Convocatoria de ACDE
Uruguay avanza hacia la prosperidad duradera con
justicia distributiva
El Foro “Estrategia económica y
equidad” organizado por ACDE contó con la participación del
ministro y subsecretario de Economía. En sus
presentaciones, ambos destacaron la incidencia que tiene la
educación en el desarrollo humano del país y la
distribución de los ingresos, por lo cual, el nuevo
presupuesto aumenta 24% el gasto para la educación,
apuntando a invertir en infraestructura en todo el país.
El país atraviesa una época de bonanza
económica, que contribuye a mejorar el nivel de vida de su
población sostuvo el ministro de Economía, Fernando
Lorenzo, quien advirtió que Uruguay debe asegurar la
durabilidad y permanencia de ese progreso.
En este sentido, centró su exposición en
varios aspectos cruciales para entender cómo las políticas
públicas son capaces de contribuir en lograr prosperidad
duradera y justicia distributiva.
En primer lugar destacó los avances
alcanzados en materia de desarrollo humano; a 2010 se
observa una notoria reducción de los niveles de pobreza e
indigencia que supera el 2%, índice que hace siete años era
más del doble, y por persona se sitúa por debajo del 20%.
No obstante, reconoció que aún resta mucho por hacer en la
materia y comentó con preocupación, que los niveles de
desigualdad son incompatibles con los niveles de desarrollo
humano que tiene el país. “Este dato tiene que
interpelarnos de manera muy cruda”, sostuvo.
En el índice de desarrollo humano del
PNUD Uruguay ha evolucionado favorablemente ubicándose en
el lugar 24 entre 169 países, mientras en 1990 el país
estaba en el lugar 71 de 118 naciones.
Aludió también a los determinantes de la
distribución del ingreso que incluye aspectos vinculados a
la producción, a las políticas públicas que determinan
impuestos y transferencias y que definen el conjunto de
aspectos que están involucrados en la previsión de bienes
públicos. En Uruguay la dotación de la tierra es clave, al
igual que la dotación del capital físico y humano. El papel
de los recursos naturales en la estructura de las
exportaciones y en la forma cómo se inserta el país en el
mundo, se ha visto incrementado notoriamente en los últimos
veinte años.
Según los últimos datos disponibles el
valor de los precios de la tierra y de los arrendamientos
ha pasado de niveles promedio cercanos a los U$S 500 a
comienzos del S XXI, a U$S 2500. Este aumento del precio de
la tierra ha redefinido la estructura de la producción
agropecuaria fundamentalmente en aspectos organizativos y
tecnológicos.
El factor salarial es decisivo en cuanto
a la agudización de desigualdades, porque los ingresos
aumentan según el nivel educativo y el nivel socio
económico, como lo demuestran los últimos resultados de las
pruebas PISA, que arrojan datos preocupantes especialmente
en los niveles socioeconómicos bajos. En este contexto se
observa una fuerte demanda de personal calificado que no es
acompañada por la oferta de trabajadores del mercado porque
los resultados de graduación a nivel de enseñanza media y
terciaria son muy magros, aseguró el ministro.
“Es impensable que con resultados de
estas características podamos acompañar la prosperidad”,
porque “Uruguay se ha rezagado de los países de la región
en relación a los resultados en educación”, sentenció.
Por su parte, el director de la Asesoría
Macroeconómica y Financiera Andrés Masoller expuso sobre el
rol distributivo de las políticas públicas en los ingresos
a corto y largo plazo. Al respecto, comentó que en general
los países no se diferencian en la distribución primaria de
ingresos –antes de aplicar impuestos y transferencias-, y
Uruguay a nivel regional, tiene una de las políticas
públicas con mayor impacto redistributivo.
La reforma tributaria es uno de los
instrumentos aplicados para mejorar la progresividad de la
carga tributaria que reduce el IVA y aumenta la
participación del IRPF y el IASS, así como también se
incrementa la participación de la seguridad social como
consecuencia de la reforma de la salud y la reducción de la
renta empresarial. En la evaluación global de la reforma se
observa un impacto retributivo que impacta en los hogares
de menos recursos, indicó el subsecretario.
Los desafíos en el área son seguir
profundizando los objetivos de equidad de la reforma
tributaria sin descuidar los objetivos de eficiencia y
estímulos a la inversión productiva. Se entiende en esta
línea la reducción del IRPF, del IVA y el avance en la
reducción de la evasión. Según Masoller, Uruguay no tiene
una carga tributaria alta en comparación con otros países;
“es apropiada para sus niveles de desarrollo”.
Adelantó que el nuevo Presupuesto
contribuirá a aumentar el Gasto Público Social y sus
efectos retributivos, porque enfatiza en la educación
(aumentando 24%), que se destinará a infraestructura
(construcción de escuelas de tiempo completo, centros CAIF,
liceos) mientras la universidad pública apostará al
interior del país.
Otros gastos que crecen fuertemente son
el FONASA (por ingreso de nuevos colectivos); el gasto en
viviendas, con lo que se planea duplicar el número de
soluciones habitacionales y el Plan Juntos al cual se le
destina una partida de $105 millones anuales. |