Día Mundial Lucha contra SIDA
Epidemia se concentra en privados de libertad,
trabajadores sexuales y usuarios de drogas
Con el lema "Sí a la prevención, no a
la discriminación", se celebró otro Día Mundial de Lucha
contra el Sida. En el acto, la directora del Programa ITS/SIDA,
María Luz Osimani, reveló que en la actualidad, existen 42
infectados de VIH cada 10.000 uruguayos. Expresó que desde
la aparición del primer caso en el país, en el año 1983, el
trabajo a nivel comunitario ha surtido efectos positivos en
la lucha contra este flagelo.
La directora del Programa ITS/SIDA
expresó que, en Uruguay, la epidemia se encuentra
concentrada en poblaciones muy vulnerables. Entre estos
grupos se encuentran las personas privadas de libertad,
trans/trabajadores sexuales, hombres que mantienen sexo con
hombres y usuarios de drogas.
Asimismo exhortó a mantener un estricto
control en toda la población en edad sexual activa. En este
sentido, destacó una educación sexual activa en el sistema
formal y una educación con perspectiva de género para que
la mujer se encuentre apta a defender sus derechos
sanitarios; entre otros.
Explicó que tanto desde el Estado como
del subsector privado se prioriza la atención, el
suministro de medicamentos y la contención en todos los
aspectos a los portadores de VIH. Añadió que Uruguay es uno
de los pocos países de América Latina que brinda los
tratamientos adecuados a casi un 90% de quienes lo
requieren. Señaló que los fondos destinados a este fin,
muchas veces resta fondos que se deberían destinar a las
áreas de prevención e investigación de la patología.
En cifras mundiales, Osimani explicó que
cada 2 personas que ingresan a tratamiento, son 5 los
infectados, lo que obliga al trabajo preventivo.
La directora del Programa ITS/SIDA,
expresó que en el año 2009, se dieron 760 casos de VIH
notificados en el Departamento de Epidemiología del MSP y
unos 260 casos de decesos.
A través de los años, se ha constatado
que las edades son más avanzadas cuando aparece la
patología en el individuo, lo que se traduce en que los
tratamientos están prolongando la vida.
Osimani afirmó que se trata de una
enfermedad crónica que exige de un cuidado permanente por
parte del paciente y del cuerpo médico.
En cuanto a las cifras de dinero que el
SIDA insume, existen estudios referentes a los años 2005,
2006,2007 y 2008. En el año 2007, dato presentado en la
jornada, el guarismo ronda los US$ 14 millones entre los
subsectores público y privado, los hogares y la cooperación
internacional.
En referencia a Salud Pública, más del
50% del gasto se destina al tratamiento de la patología.
En cuanto a la distribución geográfica
del SIDA en el mapa del Uruguay, se constata que la mayor
cantidad de casos reportados –en cuanto a su prevalencia-
provienen de Montevideo, Canelones, Maldonado, Tacuarembó,
Rivera, Artigas y Paysandú.
Predomina el mayor número de infectados
en hombres que en mujeres y prepondera el contagio por vía
sexual, en tanto que disminuyó el contagio por vía
sanguínea.
Osimani expresó que existe entre los
uruguayos un cambio cultural en cuanto a la utilización del
preservativo. Añadió que ha aumentado el gasto por hogar en
profilácticos e indicó que a nivel ministerial se pasó de
comprar un millón a comprar 10 millones.
En el evento, el profesor agregado de
Pediatría, director del Centro Nacional de Referencia
Obstétrico – Pediátrico VIH/SIDA, Jorge Quian, presentó la
publicación titulada: "Conocer para intervenir", que
ilustra el panorama de niños y adolescentes en situación de
orfandad a causa del SIDA en Uruguay.
El informe muestra que el 10% de los
niños con VIH atendidos en el Hospital Pereira Rossell son
huérfanos o abandonados.
Dijo que –según las investigaciones- se
supo que el 52% de estos niños repiten años escolares. Y
que un alto porcentaje de ellos, habita en zonas que
carecen de luz eléctrica y saneamiento.
Asimismo se destacan hechos positivos,
tales como que las familias que tienen a su cargo a estos
niños, pese a tener bajos niveles educativos y vivir bajo
los límites de pobreza, mantienen a la inmensa mayoría de
estos niños escolarizados.
El estudio se desarrolló en base a 116
casos, donde la edad promedio era de 9 años, la mediana de
10 y el rango iba de los 2 a los 17 años. De este total de
niños huérfanos, 67 eran infectados y 49 eran no
infectados. |