Rumbo estratégico
“Hay una causa hermosa por la unidad de los americanos
del sur, desafiante y palpitante”
Luego de celebrar trece acuerdos con
Venezuela, José Mujica afirmó la necesidad de construir una
nación que abarque a todo el continente, y en ese
sentimiento, fundamentó la necesaria integración de
Venezuela al MERCOSUR. “Te recibimos con júbilo, con
esperanza en que tu esfuerzo y el de todos contribuirán a
hacer posible el sueño de Artigas y Bolívar, la gran patria
americana”, expresó Hugo Chávez.
El presidente de
Venezuela agradeció la visita del presidente uruguayo a su
país, luego de la firma de acuerdos con que culminó la
intensa agenda desplegada en Caracas.
Existe una nueva
realidad sudamericana, dijo Hugo Chávez, y se refirió a la
dinámica marcada por los encuentros de mandatarios de los
países de la región. Este encuentro es parte de la senda
que transitan las naciones hacia la unión sudamericana,
construyendo lo que Bolívar y Artigas señalaban como rumbo
estratégico, manifestó Chávez.
El mandatario venezolano
destacó que los numerosos compromisos alcanzados entre
Uruguay y Venezuela están destinados a fortalecer la unión
en los más diversos ámbitos, en materia tecnológica,
científica, agrícola, industrial, social.
El presidente Mujica es
uno de los luchadores sudamericanos de más larga
trayectoria del siglo XX, ejemplo para todos, de plena
estirpe artiguista, enfatizó el presidente venezolano.
Chávez citó palabras de
Mujica, referidas a sus ideales y posteriormente se refirió
al ideal artiguista y bolivariano, llamando a los
americanos a fortalecer sus raíces.
Finalmente, Chávez
manifestó que con Mujica, viene toda esa carga de sueños
y ese largo camino, desde Artigas hasta hoy. “Te recibimos
por eso con júbilo, con fervor patrio, revolucionario, con
esperanza en que tu presencia, tu esfuerzo y el de todos
contribuirán grandemente a hacer posible el sueño de
Artigas, el sueño de Bolívar, la gran patria nuestra
americana”.
Por su parte, el
presidente José Mujica subrayó nuevamente la necesidad de
construir una nación que abarque a todo el continente y en
ese sentimiento fundó la necesaria integración de Venezuela
al Mercado Común del Sur.
“Los necesitamos en el
MERCOSUR porque, si no lo hacemos, somos unos idiotas
además de ser antipatriotas, porque la potencia del
MERCOSUR es infinita si se suman los recursos de la energía
venezolana y el agua dulce de las reservas de las pampas en
el sur, el río Amazonas y además, la experiencia de los
pueblos”, señaló al atento auditorio congregado en el
Palacio Miraflores.
“Estamos en una etapa
crítica, por lo prometedora, y tenemos que defender algo
gigantesco: no tenemos derecho a estafar al porvenir”,
reflexionó.
Señaló a los dos bloques
sociales, tecnológicos y económicos que hoy se levantan en
el continente asiático en torno a China e India e inquirió:
”¿qué vamos a hacer?, ¿cuál va a ser nuestro peso en la
humanidad, negociando atomizados en un montón de
repúblicas, sin una voz en común, sin una posición en
común, sin la gestación de un espacio en común, sin la
defensa de una cultura en común, sin la posesión común de
la ciencia y el conocimiento, sin investigación”. Y
concluyó el mandatario uruguayo: “No quiero pensar cuáles
serían las consecuencias de que esta globalización continúe
y nos encuentre atomizados; ¿seremos tan raquíticos?”.
Señaló a los acuerdos
firmados hoy, como “pequeños eslabones” para “el partido de
fondo”, según dijo: que en 30 años seamos una voz fuerte en
el mundo para defendernos. Porque si no, compondremos la
fila de los pueblos derrotados y, aunque los pueblos
siempre tienen razón, los pueblos también han perdido
batallas”.
Finalmente señaló que
“acá hay una causa hermosa por la unidad de los americanos
del sur, desafiante y palpitante; hoy es una autodefensa
para los tiempos que van a venir”.
Estableció esta
necesidad a través de un repaso por las luchas de la
independencia en el siglo XIX y en la inteligencia de
prohombres como José Artigas y Simón Bolívar. Nuestros
antepasados tenían un sentido de patria más amplio que el
nuestro, dijo Mujica. Esa generación de libertadores dejó
una gran interrogante, pero los intereses portuarios
gestaron países. Hemos construido países, pero la Nación
está por concretarse, agregó.
Luego, el presidente
Mujica reiteró su posición sobre el modo de vida basado en
el consumo acelerado. Dijo que “nos toca vivir una época
donde todo está basado en crecimiento permanente, y basado
en desatar deseos insatisfechos en las grandes masas, para
que la gente sea consumidora. Observó que la gente se
esfuerza en consumir lo más posible y pagar la mayor
cantidad de cuotas posible. Ese es el ‘deschavo’ de
felicidad que nos promete la hermosa civilización a la que
pertenecemos”.
“Esta enfermedad
colectiva, prosiguió, nos obliga a multiplicar la riqueza,
recursos y conocimientos, pero no resuelve los problemas de
una humanidad fracturada. No hay una América Latina sola,
hay varias. Están los olivados de la tierra, los condenados
en el mundo de las favelas y las grandes capitales del
continente, expresó.
“La liberación posible
tiene mucho de sembrar conocimiento y cultura en las
grandes masas; la liberación no se regala, se gana, y es un
duro aprendizaje: como cualquier batalla es posible ganar,
pero también es posible perder”, alertó el presidente
Mujica. Esta reflexión fue la antesala para recordar su
pasado como militante del Movimiento de Liberación
Nacional, en los años ’60 y ’70, además de su posterior
detención durante 13 años bajo las condiciones más
apremiantes, “años perdidos, aparentemente, en esos
calabozos de las unidades militares, donde más pensé y más
terminé aprendiendo, más que en los años en que coqueteé
con la universidad”.
Luego del mensaje del
presidente Mujica, el presidente Chávez citó palabras de un
texto de 1979 del uruguayo Carlos Quijano, titulado “Los
caminos de la liberación”, en el cual dice “En este mundo
de grandes países, que son continentes y transnacionales
tentaculares, la debilidad es un pecado. Mañana, los
fuertes serán todavía más fuertes, y los débiles más
débiles. Puede que uno o dos países de nuestra América sean
capaces de afrontar el desafío. Los otros, si no se unen,
no tendrán destino”. Eso es lo que está en juego, nuestro
destino, manifestó Chávez. |