Romani en Washington
Voluntad y compromiso político de alto nivel es
fundamental en accionar contra drogas
Los países del Cono Sur junto a la
Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas
de la OEA, con el apoyo del Departamento de Estado de EE.UU.
coordinarán acciones para implementar un Plan Regional
Integrado de lucha contra la pasta base, crack y paco. El
Secretario General de la Junta Nacional de Drogas lo
considera un logro trascendente, por el cambio de
perspectiva y el interés político y humano que supone.
En el marco del 48° Período de Sesiones
de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de
Drogas de la OEA (CICAD) que se celebra en Washington, se
concretó un acuerdo para implementar una coordinación entre
los países del Cono Sur, la CICAD y el Departamento de
Estado de EEUU (División de Reducción de la Demanda de
Drogas) con el fin de concretar un Plan Regional Integrado
de lucha contra la pasta base, crack, paco o bazuco y otras
drogas.
El Secretario General de la Junta
Nacional de Drogas (JND), Milton Romani –que integra la
delegación uruguaya- entiende que es un logro político y
técnico de primer nivel, en un terreno en el que Uruguay
insistió permanentemente tanto en este Foro como en el
MERCOSUR.
“Es necesario identificar y focalizar el
consumo y tráfico de pastas bases como un problema regional
que debe atender toda la cooperación internacional. No se
puede trabajar para impedir la llegada de cocaína al primer
mundo y se deje de lado lo que ocurre en nuestra región”,
sostuvo. Es un aspecto diferencial en cuanto a los
circuitos de tráfico y la necesidad de un enfoque distinto
de la represión, el rol de la exclusión social asociada a
modalidades de consumo y la necesidad de tener un abordaje
integral.
La atención especial al más alto nivel
político que ahora se pone en la agenda regional está
vinculada al "Plan Integrado de combate contra el crack y
otras drogas" que implementó el Presidente Lula en todos
los planos y dimensiones del problema en el país norteño.
El Acuerdo supone en principio compartir
toda la información de componentes químicos,
investigaciones científicas, experiencia de tratamiento y
abordaje comunitario. Uruguay insistió en la necesidad de
intercambiar información sobre mapas y circuitos de tráfico
ilícito y que las fuerzas policiales y de control readecuen
sus herramientas hacia una modalidad diferente del
narcotráfico que requiere otro tipo de inteligencia,
control y racionalización de la represión. La clarificación
de las causas y los flujos de movimientos al respecto son
temas de magnitud regional por lo que este acuerdo
representa un gran avance. Las acciones integradas quedaron
como una agenda de trabajo que ya comenzó a procesarse.
La delegada brasileña, Paulina Do Carmo
Arruda, expuso sobre el plan que implementa su país y
destacó sus componentes integrales y equilibrados cuyos
pilares son: inclusión social, dispositivos comunitarios e
incremento de recursos de tratamiento. Romani apoyó la
iniciativa del Presidente Lula y la necesidad de coordinar
acciones de todo el Cono Sur. “Este problema de tráfico y
consumo que asola a las poblaciones de mayor vulnerabilidad
social es un reto y un desafío para aterrizar los
componentes sociales asociados al problema de las pastas
bases”, dijo. “La gestión local de base comunitaria lleva a
trabajar en el terreno de los problemas, donde se debe
desembarcar todos los recursos de inserción laboral,
vivienda, complementación educativa y deportiva y salud. La
responsabilidad común y compartida necesita de un enfoque
de equidad, con una mirada regional ya que afecta a todas
las poblaciones”, indicó. |