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28 de noviembre, 2010

Premios Morosoli

Un aliento para que los jóvenes se esfuercen y puedan recibir el agradecimiento del pueblo
La senadora en ejercicio de la presidencia, Lucía Topolansky, participó de la ceremonia de entrega de los premios Juan José Morosoli, que tuvo lugar en el Teatro Lavalleja de la ciudad de Minas. Calificó el evento como un ejemplo de cultura descentralizada en la práctica y dijo que los uruguayos no nos damos cuenta del importante número de artistas y científicos destacados que tenemos. El Morosoli de Oro 2010 se otorgó al científico Walter E. Baethgen.

La senadora en ejercicio de la presidencia, Lucía Topolansky, el ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich y la intendenta departamental de Lavalleja, Adriana Peña, participaron de la decimosexta entrega de los premios Juan José Morosoli que se realizó en el Teatro Lavalleja, de la ciudad de Minas.

La Fundación “Lolita Rubial” es quien organiza, desde 1995 a la fecha, el acto de premiación multidisciplinario que homenajea anualmente, mediante la entrega de la estatuilla Morosoli, a más de medio centenar de personalidades e instituciones, que desempeñan un papel trascendente en el quehacer cultural uruguayo.
En el momento culminante del evento, que tuvo lugar a sala llena, la primera mandataria entregó el Morosoli de Oro 2010 al doctor Walter E. Baethgen. El científico, de proficua actividad profesional, desde el año 2004 a la fecha se desempeña como Director del Programa Regional para América Latina y el Caribe (LAC) – Instituto Internacional de Investigación en Clima y Sociedad (IRI), Instituto de la Tierra , Universidad de Columbia, Nueva York (Estados Unidos).

Al recibir la distinción, visiblemente emocionado, Baethgen reconoció a los docentes universitarios que lo formaron, en particular al decano de la Facultad de Agronomía, Fernando García, quien estuvo presente. “Ustedes no se hacen una idea de la alegría que este reconocimiento me da”, expresó, en medio del escenario. “He trabajado mucho tiempo fuera del país y siempre me queda la idea de que nunca termino de devolver todo lo que Uruguay me ha dado”, confió. “Esto –prosiguió- me da una gran satisfacción porque se me reconoce, pero más importante aún es que me genera un compromiso enorme. De aquí en adelante, más que nunca, sabrán que le voy a dedicar muchísima energía a hacer todo lo que pueda para servir a este país”.

La emoción de premiar a un científico

Por su parte, y antes de retirarse, la senadora en ejercicio de la presidencia, Topolansky destacó que la entrega de los premios Morosoli, en la capital de Lavalleja, significa un ejemplo de “cultura descentralizada en la práctica”. Se congratuló, además, de constatar el importante número de personas e instituciones premiadas, que identificó como “la importante plantilla de gente capacitada que tenemos en Uruguay”.

Quien se convirtiera en la primera mujer en acceder a la primera magistratura del país, reflexionó que “a veces andamos con la pálida encima de los hombros y no nos damos cuenta de lo que tenemos. Artistas, pintores, científicos; es una paleta enorme de gente importante. Y es un aliento para los jóvenes de que vale la pena hacer cosas y poder recibir el agradecimiento del pueblo”.

Consultada por el significado que adquiere para una gobernante la entrega del máximo reconocimiento de la jornada, como es el Morosoli de Oro, la primera mandataria confesó que “a mi me emocionó dar el premio a un científico porque en mi vida nunca me imaginé que iba a poder hacerlo. Un profesional que, además, está dedicado a estudios del agua, del suelo, del cambio climático. Algo que nos va la vida a los seres humanos”.

La Fundación "Lolita Rubial" es una institución cultural sin fines de lucro creada en agosto de 1990, en homenaje a la extinta maestra minuana que le da su nombre, a partir de una iniciativa de sus familiares más cercanos, con el apoyo del Nuevo Teatro Minuano.

Desde su sede, en la Casa de la Cultura de Minas, la Fundación procura convertirse en una herramienta generadora de acontecimientos culturales que abarquen todas las áreas del conocimiento. Ello contribuye a la consolidación de la capital de Lavalleja como centro cultural de referencia en la región. Bajo esas premisas, además de promover los premios Morosoli, creó y gestiona los museos del Humor y la Historieta Julio E. Suárez ‘Peloduro’ y el Nacional del Grabado, además de más de 600 proyectos que incluyen conferencias, seminarios, talleres, festivales representaciones teatrales, exposiciones de plástica y espectáculos musicales.
   
 
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