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10 de diciembre, 2010

Día internacional de los DDHH

Mesa para la Paz en Pan de Azúcar celebra a partir de las 17 horas
Con motivo de la celebración por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ocurrida un 10 de diciembre de 1948, la plaza 19 de Abril de la ciudad de Pan de Azúcar será el centro de las actividades uruguayas, con la instalación de la "Mesa para la Paz", organizado por el Ministerio de Educación y Cultura. Murales, globos, carteles y las mesas, adornadas para la ocasión, esperan a los ciudadanos de todo el país.

"La valoración de los habitantes de Pan de Azúcar es realmente muy alta", dijo el director de los talleres educativos de DDHH, Fernando Wilde. "Es un acontecimiento porque se realiza en una ciudad del interior que no es capital departamental, lo que no es frecuente", agregó. Por otro lado, la convocatoria a compartir lo que uno trae con otros, tampoco es algo que hacemos habitualmente: "tenemos que trabajar en esa apertura hacia el otro; esto no es algo simbólico, es una acción concreta de apertura en la relación con los otros", sintetizó.

Wilde colaboró en el armado de la plaza 19 de Abril, de Pan de Azúcar. Detalló la ambientación: "hay un mural hecho por los jóvenes promotores de Derechos Humanos, de distintas localidades del país, que en los días previos recorrieron el departamento de Maldonado, en talleres de DDHH, gestionados por ellos mismos; como culminación de los dos días de participación, pintaron un mural en el centro de la plaza".

"También se colocaron mesas en las diagonales y en las calles laterales, lo que ya cambió la fisonomía habitual de la plaza. Además, se ambientó el lugar con carteles, globos y banderines, con los logos de la Mesa para la Paz y, realmente, es un ambiente de fiesta. Esperemos que ese ambiente se proyecte desde las cinco de la tarde hasta su culminación", subrayó Wilde.

Al levantar las mesas, cuando termine la jornada, Wilde quiere llevarse la satisfacción de haber iniciado esta manera de celebrar el día internacional de los Derechos Humanos. "Este año tocó en Pan de Azúcar, pero hay muchos lugares en el país que tienen estas características, así que probablemente el próximo año será en otro lugar y, tal vez, se empiece a convertir en una costumbre y la gente ya lo empiece a celebrar por sí, sin la necesidad de que los convoque alguien. Ojalá estas cosas empiecen a pasar, porque es una forma de educación en derechos humanos muy significativa. Tal vez, más que un taller", finalizó.