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13 de diciembre, 2010

Inauguración parcial

Cincuenta reclusos probarán instalaciones de cárcel de Punta de Rieles previo a su apertura
Con el ingreso de 50 reclusos que finalizan su sentencia en 2011, el centro de reclusión de Punta de Rieles dio inicio a la primera etapa de traslado de presos que descomprimirá otros establecimientos, como el COMCAR. Estos reclusos, de mejor conducta, probarán el funcionamiento de las instalaciones y los diversos talleres, previo a la inauguración final del centro que albergará un total de 750 personas con sentencia hasta 2014.

José Colman, subdirector nacional de cárceles, informó que esta inauguración tiene carácter parcial puesto que implica una suerte de prueba de las instalaciones por parte de los propios reclusos. Quienes ingresaron en esta etapa fueron evaluados por el Instituto Nacional de Criminología, el cual analizó su conducta desde el punto de psicológico y jurídico, otorgando un puntaje. Los 50 mejor rankeados son los que hoy se trasladaron a este nuevo establecimiento con el fin de probar el funcionamiento del mismo.

Los reclusos se caracterizan por tener fijada su sentencia. Colman explicó que, por primera vez luego de décadas, se pudo lograr la separación de los procesados de aquellos reclusos con sentencia fijada. Asimismo, se trata de presos con buena conducta, que ya disponen de salidas transitorias y tienen un horizonte en prisión muy breve. Serán los encargados de elaborar informes sobre el manejo dentro del lugar, lo cual servirá como insumo para mejorar o ajustar aspectos tanto de la seguridad de los reclusos, los policías, así como también la utilidad de las instalaciones. Colman aseguró que si bien la obra aún no está finalizada formalmente igual cumple con las normas esenciales de una cárcel de mediana seguridad.

Este centro surge de la refacción de una unidad militar, a la que se le agregaron tres pabellones y que permitirá albergar a unos 750 reclusos. Uno de los motivos de la creación de este establecimiento es descomprimir el COMCAR que hoy tiene más de 3.100 personas, con una capacidad para 1.600. Con este centro se podrá liberar un módulo de Santiago Vázquez y permitirá reciclar los módulos que hoy están más deteriorados. Con ese proyecto, se espera que el COMCAR llegue a una capacidad final de 2.000 personas.

Innovaciones y mejor tecnología

Entre los aspectos que hacen a este centro un establecimiento carcelario innovador se encuentra una guardería para niños, para aquellas mujeres que visitan a los reclusos. Estará a cargo de personal especialmente capacitado para entretener a los niños, mientras que sus mayores se encuentran tanto en visitas conyugales como en visita regular.

También se desarrollarán talleres de carpintería, mecánica y panadería entre otros oficios, como cursos para cortadores de carne a cargo de personal de INAC. El establecimiento cuenta, además, con un área arable donde se realizarán cultivos de verduras de estación, lo cual se suma a los convenios que ya existen con UTU, Primaria y Secundaria.

Para mejorar la seguridad se instalarán scanners en la entrada para el control de las personas y bultos que ingresen al establecimiento. Esta tecnología evitará acciones que pueden considerarse invasivas como las revisiones corporales que aún se realizan por falta de medios tecnológicos. Además, contará con tecnología de punta en todas sus áreas para evitar el ingreso de armas y drogas. Incluso, tendrá paneles solares que cubrirán una importante demanda de energía del propio establecimiento.

"Es una fortuna poder empezar a trabajar seriamente con los reclusos y poner, de nuestra parte y del Estado, todos los medios que son necesarios y requeridos por los técnicos para intentar recuperar a los reclusos que están en nuestras prisiones", sostuvo Colman, quien resaltó la labor que realiza el Patronato nacional de encarcelados y liberados, institución que logró convenios a nivel público y privado para el posterior proceso de reinserción en la sociedad a través de una fuente laboral.

   
 
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  José Colman