Barreto, acompañado por el embajador de Brasil en Uruguay Joao Carlos de Souza, se acercaron hasta la Torre Ejecutiva para conversar con el presidente José Mujica sobre el alcance de los nuevos programas de seguridad pública que impulsa el gobierno brasileño.

Telles Barreto dotó de gran importancia al intercambio de experiencias en el marco de la integración regional. Según sus palabras, la cooperación es una herramienta destacada para combatir el crimen organizado en la frontera, especialmente el tráfico de drogas, armas y personas. Recordó que hoy en día se llevan a cabo experiencias de este tipo con Uruguay en materia de abigeato, además de la confección de un mapa de inteligencia en crímenes de frontera.

El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, acompañado por el subsecretario de la cartera Jorge Vázquez, estuvieron presentes en la reunión y en la propia comitiva en toda la jornada. Bonomi trajo a colación el desarrollo de las mesas de convivencia ciudadana en nuestro país, como un programa de carácter nacional y señaló que está en la misma dirección de los esfuerzos brasileños en la materia. "Aquí hay un claro lugar de intercambio", sentenció.

El programa de seguridad brasileño permitió reducir la tasa de homicidios un 11%, cifras presentadas como parte de una tendencia a la baja. El objetivo es profundizar la capacitación al personal policial, aplicar tecnología a la seguridad pública, apuntar a la prevención y aportar mayor calidad de vida en las favelas con inversión en obras públicas e inclusión social. 40 mil jóvenes son atendidos por el programa.

La aplicación de esta herramienta pública permitió que el propio presidente Lula da Silva recorriera a pie la favela Doña Marta de Río de Janeiro, barrio reconocido por la densa actividad delictiva que se propiciaba en ese espacio. UNESCO reconoció esos esfuerzos y propuso declarar a esa favela como zona de la paz.