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1 de diciembre, 2010

Día Mundial Lucha contra SIDA

Epidemia se concentra en privados de libertad, trabajadores sexuales y usuarios de drogas
Con el lema "Sí a la prevención, no a la discriminación", se celebró otro Día Mundial de Lucha contra el Sida. En el acto, la directora del Programa ITS/SIDA, María Luz Osimani, reveló que en la actualidad, existen 42 infectados de VIH cada 10.000 uruguayos. Expresó que desde la aparición del primer caso en el país, en el año 1983, el trabajo a nivel comunitario ha surtido efectos positivos en la lucha contra este flagelo.

La directora del Programa ITS/SIDA expresó que, en Uruguay, la epidemia se encuentra concentrada en poblaciones muy vulnerables. Entre estos grupos se encuentran las personas privadas de libertad, trans/trabajadores sexuales, hombres que mantienen sexo con hombres y usuarios de drogas.

Asimismo exhortó a mantener un estricto control en toda la población en edad sexual activa. En este sentido, destacó una educación sexual activa en el sistema formal y una educación con perspectiva de género para que la mujer se encuentre apta a defender sus derechos sanitarios; entre otros.

Explicó que tanto desde el Estado como del subsector privado se prioriza la atención, el suministro de medicamentos y la contención en todos los aspectos a los portadores de VIH. Añadió que Uruguay es uno de los pocos países de América Latina que brinda los tratamientos adecuados a casi un 90% de quienes lo requieren. Señaló que los fondos destinados a este fin, muchas veces resta fondos que se deberían destinar a las áreas de prevención e investigación de la patología.

En cifras mundiales, Osimani explicó que cada 2 personas que ingresan a tratamiento, son 5 los infectados, lo que obliga al trabajo preventivo.

La directora del Programa ITS/SIDA, expresó que en el año 2009, se dieron 760 casos de VIH notificados en el Departamento de Epidemiología del MSP y unos 260 casos de decesos.

A través de los años, se ha constatado que las edades son más avanzadas cuando aparece la patología en el individuo, lo que se traduce en que los tratamientos están prolongando la vida.

Osimani afirmó que se trata de una enfermedad crónica que exige de un cuidado permanente por parte del paciente y del cuerpo médico.

En cuanto a las cifras de dinero que el SIDA insume, existen estudios referentes a los años 2005, 2006,2007 y 2008. En el año 2007, dato presentado en la jornada, el guarismo ronda los US$ 14 millones entre los subsectores público y privado, los hogares y la cooperación internacional.

En referencia a Salud Pública, más del 50% del gasto se destina al tratamiento de la patología.

En cuanto a la distribución geográfica del SIDA en el mapa del Uruguay, se constata que la mayor cantidad de casos reportados –en cuanto a su prevalencia- provienen de Montevideo, Canelones, Maldonado, Tacuarembó, Rivera, Artigas y Paysandú.

Predomina el mayor número de infectados en hombres que en mujeres y prepondera el contagio por vía sexual, en tanto que disminuyó el contagio por vía sanguínea.

Osimani expresó que existe entre los uruguayos un cambio cultural en cuanto a la utilización del preservativo. Añadió que ha aumentado el gasto por hogar en profilácticos e indicó que a nivel ministerial se pasó de comprar un millón a comprar 10 millones.

En el evento, el profesor agregado de Pediatría, director del Centro Nacional de Referencia Obstétrico – Pediátrico VIH/SIDA, Jorge Quian, presentó la publicación titulada: "Conocer para intervenir", que ilustra el panorama de niños y adolescentes en situación de orfandad a causa del SIDA en Uruguay.

El informe muestra que el 10% de los niños con VIH atendidos en el Hospital Pereira Rossell son huérfanos o abandonados.

Dijo que –según las investigaciones- se supo que el 52% de estos niños repiten años escolares. Y que un alto porcentaje de ellos, habita en zonas que carecen de luz eléctrica y saneamiento.

Asimismo se destacan hechos positivos, tales como que las familias que tienen a su cargo a estos niños, pese a tener bajos niveles educativos y vivir bajo los límites de pobreza, mantienen a la inmensa mayoría de estos niños escolarizados.

El estudio se desarrolló en base a 116 casos, donde la edad promedio era de 9 años, la mediana de 10 y el rango iba de los 2 a los 17 años. De este total de niños huérfanos, 67 eran infectados y 49 eran no infectados.

   
 
  Jorge Quian
 
  María Luz Osimani
 
  Jorge Venegas