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8 de diciembre, 2010

Romani en Washington

Voluntad y compromiso político de alto nivel es fundamental en accionar contra drogas
Los países del Cono Sur junto a la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas de la OEA, con el apoyo del Departamento de Estado de EE.UU. coordinarán acciones para implementar un Plan Regional Integrado de lucha contra la pasta base, crack y paco. El Secretario General de la Junta Nacional de Drogas lo considera un logro trascendente, por el cambio de perspectiva y el interés político y humano que supone.

En el marco del 48° Período de Sesiones de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas de la OEA (CICAD) que se celebra en Washington, se concretó un acuerdo para implementar una coordinación entre los países del Cono Sur, la CICAD y el Departamento de Estado de EEUU (División de Reducción de la Demanda de Drogas) con el fin de concretar un Plan Regional Integrado de lucha contra la pasta base, crack, paco o bazuco y otras drogas.

El Secretario General de la Junta Nacional de Drogas (JND), Milton Romani –que integra la delegación uruguaya- entiende que es un logro político y técnico de primer nivel, en un terreno en el que Uruguay insistió permanentemente tanto en este Foro como en el MERCOSUR.

“Es necesario identificar y focalizar el consumo y tráfico de pastas bases como un problema regional que debe atender toda la cooperación internacional. No se puede trabajar para impedir la llegada de cocaína al primer mundo y se deje de lado lo que ocurre en nuestra región”, sostuvo. Es un aspecto diferencial en cuanto a los circuitos de tráfico y la necesidad de un enfoque distinto de la represión, el rol de la exclusión social asociada a modalidades de consumo y la necesidad de tener un abordaje integral.

La atención especial al más alto nivel político que ahora se pone en la agenda regional está vinculada al "Plan Integrado de combate contra el crack y otras drogas" que implementó el Presidente Lula en todos los planos y dimensiones del problema en el país norteño.

El Acuerdo supone en principio compartir toda la información de componentes químicos, investigaciones científicas, experiencia de tratamiento y abordaje comunitario. Uruguay insistió en la necesidad de intercambiar información sobre mapas y circuitos de tráfico ilícito y que las fuerzas policiales y de control readecuen sus herramientas hacia una modalidad diferente del narcotráfico que requiere otro tipo de inteligencia, control y racionalización de la represión. La clarificación de las causas y los flujos de movimientos al respecto son temas de magnitud regional por lo que este acuerdo representa un gran avance. Las acciones integradas quedaron como una agenda de trabajo que ya comenzó a procesarse.

La delegada brasileña, Paulina Do Carmo Arruda, expuso sobre el plan que implementa su país y destacó sus componentes integrales y equilibrados cuyos pilares son: inclusión social, dispositivos comunitarios e incremento de recursos de tratamiento. Romani apoyó la iniciativa del Presidente Lula y la necesidad de coordinar acciones de todo el Cono Sur. “Este problema de tráfico y consumo que asola a las poblaciones de mayor vulnerabilidad social es un reto y un desafío para aterrizar los componentes sociales asociados al problema de las pastas bases”, dijo. “La gestión local de base comunitaria lleva a trabajar en el terreno de los problemas, donde se debe desembarcar todos los recursos de inserción laboral, vivienda, complementación educativa y deportiva y salud. La responsabilidad común y compartida necesita de un enfoque de equidad, con una mirada regional ya que afecta a todas las poblaciones”, indicó.